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Canonización de Monseñor Romero

sábado, 13 de octubre de 2012

Cronología de un Milagro - Marzo 2006-IV

 
Lunes 27 de marzo de 2006

Apocalipsis 21, 6-7
Exodo 19, 4-6 

Me levanté a orar, enfrentándome de nuevo a la realidad.  Ayer, estando en el Retiro, hubiera querido poder decirle al Señor: “Señor, quedémonos aquí. Hagamos dos chozas, una para Sylvia Regina y otra para mí.”  Pero había que regresar al "mundo" y sobre todo ahora, con nuestra misión de evangelizar a todas esas parejas que el Señor nos va a encomendar.  Me dijo:  6 Y añadió: «Ya está hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tenga sed yo le daré de beber gratuitamente del manantial del agua de la vida. 7 Esa será la herencia del vencedor: Yo seré Dios para él y él será hijo para mí. 4 Ustedes han visto cómo he tratado a los egipcios y que a ustedes los he llevado sobre las alas del águila para traerlos hacia mí. 5 Ahora, pues, si ustedes me escuchan atentamente y respetan mi alianza, los tendré por mi propio pueblo ante todos los pueblos. Pues el mundo es todo mío, 6 pero los tendré a ustedes como un reino de sacerdotes y una nación que me es consagrada.  Me sentí dichoso y contento, pues estaba seguro que la llamada que tenía pendiente con Vidal, hoy, iba a ser “pivotal” en el caso.
A mediodía, el Espíritu Santo me hizo abrir unos misales que estaban en la biblioteca y me encontré con una estampa de la Primera Comunión de Sylvia Regina, el 15 de agosto de 1960, en un misal diario que le habían regalado sus papás para su cumpleaños, el 11 de julio de 1964.  La dedicación dice: “Hijita querida, le pedimos a Dios, nuestro Señor, que este devocionario te acompañe por una larga vida llena de felicidad y de piedad cristiana. Con el profundo amor de tus padres. 
Mi mamá me regaló un misal en 1961, como recuerdo de mis clases de religión y un misal igual me regaló el Hermano Tomás del Liceo Salvadoreño, el 15 de febrero de 1966.  El 8 de marzo de 1966, el mismo hermano Tomás me regaló una Biblia con el “Nuevo Testamento”.  En el mes de abril de ese mismo año, estando en la hacienda con mi papá me mordió un perro, que nunca supimos de donde salió, ni que se hizo después y por lo tanto nunca supimos si tenía rabia o no.  Ese mio año, en Mayo, hice el “Mes Blanco” pidiéndole a La Virgen que no me diera rabia, pues mis papás decidieron no vacunarme, por precaución a que la rabia no me viniera de la mordida del perro, sino de la vacuna misma o sea que desde ahí, el Señor ya estaba preparando el camino para que me acercara a María, por medio de Sylvia Regina, más tarde y desde joven envió al perro a morderme, para que yo me acercara a “La Virgen María.”  Después, con su inmensa sabiduría, El me iba a unir con Sylvia Regina y su devoción a la Virgen, quien nos ha traído a Jesús y mi corazón ya estaba marcado desde entonces con ese “Mes Blanco” que dediqué a la Virgen, para que no me diera rabia.  (Meses después, supimos que el perro sí había muerto de rabia y a mí no me pasó nada.)
Me fui al Santísimo a darle gracias por todas sus bendiciones y después fui a contarle todo a Alex.  Al terminar, me contó que, igualmente, en el fin de semana había ido a un Retiro espiritual y que no había sentido mayor cosa y que además, esa noche no había sentido nada, pues había tenido un ataque como nunca de la próstata y estaba bien decepcionado, pues él quiere encontrar a Jesús y no entendía por qué le pasaba todo esto; hasta que le aclaré que éste era el típico ataque de satanás para desesperarlo y hacer que desista y que lo que debe hacer es redoblar su oración y perseverancia y confianza en el Señor; pues era evidente que satanás estaba dando coletazos fuertes, pues comprende que Jesús está por ganar otra alma.  Se le salieron las lágrimas de los ojos, al escuchar mis palabras – ¡Gloria a Dios!  Realmente no eran mis palabras, sino las del Espíritu Santo, ocupándome de instrumento para hablarle a Alex y consolarlo.  
Se me olvidó mencionar que la razón de haber ido donde Alex fue para contarle de la llamada de Vidal, la cual efectivamente había sido “pivotal” e iba a cambiar el curso del caso, pues Ron Franklin había encontrado una cláusula en la ley de Nueva York que Mark, ni nadie, había encontrado y por la cual podíamos pedir la “disolución de la sociedad” o sea que nos daba una tremenda herramienta de negociación.  Esto me recordaba lo que Edith nos había dicho, que “algo” se iba a encontrar en el caso, que los abogados no habían tomado en cuenta y que eso iba a hacer que el caso diera un giro de 180 grados y se iba a poner todo a nuestro favor – ¡Gloria a Dios!

