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Canonización de Monseñor Romero

domingo, 23 de septiembre de 2012

VASO DE LECHE, DESAYUNO COMPLETO O MAS EMPLEOS


A pesar que la campaña presidencial, legalmente, no puede iniciar sino hasta dentro de más de un año, los dos partidos principales ya le han dado el banderillazo de salida.  A ambos candidatos, olvidándose que todavía son funcionarios públicos, se les puede ver con chalecos de campaña y haciendo propaganda electoral; en abierta contradicción a sus obligaciones y la ley.  Mientras tanto, el Tribunal Supremo Electoral no hace nada al respecto, confirmando el deterioro institucional en que hemos caído y donde pareciera que lo único que controla el “orden” legal, es solo aquello en que los dos partidos políticos mayoritarios se puedan poner de acuerdo.   

El tema inicial de la campaña se ha centrado en que si el próximo gobierno debe continuar proporcionando el “vaso de leche” a los niños escolares o si en lugar de eso se les debe incrementar a un “desayuno completo”.  Las dos propuestas vienen de, uno u otro, de los candidatos actuales y la población permanece expectante, pues lo que sí es evidente es que, para la mayoría de salvadoreños, este es un hecho importantísimo; pues la triste realidad es que gran parte no tiene empleo y si lo tiene, este no le genera los suficientes ingresos como para poder dar un desayuno adecuado a sus propios hijos.

Luego, la respuesta ante el debate planteado aparenta ser sencilla y se debe votar por el candidato que ofrece el “desayuno completo”, pues simplemente no hay ninguna razón del porqué un niño se vaya a la escuela sin haber recibido su  desayuno y en esto, todos debemos ser solidarios y aceptar las propuestas necesarias para que esto no siga ocurriendo.  Sin embargo, a estas alturas de nuestra madurez democrática, los salvadoreños ya hemos demostrado que lo se espera de una campaña presidencial son argumentos y debates mucho más estructurados que este.

Para el caso, es indudable que los niños deben ir “desayunados” a la escuela y que no solo deben recibir el desayuno en los días de clase, sino “todos los días del año”.  Lo que debe abrirse a discusión es si el desayuno lo debe proporcionar el gobierno o los padres de familia y la respuesta correcta es que bajo todas luces deben ser los padres de familia, puesto que esto no solo coloca el “orden” de las responsabilidades sociales donde debe estar, sino que es la forma menos costosa; puesto que para que el gobierno proporcione desayuno a todos los escolares, además del costo del desayuno se incurre en los costos adicionales de repartir y controlar los mismos; además de los malos manejos que un proceso como este puede conllevar y que afectan a toda la sociedad.

Pero, el verdadero problema es que, todos conocemos que la triste realidad es que la mayoría de padres de familia no cuenta con los suficientes ingresos como para proporcionar el desayuno completo a sus hijos.  Es a esta realidad a la que los candidatos a presidente debieran de estarse dirigiendo o sea: ¿cómo van a hacer para que los ingresos familiares de los salvadoreños se incremente? y esto le permita a cada familia obtener el poder adquisitivo para dar el desayuno adecuado a sus hijos.  Esto es la tarea del actual y futuros gobiernos y la respuesta solo puede estar en comprender que, en la medida en que nuestros funcionarios sigan irrespetando el “orden” institucional, a su propia conveniencia, como ha ocurrido hasta ahora; en esa misma medida no se van a generar la calidad de empleos que se necesitan para que los padres de familia tengan los suficientes ingresos como para proveer la alimentación adecuada a sus hijos.

Más y mejores empleos es lo que urge nuestro país.  Es este el tema que más preocupa a toda la población y este es el tema principal que se debiera estar discutiendo entre los actuales candidatos.  

Los salvadoreños permanecemos expectantes, sabiendo que lo que se quiere no son regalos de parte del gobierno, sino la oportunidad de tener un empleo digno y permanente y comprendiendo que esto sí es responsabilidad del gobierno, pues es quien tiene que procurar las condiciones necesarias para que las empresas privadas inviertan, generando los empleos de calidad necesarios y lo cual comienza por el respeto al “orden” legal; que ya los mismos candidatos parecen estar olvidando.

Es como dice la tan conocida frase célebre y que debe interpretarse con el corazón en la mano: “No regales un pez, sino enseña a pescar.”

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