Lunes 15 de agosto de 2005
Hoy me levanté temprano y no pude orar, pues
tenía el citatorio para el juicio del amigo que me ha demandado penalmente a las
8:00 a.m. Me fui confiado en el
Señor que El me iba a hacer el milagro y todo se iba a atrasar y ¡así fue! Los abogados no llevaron el original de
una prueba y por eso el Juez atrasó la audiencia pública para el 8 y 23 de
septiembre, por lo que nos da tiempo para que el juicio de Nejapa Power se
resuelva. Después nos fuimos para
Houston, sentía la compañía del Señor en todo el vuelo. Llegamos a las 12:00 de la noche. Le di gracias al Señor por darnos su paz
y estar con nosotros.
Martes 16 de agosto de 2005
Nos levantamos temprano y tampoco pude orar ni
ir a misa, pues tuvimos que ir a la oficina de Vidal y después a reunirnos con
el Juez Paul Fergusson, que va a ser el Mediador el sábado. La reunión fue bien positiva y podía
sentir la bendición del Señor en todo lo que estaba pasando con todo el
proceso. El Juez Fergusson es un
hombre de Dios, pues es profesor de Biblia y parece que hicimos una buena
relación. Después nos fuimos donde
Vidal y allí estaba John Houghtaling.
La reunión nos hizo pensar que tenemos muy pocas probabilidades de
lograr un acuerdo en la mediación; lo cual nos deprimió más de lo que
estábamos. Antonietta me dijo que
le consultara al Señor, específicamente, qué es lo que iba a pasar y qué
debíamos esperar en la mediación y yo le contesté que yo nunca le consultaba
cosas específicas, sino más bien esperaba a ver que es lo que El me quería
decir; pero ella me insistió que le preguntara específicamente.
Miércoles 17 de agosto de 2005
Apocalipsis 2, 17-19
Nos levantamos temprano y de nuevo, no pude
orar ni ir a misa, pues fuimos a Angleton para conocer la Corte y el pueblo y
asistir al juicio de Vioxx, para formarnos una idea de lo que Mark estaba
haciendo y tal vez conocer al juez. Nos atendió John Gilbert y conocimos a su esposa y uno de sus
hijos, todos encantadores y católicos, pues tenían una imagen de San Francisco
en su casa. Hasta conocimos al suegro de John Gilbert, que trabaja en la Corte
con otro de los jueces. Además,
conocimos al Juez Hardin en un momento de receso del juicio. Me contó que había
ido a El Salvador a pescar en el 98 ó 99.
Vimos a Mark exponer su última parte del caso. Le di gracias al Señor por habernos llevado ahí, pues comprendí
que valió la pena haber ido.
Viniendo de regreso recibí una llamada de
Vidal, para informarme que el Juez había dicho que al hearing de mañana sólo
fueran los abogados de Brazoria, pues no eran necesarios los “opening
statements”. Todos nos sentimos frustrados, pues esto nos confirmaba que por
alguna razón el juicio se está atrazando.
Al final se lo dejamos todo en las manos del Señor y lo aceptamos como
que “si esto es lo que El quiere, por muy mal que nos parezca, siempre será lo
mejor”.
Por la noche, en mis oraciones, me acordé de lo
que me había dicho Antonietta y sí le pregunté específicamente: “¿Señor, qué
debemos de esperar en el Mediation?” Me contestó: 17 Al verlo caí como muerto a sus pies; pero me tocó con la
mano derecha y me dijo: «No temas
nada, soy yo, el Primero y el Ultimo. 18 Yo Soy el que vive; estuve
muerto y de nuevo Soy el que vive por los siglos de los siglos y tengo en mi
mano las llaves de la muerte y del infierno. 19 Escribe pues, lo que
has visto, todo lo presente como lo que debe suceder después. Me sentí confiado, pues El está
con nosotros y si El está con nosotros ¿quien contra nosotros? Todo va a salir bien.
Jueves 18 de agosto de 2005
Salmo 55
Me levanté a orar agradecido con el Señor por
haberme hablado ayer tan específicamente y sentirlo vivo, a la par mía, velando
por nosotros; siendo nuestro protector y amigo fiel. El único Amigo de verdad. Me dijo: 17 Pero yo clamo a Dios
y el Señor me salvará. 18 Por la tarde, en la mañana y al mediodía
suben a El mi lamento y mi gemido y Dios escuchará mi voz. 19 Me dio
la paz librándome de ellos, por muchos que fueron mis perseguidores. 20
Escucha Dios y derrótalos, el que reina desde siempre, porque ellos no se
arrepienten ni temen a Dios. 21 Todos ellos extienden sus manos
contra familiares y quebrantan sus alianzas. 22 Su cara es más
blanda manteca, pero en su corazón hierve la guerra; sus palabras, más suaves
que el aceite, son en verdad espadas desenvainadas. 23 Arroja en el
Señor toda tu carga, porque El te sostendrá, El no consentirá que se derrote al
justo para siempre. 24 Tú, oh Dios, los harás bajar a la tumba. Los
hombres sanguinarios y embusteros no llegaron a la mitad de su vida; pero yo
Señor, confío en Ti. No
hicimos nada todo el día, más que esperar y salir de compras.
Viernes 19 de agosto de 2005
Pasamos todo el día preparando el Mediation de
mañana en al oficina de Vidal. Creímos que íbamos a prepararlo en una mañana,
pero en verdad nos tomó todo el día y nuestro análisis del caso le gustó mucho
a Vidal; sin embargo, ninguno de los otros abogados estuvo ahí. Me pareció raro.
Por la noche fuimos a cenar con Debbie y
Vidal. Nos acostamos temprano, después
de orar, pidiéndole al Señor su sabiduría, inteligencia y fortaleza, para
aceptar su voluntad.
Sábado 20 y domingo 21 de agosto de 2005
Mateo 9, 9; 9, 22
Nos levantamos temprano y quisimos pasar por la
iglesia de St. Ann, para visitar El Santísimo y el Señor nos regaló que hubiera
misa en ese momento y pudimos comulgar.
Al final de misa me acerqué al Santísimo, con la Virgen a mi izquierda y
San José a mi derecha y en cuanto me hinqué, el Espíritu Santo se derramó sobre
mí y podía sentir su amor cubriéndome; me puse a llorar como un niño. Después supe porqué el Señor me consoló
de esa manera.
Nos fuimos a la Mediación, duró hasta las 10:00
de la noche y fue lo más frustrante que he sentido en mi vida, pues podía
sentir como que un tren nos había golpeado y yo no podía hacer nada. Me recordó de La Torre de Babel, donde
todos hablaban y nadie se entendía.
Le preguntaba al Señor: ¿Qué pasa Señor? ¡Sálvanos! El nos protegió pues no dejó que aceptáramos
la propuesta hecha por Nejapa Power, sin saber exactamente porqué; pues después analizándola más despacio nos dimos cuenta que era otra trampa y el valor real de haberla aceptado era negativo o sea que hubiera sido más perjudicial aceptarla.
El domingo Fuimos a misa de 6:00 p.m. en St.
Michael y me sentía destrozado, lejos del Señor. Implorando su misericordia, pero confiando en El. Tenía
tiempos de no sentirme así. Le dije: ¡Señor, sálvame!
"No llega antes el que va más rápido, sino el que sabe a dónde va."
ResponderEliminarSéneca