Martes 28 de marzo de 2006

Mateo 7, 7-12

Me levanté a orar, pidiéndole al Señor Palabra para Alex y don de Consejo, para saber qué decirle.  Me dijo:  7 Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá la puerta. 8 Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y se abrirá la puerta al que llama. 9 ¿Acaso alguno de ustedes daría a su hijo una piedra cuando le pide pan? 10 ¿O le daría una culebra cuando le pide un pescado? 12 Todo lo que ustedes desearían de los demás, háganlo con ellos, ahí está toda la Ley y los Profetas. 
Hoy fue la primera vez que el tiempo se me fue volando, orando y no me di cuenta cómo había pasado – ¡Gloria a Dios!  Desde hace bastante tiempo (años) le había estado pidiendo al Señor que cuando orara, que el tiempo pasara sin sentirlo.  
Por la noche fuimos a una reunión para “animadores” y me surgió la inquietud que la primera reunión con el grupo debiera ser una de acuerdo a contestar las interrogantes de: ¿Por qué reunirnos en grupo? ¿Cuál es el objeto de esta dinámica?  Que son preguntas que en un inicio se tiene.
La idea me la dio Francisco Mendivil, que es un animador de gran experiencia y que en cuanto me vio, me lo vino a decir o sea que venía del Espíritu Santo.  Después fuimos a cenar donde Lorena, con todos mis hermanos y la reunión fue positiva.

Miércoles 29 de marzo de 2006

Isaías 58

Me levanté a orar, desorientado y confundido sobre cómo manejar la primera reunión del grupo.  El Señor me dijo:  1 Grita con fuerza y sin miedo. Levanta tu voz como trompeta y denuncia a mi pueblo sus maldades, y sus pecados a la familia de Jacob. 2 Según dicen, me andan buscando día a día y se esfuerzan por conocer mis caminos, como una nación que practica la justicia y no descuida las órdenes de su Dios. Vienen a preguntarme cuáles son sus obligaciones y desean la amistad de Dios. 3 Y se quejan: «¿Por qué ayunamos y tú no lo ves, nos humillamos y tú no lo tomas en cuenta?» Porque en los días de ayuno ustedes se dedican a sus negocios y obligan a trabajar a sus obreros. 4 Ustedes ayunan entre peleas y contiendas, y golpean con maldad. No es con esta clase de ayunos que lograrán que se escuchen sus voces allá arriba.  A las tres de la tarde me fui al Santísimo a rezar el rosario de la divina misericordia y pude meditar bastante antes, pues llegué temprano.  El Señor me iluminó cómo manejar la reunión y me dijo: a) Debíamos bendecir una imagen de El Divino Niño Jesús y una foto de la Virgen para que esté en la reunión y se las lleve quien le toca la siguiente reunión, para que oren enfrente de ellas durante la semana.  b) Se deben entronizar por el dueño de la casa, mientras se canta la alabanza.  c) Debe bendecir cada pareja a su cónyuge, con agua bendita, mientras se canta la alabanza.
Toda la tarde, en la oficina pasé leyendo el libro de “Una Vida con Propósito”, para determinar cuál debía ser La Palabra de la primera reunión.
Por la noche fuimos a ver a mis papás con Roberto Adriano y por primera vez en muchos años me sentí contento, en gozo y confiado de estar con ellos.  Fue el mismo sentimiento que sentía cuando de niño.  Llegábamos todos los hermanos alrededor de la cama de mis papás, sólo a estar con ellos, a platicar; un sentimiento que ahora lamento que no se los inculcamos a nuestros hijos, pues el tiempo voló… o más bien “la maldición” hizo que satanás influyera para que el tiempo pasara rápido; pero ahora el Señor lo “detenía”, para nuestra bendición – ¡Gloria a Dios!  Además, hoy canté en la oficina a la hora de la oración, como el lunes, con lo que me había contado Vidal.  Se cumplía la profecía de Edith, para dar testimonio del amor del Señor hacia toda nuestra familia y cómo eso nos debería dar seguridad que está escuchando nuestras oraciones.  Además, hoy me habló el secretario de Tony Saca (presidente de La República), para confirmarme la reunión para el 5 de abril próximo.

