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Canonización de Monseñor Romero

domingo, 1 de julio de 2012

JUNTOS Y REVUELTOS


El dicho popular nos dice: “juntos pero no revueltos” y eso es a lo que los partidos políticos mayoritarios han estado apostando durante las últimas elecciones, es decir a que la polarización política en el país se mantenga; pues esto es lo que favorece a las dirigencias de ambos partidos mayoritarios.

Consecuente con lo anterior y a la luz de la próxima selección de candidatos a presidente de la república, de ambos partidos se escuchan voces de antiguos dirigentes llamando a sus estructuras a “aceptar y respetar” la decisión de las dirigencias actuales de sus respectivos partidos; tratando de imponer todo tipo de argumentos como para justificar que ésta es la mejor forma de elegir a sus candidatos y buscando favorecer alguno de los posibles pretendientes.

Ante estas voces, lo que las actuales cúpulas partidarias no deben olvidar es que nuestra democracia ya ha avanzado lo suficiente como para poner en evidencia que en términos gruesos, si bien más o menos el 50% de la población aprueba esto de “juntos pero no revueltos” y esto se representa por el “voto duro” de ambos partidos (25% para ARENA y 25% para el FMLN respectivamente), el otro 50% restante de la población no está de acuerdo con ésta confrontación y que sobretodo en las pasadas elecciones del 2009, al elegir un candidato no tradicionalmente político, la voluntad de esta minoría “silenciosa” fue que esta polarización se termine y que los actuales candidatos preferiblemente sean personas que promuevan el entendimiento entre “la izquierda” y “la derecha”; de forma que la estabilidad del país se favorezca, se elimine el tipo de confrontaciones como en las que estamos inmersos actualmente y podamos coexistir “juntos y revueltos”.

Luego, al elegir a sus candidatos, lo que las dirigencias de ambos partidos deberían tomar en cuenta es que la característica indispensable que éste debe tener es que promueva la despolarización y busque la forma de promover los entendimientos entre los distintos sectores, que es lo que la mayoría de salvadoreños está demandando; para que nuestro país comience un círculo virtuoso de crecimiento, independientemente de qué partido se encuentre en el gobierno.

¿Cómo asegurarse que el candidato seleccionado esté a favor de una concertación y ya no favorezca la polarización política?  Lo más conveniente es asegurándose que el candidato seleccionado sea una persona “joven” políticamente, lo cual no necesariamente quiere decir que sea joven en cuanto a su edad; sino “joven” en sentido político o sea una persona que no ha participado en puestos políticos en el pasado, pues ésto es lo que asegura que sus planteamientos puedan ser “frescos” y no fruto de resentimientos propios de la época de la polarización y mucho menos del conflicto armado.

Está a la vista que lo que la mayoría de salvadoreños está demandando, para el próximo período presidencial, es un avance cualitativo en nuestra democracia y éste solo puede venir de un presidente electo que no esté comprometido con ninguna de las estructuras de poder de los tiempos en que la polarización era una necesidad de sobrevivencia política.  En política, las percepciones son realidad y lo mejor para nuestro país es que el nuevo presidente sea una persona que no conlleve “percepciones del pasado”.

Ante esta exigencia, lo deseable sería que las dirigencias de todos los partidos políticos se olviden de buscar solo al candidato que consideran “ganador” y más bien se decidan por seleccionar a aquella persona que no solo gane, sino que además sea capaz de “gobernar” nuestro país y dirigirlo a un nuevo estadio de bienestar y seguridad para todos los salvadoreños.

1 comentario:

  1. "Si eres tan miserable, ¿como te extraña que los demás tengan miserias?

    San JoséMaría Escrivá de Balaguer - Camino 446

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