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Canonización de Monseñor Romero

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Cronología de un Milagro - Diciembre 2005-II


Lunes 12 de diciembre de 2005

No puede orar, pues tuvimos una reunión con el abogado amigo del amigo de Alex, la reunión fue positiva.  
No tuvimos otra noticia, pero al final del día le comuniqué a Sylvia Regina que me sentía bien optimista y confiado en Dios que todo iba a salir bien, a pesar que no había ningún indicio de porqué iba a ser así; pero me sentía optimista.  
La única noticia que recibí es que el juicio penal de mi amigo y proveedor, que estaba para el miércoles 14, se había suspendido y no se iba a realizar sino hasta el otro año. ¡Gloria a Dios! pues probablemente para entonces ya tengamos con que pagarle.

Martes 13 de diciembre de 2005

Isaías 28, 16-17

Me levanté confiado en el Señor, confiado en que todo se va a arreglar a tiempo… no sé cuál es el tiempo.  
No tengo ninguna razón lógica para esperar que todo va a salir bien, más bien todos los indicios me indican que todo va a salir mal.  No tenemos ni abogado en el caso, no hemos comenzado el litigio aquí en El Salvador; no hay perspectivas de progreso, nuestro socio en Nejapa Power está por vender la planta… etc., etc. Pero yo me siento contento y confiado en el Señor.  Me dijo:  16 En vista de todo esto, el Señor Yavé les dice: Yo mismo voy a colocar una piedra en Sión, una piedra escogida, una piedra angular de gran valor y firme: “El que se apoye en ella no se moverá.” 17 Pondré el derecho como regla y la justicia como nivel.  En la oficina no pasó nada, excepto que Vidal me dijo que estaba en pláticas con unos abogados que podían tomar el caso. No me dio mayores detalles.

Miércoles 14 de diciembre de 2005

Job 31, 32, 33, 34, 35, 36, 37
1 corintios 4, 5

Me levanté preocupado, pues el tiempo sigue avanzando y no se mira ninguna solución en el horizonte.  Le pedí al Señor que me iluminara para saber qué debo hacer. El Señor me consoló, haciendo que leyera todos estos Capítulos de Job, como diciéndome:  “Yo soy el Señor tu Dios, Creador de todo el universo y todo lo que hago y permito es siempre porque te conviene; deja todo en mis manos y todo saldrá bien. Las pruebas son necesarias para acercarte más a mí y así poder instruirte en sabiduría; de otra forma no me escuchas.” 31, 5 Nunca he andado con mentiras ni me he afanado en engañar a los demás. 6 Que me pese Dios en la balanza de la justicia y se dará cuenta de mi honradez. 32, 2 Entonces Elihú… se enojó contra Job porque creía tener razón frente a Dios. 6 Elihú tomó la palabra y dijo: … 13 No digan pues: “Hemos alcanzado la sabiduría; es Dios quien nos enseña, no un hombre.” 33, 8 No dejes de repetir… 9 “Soy puro no tengo pecado; estoy limpio y en mí no hay culpa. 10 Dios es el que busca pretextos y me tiene por su enemigo.” 12 Te respondo: Estas quejas no valen, pues, ¡cuánto supera Dios al hombre! 13 ¿Por qué le haces este reproche, por qué no contesta tus palabras? 14 Pero mira que Dios habla una vez y no lo repite dos veces. 15 En sueños, en visión nocturna, cuando desciende el sueño sobre los hombres, mientras los humanos duermen en su cama, 16 El les abre el entendimiento y los espanta con apariciones, 17 para retraerlos del mal y apartarlos del orgullo. 18 Así le ahorra la tumba a su alma y salva su vida de la muerte. 19 Ve como Dios instruye al hombre en su cama, por medio del dolor y de la fiebre, 20 cuando está hastiado del pan y rechaza los manjares apetitosos. 23 Si hay junto a él en ese momento un ángel de Dios, un intercesor que le indique su deber, 24 que tenga piedad de él y diga: “Líbralo, ¡oh Dios! de bajar al sepulcro, aquí tengo lo que él debía pagar.” 25 Entonces su carne rejuvenece… 26 Se vuelve a Dios que le hace caso, lo va a visitar y estalla de alegría. 27 Luego publica lo sucedido y dice ante los hombres: “Había yo pecado y torcido el derecho, pero Dios no me ha tratado según mi culpa. 28 Libró mi alma del sepulcro y vivo ahora gozando la luz. 34, 1 Elihú continuó hablando y dijo: … 12 Ciertamente, Dios no hace el mal y el Omnipotente no tuerce el derecho. 13 ¿Quién le confió la tierra y le encargó el mundo entero? 17 ¿Cómo vas a condenar al Justo Supremo? 19 No toma el partido de los príncipes ni distingue entre el rico y el pobre, porque todos son obra de sus manos. 35, 8 A un hombre como tú afecta tu maldad, tu justicia es a la medida de los hombres. 9 Gritan bajo el peso de la opresión y claman porque los poderosos los dominan. 10 Pero no preguntan: ¿Dónde está Dios, que nos creó que da en las noches cantares de júbilo. 12 Por eso, El no responde cuando gritan, cuando los malos maltratan. 13 En vano claman: Dios no escucha, el Omnipotente no los atiende. 36, 5 Sabes que Dios es muy fuerte, pero no rechaza al hombre de limpio corazón. 37, 23 … Su fuerza es soberana, sus juicios y su justicia no oprimen a nadie. 24 Por eso los hombres lo deben temer, todos los sabios juntos no son nada ante El.
Por la noche de ayer, el Señor me dijo:  5 No juzguéis antes de tiempo. El sacará a la luz lo que está oculto en las tinieblas y pondrá al descubierto las intenciones del corazón. Entonces vendrá a cada uno, su alabanza de parte de Dios.  

