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Canonización de Monseñor Romero

sábado, 29 de diciembre de 2012

Algo bueno, al final del 2012

Al acercarse el fin de año, de sobra existen artículos sobre sus resultados, sobretodo en el área económica.  Este año no es la excepción y la verdad es que todos ellos no nos dan mucha esperanza; dándonos a entender y en lo personal creo que, muy objetivamente, que estamos pasando por tiempos muy difíciles y las perspectivas de que algo cambie son muy pocas; pues la confianza ciudadana en los políticos está bastante deteriorada.

No existiendo mucho positivo sobre que comentar, el propósito ha sido el de encontrar “algo” optimista, dentro de todo este ambiente pesimista en que estamos inmersos y que contrasta con todo lo que cada comentarista quiere hacernos dar a entender; dependiendo con el espejo que lo mira.

En primer lugar, se debe reconocer como algo positivo lo expresado por el secretario técnico de la presidencia, en cuanto que, en el área social: “Hemos realizado la inversión más grande de la historia”  y la cual, según sus declaraciones, asciende a un total de $833 millones en proyectos de “protección social e infraestructura”.   No es la intención entrar en la valorización de tales logros o a la eficiencia con que se hicieron los mismos, pues de esto ya se encargarán los mismos salvadoreños no beneficiados; pero lo que sí hay que recalcar, es que sí hubo una gran cantidad de familias beneficiadas con estos programas y eso, indudablemente demuestra, cuando menos, que el gobierno actual ha tenido como agenda prioritaria el de ayudar a las personas mas necesitadas; que es algo que todos los gobiernos deben favorecer.

En segundo lugar y para comenzar a tener un poco de esperanza, después de la serie de confrontaciones entre los distintos órganos del Estado y que tienen a prueba la institucionalidad democrática, el año cierra con una “nota” positiva y que es la elección, por unanimidad, del actual Fiscal General; lo que eventualmente permitirá que todo se vaya enmarcando de acuerdo a la Constitución de la República, que es como debe ser.  Esto pone en evidencia que hay voluntad que nuestra democracia se siga perfeccionando y sobretodo que sí existen, todavía, algunos dirigentes políticos que son capaces de anteponer los intereses del país, ante los propios.

En tercer lugar, también se tiene un balance muy positivo en la reducción de la violencia y esto es algo que no se debe a ningún partido político o que se pueda atribuir a ninguna persona en lo particular, sino a la pura “divina providencia de Dios”, pues se debe a la espontánea “oferta de paz” ofrecida por los máximos dirigentes de las dos pandillas más importantes y que muchos líderes del país no le han puesto mayor atención o más bien no la quieren creer; aunque es evidente los avances positivos que esto ha producido y lo cual ha beneficiado a miles de familias.

Pareciera que los avances mencionados no tienen nada en común, pues el primero se refiere al área social, el segundo a la esencia de la democracia y el tercero a la seguridad ciudadana.  

Sin embargo, sin nadie coordinarlo, ni siquiera notarlo, todos ellos tienen un “hilo conductor” y que es el que todos se enmarcan dentro de los más grandes anhelos de todos los salvadoreños, por los que por décadas se luchó entre hermanos y que son los de tener: a) una sociedad mas igualitaria, b) un estado democrático de derecho consolidado y c) una “verdadera” paz. 

Siendo el próximo año, un año de campaña electoral, dependerá de los próximos candidatos a presidente el que estos logros se puedan concretizar en un verdadero avance hacia al futuro; procurando olvidar los revanchismos del pasado y anteponiendo los intereses del país, por sobretodo.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Cronología de un Milagro - Octubre 2006-IV

Martes 24 de octubre de 2006

Jeremías 7, 22-23
Marcos 10, 47-49

Me levanté temprano a orar y no pude orar mucho, pues tengo que ir al juzgado para el juicio de un proveedor, para decidir si la deuda con ellos es penal o mercantil.  Me siento tranquilo y confiado en la voluntad del Señor.  En mis oraciones me acordé de cuando Pedro estaba en la cárcel durmiendo, tranquilo, confiado en la voluntad del Señor, así me siento.  El Señor, me dijo:  22 … Cuando yo saqué a sus padres de Egipto, no les hablé ni les ordené nada referente a sacrificios y holocaustos. 23 Lo que les mandé, más bien, fue esto: “Escuchen mi voz, y yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo. Caminen por el camino que les indiqué para que siempre les vaya bien.”  Como no vamos a estar el próximo sábado, hoy vamos a grabar el programa del sábado y sentí el llamado del Espíritu Santo que me quería decir algo en ese evangelio. Me dijo:  47 «¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí! 49 Y llamaron al ciego diciéndole: ¡Animo, levántate porque El te llama!

Miércoles 25 de octubre de 2006

Nos levantamos temprano para ir a Houston.  Llegamos y nos reunimos con los abogados, no estaba Ron y Vidal había tomado el liderazgo.  Llevó a un experto, que me pareció que entendía mejor el caso que nadie; pero supe que, estábamos de nuevo, como en el primer paso con Mark.  Que ya a Ron no le interesaba el caso, lo mismo que a Richard.
Llamé a San Salvador para preguntar qué había decidido la Juez y me sentí desmayar cuando me confirmaron que la Juez había decretado que sí había estafa de parte mía y que me prohibía salir del país y reportarme al juzgado cada treinta días.  ¿Señor, adónde estás? ¡Sálvame, Señor!  Me sentí bien mal, sobre todo porque yo estaba seguro que el Señor me iba a librar de ese peligro y no lo hizo.  Comencé a orar y el Espíritu Santo me comenzó a instruir en que si eso había pasado, pues esa era la voluntad de Dios y por lo tanto es para mejor.  Eso me fue haciendo sentir mejor, pero el sentimiento era bien fuerte, pues no nos estaba yendo bien con los abogados de Houston y por el otro lado, ahora me prohibían salir del país.  Sólo mi Esperanza en el Señor hizo que me pudiera sobreponer y controlar mi depresión.

