Lunes 24 de diciembre de 2007
1
Samuel 17, 34-37
Macabeos
10, 27
Amanecí con un dolor intenso, como que si un saca corcho
estuviera entrando en mi corazón. ¿Señor, adónde estás? “¿No te importa que nos hundamos?” (como le dijo Pedro en la
barca). Ya no tenemos dinero y no
sé cómo vamos a hacer en Enero. De
pronto realicé que ya no tengo ni para los cohetes de Rober, para hoy en la noche. Me duele tanto el corazón, pero a la
vez sé que El nos va a sacar adelante, como tantas veces lo ha hecho. ¿Por qué
el Juez ha reaccionado así? ¿Por qué no hubiera podido ser de la otra forma,
pues cuiando menos hay suficientes dudas, de quién tiene la razón? Alguna razón del porqué esto nos
conviene tendrá que haber. ¡Jesús,
yo confío en ti!
Me di cuenta que Sylvia Regina había tenido al Niño de
Belén en la cama y había dormido con nosotros. Me levanté a orar y le pedí con todo mi corazón al Señor que
me hablara y me diera paz. Me
contestó: 34 David le respondió:
«Cuando estaba guardando el rebaño de mi padre y venía un león o un oso y se
llevaba una oveja del rebaño, 35 yo lo perseguía y lo golpeaba y se
la arrancaba. Y si se volvía contra mí, lo tomaba de la quijada y lo golpeaba
hasta matarlo. Yo he matado leones y osos; lo mismo haré con ese filisteo que
ha insultado a los ejércitos del Dios vivo.» 36 Y añadió David:
«Yavé que me ha librado de las garras del león y del oso, me librará de las manos
de este filisteo.» 37 Entonces Saúl dijo a David: «Vete y que Yavé sea contigo.» Luego me dijo, por medio de
Sylvia Regina que me había pasado dos citas, de los papelitos con citas de la
Biblia, que ella tiene: 27 Para los hombres es
imposible; pero no para Dios, porque para El no hay nada imposible. Y 28
Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas y yo los
haré descansar.
Por la noche le cantamos al Señor en la misa de 7:00
p.m., en San Benito. Después
fuimos donde mis papás y la reunión estuvo llena del Espíritu Santo. Le rezamos al Niño de Belén, que lo
había llevado Sylvia Regina. Después nos venimos para nuestra casa y a Sylvia Regina se le
ocurrió hacer una oración bien linda que consistió en que cada quien escribió
en un papelito un regalito que le iba a hacer al Niño Dios y una petición. Luego cada uno le prendia fuego en una
vela y lo depositaba en un florero, para que se quemara y así llegara al
cielo. El Señor Reinó en toda la
reunión.
Se me olvidó comentar que por la tarde me sentía
desconsolado y me vine a orar, a estar con el Niño de Belén. Llegó un momento en que le dije:
“mírame” y sentí cómo bajó sus ojitos y me miró fijamente. A través de su pupila pude percibir la
mirada de la misericordia del Señor, como cuando dirigió su mirada a Pedro.
Martes 25 de diciembre de 2007
Salmo
113
2
Samuel 7, 8-11
Me levanté a orar temprano, todos estaban dormidos. Yo me desperté como “con un clavo metido
en el corazón”. Mi única Esperanza
es el Señor, pues no sé cómo vamos a hacer en Enero. Todas las alternativas están agotadas, sólo espero en el
Señor. Me dijo: El Señor se
eleva sobre los pueblos, su gloria sobre los cielos. Levanta del polvo al
desvalido, alza de la basura al pobre, para sentarlo con los príncipes, los
príncipes de su pueblo; a la estéril le da un puesto en la casa, como madre
feliz de hijos. 8 Esto dirás de mi parte a David: «Te fui a buscar
al campo y te saqué de detrás de las ovejas para hacerte jefe de mi pueblo. 9
He estado contigo en todas partes y he destruido ante ti a todos tus enemigos.
Pero ahora voy a hacer que tu nombre sea famoso entre los grandes de la tierra.
10 Yo fijaré un lugar para mi pueblo, Israel, allí lo plantaré y
allí quedará. Ya no lo molestarán ni lo seguirán oprimiendo sus enemigos como
antes. 11 Desde el día en que constituí jueces sobre mi pueblo, a ti
te he concedido la paz con todos tus enemigos y ahora te prometo construirte
una casa. 12 Así dice Yavé: «Cuando se hayan acabado tus días y
vayas a descansar con tus padres, yo pondré en el trono a tu hijo, fruto de tus
entrañas y afirmaré su poder.
Pasamos juntos en la casa todos, bendecidos por el
Señor. Vino Ariana y Paolo. Abrimos los regalos y todo era paz y
tranquilidad.
Por la tarde fuimos a casa de Carmen Elena e
igualmente el Espíritu Santo estuvo presente y la reunión fue positiva. Por la noche nos reunimos alrededor a
jugar Nintendo y nos reímos bastante con Poncho, Sofía, las dos Camilas, Rober,
Sylvia Regina y yo. ¡Gracias
Señor, por este día! Mi corazón
seguía “estrujado” por la preocupación del dinero, pero mi confianza en Dios
aumentaba… sé que El nos va a resolver todo.