Jueves 15 de diciembre de 2005

Miqueas 7, 7-8
Jeremías, 45

Me levanté apesadumbrado, pesado de cuerpo, cansado, sin Esperanza; pero aceptando la voluntad del Señor, aunque no sé qué es lo que quiere o espera. 7 Pero yo miraré al Señor, esperaré en el Dios que me salva; mi Dios me atenderá. 8 No te alegres de mi desgracia, oh enemiga mía, pues si he caído, me levantaré; si ahora estoy a oscuras, Yavé será mi luz.  
No pude hablar con Vidal durante todo el día.  El tiempo pasa y pasa.
Por la tarde me entró un e-mail de John diciendo que habíamos perdido en el hearing en Nueva Orleans y el juez había pedido más evidencia para probar que había un caso de malpractice o sea que la teoría de mover el caso de Brazoria a Nueva Orleans se volvía más a largo plazo; me sentí apabullado.  
Me levanté sin Esperanza y con la noticia de Nueva Orleans, no sólo no tenía Esperanza, sino que todo se volvía peor.  Me fui al Santísimo y a misa a orar, pidiéndole al Señor que aumente su misericordia, pues ya no aguanto.  Al venir a la casa, le dije: “Señor, por favor háblame y consuélame pues ya no puedo soportar este dolor”.  Me contestó:  2 Este recado te manda, a ti, Baruc, Yavé, el Dios de Israel. 3 Ya que tú has dicho: “Pobre de mí, porque Yavé añade más penas a mis sufrimientos, estoy cansado de tanto llorar sin encontrar consuelo.” 4 Así dice Yavé: Lo que había construido, lo destruyo; lo que había plantado, lo arranco, y esto, en todo el país. 5 ¿Y tu reclamas para ti cosas extraordinarias? No reclames tanto, pues voy a descargar calamidades sobre todos los mortales, dice Yavé, pero a ti te concederé la vida. La guardarás como un premio por dondequiera que vayas.”  Me postré ante el Señor, alabándolo y dándole gracias.

