Lunes 4 de julio de 2005
Salmo 55, 2-24
Marcos 9, 33-41
Hoy tuvimos una “Sesión de Discernimiento”
Me levanté pidiéndole al Señor que
me iluminara para saber qué hacer con el caso de mi amigo proveedor de los
almacenes, que me ha demandado legalmente y me amenaza con llevarme a la
cárcel, por una deuda pendiente del almacén. ¿como abordarlo? Me dijo: 2 Oh Dios, pon atención a mi plegaria, no desatiendas mis
súplicas. 3 Atiéndeme y respóndeme: me agito lamentándome y
gimiendo, 4 al oír la voz del enemigo y las amenazas del impío. 5
Con sus aullidos me ensordecen y me persiguen con alevosía. 6 Mi
corazón se estremece en mi pecho, una angustia mortal me sobrecoge; me invaden
el miedo y el terror y el pavor me atenaza. Y yo dije: 7 Si tuviera
alas de paloma volaría a donde pudiera posarme. 10 Dispérsalos, Señor,
confúndeles las lenguas, pues violencia y discordia he visto en la ciudad. 13
Si llegara a insultarme un enemigo yo lo soportaría; si el que me odia se
alzara en contra mía, me escondería de él; 14 mas fuiste tú, un
hombre como yo, mi familiar, mi amigo, 15 a quien me unía una dulce
amistad; juntos íbamos a la casa de Dios en alegre convivencia. 16
Que la muerte los sorprenda, que bajen vivos al lugar de los muertos, pues el
mal se cobija en su interior. 17 Pero yo clamo a Dios y el Señor me
salvará. 20 Dios atenderá y los humillará, el que reina desde
siempre. ¿Podrán convertirse si no temen a Dios? 23 Descarga en el
Señor todo tu peso, porque él te sostendrá; no dejará que el justo se hunda
para siempre. 24 … pero yo, confío en ti.
Por la tarde tuvimos la experiencia
maravillosa de una “sesión de discernimiento” con dos personas de la comunidad
de Sylvia Regina, “María Madre de Dios”. Duró de 2:30 a 5:30 y ellos, que tienen el “don de
discernimiento” (o sea que el Espíritu Santo los ilumina, para conocer lo
desconocible, que actúa en nuestro inconsciente) nos pudieron decir de donde
nos venían los ataques de satanás.
Hicimos después una oración de liberación para las almas de mi hermano
José Adriano y el que lo asesinó, que también ya ha fallecido. Además “rompimos ataduras” y “cerramos
puertas”, para que los demonios ya no puedan entrar.
A mediodía llevé a Mons. Urioste a
la casa de mis papás y comulgaron.
El Señor me pedía mas humildad y mas sencillez, como la de los niños. Me dijo: 33 Llegaron a Cafarnaún, y una vez en casa, Jesús les preguntó:
«¿De qué venían discutiendo por el camino?» 34 Ellos se quedaron callados, pues habían discutido entre sí sobre
quién era el más importante de todos. 35 Entonces se sentó, llamó a
los Doce y les dijo: «Si alguno
quiere ser el primero, que se haga el último y el servidor de todos.» 36
Después tomó a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: 37
«El que recibe a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí; y el que me
recibe, no me recibe a mí, sino a que me ha enviado.» 38 Juan le
dijo: «Maestro, hemos visto a uno que hacía uso de tu nombre para expulsar
demonios, y hemos tratado de impedírselo porque no anda con nosotros.» 39
Jesús contestó: «No se lo
prohiban, ya que nadie puede hacer un milagro en mi nombre y luego hablar mal
de mí. 40 El que no está contra nosotros está con nosotros. 41
Y cualquiera que les dé de beber un vaso de agua porque son de Cristo, yo les
aseguro que no quedará sin recompensa.» Yo entendí que era un llamado para
servirle, haciéndome el último de todos o sea aceptando su voluntad y dejando
atrás mi propio yo; mi voluntad.
