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Canonización de Monseñor Romero

martes, 10 de julio de 2012

Cronología de un Milagro - Julio 2005-II


Lunes 11 de julio de 2005

Gálatas 5, 13-22

Nos levantamos temprano para cantarle a Sylvia Regina, en su cumpleaños (es una tradición que hemos mantenido en la familia desde que nos casamos o sea "cantarle a todos los cumpleañeros las mañanitas con la guitarra").  El Señor me dijo:  13 Nuestra vocación, hermanos, es la libertad.  No hablo de esa libertad que encubre los deseos de la carne, sino del amor por el que nos hacemos esclavos unos de otros. 14 Pues la Ley entera se resume en una frase:  Amarás al prójimo como a ti mismo. 15 Pero si se muerden y se devoran unos a otros, ¡cuidado!, que llegarán a perderse todos. 16 Por eso les digo: caminen según el espíritu y así no realizarán los deseos de la carne. 17 Pues los deseos de la carne se oponen al espíritu y  los deseos del espíritu se oponen a la carne. 22 En cambio, el fruto del espíritu es caridad, alegría, paz, comprensión de los demás, generosidad, bondad, fidelidad, 23 mansedumbre y dominio de sí mismo.  Estas son cosas que no condena ninguna Ley.  13 El Señor oyó su voz y comprendió su angustia.  El pueblo ayunó muchos días en Judá y Jerusalén ante el Templo del Señor Omnipotente. 14 Joaquim, Jefe de los sacerdotes, los sacerdotes y ministros del Señor, vestidos de saco, ofrecían el sacrificio perpetuo, 15 y con sus gorros cubiertos de ceniza, clamaban al Señor con todas sus fuerzas para que velara por todo Israel. 
Me reuní con mi amigo y dejé que el Espíritu Santo me guiara durante toda la reunión, la cual fue positiva, aunque no se me resolvió nada.  Sentí que el Señor había hecho su obra.  No pude hablar con Vidal todo el día, pero me dejó un recado que ya presentaron todos los papeles ante el Juez y que esto les había tomado cuatro horas y media. 
Por la tarde recibí un e-mail de Gene, que nos hizo sentir deprimidos, tanto a Sylvia Regina como a mi.  Hasta se me fueron las ganas de rezar, pues le dije al Señor:  “Tanto rezar para nada, me siento que no logramos nada”.  Ella, como mi buen “angel guardián”, me dijo que no había que desistir; que si no estuviéramos orando, quien sabe como estaríamos, pues se ve que el maleficio había sido fuerte y la batalla severa – que había que seguir orando.  Oramos juntos y poniéndonos en las manos protectoras del Señor, nos dimos cuenta de todas las bendiciones, pues a Sylvia Regina le habían hablado un montón de amigas y amigos y la celebración estuvo bien alegre; vinieron un montón de amigos y parientes.

Martes 12 de julio de 2005

1 reyes 19, 4-7
Jeremías 17, 5

Me levanté cansado y desanimado, sin ganas de saber nada del juicio, pues todo se mira negativo.  El Señor me dijo:  4 Caminó por el desierto todo un día y se sentó bajo un árbol.  Allí deseó la muerte y se dijo:  «Ya basta, Yavé.  Toma mi vida, pues yo voy a morir como mis padres.» 5 Después se acostó y se quedó dormido debajo del árbol.  Un ángel vino a tocar a Elías y lo despertó diciendo:  «Levántate y come.» 6 Elías miró y vio a su cabecera un pan cocido sobre piedras calientes y un jarro de agua.  Después que comió y bebió, se volvió a acostar. 7 Pero por segunda vez el Angel de Yavé lo despertó diciendo:  «Levántate y come; si no, el camino será demasiado largo para ti.»  Después de escuchar esta palabra, Sylvia Regina se me acercó y me dijo lo que a ella le había dicho; después de pedirle perdón por lo de ayer y haber flaqueado en la Fe: 5 Maldito aquel que aparta de mí su corazón, que pone su confianza en los hombres.  Comentamos que no debíamos desmayar en nuestra oración.  El Señor nos llama a redoblar nuestra Fe, diciéndonos No temáis, pues yo estoy con ustedes
Durante el día hablé con Vidal y me dijo que toda la tarde había pasado con todos los abogados y que hoy si ya creía que habían entendido el caso – ¡Gloria a Dios!  Eso me hizo sentir mejor, lo que me recordó lo de las oraciones de la mañana y lo que el Señor nos había dicho..

