Lunes
6 de febrero de 2006
Apocalipsis
3, 8-12
Me levanté
temprano, temeroso de lo que iba a suceder hoy en los juzgados. No sabía si me estaba corriendo
demasiado riesgo al ir y presentarme y que el abogado se retractara de lo que
hablamos ayer y entonces podía caer en una trampa y que la audiencia se
instalara, todo podía suceder. Decidí
preguntarle al Señor si debía ir o no y me contestó: 8 Sé lo que vales; he abierto ante ti una puerta que nadie
podrá cerrar, pues, por pocas que sean tus fuerzas, has guardado mi Palabra y
no has renegado de mí. 9 Mira que voy a tomar a algunos de la
sinagoga de Satanás, de esos que se llaman judíos y no lo son, sino que
mienten. Yo haré que vayan y se postren a tus pies, porque habrán visto que te
amo. 10 Has guardado mis palabras, que ponen a prueba la constancia,
pues yo te protegeré en la hora de la prueba que va a venir sobre el mundo entero
y que probará a los habitantes de la tierra. 11 Vengo pronto. Mantén
con firmeza lo que tienes, para que nadie te arrebate la corona. 12
Al vencedor lo pondré como columna en el Templo de mi Dios, de donde nadie lo
sacará. Gracias Señor, por
Tú Palabra.
Me fui confiado
en el Señor que todo iba a salir bien, pues El me estaba protegiendo y así fue.
Todo salió conforme a lo acordado
y además el monto se fijó en el monto de cheques, más una cantidad pequeña. Yo creí que se iban a aprovechar y poner
una cantidad enorme, pero no fue así –obra del Señor– El secretario se tardó como una hora en
hacer el acta y yo pasé rezando el Rosario todo el tiempo. Al salir, le di gracias a Dios por todas
sus bendiciones y demostraciones de su amor. Por la tarde fui a misa, pues Sylvia Regina tenía su grupo de
oración y después me postré ante el Santísimo, dándole las gracias por todas
sus bendiciones, especialmente las del día de hoy.
Martes
7 de febrero de 2006
Jonás
3, 10; 4, 1-11; 3, 1-2
La palabra de
ayer fue contundente tanto para Sylvia Regina como para mí y pasamos todo el
día agradecidos y sorprendidos por la manifestación tan evidente de que El
Señor vive y está con nosotros y su amor es infinito. Nos preocupaba su sentencia. Nos contestó: 10 Al ver Dios lo que hacían y cómo se habían arrepentido de su
mala conducta, se arrepintió El también y no los castigó como los había
amenazado. 1 A Jonás, esto no le gustó nada y se enojó. 2
Se dirigió a Yavé y le dijo: «Ah, Yavé, es exactamente lo que yo preveía
cuando estaba todavía en mi tierra, y por esto traté de huir de Tarsis. Yo
sabía que eres un Dios clemente y misericordioso, paciente y lleno de bondad,
siempre dispuesto a perdonar. 3 Oh Yavé, te ruego que tomes mi vida,
pues ahora es mejor para mí morir que vivir.» 10 Yavé le replicó:
«Te afliges por un ricino que no te ha costado trabajo alguno y que no has
hecho crecer, que en una noche ha nacido y en una noche ha muerto. 11
¿Cómo, pues, yo no voy a tener lástima de Nínive, la gran ciudad, donde hay más
de ciento veinte mil personas que no saben distinguir el bien y el mal, y gran
cantidad de animales?» 1 Por
segunda vez la palabra de Yavé llegó a Jonás y le dijo: 2
«Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad y anuncia lo que yo te diga.»
Pasé todo el día
esperando en la oficina. Al final
del día me comunicó Vidal que ya habían decidido no hacer nada con lo de CEL y
que iban a hablar con Mark para que se saliera definitivamente del caso y con
Mithoff, para ponerse de acuerdo en sus honorarios. Que después de eso, le iban a enviar un “subpoena” a Bob Hart y
entonces él tenía 21 días para responder, pero que estaban seguros que el lo
iba a tratar de evadir. ¡Más
tiempo… Señor! ¿hasta cuándo?
