Lunes 3 de marzo de 2008
Ezequiel
40, 1-2; 48, 34
Me levanté sin ánimo, pidiéndole al Señor su
misericordia. Me dijo:
1 ese día
la mano de Yavé se posó sobre mí y me llevó. 2 Mediante visiones
divinas, me condujo al país de Israel y me depositó en una montaña muy alta. En
la ladera me pareció ver las construcciones de una ciudad. 48, 34 En cuanto a su nombre, a
partir de ese día, será: “Yavé está allí.”
Pasé un día triste, sin saber qué hacer, pues
para colmo el Licenciado del Banco anda de vacaciones y aparentemente no regresa
sino hasta el viernes próximo o sea que esta semana prácticamente se va a
perder, sin lograr ningún avance. ¿Señor,
adónde estás? Jorge me habló que
los papeles no se habían podido archivar en la Corte, pues estaba cerrada por
vacaciones. Gary había ido hasta
allá y la había encontrado cerrada… ¡Que se haga la voluntad de Dios!
Por la noche tuvimos la reunión del grupo de
Encuentros y el Espíritu Santo nos consoló bastante, haciéndose presente. Por la tarde me fui al Santísimo con el
libro que me había enviado Sylvia Ann el día de hoy “Come to me”, del Padre
Martin. Estuve ahí una hora con
El, no tenía otro lugar adonde ir, sólo quería estar con El y pedir su
misericordia.
Martes 4 de marzo de 2008
Ezequiel
24, 25
Me levanté algo más resignado. Dios proveerá… no sé cómo, pero El lo
hará. Me postré, pidiéndole su
misericordia y que nos dé “el pan de cada día”, el del día de hoy. Le pedí que me diera una luz, que qué es
lo que debo esperar… me dijo:
24 Ezequiel
será para ustedes una señal: todo lo que él hizo, lo harán también ustedes, y
cuando esto suceda, sabrán que yo soy Yavé. 25 Acuérdense de esta
advertencia, hijo de hombre; el día en que se les quite su “refugio”, esa joya
que es la alegría de sus ojos, así como también a sus hijos y a sus hijas en
los que piensan continuamente, 26 ese día llegará un escapado para
darte la noticia. 27 Entonces se abrirá tu boca para hablarle al
escapado, ya no estarás más mudo. Serás para ellos una señal y sabrán que yo
soy Yavé. 26 Hago que tu lengua se pegue a tu paladar: estás mudo y
dejas de reprocharlos porque son una raza de rebeldes. 27 Pero más
tarde te hablaré, te abriré la boca y les dirás” ¡Esto dice Yavé! Que escuche
el que quiera escuchar, y el que no quiere, que no escuche, puesto que es una
raza de rebeldes. 27 Pero más tarde te hablaré, te abriré la boca y
les dirás: ¡Esto dice Yavé! Que escuche el que quiera escuchar, y el que no
quiere, que no escuche, puesto que es una raza de rebeldes.
Me habló el gerente del Banco. Me sentí feliz, pues el Señor había
escuchado mi voz, ya que minutos antes me había venido un citatorio del Juez de
Nueva York y eso me preocupó bastante, pues los Bancos están pidiendo el 100%
de los dividendos depositados en la Corte. Me dijo que todo iba en camino y que estaban esperando el
acuerdo firmado por el abogado, para firmar la otra semana. A mediodía me llamó su jefe de Guatemala,
lo cual fue otra señal positiva y me dijo lo mismo. Además, hoy archivamos en la Corte los papeles que estaban
pendientes.
A mediodía me sentía bien contento y
optimista, pues además nos dieron el cheque del terreno y ya teníamos para los
gastos. Le dije a Sylvia Regina,
como ya nos ha dicho la Virgen, “Today is
a beautiful day”.
Miércoles 5 de marzo de 2008
Marcos
11, 22-25
Me costó levantarme. Estoy confundido con todo lo que nos
está pasando y nada se resuelve, sólo es esperar y esperar… Esperar en el
Señor. Le pedí al Señor que me
ilumine mi camino y me contestó:
22 Jesús
respondió: «Tengan fe en Dios. 23 Yo les aseguro que el que diga a
ese cerro: ¡Levántate de ahí y arrójate al mar!, si no duda en su corazón y
cree que sucederá como dice, se le concederá. 24 Por eso les digo:
todo lo que pidan en la oración, crean que ya lo han recibido y lo obtendrán. 25
Y cuando se pongan de pie para orar, si tienen algo contra alguien, perdónenlo,
26 para que su Padre del Cielo les perdone también a ustedes sus
faltas.»
Hoy operaban a mi papá y me sentía nervioso,
pero confiado en el Señor. Estuvimos
todos los hermanos con mi mamá, esperando durante la operación y la reunión fue
positiva, más bien “súper positiva”… ¡Gracias Señor, por habernos
liberado! Todo salió bien en la
operación y mi papá se sintió como rejuvenecido al final del día. Sylvia Regina me dijo que a lo mejor eso
era lo que le daba los dolores de cabeza.
