Lunes 11 de febrero de 2008
Daniel
12, 7
Me levanté a orar, de nuevo deprimido,
temeroso de enfrentar al “mundo” en esta semana; de nuevo, tan crucial.
Le pedí al Señor que me aclarara qué es lo
que debo esperar, que me ilumine el camino. Le exigí que me dijera cuánto más debo estar sufriendo y
recibiendo todas estas afrentas, sin esperar que El nos va a defender. Me contestó:
7 … Todo se
cumplirá dentro de un tiempo, dos tiempos, medio tiempo, cuando el pueblo santo
sea totalmente aplastado y sin fuerza, entonces se cumplirán estas cosas.
Me acordé que desde diciembre, la Virgen nos
dijo a través de Sylvia Ann que:
“ya todo está resuelto”.
¡Amén!
Vino Ariana y le cantamos con la guitarra. ¡GLORIA A DIOS!, pues era su cumpleaños,
que ayer se lo celebramos en El Flor. Pasé la tarde deprimido, esperando la carta de los Bancos,
que no llegó. Le volví a hablar al
licenciado del Banco y me dijeron que no había llegado en todo el día. ¡Señor, ten misericordia de mí!, pues ya
no aguanto, dame fortaleza Señor.
Mañana operan a Diego, nuestro sobrino, en
Miami, pues aparentemente el médico lo vio hoy y sí considera que hay que
operarlo; Dios dirá qué es lo mejor.
Martes 12 de febrero de 2008
L.
de H. II, 89
Filipenses
1, 18-20
Me levanté triste, otro día más y los Bancos
no resuelven. Me postré ante el
Señor, pues ya no aguanto más, siento un peso que ya no puedo soportar ¿Hasta cuándo Señor, hasta cuándo? Me contestó:
Ahora es tiempo favorable, ahora es
día de salvación.
Y luego me dijo:
18 Yo tengo
que alegrarme, 19 pues sé que todo esto se convertirá en bien para
mí, gracias a sus oraciones y la asistencia que presta el Espíritu de Cristo
Jesús. 20 Tengo esperanza y estoy seguro que no seré defraudado. Al
contrario, no me cabe duda de que esta vez, como las anteriores, Cristo
aparecerá más grande a través de mí, sea que viva o que muera.
Terminando de escribir esto y entró Sylvia
Regina cantando: ¡Milagro! ¡Milagro!. Pues acababa de hablar con Celina y le
habían dicho a Eduardo que el médico había salido más rápido de lo que
esperaban de la operación y que estaba ¡sorprendido!, pues la retina estaba
pegada y no entendía qué es lo que había pasado, ¡Milagro! Todos estábamos súper contentos y le
hablé a todos para contarle la noticia. Por la tarde fuimos todos los Escobar a dar gracias a Dios en
la misa de 6:00 p.m. en Sta. Elena.
Después cenamos en casa de doña Sylvia y parece que la decisión de,
cambiar a cenar con ella ha sido una mejor decisión, que que fuera almuerzo,
pues ella está bien lúcida y despierta a esa hora.
Me volví a acostar. La carta de los Bancos no vino, así es que sólo estoy
esperando y esperando. Dios sabrá
cuándo.
Antes de dormirme vi un email positivo, que
le había mandado Guayo a todos sus amigos, con respecto a mi candidatura y le
di gracias a Dios por todas las bendiciones que han llegado a la familia. ¡Gracias Señor!
Me volví a acostar esperando en el Señor. Me acordé que cuando iba a misa, escuché
un CD del Padre Martín Avalos, que decía que, para el Señor, el tiempo no
existe y que hay que esperar siempre, siempre esperar en Él.
Miércoles 13 de febrero de 2008
Salmo
123
Oración
de los que están esperando
Me levanté más calmado… más depositado en la
voluntad de Dios. Sí al final es
su voluntad que lo de los Bancos se complique, debo aceptarlo con humildad y
creyendo que esto “siempre será lo mejor”.
Me contestó:
1 A ti he
elevado mis ojos, a ti que habitas en los cielos. 2 Como los ojos de
los siervos se fijan en la mano de su dueño, como miran los ojos de una esclava
la mano de su dueña, así mirán nuestros ojos al Señor, nuestro Dios, ¿cuándo
tendrá piedad de nosotros? 3 Ten piedad de nosotros, Señor, ten
piedad, porque estamos saturados de desprecios. 4 Nuestra alma está
colmada de las burlas de la gente acomodada, del desprecio de los engreídos.
Almorcé con Gerardo y la reunión fue
positiva. ¡GLORIA A DIOS! que la
familia se ha unido nuevamente y los vientos del Espíritu Santo vuelven a
soplar en la casa de mis papás.
