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Canonización de Monseñor Romero

lunes, 29 de julio de 2013

Cronología de un Milagro - Enero 2008-II


Lunes 7 de enero de 2008

Lucas 5, 10
Romanos 8, 28-31
Sabiduría 3, 1

Nos levantamos temprano para ir a comenzar nuestro turno de los “Cercos de Jericó”, de 8 a 11 a.m..  Estando ahí y pidiéndole al Señor su misericordia, me contestó:  10 Jesús dijo a Simón: «No temas; en adelante serás pescador de hombres»  y luego me dijo: 28 También sabemos que Dios dispone todas las cosas para bien de los que lo aman, a quienes El ha escogido y llamado. 30 Así pues, a los que El eligió los llamó; a los que llamó los hizo justos y santos; a los que hizo justos y santos les da la Gloria. 31 ¿Qué más podemos decir? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? 
Pasé todo el día bien preocupado, todo se retrasa.  Hablé con la señorita de Marriott y como ya le había mandado el reporte de FEDEX, en que había recibido los papeles el 31, me mandó a decir que los recibieron el 4, en la tarde.
Hablé con el Licenciado del Banco y me dijo que el contacto con el otro Banco se había ido de vacaciones, o sea que todo se retrasa.  
Hablé con Alex y tampoco le camina nada.  Los abogados que habíamos contactado no nos regresan los papeles y no contestan las llamadas.  
Por la noche fuimos al Grupo de Encuentros.  Llegaron todos, menos una pareja.  Por primera vez, el Espíritu Santo me iluminó para que Verónica, que cumple años hoy, escogiera la lectura adonde el Espíritu Santo quisiera.  A todos nos habló de distintas formas y la reunión estuvo llena del  Espíritu Santo.  A Sylvia Regina y a mí nos dijo:  1 Las almas de los justos están en las manos de Dios y ningún tormento podrá alcanzarlos.

Martes 8 de enero de 2008

Lucas 23, 46
Deuteronomio 9, 1-6
2 Crónicas 7, 14-15

El Espíritu Santo me hizo leer “La Séptima Palabra”, del libro: “Las siete palabras desde la cruz”, de José Fernando Rey Ballesteros.  46 Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu. Y me dijo:  No tengo que temer al futuro, puedo encomendarlo tranquilamente a su prudencia, porque ahora sé que ese futuro no depende de mí. Si dependiera de mí, temblaría de pánico.  Por la tarde fuimos a los “Cercos de Jericó” a las 5:00 p.m., yo estaba bien preocupado, pues nada se nos resuelve y estando frente al Santísimo le planteé que mi Fe estaba flaqueando y que me habían entrado dudas de sí tanta oración servía para algo y todo iba a seguir como está.  El Señor me contestó:  1 Escucha, Israel: Estás a punto de cruzar el Jordán para ir a la conquista de las naciones más poderosas y más fuertes que tú, de grandes ciudades cuyas murallas se levantan hasta el cielo. 3 Reconoce ahora mismo que es el Señor, tu Dios, quien va delante de ti que va como fuego devorador que los destruirán. 5 No por tu justicia ni por la rectitud de tu corazón vas a entrar en posesión de la tierra, sino por la injusticia de esas naciones los echa el Señor lejos de ti; y también para cumplir el juramento hecho a vuestros padres Abrahán, Isaac y Jacob. 6 Reconoce que el Señor no te da la posesión de esa buena tierra debido a tu justicia, pues no eres más que un pueblo de cabeza dura. O sea que me confirmó que todo iba a estar bien y con respecto a lo de si la oración sirve para algo, me confirmó:  7 Si este mi pueblo, el pueblo que lleva mi nombre, se humilla, reza, busca mi rostro y se convierte de sus malos caminos, yo escucharé desde el cielo, perdonaré sus pecados y restauraré su tierra. 15 En adelante, mis ojos estarán abiertos y mis oídos atentos a las plegarias que se hagan en este lugar. 
Hoy fuimos a ver a Monseñor Fernando y después de oír por todo lo que hemos pasado, sólo nos dijo, estoy seguro que en nombre de Dios: “Pues yo sólo veo cosas buenas, asi es que todo va a salir bien, deposítense en la voluntad de Dios y El los va a sacar adelante.”

