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Canonización de Monseñor Romero

domingo, 2 de septiembre de 2012

Cronología de un Milagro - Diciembre 2005-I


Lunes 5 de diciembre de 2005

1 macabeos 10, 19-20
Juan 5, 5-14

Me levanté y clamé al Señor que me diera una esperanza, pues siento mi alma desquebrajada.  Me dijo:  19 Hemos oído de ti que eres un hombre valiente y muy digno de ser amigo nuestro. 20 Por eso, hoy te nombramos Sumo Sacerdote de la nación y te concedemos el título de Amigo del Rey (y le mandó un vestido de rojo púrpura y una corona de oro). Así, te invitamos a cuidar nuestros intereses y guardarnos tu amistad.  Después de este alegrón de Esperanza, me habló Guadalupe que en la oficina estaba un exaccionista con un abogado y dos policías, que llegaban a poner un interventor.  Yo no pude ir a la oficina.  El problema se arregló al mediodía, pero yo me quedé desconsolado, pues por un lado el Señor me confirma que ya vamos a salir de problemas y que mi misión es promover Su Palabra, pero por el otro lado me llega otro susto más. ¡Señor, dame fortaleza e incrementa mi Fe!
Me reuní con Guayo y la reunión fue positiva y me gustó que ya su proyecto de “Tempate” va caminando.  Esto es obra del Señor – ¡Gloria a Dios!  Por la noche, aún desconsolado como se sentía, el Señor me concedió poderle ayudar a Roberto Adriano en su proyecto para construir el “Partenón”.  Nos divertimos juntos un buen rato. ¡Gracias Señor!
Me vine a orar pidiendo el milagro, pues siento que todo mi cuerpo y mente ya no aguantan. No podría soportarlo, si no es por la Esperanza que me da el Señor.  Me dijo: 5 Había ahí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. 6 Jesús lo vio tendido y cuando se enteró del mucho tiempo que estaba ahí, le dijo: “¿Quieres sanar?” 7 El enfermo le contestó: “Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua… 8 Jesús le dijo: “Levántate, toma tu camilla y anda.” 9 Al instante el hombre quedó sano, tomó su camilla y empezó a caminar. 14 Más tarde, Jesús se encontró con él en el Templo y le dijo: “Ahora estas sano, pero no vuelvas a pecar, no sea que te suceda algo peor.

Martes 6 de diciembre de 2005

2 corintios 3, 12-18

12 ¡Qué esperanza tan grande! ¡Y que seguridad nos da! 17 El Señor es espíritu y donde está el Espíritu del Señor hay libertad. 18 … cada día… nos vamos transformando en imagen suya, pues El es el Señor del Espíritu. 
No pude orar por mucho tiempo, pues nos reunimos con el abogado y la reunión fue positiva. De Mark no recibimos nada y vino Sylvia Regina de Navojoa de ver a Sofía. Cuando veníamos del aeropuerto, la Discovery se volvió a calentar y paramos enfrente de un taller.  El Espíritu Santo nos ayudó a tomarlo con calma, pero mi tristeza aumentó; pero le daba gracias a Dios que Sylvia Regina había venido bien.
Al llegar a la casa le mandé un e-mail a Mark, preguntándole si había recibido el nuestro de la semana pasada y me contestó que “sí y que mañana nos lo iba a contestar”; pero no muy amigable.  Mi desesperanza aumentó.  Le clamé al Señor que aumente su misericordia para con todos los empleados, exaccionistas y familia y que hiciera que la respuesta de Mark, de mañana, sea positiva y esperanzadora.
Siento como que llevo una cruz enorme y si no fuera por el Señor no la podría llevar. Fuimos a misa y le di gracias al Señor porque había venido Sylvia Regina, sana y salva.
Por la noche, en mis oraciones, le pedí a la Virgen Santísima: “Corazón doloroso e inmaculado de María, ruega por nosotros”, “Madre nuestra, sálvanos…”  
Tuvimos una cena llena de alegría con Sylvia Regina, Camila y Rober. El Espíritu Santo estaba presente entre nosotros.