Después me fui a ver a mi papá y estuvimos
solos él y yo, como por hora y media.
Pudimos hablar tranquilamente, aunque la situación nunca ha estado más
difícil que ahora. Hablé con los
abogados de Nueva Orleans y me contaron que aunque no se puede apelar, nuestros
abogados anteriores han solicitado, en contra nuestra, una revisión a la Corte
de Apelación, para que revise la decisión del Juez; además han pedido que el
juicio se “congele” y entonces todo lo que se ha hecho hasta ahora, se ha “detenido”.
¿Señor, adónde estás?
Jueves 14 de febrero de 2008
¡Día de San Valentín! Me levanté apesadumbrado, pidiendo al
Señor su misericordia… ¡Señor Jesús, ten
misericordia de mí!
Me abatían los pagos que hay que hacer y el
hecho que el acuerdo con los Bancos no se firma todavía. Ya pasaron dos semanas desde que nos
reunimos con el ejecutivo del Banco y su jefe y no hemos caminado nada.
El juicio en Nueva Orleans, que no se podía
apelar, hoy han apelado y eso significa otros varios meses de atraso. ¿Señor, adónde estás? Me sentí como Jacob, “luchando con Dios
y con los hombres”… pero al mismo tiempo diciéndole igual que Jacob… no te
dejaré ir, hasta que me des tu bendición.
Me levanté para felicitar a Sylvia Regina por
Valentine. Sólo le pude regalar una
taza de café y unas tarjetas. Todo
me costó 10 dólares, pero aún ni eso casi tenía. Ella se sintió contenta, pero a la vez triste, pues es
primera vez que a ella se le olvidaba una fecha referente a nuestras
vidas. Se le salieron las lágrimas
de los ojos, pero yo comprendí que es por toda la tensión que estamos viviendo.
De pronto todo está bien y… de
pronto todo está mal. Nos
acordamos de lo que nos dijo Sylvia Ann, que había dicho la Virgen:
“It’s going to be like a roller coaster.”
Me puse a orar, pues físicamente ¡¡ya no
aguanto más!! ¡Señor, háblame! Me contestó:
32 Recuerden
aquellos primeros tiempos, poco después de haber sido iluminados, en que
tuvieron que soportar un duro y doloroso combate. 33 Fueron
expuestos públicamente a humillaciones y pruebas; tuvieron que participar del
sufrimiento de otros que fueron tratados de esta manera. 34
Sufrieron con los que iban a la cárcel, les quitaron sus bienes y lo aceptaron
gozosos, sabiendo que les esperaba una riqueza mejor y más duradera. 35
Por eso no pierdan ahora su resolución, que tendrá una recompensa grande. 36
Es necesario que sean constantes en hacer la voluntad de Dios, para que
consigan su promesa. 37 Acuérdense: dentro de poco, muy poquito
tiempo, el que ha de venir llegará; no tarda. 38 Mi justo, si cree,
vivirá; pero si desconfía, ya no lo miraré con amor. 39 Nosotros no
somos de los que se retiran y pierden, sino que somos hombres de fe que salvan
sus almas.
Pasé un día preocupado de todos los pagos que
hay que hacer. Fuimos a la
Asamblea de Viveros y Pepe me llegó a saludar y sentí el consuelo de la Virgen,
dándome ánimo.
Antes de irnos, Sylvia Regina me había
regalado para Valentine un marco con la foto que nos tomamos con el pastel que
nos regaló la More, amiga de nuestra hija Ariana, para celebrar mi candidatura
a presidente de ARENA y que dice “Presidente”.
Ambos saltamos de alegría en el corazón, pues
sentimos el amor de Dios en lo más hondo de nuestro ser. ¡GLORIA A DIOS!
Dormimos bien tranquilos, ¡confiados en el
Señor!, como Pedro, cuando estaba en la cárcel.
Viernes 15 de febrero de 2008
Ester
7, 2-3; 8, 1-2
Mateo
5, 44
Apocalipsis
10, 9-10
Zacarías
4, 6-10
Me levanté contento y con esperanza, que todo
se va a componer. El Señor me
dijo:
2 Dime,
reina Ester, ¿Qué es lo que deseas para que te lo conceda? ¡No temas decírmelo,
pues aunque sea la mitad de mi reino, te la daré! 3 La reina,
entonces, le dijo: «Si realmente me quieres, ¡oh rey!, y no lo tomas a mal,
perdóname mi vida y la de mi pueblo. 4Eso es lo que quiero y te
pido. 8, 1 Ese mismo día el rey Asuero dio a Ester la casa de Amán,
el perseguidor de los judíos, y Mardoqueo fue presentado al rey, pues Ester le
había comunicado que era su pariente. 2 El rey, sacándose el anillo
que había quitado a Amán, se lo pasó a Mardoqueo. Este, además, fue puesto por
Ester como administrador de la casa de Amán.