Sylvia Regina comprendió que era que no había que contradecir a los
“hermanos separados”.
Martes 5 de Julio de 2005
Juan 6, 28-29
Isaías 54, 10-15
El Espíritu Santo me levantó temprano a
orar. Me dijo: 28 Entonces le
preguntaron: ¿Qué tenemos que
hacer para trabajar en las obras de Dios? 29 Jesús respondió: “La obra de Dios es esta: Creer en aquel que Dios ha
enviado.” 10 Los cerros
podrán correrse y bambolearse las lomas; mas yo no retiraré mi amor, y mi
alianza de paz contigo no se bamboleará –dice Yavé, que se compadece de ti. 11
¡Pobrecilla, azotada por la tempestad y sin consuelo! Yo asentaré tus muros
sobre piedras preciosas, y serán tus cimientos de zafiro. 12 Haré
tus murallas de rubíes, tus puertas de cristal, y todo tu contorno de piedras
preciosas. 13 Todos tus hijos serán instruidos por Yavé, y grande
será la felicidad de tus hijos. 14 Te mantendrás firme por la
justicia y no tendrás que temer la opresión; el terror no se te acercará. 15
Si alguien te ataca, no será de parte mía; el que se lance contra ti, ante ti
caerá. Terminé de escuchar
la Palabra del Señor y exploté en alabanzas y bendiciones para El, por todo lo
que nos ha dado y protegido – ¡Bendito seas Señor! Bendito y alabado seas!
Me fui a la oficina. Terminé y envié los “Comments to Summary Judgement”, que esperaba que pudiera ser el documento que nos dijo Edith. Pero Kevin me escribió de regreso
y no me comentó nada nuevo.
Por la tarde hablé con mi amigo que ha
demandado y me dijo que él no me podía atender, que me entendiera con los
abogados; que él ya no podía hacer nada, pues el caso estaba en manos de los
abogados y ahora ellos eran sus socios.
Le pedí que cuando menos me recibiera para contarle como estamos y me
dijo que me iba a llamar para darme una cita. No comprendí porqué el Señor no me había facilitado un
entendimiento con él o porqué no le había “suavizado” el corazón; pero en la oración con los empleados me
di cuenta que lo que el Señor quiere es que vaya a hablarle, pero no del caso,
pues el Señor se va a hacer cargo de eso, sino de Dios. Comprendí que lo que quiere Dios es
usarme como instrumento para la conversión de mi amigo (pues él es judío y el
Señor le tiene un amor especial a los judíos, pues son “su pueblo” de sangre) y
que se acerque a Dios. ¿Será que
él va a ser mi mi primer judío convertido al catolicismo? ¡Señor aquí estoy, mándame a mi!
Miércoles 6 de julio de 2005
Isaías 8, 23; 9, 1-6
Jueces 6, 12-16
Me levanté temprano, notando que el Espíritu
Santo me está hablando a través de sueños, minutos antes de levantarme, pero
después ya no me acuerdo. Los tengo que apuntar en cuanto me levanto. Le pedí al Señor que me dé fortaleza e
inteligencia para comprender y hacer su voluntad. Me dijo: 23 Pero allí donde se
encontraba la angustia, desaparecerá la noche. En el pasado casi aniquiló al país de Zabulón y al país de
Neftalí, pero en el futuro se llenará de gloria la carretera del mar, más allá
del Jordán en la región de los paganos. 1 El pueblo que caminaba en
la noche divisó una luz grande; habitaban el oscuro país de la muerte, pero
