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Canonización de Monseñor Romero

viernes, 26 de octubre de 2012

Cronología de un Milagro - Abril 2006-IV


Lunes 24 de abril de 2009

Lucas 9, 22-27
Juan 6, 70

Me levanté pidiéndole al Señor su misericordia. Le pedí que me dijera qué debo hacer con Sylvia Regina, si debe acompañarme en el viaje a Houston o no. Me contestó:  22 Y les decía: «El Hijo del Hombre tiene que sufrir mucho y ser rechazado por las autoridades judías, por los jefes de los sacerdotes y pro los maestros de la Ley. Lo condenarán a muerte, pero tres días después resucitará.» 23 También Jesús decía a toda la gente: «Si alguno quiere seguirme, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz de cada día y que me siga. 24 Les digo: el que quiera salvarse a sí mismo, se perderá; y el que pierda su vida por causa mía, se salvará. 25 ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si se pierde o se disminuye a sí mismo? 26 Si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras, también el Hijo del Hombre se avergonzará de él cuando venga en su gloria y en la gloria de su Padre con los ángeles santos. 27 En verdad les digo que algunos de los aquí presentes no morirán sin antes haber visto el Reino de Dios.»  Alex me mandó un e-mail diciendo que no podía ir y que no insistiera en que fuera y mandándome todas sus bendiciones. Comprendí que eso era lo que el Señor quería.

Martes 25 de abril de 2006

Nos levantamos temprano para ir a Houston. Lo primero que hicimos fue ir a buscar el encargo de Ariana para decorar el cuarto y lo encontramos en “Burlington”, donde no habíamos ido nunca y en oferta. ¡Gloria a Dios! Sylvia Regina se sentía super contenta y bendecidos.

Miércoles 26 de abril de 2006

Salmo 33

Nos levantamos con ilusión para ir a misa a St. Michael.  Llegamos un poco temprano, así es que me puse a orar, pidiéndole al Señor que nos bendijera y protegiera y que sobre todo nos diera una Esperanza que llevar a la familia.  Me contestó:  Haz la prueba y verás que bueno es el Señor, Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te sentirás decepcionado porque el Señor escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus angustias. Junto a aquellos que temen al Señor, el ángel del Señor, acampa y los protege. Haz la prueba y verás que bueno es el Señor. Dichoso el hombre que se refugia en El. 
Nos fuimos a la reunión y nos reunimos por primera vez con Richard.  Sylvia Regina se vino conmigo, para que me ayudara a discernir la voluntad de Dios y lo que venía de El.  En un momento dado, me di cuenta que todavía no habían estudiado el caso y que Ron se había reunido con Aaron Stai, el experto.  Entonces yo pedí la palabra y pedí hacer una presentación con el power point que llevaba, sentí el poder de Dios conmigo.  Comencé a exponer nuestros puntos de vista y Ron no me dejó terminar, diciéndome que toda la clave era lo que ya acababa de decir y que adonde decía eso; entonces todo comenzó a cambiar a nuestro favor.  Ron comenzó a hablar con Aaron por teléfono y nos dijo que mejor continuáramos mañana, pues él quería leer más todos los papeles.  
Nosotros nos fuimos a platicar con Vidal como unos 45 minutos y cuando ya íbamos saliendo, Ron nos mandó a llamar, muy contento y alegre y me dijo: “Ya lo encontré”, “We win, they loose” o sea que el Señor no nos dejó ir desesperanzados; sino que nos dio la esperanza que yo le había pedido en la mañana – ¡Gloria a Dios!

