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Canonización de Monseñor Romero

jueves, 30 de agosto de 2012

Cronología de un Milagro - Noviembre 2005-IV


Lunes 28 de noviembre de 2005

Lucas 19, 40; 45, 46

Me levanté a orar pidiéndole al Señor su misericordia.  Tengo ya varios meses de estarle pidiendo que se manifieste y glorifique con todos los empleados, exaccionistas y familia y nos haga el milagro durante este mes de noviembre y ya sólo quedan tres días.  
Ayer les envié un correo a los de Piramid Energy, ofreciéndoles vender nuestras acciones y esta alternativa sería mejor que la de la compañian inversionista local.  El Señor me dijo:  40 … El contestó: “Yo les aseguro que si ellos callan, gritarán las piedras.” 45 Jesús entró después en el recinto del Templo y comenzó a explicar a los comerciantes que estaban allí actuando. 46 Les declaró: “Dios dice en la Escritura: Mi Casa será Casa de oración. Pero ustedes la han convertido en un refugio de ladrones.” 
El Señor me confirmó que El nos va a hacer el milagro y que después, mi misión es “promover su Evangelio” y ¡Ay de mí si no lo hago! Como dijo San Pablo.  
Al llegar a la oficina comencé a leer todos los memos que le había enviado a David Arledge y el Señor me fue llevando e iluminando por todos los documentos que prueban todo nuestro caso.  No lo podía creer, todo venía del Espíritu Santo.  Además hablé con Vidal y me dijo que el memo que le habíamos enviado a Mark el miércoles pasado estaba “increíblemente bueno”.  Sabía que el memo era inspiración del Espíritu Santo o sea que esto me lo confirmaba.  Daba saltos de alegría e igualmente sentí que debía mandar un memo a Mark, el cual también sentí que era el Espíritu Santo quien ponía las palabras en mi mano, para escribirlas ¡Gloria a Dios! ¡Gracias Señor! 
En la oración de la tarde con el personal leímos el evangelio del “general romano”, que pide la cura para su criado.  Sentí la inspiración del Espíritu Santo para comprender que Jesús admira su gran Fe, porque éste la ocupa no para pedir por él mismo o para un familiar, sino para uno de sus empleados y que eso fue lo que admiró Jesús y con esto desbordó su misericordia.

Martes 29 de noviembre de 2005

Salmo 33, 22
Deuteronomio 5, 1-10

Me levanté a orar diciéndole o más bien pidiéndole al Señor su misericordia para nosotros y el mundo entero y diciéndole: “Habla Señor, tu siervo escucha.” Me dijo:  22 Venga, Señor, tu amor sobre nosotros, como en Ti pusimos nuestra confianza.  Luego me dijo:  1 Moisés convocó a todo Israel y le dijo: “Escucha Israel las normas y los mandamientos que te enseño en este día; ustedes los aprenderán y cuidarán de ponerlos en práctica. 2 Nuestra es la alianza que nos dio Yavé, nuestro Dios, en el Horeb. 3 Pues su alianza, no la tiene pactada con nuestros padres, sino más bien con nosotros que hoy estamos aquí todos vivos. 4 Yavé nos habló cara a cara en el monte, desde en medio del fuego. 5 … estas fueron sus palabras: 6 “Yo soy Yavé, tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de la esclavitud. 7 No tendrás otro dios delante de mí. 8 No te harás ídolos, no te harás figura alguna de las cosas que hay arriba en el cielo o aquí debajo de la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra. 9 Ante ellas no te hincarás ni les rendirás culto; porque Yo, Yavé, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la maldad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian. 10 Pero mantengo mi favor por mil generaciones a los que me aman y guardan mis mandamientos.  El Señor me confirmó que todo se iba a empezar a arreglar a partir de ahora, pues he depositado su confianza en El y que todo va a ser de beneficio para nuestras próximas generaciones, pues así El lo ha querido.
Mandé el fax a Mark y de la contestación que recibí de Vidal me da la impresión que estos eran los documentos de la predicción de Edith y que estos iban a hacer que el caso cambie de rumbo y se acelere.  Sentía un enorme gozo y confianza en el Señor.