Por la noche
fuimos a la reunión de Encuentros y sólo llegamos nosotros, a casa de los
Pérez. El Espíritu Santo me
iluminó para comprender que necesitaban nuestra ayuda y fue una reunión para
aconsejarlos a ellos. Después
leímos la Palabra y el Espíritu Santo nos confirmó que había estado con
nosotros con el Salmo 139. Bendito sea Dios ¡El está vivo!
Miércoles
8 de febrero de 2006
Juan
12, 23-28
Me levanté a
orar, desesperanzado, pues el caso parece como que no va a empezar de nuevo y
no hay esperanza de que camine pronto. Además, hoy se define si Mithoff se va a quedar en el
caso. Todo es desesperanza. Le pedí al Señor que me diera Esperanza,
pues es lo único que me sostiene es su promesa y su Palabra. Me contestó: 23 Entonces Jesús, dijo: «Ha llegado la hora de que sea
glorificado el Hijo del Hombre. 24 En verdad les digo: Si el grano
de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si muere da mucho fruto. 25
El que ama su vida la destruye y el que desprecia su vida en este mundo, la
conserva para la vida eterna. 26 El que quiera servirme, que me
siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Y al que me sirve, el
Padre le dará un puesto de honor. 27 Ahora mi alma está turbada.
¿Diré acaso: Padre líbrame de esta hora? ¡Si precisamente he llegado a esta
hora para enfrentarme con todo esto! 28 Padre, ¡da gloria a tu
Nombre!» Entonces se oyó una voz que venía del cielo: «Lo he glorificado y lo
volveré a glorificar.»
Hablé con Vidal
y todavía no se ponen de acuerdo con Mark o sea que el caso sigue parado. Todo sigue parado, pero yo tengo Fe que
el Señor está escuchando mis oraciones y pronto va a suceder “el milagro”, para
sorpresa de muchos y su glorificación.
Hoy cumplió
Radio Paz 10 años de fundada y tuve grandes deseos de ir a la misa de
celebración o acción de gracias, pero ya no pude ir.
Jueves
9 de febrero de 2006
Josué
10, 6-11
Jeremías
9, 22-23
Me levanté
pidiéndole al Señor que me dé fortaleza y me dé una luz de qué esperar, pues el
tiempo pasa y pasa y nada sucede. ¡Señor, quítame este dolor! Me contestó: 6 Los gabaonitas mandaron a decir a Josué al campamento de
Guilgal: «No nos dejes solos, sino que ven hasta nosotros y ayúdanos, pues
todos los reyes amorreos que habitan en la montaña se unieron en contra
nuestra.» 8 Entonces Yavé dijo a Josué: «No los temas, porque los he
puesto en tus manos y ninguno de ellos te podrá resistir.» 9 Josué
subió de Guilgal, caminó toda la noche y cayó por sorpresa sobre los amorreos. 10
Yavé los derrotó. Los israelitas reportaron una gran victoria en Gabaón y los
persiguieron por la subida de Betorón hasta llegar a Azecá y Maquedá. 11
Mientras huían Yavé hizo caer piedras desde el cielo sobre ellos hasta Azecá,
matándolos. Y fueron más los que perecieron por la granizada que los muertos
por la espada de los israelitas. 22
Así dice Yavé: «Que no se alabe el sabio por su sabiduría, ni el valiente por
su valentía, ni el rico por su riqueza. 23 Quien quiera alabarse,
que busque su alabanza en esto: en tener inteligencia y conocerme. Yo soy Yavé
y mi obrar en la tierra no es más que bondad, rectitud y justicia. Estas son
las cosas que me gustan, palabra de Yavé.