Y luego me dijo, como dándome un mandato:
44 … Amen a
sus enemigos y sus perseguidores.
Que es algo que debiera estar escrito en un lugar
visto en todos los edificios públicos.
Por la tarde me fui al Santísimo, a implorar
la misericordia del Señor, pues ya no puedo hacer otra cosa. Ya para la otra semana no tenemos dinero
y no sé cómo vamos a hacer. Me dijo el Señor:
9 Me
acerqué al ángel y le dije que me diera el librito. Me respondió: «Toma,
cómetelo; en tu boca será dulce como la miel, pero te producirá acidez en el
estómago.» Y luego: 6
Entonces continuó: «Estas siete lámparas son los ojos de Yavé que miran por
toda la tierra.» 11 Le volvió a preguntar: 12 «¿Qué
representan esos dos olivos puestos a la derecha y a la izquierda del
candelabro?» 13 Me volvió a decir: «¿Cómo, tampoco sabes lo que
quieren decir?» 14 El me explicó: «Son los dos Ungidos con aceite
fresco que están ante el Señor del mundo entero.»
¡La Trinidad!
Sábado 16 y domingo 17 de febrero de 2008
1 Corintios 10, 24
Isaías
41, 8-13
Imitación
de cristo, pág. 154
Me levanté a preparar el programa de hoy y
sentí que el Espíritu Santo fluía sobre mí cuando hablaba.
El Señor me habló y me dijo:
Que cada uno piense no en sí, sino
en los demás.
Después, por la tarde, me puse a orar y me
dijo:
Pero tú, Israel, eres mi siervo. Tú
eres mi elegido, pueblo de Jacob, raza de Abraham, mi amigo, 9 yo te
traje de los confines de la tierra. Te llamé de una región lejana, diciéndote:
«Tú eres mi servidor, yo me fijé en ti y te elegí.» 10 No temas,
pues yo estoy contigo; no mires con desconfianza, pues yo soy tu Dios; yo te he
dado fuerzas, he sido tu auxilio, y con mi diestra victoriosa te he sostenido. 11
Todos los que se lanzan contra ti serán avergonzados y humillados; tus
adversarios serán reducidos a la nada y perecerán. 12 Buscarás a tus
contrarios, pero no los hallarás; serán totalmente derrotados, reducidos a la
nada los que te hacían la guerra. 13 Yo, Yavé, soy tu Dios; te tomo
de la mano y te digo: No temas, que yo vengo a ayudarte.
El dolor que sentía es tremendo y me aturdían
estas palabras de consuelo y de amor del Señor. Es como confusa.
Tanto sufrimiento y a la vez… tanto amor. Me contestó:
154 Hijo,
¿Qué es lo que dices? Cesa de quejarte, considerando mi Pasión y la de los
Santos. Cuanto más te dispones para padecer, tanto más ciertamente obras y más
mereces. Pues, prepárate a la batalla, si quieres tener victoria. Sin pelear,
no podrás alcanzar la corona de la paciencia. Si no quieres padecer, rehusas
ser coronado; más si deseas ser coronado, pelea varonilmente y sufre con
paciencia.
Por la noche fuimos a ver la película “Leones
contra Corderos” con Rober y me impactó tanto, pues es como por lo que estamos
pasando: “el bien contra el mal”. A
Rober también le impactó y me sentí muy orgulloso de él por eso, pues me
confirmó que tiene sus valores bien cimentados. ¡GLORIA A DIOS!
Me sentía tan cansado, que nos despertamos
hasta las 11:00 a.m. Fuimos a
traer a Javi, nuestro sobrino y por la noche nos reunimos con Eduardo que venía
de Miami y nos contó el milagro de Diego, nuestro otro sobrino. ¡¡GLORIA A DIOS!! por todas sus
bendiciones.
Por la noche oramos, dando gracias a Dios por
todas sus bendiciones. Físicamente,
yo estaba bien “molido” y cansado.
Por la noche le entró un mensaje a Sylvia
Regina de Rosario, pidiendo que oráramos, pues mañana a mediodía había una
reunión muy importante y crucial.
Oramos porque todo salga bien.
"No tengo otro anhelo sino que,
en mí y a través de mí,
se cumpla la voluntad de Dios."
Santa Teresa Benedicta de la Cruz
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