Lunes
15 de mayo de 2006
Juan
5, 5
Me levanté
cansado y devastado, sin querer ir a la oficina a encontrarme con lo mismo.
Siento que ya me estoy como “oxidando”. Le pedí al Señor su misericordia y que me hablara, para que
levante mi Esperanza y la de todos los empleados. Me dijo: 5 Había ahí un hombre
que hacía treinta y ocho que estaba enfermo. 6 Jesús lo vio tendido
y cuando se enteró del mucho tiempo que estaba ahí, le dijo: «¿Quieres sanar?» 7
El enfermo le contestó: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina
cuando se agita el agua y mientras yo trato de ir, ya se ha metido otro.» 8
Jesús le dijo: «Levántate, toma tu camilla y anda.» Comprendí
que todo se iba a arreglar, pero no cuando yo quisiera o dependiendo de lo que
yo hiciera, sino cuando fuera el momento oportuno, de acuerdo a Su voluntad y
para gloria de El – ¡Gloria a Dios! ¡Jesús, yo confío en Ti!
Durante el día
revisando más e-mails, por alguna razón me encontré uno que había escrito a
Vidal el 30 de septiembre de 2004, respecto a la salud de mi papá y cómo todo
este comportamiento de Nejapa Power estaba afectando a la familia y su salud. El Espíritu Santo me iluminó y se lo
mandé a Ron Franklin.
Por la noche
nos reunimos con el Grupo de Encuentros y el tema era de cómo leer y
reflexionar La Biblia y el Espíritu Santo se derramó sobre el grupo en
abundancia – ¡Gloria a Dios! Igual
sucedió en la oración de la empresa, que llegó a orar por primera vez uno de
los vigilantes y me impresionó su espiritualidad, lo cual fue un mensaje de
consuelo del Señor, para todos.
Martes
16 de mayo de 2006
Juan
11, 40
Me levanté a
orar, pidiéndole al Señor su misericordia, pues me siento cansado, agobiado y
“con mi armadura desgastada”… “Vengo a Ti”. Me dijo: 40 Jesús le respondió: «¿No te he dicho que si crees verás la
gloria de Dios?» Con esto me consoló, pero en la ofocina
no pasó nada. Pude hablar con
Vidal y me dijo que lo que estaban haciendo era estudiar el caso, para ver cómo
hacían para presentar los Consequential Damages, pues Nejapa Power se estaba
oponiendo. Me dijo que el problema
no era si los iban a presentar, sino que en qué Corte y cómo los iban a
presentar, lo cual me calmó bastante.
Jueves 18 de
mayo de 2006
No pude orar,
pues hoy nos íbamos a Panamá a la boda de la hija de Eduardo y Roxana y tuvimos que
correr toda la mañana para llegar a tiempo.
Me sentía en
paz y contento que el Señor nos había permitido ir, aunque todavía no sabía
cómo, pues no estamos en condiciones económicas de andar asistiendo a bodas en
otros países; pero el Señor nos fue facilitando todo y pude sentir la mano del
Espíritu Santo, que quería que fuéramos.
Llegamos a
Panamá y fuimos a cenar con los Vadía. Teníamos tiempos de no salir a cenar con alguien, con amigos
y me sentí muy contento y feliz de experimentar la amistad; que es algo que tenía
tiempos de no sentir. Le di
gracias a Dios por este día y todas sus bendiciones.
Viernes 19 de
mayo de 2006
Nos levantamos
despacio y sólo a tiempo para desayunar y después pasamos la tarde en el Centro
Comercial. Después nos fuimos a la boda y me impresionó la iglesia, pues era
preciosa. La boda fue todo alegría
y gozo y le daba gracias a Dios por habernos concedido poder asistir.
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