Jueves 26 de octubre de 2006

Nos levantamos temprano para ir a misa de 7:00 a.m. a St. Ann y hacer toda nuestra rutina. Llegamos temprano a la oficina de John McDowell, no había llegado nadie.  No llegó Ron, sino sólo Greg y comenzamos con lo mismo.  Fue un poco menos frustrante que la semana anterior.  Globeleq llegó y nos dijeron que lo que querían era comprar nuestra participación.  Nosotros les dijimos que no queríamos vender, así es que se fueron.  
Ya por la tarde, cuando John vio que no íbamos a llegar a nada, se le ocurrió la idea que El Paso nos financie la deuda de los bancos y lo de los abogados.  A todo el mundo le pareció una gran idea, pero no a mí.  Sin embargo, aún así autorizamos que se caminara sobre eso y se convocó a los bancos para el martes de la próxima semana. 
Al salir de la mediación, le comenté a Alex que me sentía bien alejado de Dios, sin comprender porqué no nos ayuda.  Nos fuimos a cenar y tuvimos una discusión bastante fuerte, no comprendiendo ambos porqué no nos entendíamos.  De pronto, él me aceptó que no habíamos coordinado bien nuestros planteamientos y entonces volví a empezar a sentir la presencia de Dios entre nosotros.  Comprendí entonces que no debíamos forzar nada en la mediación, pues el Señor se va a encargar que las cosas sucedan a nuestro favor. No nosotros, sino El, depositarnos en su voluntad.  Sin embargo, esto le cuesta a Alex y esto es el conflicto entre los dos.  Comencé a orar por Alex, para que el Señor le aumente su Fe, Esperanza y Caridad. ¡VIRGEN SANTISIMA, SÁLVANOS!

Viernes 27 de octubre de 2006

Fuimos a misa y después a andar en Metro y al “Museum of Fine Arts”.  Me gustó mucho, pues tenían muchos cuadros de paisajes bíblicos, inclusive una de Jesús jugando con Juan Bautista.  Además, había un Rembrandt, muy impresionante. Al volvernos a reunir con los abogados, Vidal sólo nos contó que habían quedado de reunirse con los bancos el próximo martes.

Sábado 28 de octubre de 2006

Fuimos a misa temprano y yo pensaba ir a St. Ann, pero el Espíritu Santo hizo que no me diera cuenta cuándo cruzar y fuimos a St. Michael.  Father John, el sacerdote viudo, habló sobre cómo la iglesia verdadera es la iglesia de los apóstoles y son ellos los que se han venido sucediendo, hasta los días de hoy.  Entonces comprendí que la charla era para que Alex la oyera.  Oré por él, pidiéndole al Espíritu Santo que entre en su corazón y le dé un corazón de “carne”.  Pasamos de shopping todo el día.  Llegamos a San Salvador hasta las 9:30 de la noche.

Domingo 29 de octubre de 2006

Salmo 144

El domingo me lo pasé terminando el nuevo documento que les iba a enviar a los abogados. Por la mañana fuimos a la Caminata del Encuentro No. 50.  Llegaron casi todos los del grupo y pasamos bien contentos.  Por la noche me puse a orar, pidiéndole al Espíritu Santo que me ilumine para saber qué era lo que estaba pasando en la mediación y qué era lo que debíamos esperar en el futuro.  ¿Señor, qué quieres que haga?, le preguntaba.  Me contestó:  1 Bendito sea el Señor, Roca mía, que mis manos adiestra para el combate y mis dedos para la batalla. 2 El es mi refugio y mi baluarte, mi fortaleza y mi libertador, mi escudo en que me amparo, él humilla a los pueblos a mis pies. 7 Desde lo alto tiéndeme tus manos, sálvame sacándome de las aguas profundas y de las manos de los hijos de extranjeros, 8 cuya boca dice falsedades y su diestra es una diestra de perjurio. 12 Aquí están nuestros hijos como plantas que van creciendo desde su niñez; nuestras hijas son columnas angulares esculpidas en el frontis de un palacio. 13 Están nuestros graneros muy cargados, rebosantes de toda clase de cosechas. 14 Nuestras bestias viajan muy cargadas. No hay hoyos en los muros ni rendiciones, ni gritos de lamento en nuestras plazas. 15 Dichoso el pueblo que esta suerte tiene, dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor.


"La pobreza hace percibir mejor, en todas las cosas, la inspiración del Espíritu Santo; hace caminar expeditamente por el camino de la virtud, como caminante libre de peso."

San Ignacio de Loyola

martes, 25 de diciembre de 2012

Cronología de un Milagro - Octubre 2006-III


Lunes 16 de octubre de 2006

Estamos en Houston y teníamos reunión con los abogados a las 8:00 a.m.  Fuimos a misa a St. Ann a las 7:00 a.m.  Alex, sumiso a la voluntad del Señor, me acompañó.  La mediación fue igualmente dolorosa y desconcertante que todas y no podía ver con claridad la voluntad del Señor, su presencia,  ¿Adónde estás Señor? ¿Por qué te escondes? ¡Yo ya no puedo! Señor, Jesús, ten misericordia de mí.  Terminamos la reunión agotados y disgustados hasta con nuestros propios abogados.  De nuevo, todo igual a las anterirores mediaciones.  La posición de El Paso igual de arrogante.  Quedamos en que nos íbamos a reunir el miércoles para continuar.

Martes 17 de octubre de 2006

Nos levantamos y fuimos a misa a St. Michael.  Después fuimos donde los abogados y nos dijeron que habían comprendido nuestra situación y que iban a orientar la mediación hacia que compráramos la planta o que El Paso nos comprara - ¡GLORIA A DIOS!

Miércoles 18 de octubre de 2006

Fuimos a misa a St. Ann y después a la mediación.  Llegó por primera vez el jefe de Basil Nichols. Hubo por primera vez una reunión conjunta, fue igual de frustrante.  No puedo ver lo que me ha dicho el Señor, que: Yo pondré en sus corazones un corazón de carne.  Me siento triste, pero acompañado del Señor.  No lo entiendo y no comprendo, lo único que me sostiene es el comprender que El está cerca de mí y que todo esto es su voluntad y por lo tanto, es lo que nos conviene.

Jueves 19 de octubre de 2006

Fuimos a misa a St. Michael, siento que el Señor no nos escucha y mi corazón está abatido. Mi única esperanza es El.  ¡SEÑOR JESUS, YO CONFIO EN TI!