Miércoles 30 de noviembre de 2005

Romanos 9, 10-13
Lucas 3, 2-14

Ultimo día del mes… el tiempo corre y nada se resuelve, pero mi confianza está puesta en el Señor. Me dijo:  10 Fíjense también en el caso de Rebeca, esposa de nuestro padre Isaac, que estaba esperando mellizos. 11 Como todavía no habían hecho ni bien ni mal, la elección de Dios era totalmente libre y todo dependía, 12 no de los méritos de alguno, sino de su propio llamado. Y fue entonces cuando se le dijo: El mayor servirá al más joven. 13 La Escritura dice al respecto: Elegí a Jacob y rechacé a Esaú.  Como confirmándome que todo se iba ya a arreglar y que El me había escogido para una gran tarea, porque así lo ha querido El y no por mis propios méritos. Le pregunté o más bien le dije al Señor que se “haga en mí según su Palabra” y me contestó:  2 … En este tiempo, la Palabra de Dios le fue dirigida a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto. 3 Juan empezó a recorrer toda la región del río Jordán, predicando bautismo y conversión para obtener el perdón de los pecados. 10 La gente le preguntaba: “¿Qué debemos hacer?” 11 El les contestaba: “El que tenga dos capas, que dé una al que no tiene y el que tenga de comer, haga lo mismo.” 13 … “No cobren más de lo establecido.” 14 … “No abusen de la gente, no hagan denuncias falsas y conténtense con su sueldo.”  
Recibí un correo de Mark donde nos dice que quiere renunciar del caso.  Al recibirlo me acordé de La Palabra de hoy y no me desesperé, pues puse toda mi confianza en el Señor, que esto tenía que ser para bien.  Pasé todo el día redactando la respuesta, se la mandé a Vidal para que la revisara, confiado en el Señor que El la estaba redactando.  Al final le puse… “Please act prudently. Do as Jesus would”.  Me sentía agotado… pero confiado en la promesa del Señor.

Jueves 1 de diciembre de 2005

1 timoteo 6, 8
Mateo 5, 3

No pude orar, pues me tuve que ir temprano a la oficina para reunirme con un abogado y otro abogado que es uno de los mejores amigos de Alex y pariente nuestro; también estaba Alex.  La reunión fue positiva, aunque con algunos indicios de contradicción y malos entendidos.  Como que satanás estaba tratando de confundirnos.  Al final triunfó el Señor y la justicia y pudimos adelantar bastante y decidir qué tipo de demanda podríamos meter.
En el día no pasó nada y el desamparo se fue apoderando de mí.  Le decía al Señor: “¿Señor, por qué me abandonas?”   Me fui a las 3:00 p.m. a visitar el Santísimo, a la hora de su misericordia y el Señor me habló larga y tendidamente, pues ahí me dieron una hojita con las reflexiones del libro “Práctica del Amor a Jesucristo” de San Alfonso María de Ligorio y el Señor me dijo y me consoló con estas palabras:  “Quien no tiene a Dios, no tiene nada, pero quien tiene a Dios, lo tiene todo. (San Agustín) 8 “Teniendo con qué comer y con qué vestir, contentémonos con eso. 3 Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. “Mi Dios y mi todo” (San Francisco).   
Te amo Señor, pero dame fortaleza pues siento desfallecer.  Por la noche fuimos con Rober a la Asamblea de Encuentros.  Pasamos bien contentos los dos, en compañía de Jesús y la Virgen Santísima.

Viernes 2 de diciembre de 2005

Job 16, 17, 18, 19

Hoy comencé a leer la “Suma Teología”