Jueves 30 de marzo de 2006

Santiago 4, 7-8
2 Corintios 11, 16-30; 12, 1-10

Me levanté a orar, como en una nueva realidad.  Un amanecer con algo distinto, como en un día en que he resucitado a una “nueva vida en el Señor”.  No me sentía preocupado por nada, pues tengo la completa seguridad que el juicio se va a resolver favorablemente y a corto plazo y más bien mi preocupación, casi ansiedad, era: “Señor, aquí estoy, mándame a mí”.   No pedí por nada en específico en la oración, sino que le pedí que El escogiera el tema sobre el cual me quería hablar.  Me dijo, para Alex:  7 Sométanse, pues, a Dios; resistan al diablo y huirá de ustedes; 8 acérquense a Dios y El se acercará a ustedes.  
Luego me dijo para mí propia reflexión, para que lo tome en cuenta en mi nuevo despertar y la misión que está por encomendarme.  16 Una vez más les digo que no me tomen por loco; pero si me toman por tal, acepten que lo sea y que cante un poco mis propias alabanzas. 17 No hablaré el lenguaje del Señor, pues sería locura creer en mis propios méritos. 18 Por eso, si tanta gente hace valer sus méritos en forma tan humana, yo también lo haré. 24 Cinco veces fui condenado por los judíos a los treinta y nueve azotes, 25 tres veces fui apaleado, una vez fui apedreado, tres veces naufragué y una vez pasé un día y una noche perdido en alta mar. 26 Viajes frecuentes, peligros de ríos, peligros de bandidos, peligros por parte de mis compatriotas, peligros por parte de los paganos, peligros en la ciudad, peligros en lugares despoblados, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos. 27 Trabajos y agotamiento, con noches sin dormir, con hambre y sed, con muchos días sin comer, con frío y sin abrigo. 30 Si hay que alabarse, me gloriaré de las ocasiones en las que me sentí débil. 1 De nada sirve alabarse; pero si hay que hacerlo, iré a las visiones y revelaciones del Señor. 5 Podría sentir orgullo pensando en ése, pero en cuanto a mí, sólo me gloriaré de mis debilidades. 7 Y precisamente para que no me pusiera orgulloso después de tan extraordinarias revelaciones, me fue clavado en la carne un aguijón, verdadero delegado de Satanás, cuyas bofetadas me guardan de todo orgullo. 10 Por eso acepto con gusto lo que me toca sufrir por Cristo: enfermedades, humillaciones, necesidades, persecuciones y angustias. Pues si me siento débil, entonces es cuando soy fuerte. 
Hoy almorzamos con Alex y le leí toda mi agenda de la semana.  Me contó que él había dado su testimonio hoy en la mañana en la comunidad de “hombres de Negocios del Evangelio Completo”.  Los dos comprendimos que eso era lo que quería el Señor.  Fue como un reencuentro con Dios.  Le recordé a Alex todo lo que me había dicho Edith, que descendemos de los propios sacerdotes Levitas y que por eso es que la batalla de satanás ha sido tan fuerte; pero que al final, el Señor nos ha protegido y liberado y que su testimonio de hoy era como todo el propósito final de Dios para con nosotros o sea, dar testimonio de la batalla espiritual por las almas, entre satanás y Dios y que Dios es siempre fiel a su promesa de mantener su favor “por mil generaciones a los que lo aman y guardan sus mandamientos” y que el problema es que, a veces, no es que el mal triunfe sobre el bien, sino que nosotros nos desesperamos y cedemos y entonces, con nuestra propia decisión le damos el triunfo al enemigo.

Viernes 31 de marzo de 2006

Hoy me dijo:  14 … Ahora estas sano, pero no vuelvas a pecar, no sea que te suceda algo peor.» 
Pasé en ayuno todo el día y me costó bastante hacerlo.  
Por la mañana recibí la noticia que ya los abogados habían mandado el “Petition” al juez Hardin, pidiendo la venta de Nejapa o la disolución de la sociedad, lo cual creo que va a cambiar el caso totalmente a nuestro favor.  Además, se mandó un citatorio a El Paso y Bob Hart, lo cual pudiera hacer que Bob Hart ya no quiera comprar la empresa y esto nos favorece.
Me sentía bien contento y bendecido por el Señor, pues esto confirmaba la profecía de Edith y sobre todo, que El está ahí, escuchándonos y protegiéndonos – ¡Gracias Señor!


"No hay medio para que Dios te descubra y te enseñe qué cosa es tener amor con Dios y con el prójimo, sin negar tu saber y arrimarte al saber de Dios"

San Juan de Avila


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