Viernes 20 de octubre de 2006

Ezequiel 22, 1-14

Me levanté y le di gracias a Dios por todas sus bendiciones.  No lo entiendo, pero a pesar que lo que nos ha pasado en la medición, no parece que es como para que nos desesperemos, pues aunque no se mira nada bueno, el Espíritu Santo me dice que es para nuestro bien.  
Sólo el Espíritu Santo basta y eso debemos pedir: “DIOS ES Y BASTA”.  El Señor me dijo:  1 Se me dirigió esta palabra de Yavé: 2 «Hijo de hombre, ¿no juzgarás a la ciudad sanguinaria? 3 Dale a conocer todos sus crímenes. Le comunicarás esta palabra de Yavé: Ay de esta ciudad, pues adelantó su hora con la sangre derramada en medio de ella, se volvió impura con los ídolos que se hizo. 4 La sangre derramada te ha convertido en culpable, te hiciste ídolos y con ello te has ensuciado. Adelantaste tu hora y el término de tus años: te convertiré en la vergüenza de las naciones, en motivo de risa para los pueblos. 13 Pero ahora aplaudo por toda esta corrupción y por la sangre que hay en ti. 14 ¿Conservarás tu tranquilidad, serás tan atrevida el día en que me lance contra ti? Yo Yavé hablé y lo haré. 

Sábado 21 de octubre de 2006

Samuel 1, 8-11; 2, 1-10

Me levanté con gripe y a preparar el programa. Pasé toda la tarde preparando el memorándum que les quiero enviar a los abogados.  ¿Será, Señor, éste el documento al que hacía referencia Edith, cuando me dijo que iba a aparecer un documento que iba a cambiar todo el rumbo del caso? AYÚDANOS SEÑOR, TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS, que sea éste el documento a que se refería Edith.

Domingo 22 de octubre de 2006

Me pasé todo el domingo preparando el memo para los abogados, sentía que el Espíritu Santo me decía qué poner.  Por la tarde vimos el juego del Real Madrid y después fuimos a almorzar donde Edwin y Celina.  Le daba gracias a Dios por habernos dado a Roberto Adriano, pues es una bendición cómo nos llevamos tan bien y nos hacemos compañía. ¡GRACIAS SEÑOR!
Después fuimos a ver a mis papás y me encontré con que mi papá que no se siente bien, pues ya no se puede comunicar bien.  Me sentí bien triste, pidiéndole al Señor que nos acelere la resolución del caso, para que mi papá “crea” en nosotros… sé que así va a ser. Por la noche me puse a orar solo, pues Sylvia Regina se fue a ayudarle a Ariana con Paolo. El Señor, me dijo:  8 … Ana, ¿Por qué lloras? ¿Por qué estás triste y no comes? ¿Acaso no valgo para ti más que diez hijos? 10 Estaba llena de amargura y lloraba sin consuelo. Suplicó a Yavé 11 y le hizo el siguiente voto: «¡Oh Yavé de los Ejércitos! Si es que te dignas mirar la aflicción de tu esclava, te acuerdas de mí y no me olvidas, dame un hijo varón. Yo te lo entregaré por todos los días de su vida y la navaja no pasará por su cabeza.»  1 Mi alma se alegra en Yavé, en Dios me siento llena de fuerza, ahora que puedo responder a mis enemigos, pues me siento feliz con tu auxilio.  ¡BENDITO SEAS SEÑOR!


"Considerar que estas pruebas y otras pérdidas temporales son muchas veces de mano de Dios nuestro Señor, para que más nos conozcamos y más perdamos el amor hacia las cosas creadas y más enteramente pesemos cuán breve es nuestra vida, para adorarnos para la otra que ha de durar para siempre."

San Ignacio de Loyola

sábado, 22 de diciembre de 2012

Cronología de un Milagro - Octubre 2006-II


Lunes 9 de octubre de 2006

Lucas 24, 32-36

El Señor me dijo:  32 … «¿No sentíamos arder nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?» 33 De inmediato se levantaron y se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once y a los de su grupo. 34 Estos les dijeron: «Es verdad: el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón.» 36 Mientras estaban hablando de todo esto, Jesús se presentó en medio de ellos y les dijo: «Paz a ustedes.»  En este momento me acordé que tenía una cita en la Fiscalía de Sensuntepeque. Iba preocupado para saber qué decir, pero cuando llegué, el Espíritu Santo se encargó de facilitarme todo.  Me sentí bien y tranquilo después, aunque comprendí que adquirimos otro compromiso más; pero esa era la voluntad de Dios y me sentí bien.
Al regreso pasamos a Ilobasco, tenía ilusión de visitar el pueblo e ir a la iglesia. Entré y estaba preciosa, no estaba abierta, pero el Señor quiso que coincidiéramos con el sacristán, que estaba en la puerta y nos dejó entrar.  En el Altar Mayor, estaba la imagen de “¡San Miguel Arcángel!” y en el ala izquierda una preciosa imagen del Divino Niño Jesús.  Oré frente al Santísimo, una docena del Rosario, por todas las necesidades de la familia y los empleados.  A la par estaba una señora orando en voz alta, leyendo un librito de La Liturgia de Las Horas, pero casi no podía leer.  El Señor me quiso dar a entender qué bendición es poder leer y todo lo que yo puedo ayudar en ese sentido.  Dejé una limosna para la construcción del templo. No me quería ir.  
A mediodía preparamos la reunión del grupo y era la de la historia de los soldados aliados que encuentran una estatua de Jesús con un rótulo que dice: “NO TENGO MAS MANOS… QUE LAS DE USTEDES”.
Recibí una llamada de Vidal alentadora, pues parece que el Juez ya ha comprendido el caso y está del lado nuestro – ¡GLORIA A DIOS!

