Lunes
24 de abril de 2009
Lucas
9, 22-27
Juan
6, 70
Me levanté
pidiéndole al Señor su misericordia. Le pedí que me dijera qué debo hacer con Sylvia
Regina, si debe acompañarme en el viaje a Houston o no. Me contestó: 22 Y les decía: «El Hijo del Hombre tiene que sufrir mucho y
ser rechazado por las autoridades judías, por los jefes de los sacerdotes y pro
los maestros de la Ley. Lo condenarán a muerte, pero tres días después
resucitará.» 23 También Jesús decía a toda la gente: «Si alguno
quiere seguirme, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz de cada día y
que me siga. 24 Les digo: el que quiera salvarse a sí mismo, se
perderá; y el que pierda su vida por causa mía, se salvará. 25 ¿De
qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si se pierde o se disminuye a sí
mismo? 26 Si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras, también
el Hijo del Hombre se avergonzará de él cuando venga en su gloria y en la
gloria de su Padre con los ángeles santos. 27 En verdad les digo que
algunos de los aquí presentes no morirán sin antes haber visto el Reino de
Dios.» Alex me mandó un
e-mail diciendo que no podía ir y que no insistiera en que fuera y mandándome
todas sus bendiciones. Comprendí que eso era lo que el Señor quería.
Martes 25 de
abril de 2006
Nos levantamos
temprano para ir a Houston. Lo primero que hicimos fue ir a buscar el encargo
de Ariana para decorar el cuarto y lo encontramos en “Burlington”, donde no
habíamos ido nunca y en oferta. ¡Gloria a Dios! Sylvia Regina se sentía super
contenta y bendecidos.
Miércoles
26 de abril de 2006
Salmo
33
Nos levantamos
con ilusión para ir a misa a St. Michael. Llegamos un poco temprano, así es que me puse a orar,
pidiéndole al Señor que nos bendijera y protegiera y que sobre todo nos diera
una Esperanza que llevar a la familia. Me contestó: Haz la prueba y verás que bueno es el Señor, Confía en el
Señor y saltarás de gusto, jamás te sentirás decepcionado porque el Señor
escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus angustias. Junto a
aquellos que temen al Señor, el ángel del Señor, acampa y los protege. Haz la
prueba y verás que bueno es el Señor. Dichoso el hombre que se refugia en
El.
Nos fuimos a la
reunión y nos reunimos por primera vez con Richard. Sylvia Regina se vino conmigo, para que me ayudara a
discernir la voluntad de Dios y lo que venía de El. En un momento dado, me di cuenta que todavía no habían
estudiado el caso y que Ron se había reunido con Aaron Stai, el experto. Entonces yo pedí la palabra y pedí hacer
una presentación con el power point que llevaba, sentí el poder de Dios
conmigo. Comencé a exponer
nuestros puntos de vista y Ron no me dejó terminar, diciéndome que toda la
clave era lo que ya acababa de decir y que adonde decía eso; entonces todo
comenzó a cambiar a nuestro favor. Ron comenzó a hablar con Aaron por teléfono y nos dijo que
mejor continuáramos mañana, pues él quería leer más todos los papeles.
Nosotros nos
fuimos a platicar con Vidal como unos 45 minutos y cuando ya íbamos saliendo,
Ron nos mandó a llamar, muy contento y alegre y me dijo: “Ya lo encontré”, “We
win, they loose” o sea que el Señor no nos dejó ir desesperanzados; sino que
nos dio la esperanza que yo le había pedido en la mañana – ¡Gloria a Dios!
Jueves 27 de
abril de 2006
Nos levantamos,
de nuevo, a misa. No pude orar,
pues no había suficiente tiempo. Después pasamos reunidos con Ron y Stai todo el día y el
ambiente, aunque ya no es tan efusivo, sí se iba volviendo cada vez más a
nuestro favor. Durante el
almuerzo, se me quebró una muela y me saqué un gran pedazo, junto con el
sandwich que estaba comiendo. Me dio una gran pena con todos, pero
inmediatamente el Espíritu Santo me hizo comprender que eso era un ataque del
enemigo para desesperarme y confundirme y hacer que desistiera en seguirles
explicando y entonces no le dije nada a nadie y eso hizo que la reunión pudiera
continuar sin ningún problema. Terminó
todo bien y Ron comprendió todo a nuestro favor, lo mismo que el experto Aaron.
