Portada

Portada
Canonización de Monseñor Romero

lunes, 8 de octubre de 2012

Cronología de un Milagro - Marzo 2006-III

-->
Lunes 20 de marzo de 2006

Exodo 19, 4-6
Efesios 6, 14

Me dijo:  4 Ustedes han visto cómo he tratado a los egipcios y que a ustedes los he llevado sobre las alas del águila para traerlos hacia mí. 5 Ahora, pues, si ustedes me escuchan atentamente y respetan mi alianza, los tendré por mi propio pueblo entre todos los pueblos. Pues el mundo es todo mío, 6 pero los tendré a ustedes como un reino de sacerdotes, y una nación que me es consagrada.» 
Me fui a la oficina esperando una buena noticia de Vidal, pero no fue así.  Recibí un email diciéndome que nada había adelantado, que estaban esperando que el Juez aceptara el cambio de abogados.  Acepto la voluntad del Señor, diciéndole que si esa es su voluntad, que solo me de fortaleza y sabiduría para entenderla.  
Fui a ver a mis papás y la reunión fue positiva.  Por la noche me puse a orar y el Señor me dijo:  14 Tomen la verdad como cinturón y la justicia como coraza.   La justicia es hacer la voluntad de Dios y ésta es la coraza que protege nuestros corazones, que es el centro de nuestras emociones o sea nuestra capacidad de controlar nuestras acciones y emociones.  La verdad de Dios, derrota las mentiras de Satanás.

Martes 21 de marzo de 2006

Salmo 125
1 Pedro 1, 6
Juan 15, 9-11

Hoy es el “hearing” ante el Juez en Nueva Orleans, en el caso contra Winston & Strawn. Yo me levanté bien falto de Fe, sintiendo que el Señor no me oye, pues nada camina y nada se resuelve; a pesar que el dolor que siento, por ver a la familia, exaccionistas y empleados deshechos, es enorme.  Pero aparentemente el Señor todavía quiere que “el oro se siga purificando” y eso me confunde y me hace dudar en la Fe.  Sin embargo, me atreví a pedirle al Señor que saliera una resolución favorable el día de hoy, pues sería una “frescura” enorme, en este “desierto”, para todos nosotros; pero le agregué: “Que no se haga mi voluntad, sino la tuya”, pues yo no puedo entender para dónde es que El me lleva y por tanto no sé qué es lo que más nos conviene.  Me dijo:  1 Los que buscan apoyo en el Señor se parecen al monte Sión: inconmovible y estable para siempre. 2 Jerusalén, los montes la rodean, así el Señor está en torno a su pueblo desde ahora y para siempre. 3 Jamás el cetro impío se impondrá sobre la parcela de los justos… 6 ¡Tenga paz Israel!    6 Por esto estén alegres, aunque por un tiempo tengan que ser afligidos con diversas pruebas. 9 Como el Padre me amó, yo también os he amado, permaneced en mi amor. 10 Si guardareis mis preceptos, permaneciereis en mi amor, como yo guardé los preceptos de mi Padre y permanezco en su amor. 11 Esto es lo que digo para que yo me goce de vosotros y vuestro gozo sea cumplido. 
Me reuní con Alex temprano y la reunión fue positiva, pero lo encontré desvastado, sin Esperanza y sin creer en la promesa de Dios.  Le leí la Palabra de hoy y lo reconfortó un poco, pero lo vi bien mal.  Le pedí al Señor que nos ayude.  
Por la tarde vinieron a hablar conmigo varios empleados e igualmente bastante desesperados y sin saber a qué atenerse.  Les conté todo lo que había pasado y cómo Dios nos había protegido en todo y la Palabra de hoy.  También sentí que la Palabra era para ellos, pues también se sintieron reconfortados.  
Antes de salir, me postré ante el Niño Jesús, que tenemos en la oficina, agradeciéndole por todas sus bendiciones y que nos ayude para que todo se componga y su nombre sea glorificado con todos los empleados, exaccionistas y proveedores; pero que no se haga mi voluntad, sino la suya.
También vino Memo a mediodía y le leí la Palabra de hoy y le di testimonio de toda la ayuda que el Señor nos ha dado y que eso es lo que nos ha sostenido, a mí y a todo el personal, con la oración de las 5:00 de la tarde que hacemos todos juntos.  
Le di una ofrenda, para contribuir a la construcción de la casa de una persona a quienes ellos le ayudan y además hoy deposité, después de misa, una ofrenda para contribuir a la restauración de las bancas de la iglesia de San José; pidiéndole a San José que nos ayude e interceda para que todo se arregle y se glorifique el Señor.

