Lunes 24 de
julio de 2006
Hoy me levanté
y no tuve mucho tiempo para orar. Estaba
ansioso de llegar a la oficina para ver si habían noticias de Vidal, pues
presentía que el Señor nos iba dar algún “regalo”. Pero este no llegó y con
John no pude hablar, pues no me corresponde mis llamadas desde la semana
pasada, ¿Hasta cuándo Señor, hasta cuándo?
Por la tarde
fui a la casa de mis papás. Desde que llegué sentí un ambiente negativo. Ahí estaban mis hermanas con sus hijos
y mis cuñados. Ninguno de mis
hermanos. Me sentí triste y le
pedí perdón al Señor por haber hecho eso y sentirme así.
Por la noche
fuimos a la reunión del grupo y el Espíritu Santo se derramó enormemente en
todas esas parejas que “andan como ovejas sin pastor”. Terminamos como a las 12:00 p.m. Le
dimos gracias a Dios por todas sus bendiciones.
Martes
25 de julio de 2006
Marcos
11, 22-24
Hoy me levanté
cansado y agobiado, pues la visita de ayer adonde mi mamá me estaba agobiando. Le pedí al Señor que me respondiera
cuándo es que nos iba a componer lo de Nejapa, para que la familia se vuelva a
unir y para que el Señor se glorifique en los empleados, que igualmente ya
tienen más de un año de estarle pidiendo que las cosas de compongan. Le pedí a la Virgen Santísima que
interceda por nosotros, pues ella más que nadie conoce nuestro dolor. Me contestó: 22 Jesús respondió: «Tengan fe en Dios» 23 Yo les
aseguro que el que diga a ese cerro: ¡Levántate de ahí y arrójate al mar!, si
no duda en su corazón y cree que sucederá como dice, se le concederá. 24
Por eso les digo: todo lo que pidan en la oración, crean que ya lo han recibido
y lo obtendrán.
Durante el día
no pasó nada, sólo esperar noticias de los abogados. No tengo nada que hacer. Por la tarde me llegó un e-mail de John diciendo que él
también estaba “esperando” noticias del Juez.
Me fui a misa y
después al Santísimo, implorando su misericordia. Me siento agotado y… abandonado – ¡SÁLVAME SEÑOR! He comenzado a comprender el rol de
intercesión de la Virgen Santísima, que consiste en que ella, no siendo
omnisciente, ni omnipotente, comprende mejor nuestras preocupaciones y conociendo
el Plan de Dios, puede pedir al Señor que resuelva nuestros problemas antes de
tiempo; ya que si ella se lo pide, el Señor no va a dejar de concederle la
petición, pues es su madre y en la cultura de los tiempos de Jesús, la reina
era la madre del rey y una petición de su madre era una orden para el rey.
Miércoles
26 de julio de 2006
Proverbios
4, 1-7
Desde el lunes
me he sentido triste. Señor, ¿Por
qué no se componen las cosas? ¿Por qué todo parece estar estancado, a pesar de
todas nuestras oraciones? Ya
terminamos otra Novena al Divino Niño Jesús y todo sigue igual. Madre mía, sálvanos. Le pedí al Señor que consolara mi dolor
y desesperanza. Me contestó: 1 Hijos míos, escuchen la enseñanza de un padre, estén atentos
para conocer la verdad. 2 Les doy un saber bueno, no rechacen mi
enseñanza. 3 Yo mismo fui un hijo dócil con mi padre, el hijo
regalón de mi mamá; 4 él me instruía entonces en estos términos:
«¡Recuerda bien mis palabras; sigue mis consejos y vivirás! 5 ¡Busca
la sabiduría! ¡Hazte inteligente! No olvides lo que te digo, no menosprecies
mis palabras. 6 Si no abandonas la sabiduría, ésta te protegerá;
ámala y velará por ti. 7 El principio de la sabiduría es correr tras
ella; ¡busca la inteligencia a cambio de todo lo que tienes!
