Lunes
25 de diciembre de 2006
Salmo
4
2 Crónicas 15, 7-8; 12
Nos levantamos
a abrir los regalos y yo seguía triste, más triste, pues me doy cuenta que ya
los ingresos que estábamos recibiendo no nos iban a llegar y ya no teníamos
ingresos con qué contar en el futuro. Ya no tenemos ni para los gastos del mes de enero. Sólo nos queda Dios, nuestra esperanza
en El. Después de abrir los regalos, me vine a orar a pedirle fortaleza y que
incremente mi Esperanza. Me
contestó: 2 ¡Cuando llamo,
respóndeme, Dios mi defensor! En la angustia tú me has dado sosiego: ten
compasión de mí y escucha mi oración. 3 ¿Hasta cuándo, señores, no
querrán entender? ¿Por qué aman la falsedad y buscan la mentira? 4 Sepan que por mí
maravillas hace el Señor, tan pronto como lo llamo, él me escucha. 5
Si tienen rabia, no se arriesguen, guárdenlo para ustedes, en la cama, y
quédense luego callados. 6 Según la ley ofrezcan sacrificios y
pongan su confianza en el Señor. 7 Muchos dicen: «¿Quién nos hará
ver la dicha? ¡Muéstranos, Señor, tu rostro alegre!» 8 Que rebosen
de trigo y vino, más alegría das tú a mi corazón. 9 En paz me
acuesto y en seguida me duermo, pues tú sólo, Señor, me das seguridad.
Sylvia Regina
vino después y me dijo: “Aquí le manda a decir el Señor”: 7 Entre tanto, ustedes tengan ánimo y no desmayen, esfuércense
y que no se debiliten los brazos; puesto que recibirán la recompensa de sus
obras. 8 Al oír Asá estas palabras y esta profecía cobró ánimo e
hizo desaparecer los ídolos abominables de todo el país de Judá y Benjamín y de
las ciudades que había conquistado en los cerros de Efraím, y restauró el altar
de Yavé que estaba delante de la Casa. 12 Acordaron buscar a Yavé,
el Dios de sus padres, con todo su corazón y toda su alma: en esto consiste la
Alianza.
Martes
26 de diciembre de 2006
1 Pedro 5, 10-11
Me dijo: 10 Tras un breve
padecer, el Dios de toda la gracia, que os ha llamado a su eterna gloria en
Cristo Jesús, él mismo os restablecerá, os afianzará, os robustecerá. 11
A él la gloria y el poder, por los siglos de los siglos, Amén 12 He
recurrido a Silvano, nuestro hermano, para escribirles estas breves líneas,
pues lo considero digno de toda confianza. Quise animarlos y recalcar que esto
es gracia de Dios: estén firmes.
Nos reunimos
con Alex y el abogado, pero no hubo mayor novedad. Sin embargo, me llamó la atención y le doy Gloria a Dios,
cómo ya podemos hablar con Alex y discutir o intercambiar ideas, pero en forma
positiva, como en equipo; aunque la situación es crítica, bajo todo sentido
humano. Quedamos en contestar a
Vidal, distanciándonos un poco de él, para poder diseñar una estrategia local.
Por la tarde
fui a misa y al Santísimo, a pedirle al Señor su misericordia. No comprendo
nada, pero sé que El me ama y nos va a sacar adelante; él sabe cómo… yo no.
Miércoles
27 de diciembre de 2006
Apocalipsis
21, 5-7
2 Samuel 7, 9-16
Me levanté a
orar, pidiéndole al Señor su misericordia. Me dijo: 5 Y el que estaba
sentado en el trono dijo: «Ahora todo lo hago nuevo». Luego me dijo: «Escribe,
que estas palabras son ciertas y verdaderas.» 6 Y añadió: «Ya está hecho. Yo soy el Alfa y la
Omega, el Principio y el Fin. Al que tenga sed yo le daré de beber
gratuitamente del manantial del agua de la vida. 7 Esa será la
herencia del vencedor: Yo seré Dios para
él y él será hijo para mí. 7, 9 He estado contigo en
todas partes y he destruido ante ti a todos tus enemigos. Pero ahora voy a
hacer que tu nombre sea famoso entre los grandes de la tierra. 10 Yo
fijaré un lugar para mi pueblo, Israel; allí lo plantaré y allí quedará. Ya no
lo molestarán ni lo seguirán oprimiendo sus enemigos como antes. 11
Desde el día en que constituí jueces sobre mi pueblo, a ti te he concedido la
paz con todos tus enemigos y ahora te prometo construirte una casa.» 12
Así dice Yavé: «Cuando se hayan acabado tus días y vayas a descansar con tus
padres, yo pondré en el trono a tu hijo, fruto de tus entrañas, y afirmaré su
poder. 13 El me construirá una casa y yo afirmaré su poder para
siempre. 14 Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Si
hace el mal, yo lo corregiré y le pegaré como se hace con los niños, pero lo
seguiré queriendo. 15 No lo trataré como a Saúl, a quien eliminé
delante de ti. 16 Tu descendencia y tu reino estarán presentes ante
mí. Tu trono estará firme hasta la eternidad.