Miércoles 7 de diciembre de 2005

2 reyes 6, 16-23
Salmo 77

Me levanté a orar temeroso de enfrentar el día, pues no sé que va a contestar Mark.  Señor, incrementa mi Fe y le pedí que me consolara.  Me dijo:  16 … no temas, porque hay más gente con nosotros que con ellos” 17 Oró Eliseo y dijo: “Yavé, abre sus ojos para que vea.” Abrió Yavé los ojos del muchacho y vio el cerro lleno de caballos y carros de fuego en torno a Eliseo. 18 Los arameos bajaron hacia él y nuevamente Eliseo dirigió esta súplica a Yavé:  “Haz que no vean.” Yavé, pues, hizo que ya no vieran lo que estaban mirando, según se lo había pedido. 19 Eliseo les dijo: “No es éste el camino ni ésta la ciudad. Síganme y yo los llevaré donde el hombre que están buscando”. 19 Cuando entraron a Samaria, Eliseo dijo: “Yavé, abre sus ojos para que vean.” Abrió Yavé sus ojos y vieron que estaban dentro de Samaria. 21 Cuando el rey de Israel los vio, preguntó a Eliseo: «¿Debo matarlos, padre mío?» 22 El le respondió: “Si no matas a los que apresas con espada y con arco, ¿Cómo matarías a estos? Dales pan y agua y, luego, vuelvan a su Señor.” 23 Entonces el rey les sirvió una gran comida; comieron y bebieron. Luego los despidió para que volvieran donde su Señor. A partir de ese día las tropas de Aram no volvieron más a invadir los territorios de Israel. 
Llegué a la oficina y de pronto entró el e-mail de Mark.  Sentí que todo el cuerpo se me estremecía.  Le pedía al Señor que me diera fuerzas e incrementara mi Fe, para aceptar cualquier resultado que viniera.  Me costó varios minutos abrirlo.  Resé una oración de protección y pidiendo para que satanás se alejara y no influenciara lo que estaba pasando y el contenido del e-mail.  Al fin, lo pude abrir: El resultado era que Mark renunciaba del caso, sin ninguna explicación… sólo que “renunciaba”.  Le pedí al Señor que me ayudara para aceptar y comprender su decisión, pues más negativa para lo que estaba esperando, no podía ser.
Pasé todo el día deprimido, bien deprimido; como nunca me había sentido desde hace ya varios años.  Le preguntaba al Señor… ¿cómo puede esto convenirnos?  Pues mi Fe me dice que si debe ser “para mejor”, pero: “por favor, incrementa mi fe”, para que lo pueda entender.
Por la noche me vine a orar y el Señor me dijo:  3 Busqué al Señor en el momento de la prueba, de noche sin descansar hacia El tendí mi mano y mi alma se negó a ser consolada. 4 No me acuerdo de Dios sin que no gima, si medito, una duda acosa mi espíritu. 5 No me permite dormir, me turbo y me faltan las palabras. 6 Es que pienso en los días de otrora, en los tiempos antiguos… 8 ¿Nos rechazará Dios para siempre y no reabrirá el tiempo de sus favores? 9 ¿Ha clausurado su gracia para siempre y encerrado su palabra para el futuro? 10 ¿Se ha olvidado Dios de su compasión o la cólera ha cerrado sus entrañas? 12 Recuerdo las hazañas del Señor, recuerdo tus milagros de otros tiempos. 13 En tus obras medito, una a una y pienso en tus hazañas. 14 ¡Oh Dios, en tus obras todo es santo! ¿Qué dios es tan grande como nuestro Dios?

Jueves 8 de diciembre de 2005

Ageo 2, 6-23

Me sentía destrozado, clamé al Señor y me dijo:  6 Esto dice Yavé: “Dentro de muy poco tiempo sacudiré los cielos y la tierra, los mares y los continentes. 7 Sacudiré a todas las naciones y todos sus objetos preciosos vendrán a parar aquí, dice Yavé. 8 ¡A mí el oro! ¡A mí la plata!, dice Yavé de los Ejércitos. 9 La fama de este templo será mucho mayor que la del anterior y en este lugar yo entregaré la paz, dice Yavé de los Ejércitos. 18 Pongan, pues, atención desde hoy en adelante, desde este día veinticuatro del noveno mes en que se ha puesto la primera piedra del Santuario de Yavé. 19 Miren si todavía falta el trigo en el granero. Miren si la vid, la higuera, el ganado y el olivo no dan frutos. Pues en adelante los voy a bendecir. 23 En aquel día, lo asegura Yavé de los Ejércitos, te tomaré a ti, Zorobabel, hijo de Sealtiel, mi servidor, y serás para mí como un anillo con mis iniciales en mi dedo. Pues a ti te he elegido, dice Yavé de los Ejércitos.  Señor, dame fortaleza para aceptar y comprender tu voluntad; pues yo solo no puedo.  ¡Madre nuestra, sálvanos!  
Nos reunimos toda la mañana con el abogadoy hoy sí ya comprendió el caso y podemos iniciar una demanda local contra Nejapa Power.  Sin embargo, hablamos con Vidal y ellos nos aconsejaron que no debíamos iniciar nada, pues podemos caer en un problema de jurisdicción allá en los E.E.U.U. ¿Señor, qué hacemos? 
Por la tarde fuimos a misa y aprovechamos la “Indulgencia Plenaria” con Sylvia Regina y Rober, pues nos pudimos confesar y comulgar.  Después fuimos al cine todos juntos con Camila.  Gracias Señor por todas tus bendiciones.