Martes 10 de octubre de 2006

Isaías 41, 8-13

Me levanté a orar, pidiéndole al Señor su misericordia, pues hoy decide el Juez qué va a pasar con el juicio.  Ahorita debe estar en eso con los abogados y además por la reunión de mañana con los hermanos, a la cual Alex no quería ir, pero ayer me reuní con él y lo logré convencer que fuera.  El Señor me dijo:  8 Pero tú, Israel, eres mi siervo. Tú eres mi elegido, pueblo de Jacob, raza de Abraham, mi amigo, 9 yo te traje de los confines de la tierra. Te llamé de una región lejana diciéndote: «Tú eres mi servidor, yo me fijé en ti y te elegí.» 10 No temas, pues yo estoy contigo; no mires con desconfianza, pues yo soy tu Dios; yo te he dado fuerzas, he sido tu auxilio, y con mi diestra victoriosa te he sostenido. 11 Todos los que se lanzan contra ti serán avergonzados y humillados; tus adversarios serán reducidos a la nada y perecerán. 12 Buscarás a tus contrarios, pero no los hallarás; serán totalmente derrotados, reducidos a la nada los que te hacían la guerra. 13 Yo, Yavé, soy tu Dios; te tomo de la mano y te digo: No temas, que yo vengo a ayudarte.  ¡GLORIA A DIOS!  Cabal al terminar de escribir esto, se terminó el CD de los cantos gregorianos y me quedé en un profundo silencio, en compañía del Señor; sólo se oían los pajaritos, celebrando su presencia, ¡ALABADO Y BENDECIDO SEAS SEÑOR! ¡SANTO, SANTO, SANTO!
Comprendí que esta Palabra era también para Alex.  En la oficina no pasó nada, pues se pasó todo el día y El Paso no contestó nada al Juez; pero mi esperanza está en el Señor y nada me falta.  Ya no pude ir a leerle La Palabra a Alex, pues me quedé esperando la oportunidad.  Se ve que el Señor no quiso.

Miércoles 11 de octubre de 2006

Salmo 80

Me levanté a orar, pidiéndole al Señor por la reunión de hoy con mis hermanos.  Me dijo:  2 Escucha, pastor de Israel, que guías a José como un rebaño, tú que te sientas en los querubines 3 resplandece delante de Efraín, Benjamín y Manasés. ¡Despierta tu valentía, ven y sálvanos! 4 ¡Oh Dios, retómanos en tus manos, haz brillar tu faz y sálvanos! 5 ¿Hasta cuándo, Señor, Dios de los ejércitos, vas a desconsiderar las oraciones de tu pueblo? 6 Le diste por comida un pan de lágrimas, han bebido sus lágrimas hasta saciarse. 7 Somos la presa que se arrebatan nuestros vecinos, y nuestros enemigos se burlan de nosotros. 8 ¡Oh Dios de los ejércitos, restablécenos, haz brillar tu faz y sálvanos! 9 Tenías una viña que arrancaste de Egipto, para plantarla expulsaste naciones. 10 Delante de ella despejaste el terreno, echó raíces y repletó el país. 11 De su sombra se cubrieron las montañas y de sus pámpanos, los cedros divinos. 12 Extendía sus sarmientos hasta el mar y sus brotes llegaban hasta el río. 13 ¿Por qué has destrozado sus cercos? Cualquier transeúnte saca racimos, 14 el jabalí de los bosques la devasta y los animales salvajes la devoran. 15 ¡Oh Dios Sabaot, es hora de que regreses; mira de lo alto del cielo y contempla, visita esa viña 16 y protégela, ya que tu derecha la plantó! 17 Los que le prendieron fuego como basura, que perezcan al reproche de tu mirada. 18 Que tu mano apoye al hombre que hace tus obras, al hijo de hombre que has hecho fuerte para ti. 19 Ya no nos apartaremos más de ti, nos harás revivir y tu nombre invocaremos. 20 ¡Señor, Dios Sabaot, restablécenos, haz brillar tu faz y sálvanos!  Tuvimos la reunión con mis hermanos a las 9:00 a.m., con Monseñor Urioste.  Yo comencé leyendo el Salmo de hoy, pero nadie le hizo ningún comentario.  Sin embargo, la reunión fue muy positiva y el Espíritu Santo estuvo con nosotros sanando.  Al final, Monseñor nos impuso las manos a cada uno y cuando fue mi turno, lloré.
Por la noche cenamos donde Guayo y la reunión estuvo positiva.

Jueves 12 de octubre de 2006

Juan 5, 14

Me levanté pidiéndole al Señor por la reunión con los hermanos y dándole gracias por todas sus bendiciones, pues ayer nos reunimos con Alex para decidir qué hacer para lo de la mediación y nos pudimos poner de acuerdo, sin ninguna cosa negativa.  Todo positivo y ameno, ¡GRACIAS SEÑOR! Me dijo:  14 Más tarde Jesús se encontró con él en el Templo y le dijo: «Ahora estás sano, pero no vuelvas a pecar, no sea que te suceda algo peor.»

Viernes 13 de octubre de 2006

Efesios 6, 10-18

Me levanté pidiéndole al Señor que me diera Palabra para mis hermanos, que nos ayude a restablecer nuestra armonía.  Me dijo:  10 Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con su energía y su fuerza. 11 Lleven con ustedes todas las armas de Dios para que puedan resistir las maniobras del diablo. 12 Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba. 13 Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas. 14 Tomen la verdad como cinturón y la justicia como coraza; 15 tengan buen calzado, estando listos para propagar el Evangelio de la paz. 16 Tengan siempre en la mano el escudo de la fe y así podrán atajar las flechas incendiarias del demonio. 17 Por último, usen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, o sea, la Palabra de Dios. 18 Vivan orando y suplicando. Oren en todo tiempo según les inspire el Espíritu. Velen en común y perseveren en sus oraciones sin desanimarse nunca, intercediendo en favor de todos los santos, sus hermanos.

Sábado 14 de octubre de 2006

Nos levantamos temprano para ir al hospital y recibir a Paolo.  Cuando llegamos ya Ariana estaba ahí, la vi bien linda, eran las 9:00 a.m..  Ahí pasamos todo el día.  Rezamos varios Rosarios por Paolo, nació a las 7:45 p.m., más o menos.  Luigi nos lo salió a enseñar y se veía muy orgulloso, estuvo con Ariana todo el día y asistió al parto.  Te damos gracias Señor, por esta bendición de nuestro primer nieto.  El Espíritu Santo estuvo con nosotros todo el día.

Domingo 15 de octubre de 2006

Me levanté temprano, pues a mediodía salía para Houston a la mediación. Fuimos a ver a Paolo y estuve con él bastante rato, lo chinié y me sentí bien contento.  Me levanté a misa de 7:00 a.m., para darle gracias al Señor, por todas sus bendiciones, ¿Qué más podemos pedir? ¡GRACIAS SEÑOR!


"Tanto es el atractivo de Cristo, que muchos que no creen en El lo alaban y dicen que no creen en El, porque no pueden cumplir lo que manda."

