Lunes
12 de junio de 2006
Job
19, 13-29
Santiago
5, 7-11
1
pedro 1, 1, 3-12
Me levanté a
orar, sin ganas. Soñé que alguien había
llegado a mi oficina para comprarnos Schwartz y yo de los nervios no me podía
poner ni la corbata, pues estaba bien triste. Le pedí al Señor, en mi oración, que me consolara, pues
estamos comenzando otra semana y nada pasa. Me contestó: 13 Ha apartado de mí mis
hermanos, y todos mis conocidos tratan de alejarse. 14 Ya no me ven
parientes ni familiares, me olvidaron los allegados a mi casa. 19
Todos mis íntimos tienen asco de mí, los que yo amaba se han vuelto contra mí. 21
Apiádense de mí, ustedes mis amigos. Que es la mano de Dios la que me hirió. 25
Bien sé yo que mi Defensor vive y que él hablará el último, de pie sobre la
tierra. 26 Yo me pondré de pie dentro de mi piel y en mi propia
carne veré a Dios. 27 Yo lo contemplaré, yo mismo. El es a quien
veré y no a otro: mi corazón desfallece esperándolo; 28 Ustedes que
tratan de condenarme y buscan pretextos contra mí, 29 teman que la
espada los hiera a ustedes mismos cuando la cólera de Dios castigue las culpas,
y sabrán entonces que hay al fin justicia.
Sylvia Regina
dio su testimonio en la reunión del Grupo. Al final, Vinicio sintió un gran deseo de dirigirnos una Palabra
y Sylvia Regina sintió inmediatamente que era para nosotros. Nos dijo: 7 Tengan paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. Miren
cómo el sembrador cosecha los preciosos productos de la tierra, que ha
aguardado desde las primeras lluvias hasta las tardías. 8 Sean
también ustedes pacientes y no se desanimen, porque la venida del Señor está
cerca. 3 Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús,
nuestro Señor, por su gran misericordia. Al resucitar a Cristo Jesús de entre
los muertos, nos dio una vida nueva y una esperanza viva. 4
Reservaba para ustedes la herencia celestial, ese tesoro que no perece ni se
echa a perder y que no se deshace en el tiempo. 5 Y los protege el
poder de Dios, por medio de la fe, con miras a la salvación que nos tiene
preparada para los últimos tiempos. 6 Por esto, estén alegres,
aunque por un tiempo tengan que ser afligidos con diversas pruebas. 7
Si el oro debe ser probado pasando por el fuego, y es sólo cosa pasajera, con
mayor razón su fe, que vale mucho más. Esta prueba les merecerá alabanza, honor
y gloria el día en que se manifieste Cristo Jesús. 8 Ustedes lo aman
sin haberlo visto; ahora creen en él sin verlo, y nadie sabría expresar su
alegría celestial 9 al tener ya ahora eso mismo que pretende la fe,
la salvación de sus almas. 10 Los profetas hablaron de ese favor que
ustedes iban a recibir y se preguntaron o quisieron saber más al respecto. 12
… al mismo tiempo que el Espíritu Santo les era enviado desde el cielo. Y les
fue revelado que todo esto sería, no para ellos, sino para ustedes.
Martes 13 de
junio de 2006
Salmo
37
Me levanté a
orar e inmediatamente el Señor me dijo: 1 No te acalores pensando en los malos ni envidies a los que
cometen maldad. 2 Muy pronto se marchitarán como la hierba, se
secarán como el verdor de los prados. 3 Confía en el Señor y haz el
bien, habita en tu tierra y come tranquilo. 4 Pon tu alegría en el
Señor, él te dará lo que ansió tu corazón. 5 Encomienda al Señor tus
empresas, confía en él que lo hará bien. 6 Hará brillar tus méritos
como la luz y tus derechos como el sol del mediodía. 7 Cállate ante
el Señor y espéralo; no te indignes por el aprovechador … 9 Pues los
malvados serán extirpados y tendrán la tierra los que esperan al Señor.
Por fin pude
hablar con Ron y Vidal y me dijeron que todo iba bien y que probablemente la
próxima semana me iban a mandar el borrador del nuevo Petition y que el juicio
estaba programado para el mes de noviembre. Lo oí bien optimista y no habían cambiado su posición, que
era lo que más me preocupaba; pues ya han estudiado el caso bastante. Me volvió a recalcar que el juez le
había manifestado que quería venir a San Salvador a conocer la planta. Me sentí más contento, confiado en el
Señor que toda esta espera es porque así lo ha dispuesto El y por tanto es para
mejor.
Hablé con Alex
y me dijo lo mismo, que había que confiar en los tiempos del Señor – ¡GLORIA A
DIOS!
