Lunes 12 de diciembre de 2005
No puede orar, pues tuvimos una reunión con el
abogado amigo del amigo de Alex, la reunión fue positiva.
No tuvimos otra noticia, pero al final del día
le comuniqué a Sylvia Regina que me sentía bien optimista y confiado en Dios
que todo iba a salir bien, a pesar que no había ningún indicio de porqué iba a
ser así; pero me sentía optimista.
La única noticia que recibí es que el juicio
penal de mi amigo y proveedor, que estaba para el miércoles 14, se había
suspendido y no se iba a realizar sino hasta el otro año. ¡Gloria a Dios! pues
probablemente para entonces ya tengamos con que pagarle.
Martes 13 de diciembre de 2005
Isaías 28, 16-17
Me levanté confiado en el Señor, confiado en
que todo se va a arreglar a tiempo… no sé cuál es el tiempo.
No tengo ninguna razón lógica para esperar que
todo va a salir bien, más bien todos los indicios me indican que todo va a
salir mal. No tenemos ni abogado
en el caso, no hemos comenzado el litigio aquí en El Salvador; no hay
perspectivas de progreso, nuestro socio en Nejapa Power está por vender la
planta… etc., etc. Pero yo me siento contento y confiado en el Señor. Me dijo: 16 En vista de todo esto, el Señor Yavé les dice: Yo mismo voy
a colocar una piedra en Sión, una piedra escogida, una piedra angular de gran
valor y firme: “El que se apoye en ella no se moverá.” 17 Pondré el
derecho como regla y la justicia como nivel. En la oficina no pasó nada, excepto que Vidal me dijo
que estaba en pláticas con unos abogados que podían tomar el caso. No me dio
mayores detalles.
Miércoles 14 de diciembre de 2005
Job 31, 32, 33, 34, 35, 36, 37
1 corintios 4, 5
Me levanté preocupado, pues el tiempo sigue
avanzando y no se mira ninguna solución en el horizonte. Le pedí al Señor que me iluminara para
saber qué debo hacer. El Señor me consoló, haciendo que leyera todos estos
Capítulos de Job, como diciéndome:
“Yo soy el Señor tu Dios, Creador de todo el
universo y todo lo que hago y permito es siempre porque te conviene; deja todo
en mis manos y todo saldrá bien. Las pruebas son necesarias para acercarte más
a mí y así poder instruirte en sabiduría; de otra forma no me escuchas.” 31, 5 Nunca he andado con
mentiras ni me he afanado en engañar a los demás. 6 Que me pese Dios
en la balanza de la justicia y se dará cuenta de mi honradez. 32, 2 Entonces Elihú… se enojó
contra Job porque creía tener razón frente a Dios. 6 Elihú tomó la
palabra y dijo: … 13 No digan pues: “Hemos alcanzado la sabiduría;
es Dios quien nos enseña, no un hombre.” 33, 8 No dejes de repetir… 9 “Soy puro no tengo
pecado; estoy limpio y en mí no hay culpa. 10 Dios es el que busca
pretextos y me tiene por su enemigo.” 12 Te respondo: Estas quejas
no valen, pues, ¡cuánto supera Dios al hombre! 13 ¿Por qué le haces
este reproche, por qué no contesta tus palabras? 14 Pero mira que
Dios habla una vez y no lo repite dos veces. 15 En sueños, en visión
nocturna, cuando desciende el sueño sobre los hombres, mientras los humanos
duermen en su cama, 16 El les abre el entendimiento y los espanta
con apariciones, 17 para retraerlos del mal y apartarlos del
orgullo. 18 Así le ahorra la tumba a su alma y salva su vida de la
muerte. 19 Ve como Dios instruye al hombre en su cama, por medio del
dolor y de la fiebre, 20 cuando está hastiado del pan y rechaza los
manjares apetitosos. 23 Si hay junto a él en ese momento un ángel de
Dios, un intercesor que le indique su deber, 24 que tenga piedad de
él y diga: “Líbralo, ¡oh Dios! de bajar al sepulcro, aquí tengo lo que él debía
pagar.” 25 Entonces su carne rejuvenece… 26 Se vuelve a