Viernes 9 de diciembre de 2005

Filipenses 2, 1-13

¿Señor, qué quieres que haga? 1 ¿Puedo pedirles algo, en nombre de Cristo, hablarles del amor? ¿Han recibido el Espíritu y son capaces de compasión y ternura? 2 Entonces denme esta alegría: pónganse de acuerdo, estén unidos en el amor, con una misma alma y un mismo proyecto. 3 No hagan nada por rivalidad o vanagloria. Que cada uno tenga la humildad de creer que los otros son mejores que él mismo. 4 No busque nadie sus propios intereses, sino más bien, preocúpese cada uno por los demás. 5 Tengan unos con otros las mismas disposiciones que estuvieron en Cristo Jesús: 6 El siendo de condición divina, no se apegó a su igualdad con Dios, sino que se redujo a nada, 7 tomando la condición de servidor y se hizo semejante a los hombres. 9 Por eso Dios lo engrandeció y le dio el Nombre que está sobre todo nombre. 13 Pues Dios es el que produce en ustedes tanto el querer como el actuar para agradarle.  El día pasó y mi dolor continuó, pues no pasó nada.  Solo que en la tarde llegó el amigo abogado de Alex y todo lo referente a la demanda en El Salvador contra Nejapa Power va cayendo en su lugar.  Puedo distinguir la mano de Dios dirigiéndonos en ese camino.  
Después de misa fuimos a ver a mis papás y la reunión fue positiva.

Sábado 10 y Domingo 11 de diciembre de 2005

Juan 13

Me levanté a preparar el programa y no pude orar, pero podía sentir la presencia del Espíritu Santo en mí toda la mañana, iluminándome y en el programa.  Sin embargo, todavía sólo hemos recibido una llamada, en todos los programas y eso me confunde si le está sirviendo a alguien o no.  Por alguna razón el Señor no nos quiere dar a conocer si estamos realmente ayudando o no.  Confío en el Señor que así sea. 
Por la tarde vino el amigo abogado de Alex de nuevo y el caso sigue bien, a lo mejor por ahí es que se va a resolver.  Por la noche leí el libro de “30 Conferencia” del Padre Jorge Loring. Comprendí lo del origen del hombre y lo de la “imagen y semejanza”.  Comprendí que es el alma lo que Dios hizo su “imagen y semejanza” y que hizo al hombre de la materia y no necesariamente del barro.  Además lo de la “Indulgencia Plenaria”.  Que sirve para no ir al purgatorio o sacar un alma del mismo y que si nos confesamos cada 15 días o menos y comulgamos todos los días; cada día podemos sacar un alma del purgatorio o si rezamos un Rosario en comunidad o frente al Santísimo o oramos media hora frente al Santísimo o  meditamos La Biblia durante media hora y rezamos el Vía Crucis.
Bendito sea Dios que nos da esta bendición de poder ayudar a las almas del Purgatorio y que sin saberlo, ya hemos ayudado a varias con Sylvia Regina; cada vez que hemos rezado el Rosario juntos.  
A las tres y media de la madrugada, el Espíritu Santo me despertó y me dijo: 7 Jesús le contestó: “Tu no puedes comprender ahora lo que estoy haciendo. Lo comprenderás más tarde. 9 Entonces, Pedro le dijo: Señor, lávame no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza. 10 Jesús le dijo: “El que se ha bañado está completamente limpio y le basta lavarse los pies. Y ustedes están limpios, aunque no todos.” 31 Cuando Judas salió, Jesús dijo: “Ahora es glorificado el Hijo del Hombre y Dios es glorificado en El. 32 Por lo tanto, Dios lo va a introducir en su propia Gloria y lo glorificará muy pronto.
Por la noche fuimos a la serenata de la Virgen de Guadalupe.  Nos fuimos como a las 11:00 de la noche.  Hicimos una cola de una hora y 45 minutos para entrar a venerarla.  Le ofrecí esa caminata como penitencia y le decía: “Madre nuestra, sálvanos”.  Rezamos dos Rosarios en el camino y yo resé otro en silencio.  Al llegar al altar me postré ante ella y le dije: “Madre nuestra, sálvanos” y sentí que la nube del Espíritu Santo se posó sobre mí, para consolarme.  Se me salieron las lágrimas de tanta felicidad.

1 comentario:

  1. "Hace falta consagrar todos los esfuerzos para comprender la Palabra de Dios."

    San Hilario de Poitiers

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