Me levanté a orar deseoso de escuchar al Señor, pues me sentía devastado y le pedí que levantara mi esperanza, para poder seguir adelante, me dijo:  ¿Dónde está mi esperanza? 1 Job respondió diciendo: “¡He oído muchas cosas como éstas!” ¡Pesados consoladores son todos ustedes! 13 ¿No se acabarán tus palabras vanas? ¿Qué necesidad tienes de discutir? 4 Yo también podría hablar como ustedes si estuvieran en mi lugar y yo en el suyo. Podría llenarlos de discursos y movería la cabeza por ustedes… hablando con toda libertad. 6 Pero cuando hablo, no se suaviza mi dolor y si callo, tampoco se aparta de mí. 11 Dios me ha entregado a los injustos y me ha arrojado en manos de los malvados. 12 Yo vivía tranquilo cuando comenzó a sacudirme, me tomó del cuello y me hizo pedazos. 13 Me convirtió en su blanco, por doquier me apuntan las flechas; traspasa mis entrañas sin piedad y derrama por el suelo mi hiel. 17 Y eso que en mis manos no hay violencia y mi oración ha sido pura. 21 ¡Ojalá pudiera el hombre discutir con Dios, lo mismo que lo hace con su prójimo! 17, 1 Mi respiración va disminuyendo y mis días se van apagando y ya no me queda más que el sepulcro. 15 ¿Dónde está mi esperanza? ¿Quién divisará para mí la felicidad?  19, 21 Apiádense de mí, ustedes mis amigos, que es la mano de Dios la que me hirió. 23 ¿Por qué me persiguen tan cruelmente como Dios y no quedan satisfechos con mi carne? 25 Bien sé yo que mi Defensor vive y que El hablará de último, de pié sobre la tierra. 26 Yo me pondré de pié dentro de mi piel y en mi propia carne veré a Dios. 27 Yo lo contemplaré, yo mismo. El es a quien veré y no a otro: Mi corazón desfallece esperándolo. 28 Ustedes que tratan de condenarme y buscan pretextos contra mí, 29 teman que la espada los hiera a ustedes mismos cuando la cólera de Dios castigue las culpas y sabrán entonces que hay al fin justicia. 
En la oficina no pasó nada, excepto que hablé con Vidal y me confirmó que los últimos papeles que había enviado a él le parecían que eran contundentes y probaban toda nuestra teoría del caso y que entonces Mark tenía un gran problema; pues el caso se aclaraba, que había que esperar.  
Me reuní con mi mamá y tuvimos una reunión bien sincera y positiva, donde ella me expuso que ya siente la necesidad de intervenir para que la familia se una  ¡Gloria a Dios!

Sábado 3 y domingo 4 de diciembre de 2005

Jeremías 23, 1-8
Santiago 5, 16-18
Catecismo Católico 1937

Me levanté a preparar el programa.  El Espíritu Santo me acompañaba y el programa salió bien bonito.  Podía sentir al Espíritu Santo iluminándonos.  También en la oración inicial y final.
Por la tarde me fui a dejar a Roberto Adriano y a Luis al turno y me puse a orar.  Sentía la necesidad de estar con el Señor, de escucharlo, de sentirlo, de… ver su rostro.  ¡Muéstrame tu rostro Señor!  De pronto, el Espíritu Santo me dijo: “te quiero hablar, abre La Biblia” y me dijo: 1 “Ay de esos pastores que pierden y dispersan las ovejas de mis praderas!” 5 Así dice Yavé: Llega el día en que yo haré surgir un hijo de David que se portará como rey y justo y prudente. 6 El gobernará este país según la justicia y el derecho. En aquel tiempo, Judá gozará de paz, e Israel permanecerá seguro. Y este es el Nombre que le darán: Yavé-nuestra-justicia. 7 Llegará también el tiempo, dice Yavé, en que ya no se dirá más: «Viva Yavé, que ha sacado a los hijos de Israel de la tierra de Egipto», 8 sino: «Viva Yavé, que sacó y trajo a la raza de Israel del país del norte y de todos los países donde los había desparramado, para que habiten de nuevo en su propia tierra.»
Pasamos un domingo en familia, con Camila y Rober.  Por la noche vinieron a cenar Ariana y Luigi.  Después me puse a orar, pidiéndole al Señor que el milagro ocurra esta semana. Me dijo:  16 … La súplica del justo tiene mucho poder, con tal de que sea perseverante. 17 Elías era hombre y mortal como nosotros, pero cuando rogó insistentemente para que no lloviese en el país, no llovió durante tres años y medio; 18 después oró de nuevo y el cielo dio lluvia y la tierra produjo frutos.  Y luego me dijo:  Yo no doy todas las virtudes por igual a cada uno… hay muchos a los que distribuyo de tal manera, esto a uno, aquello a otro… a uno la caridad, a otro la justicia, a este la humildad, a aquel una fe viva… En cuanto a los bienes temporales, las cosas necesarias para la vida humana las he distribuido con la mayor desigualdad… para que los hombres tengan así la ocasión, por necesidad de practicar la caridad unos a otros… He querido que unos necesitasen de otros y que fuesen mis servidores para la distribución de las gracias y de las liberalidades que han recibido de mí.

1 comentario:

  1. "La pobreza hace al hombre libre de aquella servidumbre común a tantos grandes del mundo "en el cual todas las cosas obedecen al dinero."

    San Ignacio de Loyola

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