Miércoles 26 de diciembre de 2007
Salmo
25
Mateo
14, 30
Me levanté apesadumbrado. De nuevo a enfrentar la realidad, de nuevo como en los tres
días anteriores, rezamos enfrente del Niño de Belén, La Llama del Amor y la
Novena al Divino Niño Jesús, que comenzamos el 23 de diciembre. Luego, el Señor me consoló
diciéndome: 30 Lo único que se nos
pide es creer de veras que Dios es bueno y nos ama. 1 A ti, Señor,
elevo mi alma, 2 a ti que eres mi Dios. En ti he confiado, que no
quede avergonzado ni se rían de mí mis enemigos. 3 Los que esperan
en ti no serán confundidos, pero sí lo serán quienes te mienten. 4
Haz, Señor, que conozca tus caminos, muéstrame tus senderos. 5 En tu
verdad guía mis pasos, instrúyeme, tú que eres mi Dios y mi Salvador. Te estuve
esperando todo el día, sé bueno conmigo y acuérdate de mí. 11 ¡Rinde
honor a tu nombre, Señor, y perdona mi deuda, que es muy grande! 28
Oh Dios, redime a Israel de todas sus angustias.
Me acosté a las 12:30 p.m. y todavía no tenía claro
como proceder, mi mente estaba como encajonada y presionada. El Señor no quiso que encontrara como
proceder, pero me comenzó a dar una pista, pero todavía no lo veo claro. También fui al Santísimo y a misa, a
pedirle que me iluminara y encontrara ese filón de información que va a hacer
reaccionar Nejapa Power. Estoy
seguro que si el Señor ha permitido esta reacción del Juez, es para mejor y debe
existir ese “filón”. El Señor me
va a iluminar, cuando Él quiera, que es lo que debo hacer.
Jueves 27 de diciembre de 2007
1
Crónicas 16, 11-15; 17, 7
Me levanté pidiéndole al Señor me diera una Palabra de
consuelo. Que me ilumine mi camino
y pueda ver con claridad cuál es el camino a seguir y sobre todo, ¿cuál es Su
voluntad? Me contestó con lo mismo
que ya me había dicho el 25 de diciembre, sólo que en otra parte de La
Biblia. 11 Piensen en el Señor y
en su poder, busquen siempre su mirada. 12 Recuerden cuántas
maravillas ha obrado, sus prodigios y sus decisiones. 13
Descendientes de Israel su siervo; hijos de Jacob, su elegido. 14 El
Señor en persona es nuestro Dios, sus sentencias abarcan toda la tierra. 15
Recuerda eternamente su alianza, la promesa que hizo a tantas generaciones. 7
Di, pues, ahora, esto a mi siervo David: Así habla Yavé Sabaot: Yo te saqué de
detrás de las ovejas para que fueras jefe de mi pueblo Israel, 8 y
he estado contigo en todas tus empresas, he eliminado a todos tus enemigos de
delante de ti y voy a hacerte un nombre grande como el nombre de los grandes de
la tierra. 9 Fijaré un lugar a mi pueblo de Israel y lo plantaré
allí para que no se mueva más; no será ya perturbado y los malvados no seguirán
oprimiéndolo como antes.
Tuvimos la piñata de Paolo. Por la mañana fuimos a comprarle el vestido a Sylvia Regina,
que le había prometido para Navidad.
Iba bastante preocupado, pues el 23 de diciembre ya no me habían
aceptado la tarjeta con que pensaba pagar el vestido; lo cual me sorprendió. No sabía si en las demás tarjetas iba a
tener saldo disponible. Iba bien
preocupado y pidiéndole al Señor que no fuéramos a pasar la pena que ella
eligiera el vestido y después no me aceptaran las tarjetas. Mi preocupación era grande y le pedía
al Señor que me ayudara a encontrar un vestido “bonito y barato”, para que las
tarjetas pasaran. Al momento de
pagar, de Sylvia Regina salió que ella andaba dinero y que hay después se lo
pagara. Sentí el “cielo abierto” y
la mano de Dios obrando, pues aunque no sabía cómo se lo iba a pagar después,
por lo menos el Señor nos había evitado que pasáramos la pena que no aceptaran
mis tarjetas. ¡GRACIAS SEÑOR!
Después fuimos a la piñata de Paolo, por su primer
año. No se lo habían celebrado,
pues Sylvia Regina no había estado en octubre, que es cuando los cumple y
Ariana había decidido esperar para que Sofía estuviera con nosotros. La reunión estuvo súper positiva. Llegó
mi mamá, María Antonieta mi hermana, Alex mi hermano y pudimos platicar
perfectamente… y placenteramente.
Viernes 28 de diciembre de 2007
Jeremías
31, 16-17
Eclesiástico
51
En cuanto abrí los ojos comencé a pedirle al Señor su
misericordia. ¡Señor Jesús, ten misericordia de mí! “¿No te importa que nos
hundamos?” ¡Señor, hazme sentir tu amor! Me contestó,
categóricamente: 16 Aparta tu voz del
llanto, tus ojos de las lágrimas, porque habrá compensación para tu pena y
esperanza para el provenir, oráculo del Señor.
Por la noche fuimos a la boda de Valeria. Toda la reunión fue positiva. Todos estábamos contentos y agradecidos.
Mi papá asistió a la misa y
comentó que estuvo bellísima. Al final,
Gerardo mi cuñado se me acercó y me dijo: “Quiero decirte que todo va a salir
bien, todo se va a componer”, lo cual agradecí tanto, pues fue una muestra de
apoyo. También comprendí que el
mensaje venía como un consuelo del Señor. ¡GLORIA A DIOS!
"Jesús nos da su cuerpo bajo la especie del pan, para que lleguemos a ser una sola cosa con Él."
San Juan Crisóstomo
San Juan Crisóstomo
No hay comentarios:
Publicar un comentario