Contrario a lo que todos los salvadoreños
quisiéramos, nuestro país ha quedado eliminado y no podrá asistir a Brasil y
estar presente en el próximo mundial de fútbol del 2014.
Al igual que en muchos aspectos políticos, económicos
y sociales, desgraciadamente nuestro país no solo ha dejado de poder asistir a
la “cancha” donde juegan fútbol los mejores países del mundo, sino que además
ha dejado de ser, en Centroamérica, el “referente a seguir” o sea, “hemos
perdido el liderazgo”.
Por supuesto que, la culpa de todo este deterioro,
en nuestro fútbol, no se la podemos achacar a los jugadores. Difícilmente podremos encontrar en
cualquier otra selección pasada, la cantidad de excelentes y disciplinados
jugadores con la que cuenta actualmente nuestra “Selecta”. Por el otro lado, tampoco podemos
pensar que la culpa es de los encargados técnicos, pues ya hemos contado con más
que suficientes y variadas personas capaces y dedicadas y mucho menos podemos
pensar que es porque los salvadoreños no nos interesa que nuestra selección asista
al próximo mundial y por tanto La Selecta no ha tenido el adecuado apoyo de la
afición; pues al ver que todo un país se paraliza por un juego y todo un
estadio se pinta con la camiseta “azul y blanco”, a cantar en una sola voz
nuestro himno nacional; no puede quedar ninguna duda de cual es el anhelo de
todo el pueblo salvadoreño.
Luego, la pregunta puntual es: ¿Por qué perdemos?
¿Por qué ya no les ganamos a los que antes les ganábamos fácilmente y esto no
solo en fútbol, sino en otros aspectos como el político, el económico, el
social y el cultural? ¿Porqué es que hemos retrocedido en la mayoría de todos estas
áreas?... ¿Porqué es que la economía de El Salvador no crece, como la del resto
de países centroamericanos?; que es la pregunta que nos vino a hacer una
delegación del gobierno de los Estados Unidos, hace pocos meses, para ver como
nos podían ayudar para que El Salvador comience a tener un mayor crecimiento
económico y social.
La respuesta la podemos encontrar al analizar lo
que nos ha estado sucediendo en el fútbol nacional y que en esencia se traduce,
no a una falta de capacidades individuales, sino a una: “falta de continuidad
en el proceso”.
En el caso del fútbol lo podemos ver muy evidentemente,
pues lo que nos ha sucedido con La Selecta es que, independientemente de las razones
que sean, el Director Técnico se ha cambiado a “media carrera” y por supuesto
que, por muy bueno que sea el que le sigue, nunca va a tener el tiempo para acoplarse
y tomar las decisiones más adecuadas, ya en la cancha.
La misma razón es la del porqué la oferta de
empleos no crece en nuestro país y es que, mientras los “jugadores” en este
campo, que son los inversionistas
que generan los empleos, no comprendan que el “proceso” político y económico
tiene “continuidad”, independientemente de que partido político se encuentre en
el Órgano Ejecutivo; estos no van a invertir lo que se necesita para “ganar” y
salir del subdesarrollo en que estamos y siempre sus “jugadas” van a ser
únicamente para subsistir y siempre prefiriendo ir a “competir” a otro país;
donde la “continuidad” del Estado Democrático de Derecho esté garantizado.
Quiera Dios que, para no perder también nuestra
oportunidad de estar en la “cancha” económica donde juegan los países
desarrollados, nuestros dirigentes políticos comprendan que, al igual que todos
los salvadoreños lo hacemos en el estadio; ellos también, independientemente
del partido político a que pertenecen, deben vestirse el corazón de “azul y
blanco” y cantar a una sola voz: “Saludemos la Patria orgullosos… de hijos
suyos podernos llamar…”
"He aquí que tú estás lejos de Dios, ¡Oh hombre! y Dios está muy arriba, lejos del hombre; pero en medio se puso el Dios-hombre: Reconoce a Cristo y por el hombre, sube a Dios."
San Agustín
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