Miércoles
14 de junio de 2006
Salmo
110, 1; 4
Salmo
111
Jeremías
31, 16
Me levanté
preocupado por todo el tiempo que falta hasta noviembre, pidiéndole al Señor
que me aumente mi Fe y mi Esperanza para tener más fortaleza en aceptar su
voluntad, pues me siento cansado y desconsolado. Me contestó: 1 Palabra del Señor a mi Señor «¡Siéntate a mi derecha y ve
cómo hago de tus enemigos la tarima de tus pies!» 4 Juró el Señor y no ha
de retractarse: «Tú eres para siempre sacerdote a la manera de Melquisedec». 1
¡Aleluya! Doy gracias al Señor de todo corazón en la reunión de los justos y en
la asamblea. 2 Grandiosas son las obras del Señor, las profundizan
los que en ellas se complacen. 3 Toda su obra es grandeza y
esplendor y su justicia dura para siempre. 10 El principio del saber
es temer al Señor, es sabio de verdad el que así vive, su alabanza perdura para
siempre.
Hoy soñé que
andaba en unas ruinas y me encontré con el Padre Trejos, que estaba sentado
solo, en un lugar abandonado, esperando para que alguien llegara a confesarse y
yo me puse a pensar que qué feliz era él, que podía estar a solas con el Señor,
sólo pensando en El y sirviéndole.
Pasé todo el
día con una gran sed de el Señor. Fuimos
a ver a Román, mi primo hermano y
el Señor nos indicó que mejor era él quien debía hacerle la operación a Sylvia
Regina, para quitarle el lunar de la nariz. Después nos fuimos a misa y al Santísimo. En el Santísimo había una señora
llorando y el Espíritu Santo le dijo a Sylvia Regina que le fuera a decir que
el Señor la quería mucho y le mandaba Su Paz. Ella le contestó: “yo ya la estaba esperando, yo sabía que
usted se iba a levantar a consolarme.” Por la noche me puse a orar, pues sentía deseos de estar con
el Señor, es cierto, siento un gran lamento porque nada nos camina, pero es
más mi lamento porque no puedo saciar mi deseo de estar con el Señor. ¿Qué me
sucede Señor? Me contestó: 16 Así dice Yavé: Deja de lamentarte y seca el llanto de tus
ojos, ya que tu prueba tendrá su recompensa, tus hijos volverán del país enemigo.
Jueves
15 de junio de 2006
Corintios
7, 3-16
Ayer hablé con
Alex y lo encontré bien deprimido, pues no le sale nada y más bien lo que sigue
teniendo son rechazos, negaciones, etc.
Le pedí una Palabra
para él, pues hoy nos vamos a reunir y me contestó: 3 No les estoy acusando; ya les dije que los llevamos en
nuestro corazón, para vivir unidos y morir juntos. 4Yo sé que puedo
contar con ustedes, y estoy realmente orgulloso de ustedes; esto me conforta y
me llena de alegría en todas estas amarguras. 6 Pero Dios, que
consuela a los humildes, me confortó con la llegada de Tito. 7 No
solamente porque ya lo tenía a mi lado, sino también porque ustedes le habían
dado una excelente acogida. Me comentó que ustedes me echaban de menos, que
lamentaban lo ocurrido y que estaban muy preocupados por mí, con lo cual me
alegré mucho. 8 Si les causé tristeza con mi carta, no lo siento. Y
si antes lo pude sentir, pues esa carta por un momento les causó pesar, 9
ahora me alegro, no por su tristeza, sino porque esa tristeza los llevó al
arrepentimiento. Esa tristeza venía de Dios, de manera que ningún mal les
sobrevino por causa nuestra. 10 La tristeza que viene de Dios lleva
al arrepentimiento y realiza una obra de salvación que no se perderá. Por el
contrario, la tristeza que inspira el mundo provoca muerte. 11
Aquella tristeza era según Dios, y miren lo que ha producido en ustedes: ¡qué
preocupación tan grande por mí y cuántas disculpas!, ¡qué indignación, temor,
exigencias, y qué deseo de desagraviarme y hacerme justicia! En todo han
demostrado que eran inocentes en este asunto. 13 Por eso me sentí
confortado. Además de este consuelo, me alegró mucho ver a Tito tan contento de
cómo ustedes lo tranquilizaron. 15 El ahora, al recordar la
obediencia de todos y el respeto lleno de humildad con que lo recibieron,
siente mucho más cariño por ustedes. 16 Me alegro, pues, de poder
confiar totalmente en ustedes.