Miércoles 13 de julio de 2005

2 Corintios 1, 3-5
Sabiduría 10, 9-12

Hoy vino Mons. Fernando a bendecir la casa

Me levanté más optimista y confiado en el Señor que, aunque yo no entienda, El nos va a sacar adelante, no nosotros por nuestras propias fuerzas o sabiduría.  Me dijo:  3 Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús, nuestro Señor, Padre lleno de ternura, Dios del que viene todo consuelo. 4 El nos conforta en toda prueba, para que también nosotros seamos capaces de confortar a los que están en cualquier dificultad, mediante el mismo consuelo que recibimos de Dios. 5 Pues en la misma medida en que los sufrimientos de Cristo recaen abundantemente sobre nosotros, el consuelo de Cristo también nos llega con mayor abundancia.  9 En cambio la Sabiduría libró de sus problemas a los que la servían. 10 Condujo por caminos seguros al justo que huía de la cólera de su hermano.  Le mostró el reino de Dios y le permitió que conociera a los santos ángeles.  Hizo que tuviera éxito en sus trabajos y que fructificaran sus esfuerzos. 11 Lo defendió contra la avaricia de sus amos y lo hizo muy rico. 12 Lo guardó de sus enemigos y lo protegió de los que le tendían trampas. Le dio la victoria en un rudo combate para hacerle entender que la piedad es más poderosa que cualquier otra cosa.  
Hoy tuvimos la misa de 61 años de casados de mis papás en su casa.  La dio Monseñor Urioste y con Sylvia Regina cantamos nuestra primer misa solos.  El Espíritu Santo nos iluminó y todo salió muy bonito.  Me alegré que el Señor hubiera llegado a la casa de mis papás; pues es una gran bendición para toda la familia. 
Por la noche vino Monseñor Fernando a bendecir nuestra casa.  Estuvo Ariana y Luigi, Camila y nosotros; también nos acompañó la Ana (nuestra empleada de años) y a Miguel Angel (nuestro jardinero) lo roció con agua bendita. 
Por la noche, en nuestras oraciones, ambos comentamos con Sylvia Regina que nos sentíamos muy bien.  Era como un sentimiento de… “Ciclo Cerrado” (como nos había dicho una persona en nuestro segundo retiro de Evangelización Fundamental)… ¡Bendito seas Señor!

Jueves 14 de julio de 2005

Mateo 24, 29-47

29 Después de esos días de angustia, el sol se oscurecerá, la luna perderá su brillo, caerán las estrellas del cielo y se bambolearán los mecanismos del universo. 30 Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre.  Mientras todas las razas de la tierra se golpearán el pecho, verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con el poder divino y la plenitud de la gloria. 46 Afortunado será este servidor si, al venir su Señor, lo encuentra cumpliendo su deber. 47 En verdad les digo:  Su Señor lo pondrá al cuidado de todo lo que tiene. 
En el juicio no pasó nada.  Nos reunimos con Alex y la reunión fue positiva.  Me contó que todos sus casos habían caminado positivamente… yo sólo le dije a Dios… Gracias Señor por todas tus bendiciones, por protegernos y habernos liberado y por limpiar a toda nuestra familia con tu sangre.  Después de la reunión, el Espíritu Santo me hizo hablar al Banco y ¡milagro!  Ya me habían liberado los fondos – ¡Gloria a Dios!, pues comprendí que eso era otro milagro del Señor.  Con esos fondos le dije al Señor que iba a cumplirle la promesa de comprarnos un “Divino Niño” más grande para la empresa; para que El sea nuestro protector y bienhechor en el futuro. 
Me fui a buscarlo a la Iglesia de San Pablo y cabal vi uno que como que me dijera:  Llévame contigo, su cara era linda y angelical, hecho para todo el personal de la empresa y “las empresas” del futuro.  No me lo pudieron vender, pues estaba cerrada la tienda, así es que quedé de irlo a recoger mañana.  ¡Ven, Señor Jesús!  Me sentí bien contento, pues El me había llevado ahí.

