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Canonización de Monseñor Romero

miércoles, 15 de mayo de 2013

Cronología de un Milagro - Agosto 2007-III


Lunes 20 de agosto de 2007

Jeremías 1, 4-5; 18-19

Me levanté triste y preocupado por la decisión del juez, que pudiera salir algo negativo y eso, aunque yo lo pudiera comprender, pues sería la voluntad de Dios; para la familia sería devastador y eso me deprime y me carcome mi propio ser.  Pero el Señor me dijo:  4 Me llegó una palabra de Yavé: 5 Antes de formarte en el seno de tu madre, ya te conocía; antes de que tú nacieras, yo te consagré y te destiné a ser profeta de las naciones. 18 Este día hago de ti una fortaleza, un pilar de hierro y una muralla de bronce frente a la nación entera: frente a los reyes de Judá y a sus ministros, frente a los sacerdotes y a los propietarios. 19 Ellos te declararán la guerra, pero no podrán vencerte, pues yo estoy contigo para ampararte, palabra de Yavé. 
En la tarde me llamó Jorge y me dijo que había hablado con Mary, la secretaria del Juez y que ya nos había dado cita para el 4 de septiembre.  Le dije que me preocupaba que el Juez no resolvía lo del Summary Judgement, pero me dijo que había que confiar en la Palabra de Dios y no confundirnos, que el enemigo era quien nos metía dudas en la cabeza, para que perdamos nuestra Fe y que debemos estar seguros en el Señor, que va a haber juicio y lo vamos a ganar.  Me sentí mejor después de escucharlo y comprendí que todas estas dudas que me tratan de inculcar vienen provocadas por satanás y debo comprender sus acciones. Por la tarde me reuní con el Padre Martin y de sorpresa, me regaló un lapicero igual al que andaba llevando y me dijo que era para recordarme que “trabajamos juntos”.

Martes 21 de agosto de 2007

2 corintios 12, 2
Apocalipsis 1, 17
Jeremías 1, 5

Me dijo:  2 Sé de un cierto creyente, el cual hace catorce años fue arrebatado hasta el tercer cielo. Si fue con el cuerpo o fuera del cuerpo, eso no lo sé, lo sabe Dios. 17 Al verlo caí como muerto a sus pies; pero me tocó con la mano derecha y me dijo: «No temas, soy yo, el Primero y el Ultimo, 18 el que vive. Estuve muerto, pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos y tengo las llaves de la Muerte y de su reino. 1, 5 Antes de formarte en el seno de tu madre, ya te conocía; antes de que tú nacieras, yo te consagré, y te destiné a ser profeta de las naciones.  Sigo esperando en el Señor, es lo único que me sostiene, pues no entiendo porqué el Juez se tarda tanto en resolver.
Me reuní con los Bancos para presentarles nuestra oferta y le pedí al Espíritu Santo que pusiera las palabras en mi boca, pues ya no sé ni qué decir.  El me iluminó y salí contento de la reunión.  Espero que aprueben la propuesta, aunque me duele perder los terrenos, pero ofrezco mi dolor al Señor.  
Por la tarde fuimos a jugar golf con Lico, Alvaro (que había venido de Canadá) y el Padre Martin.  La sorpresa que nos tenía el Espíritu Santo es que ahí estaba mi amigo director del Banco y jugó con nosotros.  Aproveché para presentarle al Padre Martin y le platiqué de la fundación para promover la Adoración Perpetua en todo el juego y quedó de confirmarme si se apuntaba, pero me dijo de un 75% que sí iba a colaborar.  ¡GLORIA A DIOS, jugamos golf con el Padre y además conseguimos otro donante!