Nos reunimos
con Alex al mediodía y me contó que él ya había puesto todo en manos del Señor,
aceptando su voluntad. Le leí la
Palabra del lunes y la de ahora. La
reunión volvió a ser positiva, después de mucho tiempo. ¡Gloria a Dios! Fuimos
a la Asamblea de Encuentros y por alguna razón no nos llaman para ningún
servicio, lo cual me tiene triste, pues quisiera servir al Señor de alguna
manera; pero se ve que El no quiere premiarnos en ese sentido y quiere que
esperemos.
Viernes
10 de febrero de 2006
Salmo
9
Me levanté
pidiéndole al Señor que me dé fortaleza y Esperanza. Me contestó: 2 Que mi alma alabe al
Señor y proclame todas sus maravillas… 3 En ti me alegraré y me
regocijaré y cantaré a tu Nombre, oh Altísimo. 4 Porque mis
enemigos, retroceden, tropiezan y perecen ante ti. 5 Te has sentado
en tu trono cual juez justo y has reinvindicado mi causa y mis derechos. 6
Has abatido a las naciones, has hecho perecer a los malvados y has borrado su
nombre para siempre. 11 Que en ti confíen los que veneran tu nombre,
porque no abandonas, Señor, a los que te buscan. 14 Ten compasión de
mí, Señor, mira cómo me afligen los que me odian. Sácame de las puertas de la
muerte, 15 para que proclame tus maravillas, en las puertas de la
hija de Sión, feliz y agradecido por tu salvación. 19 Porque no será
olvidado el pobre para siempre, ni será en vano la esperanza del humilde. 21
Infúndeles terror, oh Señor, que sepan los paganos que sólo son hombres. Además, el Espíritu Santo me
llevó a leer lo que escribí el 2 de enero de este mismo año (2006) y hoy sí
comprendí lo que me quiso decir en aquel día y la profecía del sueño. ¡Gloria a
Dios! ¡Bendito seas Señor, por ser tan bueno! ¡No me dejes!
Tengo ya meses
de estar estudiando a fondo los Salmos, buscando cuál podría o más bien el
Señor ha escogido para que fuera mi favorito y hoy sentí que el Señor me había
escogido el de hoy. Resume todo lo que he pasado, lo que he sentido y lo que
espero. ¡Espera en el Señor!
Sábado 11 y domingo
12 de febrero de 2006
Me levanté a
preparar el programa y tuve poco tiempo, pues tenía que ir al Banco y recoger
la letra de una canción, para preparar la tarjeta y compromiso de acción que
les íbamos a llevar a los Pérez,
que mañana se van de viaje a Disney. El programa quedó muy bonito, podía sentir al Espíritu Santo
y recibimos nuestra cuarta llamada, de una señora que necesitaba que la
escucharan. Gloria a Dios, que
pudimos darle o más bien ayudar a que El Señor la consolara.
Por la noche
fuimos a cenar con Ariana y Luigi y los consuegros, para celebrarle el cumpleaños
a Ariana. Vimos la primera foto de
nuestro nieto o nieta. Bendito sea
Dios, por tantas bendiciones, pasamos muy contentos.
Antes de eso
fuimos a misa con Rober a San Benito y El Señor me concedió la bendición de
poder cantarle a la Virgen de Lourdes, con el coro de Sylvia Regina. El Espíritu Santo obró en mí para que
todo saliera bien, pues yo no había ensayado nada, pero gracias a Dios salió
bien.
El domingo
fuimos a El Flor y por la noche fuimos a cenar donde Ariana y Luigi. Gracias Señor, por todas tus
bendiciones. No pude orar durante
todo el fin de semana, pero sí resé el Rosario, casi todo el tiempo, para no
separarme de El Señor y no dejar de pensar en El. Terminé el libro de “Figuras
de la Virgen en el Antiguo Testamento”. Cada vez, el Espíritu Santo me va haciendo enamorarme más y
más de la Virgen Santísima.
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