A mediodía me llegó un email de Jorge,
diciéndome cuánto iba a costar los records para el appeal. Me puse excepcionalmente nervioso, que
pudiera ser una cantidad que no la pudiéramos pagar, pues el due date es el próximo
jueves. Le pedí al Señor que nos
ayudara, pidiéndole su misericordia.
El estómago se me contraía mientras lo estaba abriendo y repetía: “Señor, danos el pan de cada día.” Al fin se abrió y cuando vi la cantidad
le di gracias a Dios que era algo que sí lo podíamos pagar sin problemas… ¡Gracias
Señor!
Jueves 6 de marzo de 2008
Números
14, 18
Marcos
8, 34-35
Me levanté a orar, más confiado que la
próxima semana vamos a firmar con los Bancos. El Señor me dijo:
18 Yavé es paciente y rico en misericordia. Soportas la falta y el
pecado, pero no dejas pasar la falta, porque el pecado de los padres lo
castigas en los hijos, en los nietos y en los bisnietos. 34 Luego
Jesús llamó a sus discípulos y a toda la gente y les dijo: «El que quiera
seguirme, que renuncie a sí mismo, tome su cruz y me siga. 35 Pues
el que quiera asegurar su vida la perderá, y el que sacrifique su vida (por mí
y) por el Evangelio, la salvará.
Me vine temprano de la oficina y me puse a
leer, por segunda vez, el libro que me había regalado Edwin, sobre “La Oración
de Jabes”. Hoy sí la entendí y el
Espíritu Santo me iluminó para comprender de qué se trataba. Comprendí que es un complemento a la
Jaculatoria que rezo siempre y que dice: Señor
Jesús, ten misericordia de mí.
El Espíritu Santo me iluminó para complementarla con la oración de
Jabes, así:
Señor Jesús, ten misericordia de
mí; bendíceme; ensancha mi territorio; apártame del mal, para no sufrir ninguna
aflicción.
Comprendí que, precisamente, lo que quería
hacer el Señor conmigo era “ensanchar mi territorio”, para que sea portador de
su Palabra de Salvación y amar a un mayor número de personas… ¡GLORIA A DIOS!...
y yo dije: ¡Señor, aquí estoy, heme aquí!
Viernes 7 de marzo de 2008
No pude orar, pues fuimos al entierro de la
mamá de Joaquín. Por la tarde no
fui a la oficina y me llamaron del COENA para invitarme al cumpleaños de Tony
Saca. Me sorprendió la llamada,
pues minutos antes, Sylvia Regina me había enseñado un email de Sylvia Ann, que
decía:
“Tell Kuky that I love him. Do not worry!!
Everything is going to be all right. You will become a server. Our Lord loves you soooo much. ¡Be at peace! Amen!!
Sábado 8 y domingo 9 de marzo de 2008
Me levanté a preparar el programa y el
Espíritu Santo fluyó sobre mí. Arturo
no iba a estar, así que me tocaba a mí dirigir el programa y sentí cómo el
Espíritu Santo me iluminó para lanzar el mensaje que: "Dios nos ama, con amor
individual a cada uno”; como que sólo nosotros existiéramos y así lo hice. El programa estuvo lleno del Espíritu
Santo. Al regresar, Sylvia Regina
y Rober estaban escuchando un programa en la radio 102.9, que estaban
entrevistando a Lico. La
entrevista igual, estuvo llena del Espíritu Santo y nos hizo llorar a todos. Le hablamos para felicitarlo y cuando le
tocó hablar a Rober, me llenó mi corazón de alegría, pues se le salieron las
lágrimas de la emoción de tener un tío tan exitoso en todo sentido. Fue un momento de familia muy especial,
una forma del Señor de decirnos:
NO TEMAN YO ESTOY CON USTEDES.
Lico nos motivó tanto, que por la tarde fuimos
a jugar squash con Rober, pues ha sido uno de los deportes que hemos jugado
juntos con Lico. Primero pasamos a
comprarle unos zapatos, después fuimos a ver a mis papás y llegó Sylvia Regina.
Todo fue positivo y por la noche
cerramos con broche de oro viendo la película “Joshua” (que es una película
donde Jesús se personifica en una persona que visita un pueblo de los Estados
Unidos, en estos tiempos), los tres juntos... ¡Gracias Señor, por este día tan
especial!
El domingo nos fuimos a casa de Lorena, prima
de Sylvia Regina, en la Costa del Sol y Rober se fue a Corinto con los Escobar
Lara. Regresamos a misa de
7:30.
Lamenté que ya no pude oír nuestro programa
de radio.
"¡Que grande es la paciencia de Dios!"
San Cipriano
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