San Agustín

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Cronología de un Milagro - Octubre 2006-I


Lunes 2 de octubre de 2006

Lucas 7, 11-15

Le pedí al Señor que aumentara mi Esperanza, dándome una luz de cual Su voluntad. Me contestó:  11 Jesús se dirigió poco después a un pueblo llamado Naín, y con él iban sus discípulos y un buen número de personas. 12 Cuando llegó a la puerta del pueblo, sacaban a enterrar a un muerto: era el hijo único de su madre, que era viuda, y mucha gente del pueblo la acompañaba. 13 Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo: «No llores.» 14 Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron. Dijo Jesús entonces: «Joven, yo te lo mando, levántate.» 15 Se incorporó el muerto inmediatamente y se puso a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre. 
Llegué a la oficina y no tenía nada que hacer.  Me habló Arturo y me dijo que el Señor le había dicho que lo que yo tenía que hacer era “mayor sacrificio”.  Me sentí desconsolado y duditativo, pues ya no sé qué más hacer; pero gracias a Dios, el Espíritu Santo me iluminó para aceptarlo con humildad ¿Qué más quieres, Señor? Ilumíname para saberlo.
Me habló Alex y me dijo que le habían hablado de la compañía de seguros con la que tiene el reclamo, para decirle que si quería negociar el monto y llegar a un arreglo, lo cual inmediatamente me acordó de la Palabra del jueves 28 pasado, que El se iba a encargar de “imprimir sentimientos de piedad en su corazón”.  Era indudable que esto era un cambio de rumbo y una muestra evidente de Esperanza, que nos mandaba el Señor.
Por la noche fuimos a dar el servicio de comida a los indigentes y yo no estaba de buen humor.  Pasé mal humorado en todo el servicio y pidiéndole al Señor que me cambiara mi estado de ánimo, pero prevaleció mi mal humor.  Al final, Jordy cerró el carro y dejó las llaves adentro y yo me tuve que venir con Miguel a traer las llaves de repuesto.  Todos se quedaron con el carro, en el Parque Libertad, cantando alabanzas; mientras yo venía “más contrariado” a traer las llaves.  El Señor me dio otra lección de humildad.

Martes 3 de octubre de 2006

Filipenses 1, 1-30; 2, 1-4
Siracides 39, 12

No me quería levantar, pues no tengo nada que hacer y además hoy es mi tercer día de ayuno, lo cual me tiene bastante mal humorado y sin ganas de enfrentarlo.  Pero al final, empiezo a darme cuenta de la sabiduría con que me lo dijo el señor del Retiro, pues el hecho de hacerlo martes, viernes y martes ha hecho que el ayuno sea prácticamente de una semana; pues he pasado pendiente de el toda la semana y por tanto pendiente de el Señor toda la semana.  El sacrificio ha sido grande, pero además el Señor me pide más, por medio de Arturo y eso fue el motivo de mi oración de hoy, pedirle al Señor que me ilumine para saber: ¿qué más tengo que hacer?  Me dijo:  2 Reciban gracia y paz de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús, el Señor –Cristo es mi vida– 20 Tengo esperanza y estoy seguro que no seré defraudado. Al contrario, no me cabe duda que esta vez, como las anteriores, Cristo aparecerá más grande a través de mí, sea que viva o que muera. 21 Cristo es mi vida y de la misma muerte saco provecho. 22 Pero veo que, mientras estoy en este cuerpo, mi trabajo da frutos, de modo que ya no sé qué escoger. 23 Estoy apretado por los dos lados: por una parte siento gran deseo de largarme y estar con Cristo, lo que sería sin duda mucho mejor. 24 Pero, pensando en ustedes, conviene que yo permanezca en esta vida. 25 Esto me convence; veo que me quedaré y permaneceré con todos ustedes; su fe progresará con esto y será más alegre. –Sigan firmes en la fe– 28 No se dejen intimidar por los adversarios. Este será un signo seguro de que ellos van a la ruina y ustedes a la salvación. Todo esto viene de Dios, 29 y es una gracia para ustedes que no solamente hayan creído en Cristo, sino que también padezcan por él… –Imiten a Jesús humilde– 1 ¿Puedo pedirles algo en nombre de Cristo, hablarles del amor? ¿Han recibido el Espíritu Santo y son capaces de compasión y ternura? 2 Entonces denme esta alegría: pónganse de acuerdo, estén unidos en el amor, con una misma alma y un mismo proyecto. 3 No hagan nada por rivalidad o vanagloria. Que cada uno tenga la humildad de creer que los otros son mejores que él mismo. 4 No busque nadie sus propios intereses, sino más bien preocúpese cada uno por los demás. 
Luego vino Sylvia Regina y me dijo que el Señor le había dado la siguiente Palabra, en relación a lo que había ocurrido ayer, con lo de que el carro se había quedado con llave:  12 Quiero además comunicarles mis reflexiones, de las que estoy repleto como la luna llena. 13 Hijos míos santos, escúchenme y crecerán como el rosedal plantado junto al arroyo. 14 Expandan un olor agradable como el incienso, que se abran sus flores como el lirio, den su perfume y entonen un canto. ¡Bendigan al Señor por todas sus obras! 15 Glorifiquen su nombre y publiquen sus alabanzas; canten, toquen el arpa, aclámenlo diciendo: 16 ¡Qué hermosas son las obras del Señor! Todo lo que él decide ocurre en el momento preciso. No hay pues que decir: ¿Qué es eso? ¿Por qué aquello? Porque todo será útil a su debido tiempo. 17 A una palabra suya las aguas se detuvieron y se elevaron en un solo lugar; una palabra de su boca abrió el depósito de las aguas. 18 Basta que hable para que todo lo que desea se realice, nadie puede detener su obra de salvación. 19 Ante él están las obras de cada uno, y nada escapa a su mirada. 21 No hay pues que decir: ¿Qué es esto? ¿Por qué eso? Porque todo ha sido hecho para que sirva. 22 La bendición del Señor es como un río que se desborda; inundó la tierra como un diluvio.  Y es que ayer se quedó la llave adentro de la Discovery y todos se pusieron a cantar alabanzas y todos los indigentes se pusieron muy contentos con las alabanzas al Señor; alabándolo también ellos.  ¡Eso es lo que el Señor quería que hiciéramos!
Por la tarde me habló Alex y me dijo que llegara a la oficina.  Me contó que le habían hablado de la compañia de seguros y que había llegado un señor por la mañana para decirle que querían negociar un arreglo ¡GLORIA A DIOS!  Esto confirmaba lo que el Señor me había dicho el jueves 28 de este mes de septiembre.  Inmediatamente supe que eso venía del Señor y era un preámbulo de lo que va a comenzar a suceder en estos días.
Estando ahí, le habló el mismo señor, para decirle que quería llegar nuevamente, que le tenía una proposición.  Inmediatamente me fui y le dije que me avisara a ver cómo le había ido.  Más tarde, después de la oración en la empresa, me llamó para decirme que ya habían llegado a un arreglo y me dijo: “¡GLORIA A DIOS!”