Dios que le hace caso, lo va a visitar y estalla de alegría. 27 Luego
publica lo sucedido y dice ante los hombres: “Había yo pecado y torcido el
derecho, pero Dios no me ha tratado según mi culpa. 28 Libró mi alma
del sepulcro y vivo ahora gozando la luz. 34, 1 Elihú continuó hablando y dijo: … 12
Ciertamente, Dios no hace el mal y el Omnipotente no tuerce el derecho. 13
¿Quién le confió la tierra y le encargó el mundo entero? 17 ¿Cómo
vas a condenar al Justo Supremo? 19 No toma el partido de los
príncipes ni distingue entre el rico y el pobre, porque todos son obra de sus
manos. 35, 8 A un hombre como tú afecta tu maldad, tu justicia es a
la medida de los hombres. 9 Gritan bajo el peso de la opresión y
claman porque los poderosos los dominan. 10 Pero no preguntan:
¿Dónde está Dios, que nos creó que da en las noches cantares de júbilo. 12
Por eso, El no responde cuando gritan, cuando los malos maltratan. 13
En vano claman: Dios no escucha, el Omnipotente no los atiende. 36, 5 Sabes que Dios es muy
fuerte, pero no rechaza al hombre de limpio corazón. 37, 23 … Su
fuerza es soberana, sus juicios y su justicia no oprimen a nadie. 24
Por eso los hombres lo deben temer, todos los sabios juntos no son nada ante
El.
Por la noche de ayer, el Señor me dijo: 5 No juzguéis antes de tiempo. El sacará a la luz lo que está
oculto en las tinieblas y pondrá al descubierto las intenciones del corazón.
Entonces vendrá a cada uno, su alabanza de parte de Dios.
Jueves 15 de diciembre de 2005
Miqueas 7, 7-8
Jeremías, 45
Me levanté apesadumbrado, pesado de cuerpo,
cansado, sin Esperanza; pero aceptando la voluntad del Señor, aunque no sé qué
es lo que quiere o espera. 7 Pero yo miraré al Señor, esperaré en el Dios que me salva;
mi Dios me atenderá. 8 No te alegres de mi desgracia, oh enemiga
mía, pues si he caído, me levantaré; si ahora estoy a oscuras, Yavé será mi
luz.
No pude hablar con Vidal durante todo el día. El tiempo pasa y pasa.
Por la tarde me entró un e-mail de John diciendo
que habíamos perdido en el hearing en Nueva Orleans y el juez había pedido más
evidencia para probar que había un caso de malpractice o sea que la teoría de
mover el caso de Brazoria a Nueva Orleans se volvía más a largo plazo; me sentí
apabullado.
Me levanté sin Esperanza y con la noticia de
Nueva Orleans, no sólo no tenía Esperanza, sino que todo se volvía peor. Me fui al Santísimo y a misa a orar,
pidiéndole al Señor que aumente su misericordia, pues ya no aguanto. Al venir a la casa, le dije: “Señor, por
favor háblame y consuélame pues ya no puedo soportar este dolor”. Me contestó: 2 Este recado te manda, a ti, Baruc, Yavé, el Dios de Israel. 3
Ya que tú has dicho: “Pobre de mí, porque Yavé añade más penas a mis
sufrimientos, estoy cansado de tanto llorar sin encontrar consuelo.” 4
Así dice Yavé: Lo que había construido, lo destruyo; lo que había plantado, lo
arranco, y esto, en todo el país. 5 ¿Y tu reclamas para ti cosas
extraordinarias? No reclames tanto, pues voy a descargar calamidades sobre
todos los mortales, dice Yavé, pero a ti te concederé la vida. La guardarás
como un premio por dondequiera que vayas.” Me postré ante el Señor, alabándolo y dándole
gracias.
Viernes 16 de diciembre de 2005
No pude orar, pues me fui temprano a la
oficina. Al llegar había un carro
sospechoso frente a la entrada. Tenía un e-mail de John que me decía que lo que
había pasado ayer nos convenía en términos de incorporar al juicio a Nejapa
Power y esto favorecía la estrategia de llevar el juicio a Nueva Orleans.
Me reuní con Lorena y la reunión fue muy
positiva, a pesar que las noticias eran bastante negativas ¡Gloria a Dios!