fueron iluminados. 2 Tú los has bendecido y multiplicado, los has
colmado de alegría. Es una fiesta
ante ti como en un día de siega, es la alegría de los que reparten el botín. 3
Pues el yugo que soportaban y la vara sobre sus espaldas, el látigo de su
capataz, tú los quiebras como en el día de Madián. 4 Los zapatos que
hacían retumbar la tierra y los mantos manchados de sangre van a ser quemados:
el fuego los devorará. 5 Porque un niño nos ha nacido, un hijo se
nos ha dado; le ponen en el hombro el distintivo del rey y proclaman su nombre:
«Consejero admirable, Dios fuerte, Padre que no muere, Príncipe de Paz.» 6
El imperio crece con él y la prosperidad no tiene límites, para el trono de
David y para su reino: Ello
establece y lo afianza por el derecho y la justicia, desde ahora y para
siempre. Si, así será, por el amor
celoso de Yavé Sabaot. Al terminar de leer la Palabra
de Isaías me postré ante el Señor pidiendo su misericordia y diciéndole que me
dé sabiduría e inteligencia, pues no me considero digno de tantas bendiciones. Entonces me hizo leer la
lectura de Jueces. 12 El
Angel de Yavé le dijo: «Yavé está contigo, valiente guerrero.» 13
Gedeón respondió: «Por favor, mi señor, si Yavé está con nosotros, ¿Por qué nos
sucede todo esto? ¿Dónde están los milagros que nos contaban nuestros padres? …
14 Yavé entonces se volvió a él y le contestó: «Anda y con tu valor salvarás a Israel
de los madianitas. Soy yo quien te
envía.» 15 Gedeón contestó:
«Disculpe, Señor, ¿Cómo puedo yo salvar a Israel? Mi familia es la más
humilde de mi tribu y yo soy el último de la familia de mi padre.» 16
Yavé le respondió: «Yo estaré
contigo y tú derrotarás al pueblo de Madián de una sola vez.»
Jueves 7 de julio de 2005
Isaías 39, 3-8; 40, 1-2
3 Entonces Isaías vino a ver a Ezequías
y le preguntó: ¿Qué han dicho esos
hombres? ¿De dónde venían? Y Ezequías respondió: «Han venido de un país lejano, de Babilonia.» 5
Entonces Isaías dijo a Ezequías: “Escucha la Palabra de Yavé de los Ejércitos: 6
Vendrán días en que todo lo que hay en tu palacio y todo lo que han atesorado
tus padres hasta el día de hoy será llevado a Babilonia y no quedará nada. 8
Ezequías dijo a Isaías: “Es buena
la Palabra de Yavé que has anunciado”. Pues pensaba: «En mi vida, por lo menos, habrá paz y
seguridad.» 1
Consuelen, dice Yavé, tu Dios, consuelen a mi pueblo. 2 Hablen a
Jerusalén, hablen a su corazón, y díganle que su jornada ha terminado, que ha
sido pagada su culpa, pues ha recibido de manos de Yavé doble castigo por todos
sus pecados. ¡Gracias Señor; bendito y alabado
seas! El Señor nos confirma su
liberación a un castigo que viene de algún antepasado nuestro que rechazó a
Dios, sin importarle lo que le iba a ocurrir a sus descendientes; como pensó Ezequías
en esta Palabra – ¡Gracias Señor por habernos liberado!
El día transcurrió normal, excepto que me llamó
mi amigo y quedamos de reunirnos el próximo lunes a las 2:30 p.m. ¡Gloria a
Dios! Pero Señor: ¿que le voy a decir? ¿Cómo debo o qué
debo decir para lograr su conversión?
Me contestó: No te preocupes por lo que vas a decir, Yo hablaré por ti. Amén.