Miércoles 4 de octubre de 2006

Liturgia de las horas iv: pág. 1535

Nos levantamos temprano, para celebrar el décimo quinto cumpleaños de Rober.  Había una alegría especial en la casa.  Desayunamos juntos, el Señor así lo quiso.  Durante el desayuno, vinieron 6 urracas y varios chíos y zanates.  Reparé que esto era un saludo del Señor a Roberto Adriano, celebrando que había nacido en el día de San Francisco y por eso nos enviaba todos estos pajaritos, igual que nos los envió en el día de nacimiento.  Yo me sentía, especialmente contento, pues además ayer había terminado mi semana de ayuno, conforme me dijo el “sanador” en el Retiro y el Espíritu Santo me decía que hoy iba a comenzar una nueva etapa de prosperidad.  
Después del desayuno me vine a orar y pude sentir al Señor, nuevamente conmigo, que estaba en su presencia: que me ve, que me oye.  El Espíritu Santo me dijo que abriera el libro de La Liturgia de Las Horas, para decirme algo.  Me dijo:  He aquí un varón prudente que construyó su casa sobre roca y en cuya boca no se encontró el engaño; Dios lo eligió para sí como sacerdote.  Este es el gran sacerdote que durante su vida caminó con el Señor y fue hallado justo. Dios lo eligió para sí como sacerdote.  ¡GLORIA A DIOS, ALABADO SEAS SEÑOR!

Jueves 5 de octubre de 2006

Mateo 5, 13-16; 27-32

Me levanté preocupado.  El Señor, me dijo:  13 Ustedes son la sal de la tierra… 14 Ustedes son la luz del mundo. 15 nadie enciende una lámpara para taparla con un cajón, la ponen más bien sobre un candelero y alumbran a todos los que están en la casa. 16 Hagan, pues, que brille su luz ante los hombres; que vean estas buenas obras y por ello den gloria al Padre de ustedes que está en los Cielos. 27 Ustedes han oído que se dijo: « No cometerás adulterio.» 28 Pero yo les digo: Quien mira a una mujer con malos deseos, ya cometió adulterio con ella en su corazón. 29 Por eso, si tu ojo derecho te está haciendo caer, sácatelo y tíralo lejos… 31 También se dijo: «El que se divorcie de su mujer, debe darle un certificado de divorcio.» 32 Pero yo les digo: Si un hombre se divorcia de su mujer, a no ser por motivo de infidelidad, es como mandarla a cometer adulterio: el hombre que se case con la mujer divorciada, cometerá adulterio. 
Nos reunimos con Alex y la reunión fue positiva. Recibí un e-mail de Vidal, que era positivo.
Por la noche fuimos a la cena del cuarenta aniversario de ANEP y me confundí de hotel, encontrándome con los ejecutivos de El Paso y de Globeleq, que iban a cenar.  Me dolió bastante, en el corazón, que nos tuvieran marginados de su negociación.  El Espíritu Santo quiso que pasara por esa humillación y después El me fue dando más Paz.  
Por la tarde fui a ver a mis papás y la reunión fue positiva, después nos fuimos con mi mamá al Santísimo y a misa.

Viernes 6 de octubre de 2006

Sirácides 7, 31-35; 8, 1-3

Me levanté a preparar el programa y después a orar.  Le dije al Señor: ¡Habla Señor, tu siervo escucha!  Me dijo:  31 Teme al Señor y honra al sacerdote; dale su parte como se te ha mandado: las primeras cosechas de tu campo, el sacrificio por el pecado, el lomo de las víctimas, las ofrendas santas y las primicias de las cosas sagradas. 32 Tiéndele al pobre una mano generosa y recibirás del Señor una bendición. 33 Que los vivos reciban tus buenas obras y no olvides a los muertos. 34 No te apartes de los que lloran, sufre con los que tienen pena. 35 No te olvides de visitar al enfermo: este tipo de cosas hará que se te quiera. 36 En todo lo que hagas, acuérdate de tu fin y nunca pecarás. 1 No discutas con un hombre poderoso: podrías caer en sus manos. 2 No te querelles con un hombre rico: podría echar su peso en la balanza. 3 No discutas con un hablador: sería echar leña al fuego. 
Recibí un e-mail que se llama “Espejo del Alma”, sobre un señor que ayuda a una señora que se le había ido una llanta y no acepta que le pague, sino le dice que hay se lo dé a una persona más necesitada.  Ella para en un restaurante más adelante y la atiende una señora que estaba esperando un bebé y ella le da en ayuda mil dólares, pues la ve necesitada. Cuando la señora regresa a la casa, ella todavía se pregunta por qué la señora sabía que estaban necesitando tanto ese dinero para el parto del niño, pero contenta besa a su marido que ya estaba dormido y resulta que el marido era el mismo “Renato” que había cambiado la llanta de la señora.  Se me llenaron los ojos de lágrimas, con esta historia y quisiera tener mucho dinero para ayudar a tantas personas que lo necesitan.  Tenía días de no sentir el amor del Espíritu Santo, ¡GRACIAS SEÑOR!  Comprendí que ése es mi apostolado, ayudar a los más necesitados y que el Señor nos iba a componer todo lo del juicio.  
Me regresó mi Esperanza que la había perdido desde hace unas semanas, cuando me enfermé con calentura; que no sé de dónde vino y porqué, para qué? Quizás para que experimentara “el silencio del Señor”, “La noche oscura”.