Viernes 15 de julio de 2005

Filipenses 2, 1-3; 19-20; 27-30

Hoy llegó la imagen “grande” del "Divino Niño Jesús" a la empresa

1 ¿Puedo pedirles algo en nombre de Cristo, hablarles del amor? ¿Han recibido el Espíritu Santo y son capaces de compasión y ternura? 2 Entonces denme esta alegría:  pónganse de acuerdo, estén unidos en el amor, con una misma alma y un mismo proyecto. 3 No hagan nada por rivalidad o vanagloria.  Que cada uno tenga la humildad de creer que los otros son mejores que él mismo. 19 El Señor Jesús me da la esperanza de que pronto les podré enviar a Timoteo, y será para mí un consuelo que pueda tener por su intermedio noticias de ustedes. 20 De hecho, no tengo a ningún otro que se preocupe tanto como él por sus problemas. 27 Es cierto que estuvo enfermo y a las puertas de la muerte, pero Dios tuvo piedad de él y también de mí, ahorrándome penas sobre penas. 28 Por eso me apresuro en mandárselo, para que tengan la alegría de verlo y yo mismo quede más tranquilo. 29 Celebren, pues, alegremente su llegada, como conviene en el Señor, y estimen mucho a personas como él, 30 que casi murió por la obra de Cristo. Pues no escatimó sacrificios para servirme personalmente en nombre de todos ustedes, que no los tenía a mi lado. 
Por la tarde me fui a comprar la imagen del Divino Niño y me sentía feliz de poder comprarlo y de llevarlo a la empresa, para que fuera nuestro “Patrón”.  Lo puse en el lugar donde estaba la imagen pequeña y al momento de orar, Doña Licha (una antigua empleada nuestra) me dijo bien emocionada que no lo había movido para que lo “entronizáramos” y lo lleváramos en procesión al lugar donde oramos.  Así lo hicimos y a mi se me concedió el honor de llevarlo en mis brazos.  Doña Licha se emocionó y se le salían las lágrimas, dándole la bienvenida.  Podíamos sentir, todos, sus bendiciones.  El está con nosotros y “¿si El está con nosotros, quién contra nosotros?”

Sábado 16 y domingo 17 de julio de 2005

Pasé toda la mañana preparando el programa y podía sentir al Espíritu Santo orientándome en qué decir.  Sentía como una nueva etapa de efusión y de bendición.  Como que ya pronto, el Señor me va a revelar qué o cuál es el ministerio para el que me ha estado preparando.  Por la tarde me fui a misa, aunque Sylvia Regina estaba en cama, pues me surgió un gran deseo de sólo estar con El. 
El domingo tuve que ir solo al convivio del Movimiento de Encuentros, pues Sylvia Regina seguía en cama y por la tarde fuimos a recoger a Rober al aeropuerto. Venía feliz y contento y cuando nos vió se sintió bien feliz, igual nosotros.  Yo sólo le daba gracias a Dios por todas sus bendiciones y por habernos permitido mandarlo, pues se ve que había pasado bien contento.  Ahí mismo abrió su valijín o mochila y nos dio el regalo que nos traía… ¡Era una Virgen de Guadalupe montada en un marco de madera!  ¡Gloria a Dios!  me sentí bien contento y bendecido. 
Nos venimos en el carro con Ana María y Walter y no paraban de contar anécdotas y todo lo que habían gozado.  Ya cuando estábamos solos, Sylvia Regina le preguntó y qué es lo que más te gustó de todo? y Rober contestó:  “La Caminata Eucarística”, que fue una caminata nocturna de unos 8 kms. o sea 3 o cuatro horas – ¡Bendito sea Dios! dije yo. 
A la hora de la cena vino Ariana y Luigi y le dimos gracias a Dios por todas sus bendiciones y mantenernos juntos.  Ya Rober comienza a cambiar de voz, ya no es un niño, sino un joven.  ¡Cuídalo y protégelo Señor!

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