Lunes 31 de
julio de 2006
Oración
recibida en e-mail
Todavía nos
levantamos cansados y no pude orar. Nos pasamos toda la mañana mandando e-mails, tocando
guitarra, etc., etc., todos juntos. Me sentí bien contento y agradecido con el Señor, por darnos
este momento. Durante la mañana,
el Señor me dijo: Todo irá bien contigo, a partir de
ahora. Tú has sido destinado y lograrás todos tus objetivos. En los próximos
días se disiparán todas las agonías y llegará la victoria y prosperidad en
abundancia. Hoy día, Dios ha confirmado el fin de tus pesares y dolores.
Cuando leí este
mensaje pude sentir que era lo que el Espíritu Santo me quería decir. No pudimos ir a misa y por la tarde
fuimos todos a D’volada a tomar café y después a jugar boliche. Cenamos todos juntos. Fue un día bien familiar y me encantó. Le di gracias al Señor por sus
bendiciones.
Martes
1 de agosto de 2006
2
Corintios 3, 4
Me dijo: 4 Por eso nos sentimos seguros de Dios, gracias a Cristo. 5
¿Cómo podríamos atribuirnos algo a nosotros mismos? Nuestra capacidad nos viene
de Dios. 6 Incluso nos ha hecho encargados de una nueva alianza, que
ya no es cosa de escritos, sino del Espíritu. Porque lo escrito da muerte,
mientras que el Espíritu da vida.
Nos levantamos
algo tarde y fuimos a conocer Obregón con Rossana, la mamá de Poncho. Pasamos
muy contentos. Regresamos como a
las 8:00 de la noche. Cenamos todos juntos en casa de Sofía.
Miércoles 2 de
agosto de 2006
No pude orar,
pues nos levantamos ya tarde. Al
fin pudimos ir a misa a las 12:00 p.m., a la Iglesia del Sagrado Corazón. La iglesia está preciosa, pues le han
cambiado el piso y puesto aire acondicionado. Nos tocó el sacerdote que se ve que era su segundo o primer
día de dar misa; estuvo muy bonita.
Después nos
fuimos al Santísimo, por varios minutos. Terminé mi Rosario. Después fuimos a la tienda y compramos un Divino Niño para
Sofía y Poncho y me compré un libro de la vida de San José, que el Espíritu Santo
quiso que leyera. Quiere que me
vuelva especialista en San José, para que promueva su devoción. Almorzamos juntos en “Casa Blanca” y por
la tarde nos fuimos de shopping
y cenamos todos juntos en casa de Sofía.
Jueves
3 de agosto de 2006
1
Timoteo 5, 5
Me sentía
cansado y abandonado por el Señor, pues me siento que no sucede nada. Le pedí al Señor que me contestara
directamente, ¿por qué es que no quiere que las cosas se compongan del todo? Me contestó: 5 La verdadera viuda es la que se queda sola, habiendo puesto
en Dios su esperanza, y se dedica día y noche a la oración y a las súplicas. 6
En cambio, la que quiere pasarlo bien, aunque viva, está muerta. 7
Insiste en esto para que nadie pueda criticarlas.
Nos levantamos
y fuimos a ver la fábrica de yeso con Poncho y Rober. Después nos fuimos a almorzar a casa de
los Fernández, con todos sus hijos. Estando ahí, le daba gracias a Dios por la familia que le
había dado a Sofía; pues todos se miraban muy contentos y amorosos. Después, Sofía invitó a las tías y
primos a un cafecito en su casa y nosotros nos fuimos con Poncho papá a jugar
boliche. Me regaló su pelota, la
cual hizo que la ajustaran a mi mano; le agradecí mucho este gesto. Jugué algo mal, pues me tenía que
adaptar a la nueva bola, pero estoy seguro que voy a mejorar. La pasamos muy agradable.
Viernes
4 de agosto de 2006
Salmo
35, 1-3
El Señor me
dijo: 1 Ataca, Señor, a los que me atacan.
Combate a los que me combaten. 2 Ponte la armadura, toma el escudo,
y te levantas para venir a socorrerme. 3 Blandes la lanza y el hacha
contra mis perseguidores, y a mí me dices: «¡Yo soy tu salvación!»
Hoy pudimos ir,
de nuevo, a misa y almorzamos en La Antigua. Por la mañana, Sylvia Regina me dijo que el Espíritu Santo le
había dicho que debíamos rezar el Rosario juntos y ver el video de la Dra. Polo
juntos y me dijo que yo les dijera a todos.
Por la tarde
fuimos a conocer la casa de Mari, la hija de Marcelo, la cual está preciosa; parece de revista y luego fuimos a
cenar.
Sabado 5 de
agosto de 2006
Nos quedamos
todo el día en casa y ya en la tarde fuimos a jugar boliche. Poncho papá ya había terminado de jugar,
así es que jugamos con Sofía y con Rober. Después las niñas fueron a una fiesta.
Domingo 6 de
agosto de 2006
Nos levantamos
temprano para ir a la misa “express” (como le llama Sofía, pues es super corta) y
después fuimos a la presa y después a almorzar a Alamos en “La Hacienda de los
Santos”. Pasamos un día bien
agradable.
Al regresar, sugerí que viéramos el testimonio de la Dra. Polo, pero las niñas (Sofía y
Camila) no quisieron. Antes de
acostarme, resé mi último Rosario, pidiéndole a la Virgen que interceda para
que la armonía regrese a toda la familia.
"No basta que te reconozcas miserable, si todavía no confias en Dios."
San Juan de Avila
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