Jueves
27 de julio de 2006
Pensamientos
de San agustín, pág. 166, num. 866
Me dijo: ¿Amas la
tierra? Te harás tierra. ¿Amas a Dios? Serás Dios.
Casi no hice
nada en la oficina y pasé todo el día preparando el programa del próximo
sábado. Lo grabamos a las 2:00
p.m., así que prácticamente no hice otra cosa en el día. Fuimos al Banco con
Rober, a sacar el dinero para el viaje. Por la noche, en la Asamblea, nos tocó la reflexión de la Palabra
y me sentí algo embrecado. El
Señor sabrá qué pasó. Quizás me quiso enseñar que no debería ser tan soberbio y
andar buscando impresionar, sino simplemente obedecer lo que el Espíritu Santo
me vaya comunicando. Fue una buena
lección de humildad.
Viernes 28 de Julio de 2006
Hoy
nos fuimos a Novojoa
No pude orar,
pues nos levantamos temprano para irnos a Navojoa. Gracias Señor, por concedernos este lujo de poder ir a ver a
Sofía y todos juntos con Camila y Rober. Es una bendición que el Señor nos está dando, pues yo no me
hubiera imaginado que hubiéramos podido ir hace unos pocos días y ya hoy… vamos
para allá.
En la mañana
recibí un e-mail de John, manifestándonos que el Juez había rechazado el caso
de W&S y entonces teníamos que volver a empezar en Nueva York ¿Hasta cuándo
Señor, hasta cuándo? Lo tomé bien
tranquilo, confiado en que si el Señor así lo quería, pues ni modo; siempre
será lo mejor y es señal que en Nueva York nos va a ir mejor.
Le mandé copia
a Alex y me gustó mucho que él también me contestó en los mismos términos,
aceptando con confianza la voluntad del Señor.
Durante el
viaje les dimos las cartas a Camila y Rober, que les habíamos escrito en el
Retiro. Gozamos un montón durante
el viaje todos juntos, yo le daba gracias a Dios por todas sus bendiciones. Llevábamos 10 valijas, pues aprovechamos
a llevarle a Sofía parte de los regalos de boda. Llegamos a Hermosillo a las 10:00 de la noche y ver a Sofía
con Poncho me dio un gusto enorme. Me sentí muy contento que íbamos a pasar más de una semana
todos juntos, ¡GRACIAS SEÑOR!
Dormimos en el
hotel “El Angel” – GRACIAS SEÑOR.
Sábado 29 y domingo
30 de julio de 2006
Me levanté a
orar un poco, frente a la piscina del hotel. Hacía un poco de calor, pero no mucho. Desayunamos todos juntos, felices y contentos.
Después nos fuimos a dar una
vuelta por Hermosillo y a Liverpool a comprar algunas cosas, nos dieron unos
tiquetes para una rifa de un Hummer. A ver si el Señor nos da algún regalito para Sofía. Luego nos venimos para Navojoa y pasamos
a conocer San Carlos y Guaymas. San
Carlos me gustó muchísimo.
Llegamos a la
casa de Sofía y me gustó mucho y me sentí muy orgulloso de ella; pues todo
refleja su personalidad ya asentada y contenta. Le di gracias al Señor por
haberla bendecido. Me da tristeza
tenerla lejos, pero viendo su casa y verla contenta con Poncho me llenó de
mucha confianza y alegría que el Señor está con ella. Nos acostamos temprano, pues estábamos
muertos de cansancio y ya no oramos. Fue primer día, en mucho tiempo, que no oramos antes de
dormirnos, pero le pedimos perdón al Señor, pues estábamos bien cansados.
El domingo nos
levantamos a misa y después fuimos a Las Bocas, ahí llegaron los suegros de
Sofía y pasamos un día muy alegre y placentero. También llegó el tío Julián a saludarnos y pasarse un rato
con nosotros. El atardecer estuvo
lindísimo, ¡un regalo de Dios! ¡GRACIAS SEÑOR!
"Por la caridad habita en nosotros toda la Trinidad. Ves la Trinidad, si ves la caridad."
San Agustín - 867 y 868
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