Viernes 8 de julio de 2005
2 Corintios 3, 4-17
Fuimos a hablar con Monseñor
Fernando
Me levanté a orar, pidiéndole al Señor que me
ilumine para saber como manejar la reunión con mi amigo. Me dijo: 4 Por eso nos sentimos seguros de Dios gracias a Cristo. 5
¿Cómo podríamos atribuirnos algo a nosotros mismos? Nuestra capacidad nos viene
de Dios. 6 Incluso nos ha hecho encargados de una nueva alianza, que
ya no es cosa de escritos, sino del Espíritu. Porque lo escrito da muerte, mientras que el Espíritu da
vida. 7 Cuando se dieron leyes grabadas en tablas de piedra, ese
ministerio fue rodeado de gloria, a pesar de que no traía más que sentencias de
muerte; eso no obstante, los israelitas no podían fijar su mirada en el rostro
de Moisés a causa de su resplandor, aunque era fugaz. 8 ¡Qué gloria
tan grande no les esperará, entonces, a los que comunican el Espíritu! 9
Si tan grande fue el ministerio que sentenciaba la condenación, ¿no lo será
mucho más todavía el que procura la santidad? 12 ¡Qué esperanza tan
grande! ¡Y qué seguridad nos da! 13 No es como Moisés, que se cubría
el rostro con un velo para que los israelitas no vieran el momento en que se
apagara su resplandor. 15 Por más que lean a Moisés, el velo cubre
su entendimiento hasta hoy, 16 pero al que se vuelva al Señor se le
quita el velo. 17 El Señor es espíritu, y donde está el Espíritu del
Señor, hay libertad.
Hoy fuimos a hablar con Monseñor Fernando. Pasamos ahí toda la tarde, pues estaba
bien lleno y terminamos pasando como a las 6:30 p.m. Le contamos todo y él sólo nos escuchó y decía: “¿como coincide todo verdad?” Como diciendo: ese
es el plan de Dios, luego todo está bien. Quedamos en que iba a venir a la casa el miércoles, para
bendecir nuestra casa.
Sábado 9 y domingo10 de julio de 2005
1 Samuel 1, 9-11; 17-18; 2,
1-11
Cumplimos 30 años de casados
Pasé preparando el programa toda la mañana y
fue un programa especial, dedicado a los 61 años de matrimonio de mis papás y a
los 30 nuestros (el aniversario de bodas de mis papás es el 9 de Julio). Sentí una efusión especial del Espíritu
Santo, como que ya El quiere que el programa despegue y se propague más.
Por la tarde fuimos a felicitar a mis papás y
la reunión fue positiva. El domingo
fuimos a misa de 11:00 a.m. Después
nos habló Rober de México, gracias a Dios se oía bien contento y maduro. Comprendí que ya dejó de ser niño y es
ya un “joven”. Inclusive le
comienza a cambiar la voz. Le di
gracias a Dios por todas sus bendiciones.
Por la noche, el Señor me dijo: 9 Comieron y bebieron en Silo. Después, Ana se levantó y se puso a orar ante Yavé. 10
Estaba llena de amargura y lloraba sin consuelo. Suplicó a Yavé 11 y le hizo el siguiente voto:
¡Oh Yavé de los Ejércitos! Si es
que te dignas mirar la aflicción de tu esclava, te acuerdas de mí y no me
olvidas, dame un hijo varón. Yo te
lo entregaré por todos los días de su vida y la navaja no pasará pro su cabeza.
17 Helí le respondió: «Vete en paz y que el Dios de Israel te
conceda lo que has pedido.» 18 Despidiéndose, ella dijo: «Ojalá merezca yo tu favor.» 1 Entonces Ana oró y
dijo: Mi alma se alegra en Yavé,
en Dios me siento llena de fuerza, ahora puedo responder a mis enemigos, pues
me siento feliz con tu auxilio. 2 Sólo Yavé es Santo, pues nada hay
fuera de Ti, no hay roca tan firme como nuestro Dios. 3 No digan
tantas palabras altaneras, ni salga de su boca la arrogancia, porque Yavé es un
Dios que lo sabe todo, El juzga las acciones de todos. 9 El guía los
pasos de sus fieles y los malos desaparecen en las tinieblas, los fuertes no
son ya los vencedores. 10 Yavé humilla a sus contrarios; El sube a
los cielos y truena para juzgar al orbe entero. El fortalece a su rey haciendo sobresalir a su Elegido.
"Hombre, por qué te desprecias de tal manera siendo tan precioso a los ojos de Dios?
ResponderEliminarSan Pedro Crisólogo,