Sábado 7 y domingo 8 de octubre de 2006

Liturgia de las horas IV: pág. 324

Nos levantamos para ir a rezar el Rosario, con el Santísimo expuesto, en Monte Elena. Carmen Elena nos dijo que iba a haber este evento de Los Legionarios de Cristo, para bendecir las Vírgenes Peregrinas y ver si nosotros la quisiéramos recibir por tres días: “¡La Virgen de Guadalupe!”  Fuimos con mi mamá, Ma. Isabel y Celina.  Después hubo misa. Yo ya me sentía como antes de contento y confiado en el Señor.  En el programa de ayer, que lo tuvimos que grabar, también ya sentí la efusión del Espíritu Santo de nuevo.  El Padre nos dijo en el sermón que ya había un mandamiento nuevo.  Que ya habían los Diez Mandamientos del Antiguo Testamento y que esos eran del Padre; los dos del Nuevo Testamento y que esos eran del Hijo; los cinco de la Iglesia y que esos eran del Espíritu Santo y ahora el nuevo era el de La Madre, que era quien faltaba y que era: “Hagan lo que El les diga.” 
Por la tarde fuimos al campeonato de tenis de mesa con Rober y en la noche a la cena del cumpleaños de Mónica.  Ahí me encontré y hablamos largamente con el Gral. Gutiérrez y también con el papá de Fernando.  Me contó que mi abuelo Adriano, había sido jefe de su papá; pues él era el encargado de los parques, cuando mi abuelo fue alcalde.  Que él fue el encargado de montar la imagen de “El Salvador del Mundo”, frente a la iglesia de San José; cuyo párroco en ese entonces era Monseñor Urioste, de quien los Munés son muy amigos. El domingo fuimos de nuevo al campeonato y Rober ganó dos juegos.  Por la tarde me puse a orar, pues ya me hacía falta.  Me dijo:  El Señor está cerca, no os inquietéis por cosa alguna. El Señor está cerca de los que le invocan sinceramente, es decir, de los que acuden a El con fe recta, esperanza firme y caridad perfecta; El sabe en efecto lo que vos necesitáis ya antes que lo pidáis; El está siempre dispuesto a venir en ayuda de las necesidades de quienes le sirven fielmente. El Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos, aunque el justo sufra muchos males, de todos lo libra el Señor. Si nosotros procuramos observar lo que El nos manda, El no tardará en darnos lo que prometió. O sea: “Hagan lo que El les diga”, que es el nuevo mandamiento de lo que nos habló el padre ayer.


"Tienen que tener confianza en la misericordia de Jesucristo, que levanta a los caídos, les da el remedio adecuado y los lleva al estado de salvación"

San Juan de Avila

lunes, 17 de diciembre de 2012

Cronología de un Milagro - Septiembre 2006-IV

Lunes 25 de septiembre de 2006

Gálatas 5, 1-26

Me levanté sintiéndome mejor y pidiéndole al Señor que me iluminara y ayudara a comprender porqué no había sentido nada en la imposición de manos.  Me contestó: 1 Cristo nos liberó para ser libres. Manténganse, pues, firmes y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud. 24 Los que pertenecen a Cristo Jesús han crucificado la carne con sus impulsos y deseos. 25 Si ahora vivimos según el espíritu, dejémonos guiar por el Espíritu; 26 depongamos toda vanagloria, dejemos de querer ser más que los demás y de ser celosos.  Pasé todo el día triste, sintiéndome lejos del Señor.  No me dieron ganas de ir a trabajar, pues de todas maneras no tengo nada que ir a hacer.  Me fui al Santísimo, a pedirle al Señor su misericordia, pues ya no sentía, ni  que sabía, ni qué pedir.  Después fui a misa y comulgué, pero la distancia con el Señor continuó.  ¿Qué me pasa, Señor? ¿Por qué te alejas de mí?  Siento mi vida como de noche… en tinieblas.
Por la noche fuimos a la reunión del grupo y todos estaban llenos del Espíritu Santo y eso me dio ánimos.  Bendito sea Dios, alabado y glorificado sea nuestro Señor Jesucristo.

Martes 26 de septiembre de 2006

Cantar de los cantares 8, 1-3
Isaías 40, 1-2
Marcos 1, 15

Hoy hice ayuno, conforme a lo que me dijo
el "sanador" en el Retiro

Me levanté a orar, pidiéndole al Señor que me hable. Me dijo:  1 ¡Ah, si tú fueras hermano mío, alimentado con el pecho de mi madre! Te podría besar al encontrarte afuera sin que me despreciaran. 2 Te llevaría a la casa de mi madre, a la habitación de la que me concibió. Te daría a beber vino fragante y un licor hecho de granada. 3 Su izquierda se desliza bajo mi cabeza y su derecha me abraza.  Luego, Sylvia Regina me trajo un mail de Rosario, de junio 7, 2005, que decía:  1 Consuelen, dice Yavé, tu Dios, consuelen a mi pueblo. 2 Hablen a Jerusalén, hablen a su corazón y díganle que su jornada ha terminado, que ha sido pagada su culpa, pues ha recibido de manos de Yavé doble castigo por todos sus pecados.  Más tarde me trajo una tarjetita con una de las citas:  15 Ha llegado el tiempo y el Reino de Dios está cerca, vuélvanse a Dios y acepten con fe sus buenas noticias. 
Pasé todo el día en ayuno y sin nada que hacer.  Me llamaron de la Fiscalía y Marco Tulio me dijo que ayer llegaron dos abogados, buscando a La Casa Castro.  Me sentí solo y abandonado, siento al Señor bien lejos, como nunca me había sentido en mucho tiempo.  Sin embargo le decía: Señor, a quién iremos? ¡Sólo tú, tienes Palabra de vida eterna!

Miércoles 27 de septiembre de 2006

Mateo 15, 22-28

Me levanté a orar y el Señor me dijo:  ¡Trabajamos harto y no pescamos nada: ¡Aumenta nuestra fe! 22 Una mujer cananea, que llegaba de ese territorio, empezó a gritar: ¡Señor, hijo de David, ten compasión de mí! 28 Entonces Jesús le dijo: «Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que se cumpla tu deseo.» Y en aquel momento quedó sana su hija. 
Pasé un día igual, falto de Fe, sintiendo al Señor lejos.  No pude ir a misa.  ¿Hasta cuándo Señor, hasta cuándo?
Me reuní con Guayo y la reunión fue positiva.  Hablamos mucho de el Señor y veo que ya ha empezado a leer la Palabra – ¡GLORIA A DIOS!  
Por la noche fuimos a recibir el homenaje a mi papá, en ocasión de la celebración de los 75 años de la Sociedad Dental y oir ser el de los fundadores y primera Junta Directiva.  Fuimos todos los hermanos y hermanas con sus esposos y esposas y mi mamá. Después fuimos a la casa de Lorena, a conocerla, pues no habíamos ido.  La reunión fue muy positiva, como las de antes, como si nada hubiera pasado.  Fue un mensaje del Señor, que está con nosotros.