Miércoles 9 de enero de 2008

1 reyes 8, 37-40

Nos levantamos temprano para ir a los “Cercos de Jericó” de 8:00 a 11:00 a.m., así es que no pude orar.  Mi falta de Fe continuaba y mi falta de credibilidad en la oración se había incrementado, pues a pesar de tanta oración, nada pasa y todo más bien como que se retrasa.  Me siento cansado y agobiado, sin saber a dónde ir… más que al Santísimo.  Me contestó:  37 Cuando en el país hay hambre, peste, tizón, anublo, langosta o pulgón, si el enemigo los asedia en alguna de sus ciudades; en cualquier plaga o enfermedad, 38 toda oración, toda súplica que te dirija cualquier persona o todo tu pueblo Israel, reconociendo cada uno la plaga de su corazón y extendiendo sus manos hasta este templo, 39 escúchala tú desde el cielo, lugar de tu morada y perdona; da a cada uno según su conducta, pues sólo tú conoces el corazón de todos los hombres; 40 Así te respetarán mientras vivan en la tierra que diste a nuestros padres.

Jueves 10 de enero de 2008

Salmo 43

Nos levantamos, de nuevo, para ir a los “Cercos de Jericó”.  Seguía bastante falto de Fe y desesperanzado, sintiendo que toda esta oración no sirve para nada, pues todas las cosas no caminan y sólo se atrasan.  Pensando que tan sólo si los bancos nos resolvieran esta semana, todo se arreglaría, pero que el Señor no me iba a escuchar en esta petición.  El Señor me dijo:  1 Hazme justicia, justicia, oh Dios, y defiende mi causa contra esta mala gente, líbrame del hombre falso y criminal. 2 Pues tú eres, oh Dios, mi fortaleza ¿Por qué me has rechazado? ¿Por qué he de andar yo triste, bajo la opresión de mi enemigo? 3 Envía tu luz y tu verdad; ellas me guiarán, me conducirán a tu montaña santa, a tus moradas. 4 Yo llegaré hasta el altar de Dios, del Dios que es mi gozo y mi alegría; te alabaré al son de la cítara, Señor, Dios mío. 5 ¿Por qué te afliges alma mía, por qué te quejas? Espera en Dios que aún he de alabarlo, salud de mi rostro, Dios mío.  Mi esperanza está puesta en Dios, sólo le pido que me dé fuerzas para soportar este momento.
Nos reunimos con Alex a almorzar y la reunión fue positiva y llena del Espíritu Santo.

Viernes 11 de enero de 2008

También nos levantamos temprano para ir a los “Cercos de Jericó” y hoy el Señor no me dijo nada, sólo oramos.  Ya no quise ir a la oficina, pues no siento fuerzas para enfrentar todo.  Por la noche me costó dormirme, me sentía bien deprimido y ausente del Señor.  Fue un día bien duro y me sentí solo, como en mucho tiempo no me había sentido. 
Lo único que me sostiene es la Esperanza que aunque no lo sienta, el Señor está conmigo y que si El quiere que así me sienta, es por algo que yo no comprendo; sólo el Señor me sostiene.  Pensé varias veces como Elías, en el desierto: “Señor, son tantos en contra de mí, quítame la vida, que ya no aguanto este dolor.”

Sábado 12 y domingo 13 de enero de 2008

Nos levantamos, de nuevo, a los “Cercos de Jericó”.  El Señor no me dijo nada, pues yo me tuve que ir temprano para grabar el programa de mañana.  Almorzamos todos juntos y yo le pedía al Señor su fortaleza, para seguir adelante.  Pudimos comulgar, pues hubo misa en el ínterin.  Estando en los “Cercos”, el Señor me fue dando la Esperanza que a lo mejor el Juez había hecho todo esto para liberarnos de la presión de los Bancos y los abogados y que se había puesto de acuerdo para que Nejapa Power lograra un Settlement, antes que él pueda corregir su dictamen el próximo viernes 18.
La esperanza me fue dando fortaleza y mi Fe se fue incrementando, además me iluminó para pensar que debíamos buscar la colaboración de nuestro anterior abogado, para que nos ayude en el Appeal, pues ellos tienen mayores relaciones con esa corte de apelación.  
Me sentí contento y de nuevo, confiado en el Señor, que El sabe más que nosotros y El nos ama.  
Por la tarde, Sylvia Regina me dijo que fuera a ver un email de Sylvia Ann del 5 de enero y que no habíamos visto.  La Virgen nos decía que:  “Jorge and Kuky need not worry. That everything will turn out, Jorge need not to despair. God loves him so. And that Kuky is in OUR LORD’s great favor; that HIS plan will come about. That the judge’s heart is opened. Tell them that I love them.


"Nos hallamos desolados por ser tibios, perezosos, o negligentes en nuestros ejercicios espirituales y así por nuestras faltas se aleja la consolación espiritual de nosotros."

San Ignacio de Loyola

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