Jueves
28 de diciembre de 2006
Hoy no pude
orar, pues me levanté tarde, quería no pensar en nada, pues nada se compone. Le
conté a Sylvia Regina que ya no íbamos a tener ingresos y la pobre se preocupó
bastante. A mí me dolió mucho
verla desesperada y con razón, para mí es más fácil, pues mi Esperanza es en el
Señor. No sé cómo, ni qué es lo
que me da seguridad, pero sé que El
nos va a responder.
Pasé toda la
tarde respondiendo el e-mail de Ron.
No alcanzo a comprender, en términos humanos, su comportamiento y
desprecio hacia nosotros. Veo
evidente la mano de Dios, para que todo se vuelva caos y Su milagro sea
sacarnos adelante, para que Su Gloria y Poder sea evidente. ¡JESUS, YO CONFÍO EN TI!
Terminé y
aunque no terminé en realidad, como a las 12:00 p.m. revisé a ver si habíamos
recibido contestación de Vidal y no había nada.
¡SEÑOR,
SÁLVANOS! Lo que más me duele es ver triste y preocupada a Sylvia Regina y yo
no poderla consolar.
Viernes
29 de diciembre de 2006
Pensamientos de San
agustín
Baruc
3, 1-8
Me levanté a
orar, pidiéndole al Señor que nos haga el milagro ya, que me quite este dolor
tan inmenso. Me contestó: 987 Por eso la oración de
los santos es como desechada con dar plazos a tan gran beneficio y con
tribulaciones y adversidades, para que, como el fuego, con repetidos soplos se
inflame con más ardor. 989 ¿Deseas ser escuchado? Sé pobre,
clame en ti el dolor, no el fastidio. 3,
1 Señor todopoderoso, Dios de Israel, un alma angustiada, un
espíritu turbado es quien te clama. 2 Señor, escucha y apiádate,
porque hemos pecado contra ti. 3 Tú reinas eternamente y nosotros
perecemos para siempre, Señor todopoderoso. 4 Dios de Israel,
escucha, pues, la súplica de los muertos de Israel. Somos los hijos de los que
pecaron en contra de ti y no escucharon la voz del Señor, su Dios; de ahí las
calamidades que se nos han apegado. 5 No te acuerdes de las
injusticias de nuestros padres, sino acuérdate en esta hora de tu poder y de tu
Nombre. 6 Sí, tú eres el Señor, nuestro Dios, y nosotros queremos
alabarte, Señor. 7 Por eso, pusiste en nuestros corazones tu temor
para que invoquemos tu Nombre. Queremos alabarte en nuestro destierro, ya que
hemos alejado de nuestro corazón toda la malicia de nuestros padres que pecaron
delante de ti. 8 Aquí estamos, todavía hoy, en este destierro en que
nos dispersaste para ser despreciados, maldecidos y condenados, después de
todas las faltas de nuestros padres que se alejaron del Señor Dios
nuestro. Hoy nos fuimos al
Flor, iba contento, pidiéndole al Señor su misericordia y que nos dé paz,
seguro que El nos va a sacar adelante y agradeciéndole que tenemos ese lugar
adonde ir a pasar el Año Nuevo en familia.
Sábado
30 y domingo 31 de diciembre de 2006
Apocalipsis
18, 2
Me levanté a
leer el libro de María Valtorta, sobre la Virgen. El Señor me va encaminando en la belleza de comprender el
misterio de su Madre, la Virgen Santísima. Me encanta, para conocerlo más a El, su amor hacia los
hombres. Se me acercó Antonietta y
después vino Sylvia Regina, oramos juntos. Le leí a Antonietta la Palabra de ayer y ella nos dijo que
leyéramos el Salmo
70: Dígnate, oh Dios, librarme; apresúrate, Señor, en socorrerme.
3 Queden avergonzados y humillados los que buscan mi muerte. Que
retrocedan, confundidos, los que se alegran con mi desgracia. 4 Que
se escondan de vergüenza los que dicen: «¡Esta vez lo pillamos!» 5
Pero que en ti se alegren y regocijen todos los que te buscan; y los que
esperan tu salvación repetirán: «¡El Señor ha sido grande!» 6 Tú ves
cuán pobre soy y desdichado, oh Dios, ven a salvarme. ¡Tú eres mi socorro, mi
liberador, Señor, no tardes más!
Me levanté el
domingo a orar y el Señor me dijo:
2
¡Cayó, cayó la Gran Babilonia! Se ha convertido en guarida de demonios, en
refugio de espíritus inmundos, en nido de aves impuras y asquerosas; 3
porque con el vino de su prostitución se han emborrachado todas las
naciones.
Al mediodía nos
fuimos a misa y yo le suplicaba al Señor que me dé paz y fortaleza. Al momento de comulgar, en la meditación
después, sentí su Palabra y me dijo: Todo lo que me sucede es porque Dios así
lo quiere, y si Dios así lo quiere, por muy mal que me parezca, siempre será lo
mejor. Me sentí mejor, pues
comprendí que todo esto que está pasando con los abogados, es para mejor.
"El Señor es paciente y rico en misericordia. En su providencia, también puede sacar provecho de nuestras faltas, si las ponemos delante del altar."
Santa Teresa de la Cruz
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