Miércoles 22 de agosto de 2007

Hoy exhumamos los restos de José Adriano

Me levanté temprano y no pude orar, pues hoy íbamos ir a exhumar los restos de José Adriano, mi hermano mayor asesinado cuando Sylvia Regina y este servidor andábamos de Luna de Miel, para incinerarlos y tenerlos listos, para dejarlos ya sea con mi papá o mi mamá, cuando fallezcan.  Pasé por Guayo y Alex, fuimos los tres juntos.  Cuando abrieron el nicho ya no había prácticamente nada, sólo quedaban dos huesos de los pies que habían sido protegidos por los calcetines, los calcetines casi intactos; parte del traje, la corbata y algunos pelos, lo demás parecía polvo, pero eran todos los huesos que se habían vuelto polvo.  Tenía 32 años de estar enterrado.  Al ver la corbata, se me hizo presente, sin sentir nada especial y seguro que ya está en el cielo.  Después nos fuimos con los de la funeraria, para acompañarlo a la incineradora.  Regresamos a las 2:00 p.m. y lo vimos antes que lo metieran a la máquina.  Después había que esperar unas dos horas y nos fuimos los tres a la oficina de Alex a tomar un café y hablar de “Los 4 Vilanova y Cía.”, que es la empresa que formó mi padre, para manejar todas las empresas de la familia; pero que desde que murió José Adriano, ya solo somos “tres”.  
Estando reunidos, una gran paz reinó sobre nosotros y esta se fue acentuando y acentuando. Después lo fuimos a recoger y nos lo entregaron ya en la cajita y entonces nos venimos los “cuatro” en el mismo carro y entonces sentí que la paz se acentuó todavía más, íbamos los “cuatro” en el mismo carro; como no lo habíamos hecho desde hace más de 32 años y entonces comprendí o más bien el Señor me dijo:  La paz está con ustedes, esto es lo que cierra el ciclo de retorno del hijo pródigo: “ciclo cerrado”, ahora es un nuevo amanecer en la vida de la familia. 
Me acordé de lo que me habían dicho en el Retiro de Evangelización Fundamental, en el segundo: “ciclo cerrado”.  Comprendí que todo en nuestras vidas ha ocurrido para que regresemos al Padre y como el Hijo Pródigo, hoy regresábamos todos unidos.
Fuimos donde mi mamá y no estaba, la esperamos y rezamos una oración con mi papá y todos nosotros, José Adriano incluido, pues estaban presentes sus restos incinerados.  
Había una paz “especial”, que solo la puede dar el Espíritu Santo.  Platicamos y platicamos y después yo dije que iba a misa.  En el camino, Alex y Guayo dijeron que iban a ir conmigo y fuimos a misa los tres juntos.  Se celebraba el día de “La Santísima Virgen María, Reina” y la homilía fue dada por el Padre del Corazón de María, que es bien profundo y dio un mensaje muy especial, dirigido hacia nosotros, que ahora habíamos regresado al Padre.  ¡Gracias Señor por este día!

Jueves 23 de agosto de 2007

1 corintios 6, 19

Me levanté a orar y el Señor me dijo, pues mi mente estaba presente con todas las imágenes de la sacada de los restos de José Adriano en mi cabeza y cómo todo se había reducido a “polvo”.  19 ¿No saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que han recibido de Dios y que está en ustedes? Ya no se pertenecen a sí mismos.  Efectivamente, comprendí entonces que eso es lo que estaba meditando desde ayer.  José Adriano no es en realidad su cuerpo material, sino su espíritu, que vive y está en el cielo; eso es lo que debemos cuidar y encaminar a Dios.

Viernes 24 de agosto de 2007

Oseas 6, 1-2

Me dijo:  1 «Vengan, volvamos a Yavé; pues si él nos lesionó, él nos sanará; si él nos hirió, él vendará nuestras heridas. 2 Dentro de poco nos dará la vida, al tercer día nos levantará y viviremos en su presencia. 
Por la tarde me decidí a llamar a otro amigo empresario cafetalero, para ver si nos recibía con el Padre Martin y me dijo que sí!.  Me alegré tanto, pues ya no sabía qué hacer y sentía que mis fuerzas se están agotando, pero se ve que lo que quiere el Señor es que cambie el tipo de personas a otras que están más necesitadas de Dios.
Por la tarde me reuní con mi amigo el que íbamos a contratar como consultor para el caso y me sorprendió cómo había reaccionado, con una cantidad escandalosa de honorarios; le dejé la decisión al Señor, que él decida si es él quien nos conviene o no.

Sábado 25 y domingo 26 de agosto de 2007

Me puse a preparar el programa.  Son como mis minutos de remanso y descanso donde parece que el tiempo se detiene y no hay preocupaciones.
Seguí preparando la presentación del caso en Power Point.  Almorzamos con Ariana y Luigi y Paolo.  Fuimos a jugar squash con Rober, Javi y Diego y por la noche fuimos a jugar mini-golf y a cenar a “Wings” de Multiplaza.  Gracias Señor por este día, por haberlo pasado entre familia y contentos.
El domingo no hicimos nada más que estar en la casa.  Me siento contento de tener el alquiler pagado.  Es un sentimiento que me viene de Dios, de sentirlo cerca, que siempre nos da el pan de cada día.   Seguí preparando la presentación y ya casi quedó terminada. Por la noche fuimos al cine con Rober y fuimos a ver la película de “All Mighty”.  No quería ir, pero la película me sacó las lágrimas de ver como las bendiciones de Dios le llegan a uno, siempre que se haga su voluntad, por muy difícil o imposible que parezca.  Le pedí al Señor que nos diera pronto ese momento de felicidad a toda la familia, donde todo el caso se resuelva y podamos demostrar cómo su mano ha estado ayudándonos durante todo este tiempo.  Me identifiqué mucho con el Noé de la película, a quien nadie comprende, pero él sigue adelante y le di gracias a Dios por tener una esposa igual al de la película, que aun sin entender nada, lo siguió respaldando.  Igual que todos nuestros hijos, que a pesar de lo duro de lo que hemos pasado, todos nos han respaldado y comprendido. ¡Gracias Señor!  ¡Gracias por todas tus bendiciones!

"La palabra trabajo debería sugerirnos a todos no sólo un medio de ganar la vida, sino una colaboración social."

San Alberto Hurtado

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