Jueves 28 de septiembre de 2006

Salmo 13
Salmo 34, 18
Jeremías 42, 11-12

Me levanté a orar, pidiéndole al Señor su misericordia y su Paz.  Que me hiciera sentir su Amor y su Esperanza, pues me siento bien triste.  Me dijo:  2 ¿Hasta cuándo, Señor, seguirás olvidándome? ¿Hasta cuándo me ocultarás tu rostro? 3 ¿Hasta cuándo sentiré angustia en mi alma y tristeza en mi corazón, día tras día? ¿Hasta cuándo mi enemigo triunfará a costa mía? 4 ¡Señor, Dios mío, mírame y respóndeme! Ilumina mis ojos para que no me duerma con los muertos, 5 y no diga mi enemigo que acabó conmigo, ni mis adversarios se alegren al verme vacilar. 6 En cuanto a mí, confío en tu bondad; conoceré la alegría de tu salvación y cantaré al Señor que me ha tratado bien. 
Luego, Sylvia Regina vino y me dijo que le había estado pidiendo al Señor que le ayudara, para ayudarme y me enseñó una de las tarjetitas que decía:  “El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza.” 
No pasó nada en todo el día.  Nos reunimos con Alex y no tenemos nada que hacer, pero la reunión fue positiva.  Me vine a la casa temprano, buscando al Señor, queriendo sentirlo cerca.  Me puse a orar, el Señor me dijo:  11 No teman al rey de Babilonia, que tanto susto les causa; no lo teman, dice Yavé, pues estoy con ustedes para salvarlos y para librarlos de sus manos. 12 Yo pondré en su corazón sentimientos de piedad hacia ustedes, y él se compadecerá de ustedes, permitiéndoles que regresen a su patria. 
Por la noche fuimos a la asamblea de Encuentros.  Al regresar, Sylvia Regina me dijo que durante la Eucaristía, el Espíritu Santo le había dicho que lo que me estaba pasando era un ataque del maligno, pues está enojado por todo el bien que está ocurriendo en el grupo y que debíamos protegernos.  Llegaron todos los del grupo, excepto los Dreyfus, que habló Beatriz para disculparse, pues se sentía cansada.

Viernes 29 de septiembre de 2006

Hechos 12, 6-11

No me quería levantar, pues siento pereza de comenzar un nuevo día.  Le pedí al Señor que me ayudara a comprender su voluntad.  Estaba orando, cuando se acercó Sylvia Regina y me dijo la siguiente Palabra:  6 Llegaba el día en que Herodes iba a hacerlo comparecer; aquella misma noche Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, atado con dos cadenas, y otros guardias custodiaban la puerta de la cárcel. 7 De repente la celda se llenó de luz: ¡estaba el ángel del Señor! El ángel tocó a Pedro en el costado y lo despertó diciéndole: «¡Levántate enseguida!» Y se le cayeron las cadenas de las manos. 8 El ángel le dijo en seguida: «Ponte el cinturón y las sandalias.» Así lo hizo, y el ángel agregó: «Ponte el manto y sígueme.» 9 Pedro salió tras él; no se daba cuenta de que lo que estaba ocurriendo con el ángel era realidad, y todo le parecían visiones. 10 Pasaron la primera y la segunda guardia y llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió sola. Salieron y se metieron por un callejón y de repente lo dejó el ángel. 11 Entonces Pedro volvió en sí y dijo: «Ahora  no cabe duda: el Señor ha enviado a su ángel para rescatarme de las manos de Herodes y de todo lo que proyectaban los judíos contra mí.»

Sábado 30 y domingo 1 de octubre de 2006

Números 11, 1-23

Me levanté a preparar el programa, como falto de Fe, de Esperanza y no sintiendo el Amor del Señor cerca.  De repente, sin yo esperarlo, ni pedirlo, me dijo:  1 El pueblo murmuró malvadamente a los oídos de Yavé. Yavé lo oyó y se enojó: Se encendió el fuego de Yavé contra el pueblo y devoró las primeras tiendas del campamento. 2 Entonces el pueblo le suplicó a Moisés. Moisés intercedió ante Yavé y el fuego se apagó. 10 Moisés oyó que el pueblo lloraba, cada familia a la entrada de su tienda, mientras ardía la cólera de Yavé. Moisés se afectó mucho por eso. 11 Le dijo a Yavé: ¿Por qué tratas tan mal a tu servidor? ¡No me has hecho ningún favor al imponerme la carga de todo este pueblo! 12 ¿Soy yo acaso quién lo dio a luz para que me digas: Llévalo en tu seno, como la nodriza lleva a su bebé, al país que prometiste bajo juramento a nuestros padres? 13 Todo el pueblo viene a mí para decirme: ¡Danos carne, queremos comerla! Pero ¿De dónde voy a sacar carne para dársela? 14 ¡No puedo conducir solo a este pueblo, es demasiado peso para mí! 15 Si es así como me quieres tratar, mejor mátame, te lo ruego; con eso me harías un favor y me vería libre de esta desgracia! 16 Yavé le respondió a Moisés: «Júntame setenta ancianos de Israel… y llévalos a la Tienda de las Citas… 17 Bajaré y hablaré contigo; luego tomaré mi espíritu que está en ti y se lo pondré a ellos. Llevarán contigo la carga del pueblo y ya no tendrás que llevarlo solo. 18 Dirás al pueblo: Santifíquense para mañana, comerán carne ya que vinieron a llorar a los oídos de Yavé. Pues ustedes dijeron: ¿Quién nos dará carne para comer? ¡Estábamos tan bien en Egipto! Yavé les dará carne y la comerán. 19 La comerán no sólo uno o dos, o siquiera cinco, diez o veinte días, 20 sino todo un mes, hasta que les salga por las narices y sientan asco de ella. 20 Moisés dijo: «El pueblo al que pertenezco consta de seiscientos mil hombres de a pie, y tú dices: ¿¡Les voy a dar carne y la comerán todo un mes!? 23 Yavé le dijo a Moisés: «¡Así que la mano de Yavé es muy corta! Ahora verás si mi palabra se cumple o no.»


"La vida es solo un corto período de prueba que se nos ha dado, únicamente, para merecer con Tu gracia, entrar en el cielo."

Beato Carlos de Foucauld