Miércoles 22 de marzo de 2006

Mateo 7, 7-8

Me levanté con la Esperanza puesta en el Señor.  Me dijo:  7 Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá la puerta. 8 Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y se abrirá la puerta al que llama. 9 ¿Acaso alguno de ustedes daría a su hijo una piedra cuando le pide pan? 10 ¿O le daría una culebra cuando le pide un pescado? 
No pasó nada en la oficina y yo estaba esperanzado que íbamos a recibir buenas noticias de los juicios de Nueva Orleans, pero no fue así.  Por la noche recibí un email de John diciendo que el hearing se había pospuesto y que estaban platicando con el abogado de Frank Fink para aunar esfuerzos en contra de Winston & Strawn.  No tienen noticias buenas, pero tampoco malas.  
De Vidal no supe nada.

Jueves 23 de marzo de 2006

Juan 5, 6-9

Me levanté a orar para preparar el programa del sábado, pues lo vamos a grabar hoy, ya que vamos al Retiro el fin de semana.  Después le pedí al Señor que me diera una Palabra de aliento y esperanza, pues nada camina y mi Fe siento que me flaquea.
Me da un gran dolor, que no puedo resolver el problema de tanta gente.  Me dijo:  6 Jesús lo vio tendido y cuando se enteró del mucho tiempo que estaba allí, le dijo: ¿Quieres sanar? 7 El enfermo le contestó: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua y mientras trato de ir, ya se ha metido otro.» 8 Jesús le dijo: «Levántate, toma tu camilla y anda.» 9 Al instante el hombre quedó sano, tomó su camilla y empezó a caminar.  Tampoco hoy pasó nada, excepto que fuimos a almorzar donde mi mamá y la reunión fue positiva.  Fuimos con Sylvia Regina y Sofía.  Le regalé el libro de “La Resurrección del Señor” de José Fernando Rey Ballesteros.  Estoy seguro que con este libro, mi mamá va a encontrar al Señor.  ¡Ayúdame, Señor, a que así sea!  Fuimos a cenar con Sofía y también todo resultó positivo – ¡Gloria a Dios!

Viernes 24 de marzo de 2006

No pude orar, pues me levanté temprano para ir a recoger el rótulo de Encuentros, que se me había olvidado recogerlo el día de ayer, pues nosotros habíamos quedado encargados de ponerle el No. 48.  
Pasé toda la mañana preparandolo.  Además, buscando cómo o adónde podía encontrar una base para colgar el reloj que quería donar para los Retiros, para que los tiempos se puedan controlar mejor.
Por la noche fuimos a la boda de Caro y Junior y la misa la celebró el Padre, ahora Monseñor, Juan José.  En la recepción me sentí bien incómodo, pues el Señor quiso que nos sentáramos en la misma mesa con el amigo que me tiene demandado penalmente.  Aproveché el momento y le ofrecí al Señor la incomodidad, tratando de perdonar y pidiéndole al Señor por la salvación del amigo, pues la verdad es que: “no sabe lo que hace”, como dijo Jesús.

Sábado 25 y domingo 26 de marzo de 2006

Nos levantamos temprano para ir al Retiro.  Ibamos súper contentos, a pesar que esto significaba que ya no íbamos a poder estar con Sofía el día de hoy, pues ella se iba hasta mañana.  A ambos, Sylvia Regina y yo nos dolía mucho esto, pero ambos aceptamos la voluntad del Señor, como siervos humildes y comprendiendo que si El lo quiso así, “siempre será para mejor”.
Nos tocaba entronizar a la Virgen Santísima y al momento de hacerlo, Sylvia Regina me cedió que la llevara y comprendí que eso venía del Espíritu Santo, pues siempre es la mujer la que la lleva.  Mientras estábamos esperando y que yo la tenía cerca de mi corazón, de pronto sentí que me abrazaba y pude sentir su calor y su olor de madre.  Me puse a llorar como un niño, pues podía sentir todo su amor, como diciéndome: “Todo lo que les ha pasado hasta ahora, les tenía que pasar, para que se acercaran al Señor y sean ahora testimonio y luz para muchas parejas; Mi Hijo los quiere mucho y yo también.”
El Retiro fue excelente, 23 parejas, que es el número más alto de asistencia en muchos años.  Los rectores comentaron lo positivo del Encuentro y cómo todo iba saliendo bien, gracias a la acción del Espíritu Santo; que se podía sentir su presencia y su activar en la conversión de todas las parejas.  Bertita mencionó que eso se debía a que no había divisiones o rivalidades.  Era el Espíritu Santo hablándonos a través de ella.
El domingo tuvimos el premio del Señor cuando vimos a Roberto Adriano aparecer, que lo había llevado Eduardo de sorpresa; pues creímos que no iba a poder llegar. ¡Gloria a Dios! Fue otro testimonio del amor de nuestro Señor a nosotros. Todos nos saludaban de una forma especial.  Llegaron los Pérez y los Castillo, demostrándonos su amor.  Roberto Adriano nos envió una carta, que se nos salieron las lágrimas, pues pudimos sentir que el Espíritu Santo nos estaba hablando a través de él y a nombre de todas sus hermanas también, aunque ellas no lo comprendieran o supieran todavía.  También, nuestro grupo de crecimiento nos envió un álbum lleno de mucho amor y remembranza – ¡Gloria a Dios!

No hay comentarios:

Publicar un comentario