Por la tarde, el Señor me dio un regalo, pues
le pudimos dar al personal un paquete de cosas a cada uno, de la mercadería que
teníamos en el almacén y que la podían vender fácilmente, para poder sacar
algún dinero para navidad. Fue un regalo de Dios para todos, como diciéndonos: “Ustedes son mi pueblo, Yo estoy con ustedes… No teman.” Sentí que la nube del Espíritu Santo se
posó en nosotros, cubriéndonos. A la hora de la oración y comentando el
evangelio del día, nos dijo: 36 Pero yo tengo un
testimonio que vale más que el de Juan: son las obras que el Padre me encomendó
realizar. Estas obras que yo hago hablan por mí y muestran que el Padre me ha
enviado. Les dije que nos
diéramos cuenta cómo se ha manifestado en nosotros con su amor, pues el hecho
que pudiéramos estar ahí reunidos todavía, era un milagro; ya que nos ha venido
dando “el pan de cada día” y eso nos demuestra que El está con nosotros y que
pronto las cosas se van a mejorar y seremos sus “testigos”, para otras
empresas.
Sábado 17 y domingo 18 de diciembre de 2005
Isaías 6, 8-12
Génesis 50, 24; 20-21
Génesis 19
Isaías 46, 12-
Me levanté a preparar el programa. No pude
orar, pero sentí que el Espíritu Santo me iluminó especialmente para lo que
tenía que decir y que éste había sido un programa importante; que iba a
comenzar a cambiar la forma de ver las cosas en nuestro país. Hablé de que Jesús significa en hebreo “Salvador”
y que sólo nuestro país se llama así en todo el mundo y siendo tan pequeño y
aparentemente insignificante como Nazareth, donde ocurrió la encarnación del
Señor; nosotros en El Salvador estábamos llamados a ser testigos de sus obras y
milagros para el mundo entero y especialmente para América Latina. Que algo iba a ocurrir espiritualemte
en nuestro país, para que esto sea una realidad.
Por la noche me puse a orar, pidiéndole su
misericordia y me dijo: 8 Y oí la voz del Señor
que decía: “A quién enviaré y quién irá por nosotros? Y respondí: “Aquí me
tienes, mándame a mí.” 9 El me dijo: “Ve y dile a este pueblo: Por
más que ustedes escuchen, no entenderán, por más que ustedes miren, nunca ven.”
10 ¡Puedes ir! Se pondrá más pesado el corazón de este pueblo, se
volverán sordos sus oídos y se les pegarán sus ojos ¿Acaso se atreverían a ver
con sus ojos y a oír sus oídos, para que comprenda su corazón y se conviertan y
recuperen su salud.” 11 Yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? y El me
respondió: 12 “Hasta que las ciudades queden destruidas y sin
habitantes, las casas desocupadas y la tierra abandonada; hasta que Yavé haya
expulsado a los hombres y la soledad en el país sea grande.
El domingo por la mañana me dijo: 24 José dijo a sus
hermanos: “Yo voy a morir pero tengan la plena seguridad de que Dios los
visitará y los hará subir de este país a la tierra que juró dar a Abraham,
Isaac y Jacob.” 20 Ustedes quisieron hacerme daño, pero Dios quiso
convertirlo en bien para que se realizara lo que hoy ven: conservar la vida de
un pueblo numeroso. 21 Nada teman, pues, Yo los mantendré a ustedes
y a sus hijos. Luego los consoló, hablándoles con palabras cariñosas.
Por la mañana, el Espíritu Santo me hizo leer sobre
“Lot”. Como para comprender la
misericordia de Dios y cómo nos salva del pecado, aunque a nosotros nos cueste
entender, por nuestra soberbia.
Por la tarde, el Señor nos regaló la sorpresa
que Sofía viniera con Poncho de sorpresa, pues los esperábamos hasta el martes ¡Gloria
a Dios! Sin embargo, yo continué triste, como pidiéndole al Señor que aumente
su misericordia y nos resuelva el problema de los juicios. Me dijo: 12 Escuchadme los desanimados, que os creéis lejos de la
victoria. 13 Mi victoria ya se aproxima, ya llega y mi salvación no
se demorará más. Instalaré mi salvación en Sión y daré a Israel la grandeza.
"Lo poco que puedas ofrecer a Dios, ofrécelo por manos de María, si no quieres ser rechazado."
ResponderEliminarSan Bernardo,