Jueves 27 de abril de 2006

Nos levantamos, de nuevo, a misa.  No pude orar, pues no había suficiente tiempo.  Después pasamos reunidos con Ron y Stai todo el día y el ambiente, aunque ya no es tan efusivo, sí se iba volviendo cada vez más a nuestro favor.  Durante el almuerzo, se me quebró una muela y me saqué un gran pedazo, junto con el sandwich que estaba comiendo. Me dio una gran pena con todos, pero inmediatamente el Espíritu Santo me hizo comprender que eso era un ataque del enemigo para desesperarme y confundirme y hacer que desistiera en seguirles explicando y entonces no le dije nada a nadie y eso hizo que la reunión pudiera continuar sin ningún problema.  Terminó todo bien y Ron comprendió todo a nuestro favor, lo mismo que el experto Aaron.  
Por la mañana, Sylvia Regina me había dicho que en la reunión de ayer, cuando Richard había cruzado las piernas y pudo ver que andaba con unas botas azules, inmediatamente pensó en que esas eran las botas de San Miguel Arcángel; confirmando lo que nos había dicho Edith (la profeta), que el abogado como San Miguel Arcángel no iba a ser el que había encontrado la cláusula en la ley de Nueva York, con respecto a la disolución, sino otro.
El Señor nos daba ese discernimiento, a través de Sylvia Regina.  Terminado el día, el Señor quiso que fuera Ron quien me trajera de regreso, pues Sylvia Regina estaba ocupada y entonces le pedí que me llevara no al hotel, sino a la Iglesia de St. Ann.  El Señor quiso que diera mi testimonio a Ron, pues se ve que eso lo impresionó; que yo en vez de querer ir a otro lado, lo que quisiera es ir a la iglesia.

Viernes 28 de abril de 2009

Fuimos a misa y la misa era la que dan con todo el colegio, estuvo preciosa, luego nos reunimos con Ron y Richard y todos los abogados.  Antes de comenzar, Richard preguntó que qué es lo que había hecho ayer y Ron le contestó que lo que yo había hecho era ir a la iglesia e hizo el comentario que eso es algo que todos los que estábamos ahí debíamos hacer.  Eso me confirmó que el Espíritu Santo estaba obrando a nuestro favor y todo se iba a arreglar, conforme a su voluntad.  
Así fue, toda la reunión fue sumamente positiva y a nuestro favor y ahora era Richard y su ayudante, quienes eran los que decían que había que incrementar esto, que había que hacer esto, etc., etc.  Ya no éramos solo nosotros sumando, sino ellos adicionando – ¡Gloria a Dios!  La muela me dolía un poco, pero el Señor estaba conmigo… ¡Gloria a Dios, Aleluya!
El resto del día lo pasamos bien contentos con Sylvia Regina.  Al llegar al hotel, recibí un e-mail de Alex con un comentario negativo y eso me hizo sentirme triste.  Le pedí al Señor que nos ayudara o me ayudara a poder incrementar la Fe y Esperanza de mis hermanos y mis papás, pues sabía que al llegar a San Salvador, todos no iban a alcanzar a comprender lo que estaba sucediendo; sino que los iba a dominar el pesimismo, de que todavía falta bastante tiempo para que todo se resuelva y que a lo mejor sólo es mi entusiasmo y al final no vamos a ganar. ¡Señor… ayúdanos!

Sábado 29 y domingo 30 de abril de 2006

Nos levantamos para empacar y le mandé un e-mail a Alex, explicándole cómo me sentía de contento, aunque ya sabía que eso no lo iba a recibir positivamente y eso me hacía sentir mal, pues la verdad es que objetivamente y sin comprender o ver la acción de Dios y su protección; lo que llevaba de regreso no es nada, sólo que estamos de regreso en el punto cero y falta mucho camino que recorrer.  Eso es lo objetivo.  ¡Señor ayúdame a transmitir mi testimonio, para que todos vean tu accionar en todo esto!
Llegamos a San Salvador y efectivamente, al hablar con Alex y mi mamá, su reacción fue de desaliento, pues falta mucho tiempo para que todo se resuelva y no hay nada seguro.  Yo me sentí triste, pues no pude transmitirles mi Fe y Esperanza en el Señor, que es lo que me da la seguridad que todo se va a resolver cuando El lo crea conveniente.
El domingo nos fuimos a El Flor con Rober.  Ahí estaban Ariana y Luigi; Alex y Antonietta; Guayo y Olguita.  Todo estuvo bien positivo. Por la mañana fuimos a recibir a los del grupo del Retiro de Diálogo y todos estaban contentos ¡Gloria a Dios!

"No hay mejor manera de encontrar a Cristo, que la conciencia de que necesitamos la salvación" 

Marko I. Rupnik

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