Viernes 16 de diciembre de 2005

No pude orar, pues me fui temprano a la oficina.  Al llegar había un carro sospechoso frente a la entrada. Tenía un e-mail de John que me decía que lo que había pasado ayer nos convenía en términos de incorporar al juicio a Nejapa Power y esto favorecía la estrategia de llevar el juicio a Nueva Orleans.  
Me reuní con Lorena y la reunión fue muy positiva, a pesar que las noticias eran bastante negativas ¡Gloria a Dios!
Por la tarde, el Señor me dio un regalo, pues le pudimos dar al personal un paquete de cosas a cada uno, de la mercadería que teníamos en el almacén y que la podían vender fácilmente, para poder sacar algún dinero para navidad. Fue un regalo de Dios para todos, como diciéndonos: “Ustedes son mi pueblo, Yo estoy con ustedes… No teman.”  Sentí que la nube del Espíritu Santo se posó en nosotros, cubriéndonos. A la hora de la oración y comentando el evangelio del día, nos dijo:  36 Pero yo tengo un testimonio que vale más que el de Juan: son las obras que el Padre me encomendó realizar. Estas obras que yo hago hablan por mí y muestran que el Padre me ha enviado.  Les dije que nos diéramos cuenta cómo se ha manifestado en nosotros con su amor, pues el hecho que pudiéramos estar ahí reunidos todavía, era un milagro; ya que nos ha venido dando “el pan de cada día” y eso nos demuestra que El está con nosotros y que pronto las cosas se van a mejorar y seremos sus “testigos”, para otras empresas.

Sábado 17 y domingo 18 de diciembre de 2005

Isaías 6, 8-12
Génesis 50, 24; 20-21
Génesis 19
Isaías 46, 12-

Me levanté a preparar el programa. No pude orar, pero sentí que el Espíritu Santo me iluminó especialmente para lo que tenía que decir y que éste había sido un programa importante; que iba a comenzar a cambiar la forma de ver las cosas en nuestro país.  Hablé de que Jesús significa en hebreo “Salvador” y que sólo nuestro país se llama así en todo el mundo y siendo tan pequeño y aparentemente insignificante como Nazareth, donde ocurrió la encarnación del Señor; nosotros en El Salvador estábamos llamados a ser testigos de sus obras y milagros para el mundo entero y especialmente para América Latina.  Que algo iba a ocurrir espiritualemte en nuestro país, para que esto sea una realidad.
Por la noche me puse a orar, pidiéndole su misericordia y me dijo:  8 Y oí la voz del Señor que decía: “A quién enviaré y quién irá por nosotros? Y respondí: “Aquí me tienes, mándame a mí.” 9 El me dijo: “Ve y dile a este pueblo: Por más que ustedes escuchen, no entenderán, por más que ustedes miren, nunca ven.” 10 ¡Puedes ir! Se pondrá más pesado el corazón de este pueblo, se volverán sordos sus oídos y se les pegarán sus ojos ¿Acaso se atreverían a ver con sus ojos y a oír sus oídos, para que comprenda su corazón y se conviertan y recuperen su salud.” 11 Yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? y El me respondió: 12 “Hasta que las ciudades queden destruidas y sin habitantes, las casas desocupadas y la tierra abandonada; hasta que Yavé haya expulsado a los hombres y la soledad en el país sea grande.
El domingo por la mañana me dijo: 24 José dijo a sus hermanos: “Yo voy a morir pero tengan la plena seguridad de que Dios los visitará y los hará subir de este país a la tierra que juró dar a Abraham, Isaac y Jacob.” 20 Ustedes quisieron hacerme daño, pero Dios quiso convertirlo en bien para que se realizara lo que hoy ven: conservar la vida de un pueblo numeroso. 21 Nada teman, pues, Yo los mantendré a ustedes y a sus hijos. Luego los consoló, hablándoles con palabras cariñosas. 
Por la mañana, el Espíritu Santo me hizo leer sobre “Lot”.  Como para comprender la misericordia de Dios y cómo nos salva del pecado, aunque a nosotros nos cueste entender, por nuestra soberbia. 
Por la tarde, el Señor nos regaló la sorpresa que Sofía viniera con Poncho de sorpresa, pues los esperábamos hasta el martes ¡Gloria a Dios! Sin embargo, yo continué triste, como pidiéndole al Señor que aumente su misericordia y nos resuelva el problema de los juicios. Me dijo:  12 Escuchadme los desanimados, que os creéis lejos de la victoria. 13 Mi victoria ya se aproxima, ya llega y mi salvación no se demorará más. Instalaré mi salvación en Sión y daré a Israel la grandeza.

1 comentario:

  1. "Lo poco que puedas ofrecer a Dios, ofrécelo por manos de María, si no quieres ser rechazado."

    San Bernardo,

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