En esta
Palabra, dirigida a Alex y a mí, hay que comprender que Tito es el Espíritu
Santo. Por la tarde fui a ver a mi papá y estuvimos un gran rato solos y él
sintiéndose mal. La reunión fue positiva.
Viernes
16 de junio de 2006
Deuteronomio
11, 26-32
El Señor, me
dijo: 26 Miren que en este día yo pongo
delante de ustedes la bendición y la maldición. 27 Bendición, si
obedecen los mandamientos de Yavé que yo les prescribo hoy; 28
maldición, si desobedecen dichos mandamientos y se desvían del camino que yo
ahora les muestro, para seguir a dioses extraños que no son suyos. 31
Ustedes ahora van a pasar el Jordán para tomar posesión de la tierra que Yavé
les da; ustedes la tomarán y se establecerán en ella. 32 Pero cuiden
de cumplir todas las leyes y preceptos que les propongo ahora.
Durante el día
no pasó mayor cosa. Me fui al
Santísimo a las 3:00 p.m. y oré bastante rato. Por la noche fuimos a la
graduación de Edwin Alejandro y me llamó la atención cómo el Director hizo
énfasis en que la mayor cualidad o valor que él esperaba que hubieran aprendido
es lo del amor al prójimo. Luego
me contó Edwin, que él director había sido sacerdote – ¡GLORIA A DIOS!
Sabado
17 y domingo 18 de junio de 2006
San
marcos 10, 14
Ezequiel
16, 59-63
Exodo
34, 6-7
Me levanté a
orar temprano. Antes de eso,
Sylvia Regina y Rober me habían levantado temprano para felicitarme por el Día
del Padre. Le di gracias a Dios por todas sus bendiciones, pues me sentí bendecido
por todos nuestras hijas e hijo y yernos. Más tarde me habló Ariana e igualmente me sentí bendecido,
luego me pasó a Luigi e igual, le daba gracias a Dios por todas sus
bendiciones.
Me puse a
preparar el programa con toda ilusión y me habló Arturo que no podía ir, así es
que el programa se suspendió. Almorzamos
donde mis papás y la reunión estuvo positiva. Llegó Alex, Lorena y se excusaron
Guayo y Carmen Elena … no sé porqué ¿Por qué será Señor que no nos quieres reunir?
Fuimos a misa
de 6:00 p.m. y después a cenar con Ariana y Luigi. Todo estuvo positivo y al regresar a la casa, tuvimos una
explosión de risa con Rober, la cual fue fruto del Espíritu Santo. Me puse a orar y el Señor me repitió o
hizo énfasis en la Palabra de ayer. Además me dijo o recalcó lo que me dijo el 16 de enero de
este año o sea como diciéndome: “Todo esto que ha estado ocurriendo desde inicios del año,
era para tu propio bien.” “Lo de Bob Hart, convenía” “ya ves que todo ha salido
bien y conforme a mi plan, para que todos se acerquen más a mí.” Luego me dijo: 14 Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan, porque
el Reino de Dios es de quienes son como ellos. Como diciéndome que todo era para que nos quitemos
nuestro orgullo y busquemos hacer siempre su voluntad. El domingo me dijo: 59 Esto dice Yavé: Me portaré contigo como tú lo hiciste
conmigo: rompiste la alianza sin pensar más en tu juramento. 60 Sin
embargo me acordaré de mi alianza contigo cuando eras joven y estableceré
contigo una alianza eterna. 61 Te acordarás entonces de tu conducta
y te avergonzarás de ella cuando recibas a tus hermanas, tanto a las mayores
como a las menores, cuando te las entregue como hijas, sin renegar en nada de
mi alianza contigo. 62 Porque mantendré mi alianza contigo y sabrás
que yo soy Yavé. 63 Entonces te acordarás, te sentirás llena de
vergüenza y no te atreverás a abrir la boca cuando te perdone todo lo que has
hecho, palabra de Yavé.» No
comprendí porqué me estaba como llamando la atención y me sentí triste, pues me
sentí como un niño, a quien el papá le ha llamado la atención, ¿Señor, que he
hecho? o ¿Qué más tengo que hacer? Me sentí culpable y triste. Después me dijo: 6 … Yavé, Yavé es un Dios misericordioso y clemente, tardo a
la cólera y rico en amor y en fidelidad. 7 El mantiene su
benevolencia por mil generaciones y soporta la falta y la rebeldía y el pecado,
pero nunca los deja sin castigo; pues por la falta de los padres pide cuentas a
sus hijos y nietos hasta la tercera y cuarta generación.
"Previene Dios al que no le busca, busca al que de El huye, llama al que le ofende y levanta al caído. Mira pues si se llamarán estas misericordias, bendiciones de dulzura."
San Juan de Avila
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