Por la mañana,
Sylvia Regina me había dicho que en la reunión de ayer, cuando Richard había
cruzado las piernas y pudo ver que andaba con unas botas azules, inmediatamente
pensó en que esas eran las botas de San Miguel Arcángel; confirmando lo que nos
había dicho Edith (la profeta), que el abogado como San Miguel Arcángel no iba
a ser el que había encontrado la cláusula en la ley de Nueva York, con respecto
a la disolución, sino otro.
El Señor nos
daba ese discernimiento, a través de Sylvia Regina. Terminado el día, el Señor quiso que fuera Ron quien me
trajera de regreso, pues Sylvia Regina estaba ocupada y entonces le pedí que me
llevara no al hotel, sino a la Iglesia de St. Ann. El Señor quiso que diera mi testimonio a Ron, pues se ve que
eso lo impresionó; que yo en vez de querer ir a otro lado, lo que quisiera es
ir a la iglesia.
Viernes 28 de
abril de 2009
Fuimos a misa y
la misa era la que dan con todo el colegio, estuvo preciosa, luego nos reunimos
con Ron y Richard y todos los abogados. Antes de comenzar, Richard preguntó que qué es lo que había
hecho ayer y Ron le contestó que lo que yo había hecho era ir a la iglesia e
hizo el comentario que eso es algo que todos los que estábamos ahí debíamos
hacer. Eso me confirmó que el
Espíritu Santo estaba obrando a nuestro favor y todo se iba a arreglar,
conforme a su voluntad.
Así fue, toda
la reunión fue sumamente positiva y a nuestro favor y ahora era Richard y su
ayudante, quienes eran los que decían que había que incrementar esto, que había
que hacer esto, etc., etc. Ya no
éramos solo nosotros sumando, sino ellos adicionando – ¡Gloria a Dios! La muela me dolía un poco, pero el Señor
estaba conmigo… ¡Gloria a Dios, Aleluya!
El resto del
día lo pasamos bien contentos con Sylvia Regina. Al llegar al hotel, recibí un e-mail de Alex con un
comentario negativo y eso me hizo sentirme triste. Le pedí al Señor que nos ayudara o me ayudara a poder
incrementar la Fe y Esperanza de mis hermanos y mis papás, pues sabía que al
llegar a San Salvador, todos no iban a alcanzar a comprender lo que estaba
sucediendo; sino que los iba a dominar el pesimismo, de que todavía falta
bastante tiempo para que todo se resuelva y que a lo mejor sólo es mi
entusiasmo y al final no vamos a ganar. ¡Señor… ayúdanos!
Sábado 29 y domingo
30 de abril de 2006
Nos levantamos
para empacar y le mandé un e-mail a Alex, explicándole cómo me sentía de
contento, aunque ya sabía que eso no lo iba a recibir positivamente y eso me
hacía sentir mal, pues la verdad es que objetivamente y sin comprender o ver la
acción de Dios y su protección; lo que llevaba de regreso no es nada, sólo que
estamos de regreso en el punto cero y falta mucho camino que recorrer. Eso es lo objetivo. ¡Señor ayúdame a transmitir mi
testimonio, para que todos vean tu accionar en todo esto!
Llegamos a San
Salvador y efectivamente, al hablar con Alex y mi mamá, su reacción fue de
desaliento, pues falta mucho tiempo para que todo se resuelva y no hay nada
seguro. Yo me sentí triste, pues
no pude transmitirles mi Fe y Esperanza en el Señor, que es lo que me da la
seguridad que todo se va a resolver cuando El lo crea conveniente.
El domingo nos
fuimos a El Flor con Rober. Ahí
estaban Ariana y Luigi; Alex y Antonietta; Guayo y Olguita. Todo estuvo bien positivo. Por la mañana
fuimos a recibir a los del grupo del Retiro de Diálogo y todos estaban
contentos ¡Gloria a Dios!
"No hay mejor manera de encontrar a Cristo, que la conciencia de que necesitamos la salvación"
Marko I. Rupnik
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