Lunes
16 de octubre de 2006
Estamos en
Houston y teníamos reunión con los abogados a las 8:00 a.m. Fuimos a misa a St. Ann a las 7:00 a.m. Alex, sumiso a la voluntad del Señor, me
acompañó. La mediación fue
igualmente dolorosa y desconcertante que todas y no podía ver con claridad la
voluntad del Señor, su presencia, ¿Adónde
estás Señor? ¿Por qué te escondes? ¡Yo ya no puedo! Señor, Jesús, ten
misericordia de mí. Terminamos la
reunión agotados y disgustados hasta con nuestros propios abogados. De nuevo, todo igual a las anterirores
mediaciones. La posición de El
Paso igual de arrogante. Quedamos
en que nos íbamos a reunir el miércoles para continuar.
Martes 17 de
octubre de 2006
Nos levantamos
y fuimos a misa a St. Michael. Después
fuimos donde los abogados y nos dijeron que habían comprendido nuestra
situación y que iban a orientar la mediación hacia que compráramos la planta o
que El Paso nos comprara - ¡GLORIA A DIOS!
Miércoles
18 de octubre de 2006
Fuimos a misa a
St. Ann y después a la mediación. Llegó
por primera vez el jefe de Basil Nichols. Hubo por primera vez una reunión conjunta, fue igual de
frustrante. No puedo ver lo que me
ha dicho el Señor, que: Yo pondré en sus corazones un
corazón de carne. Me siento
triste, pero acompañado del Señor. No lo entiendo y no comprendo, lo único que me sostiene es el
comprender que El está cerca de mí y que todo esto es su voluntad y por lo
tanto, es lo que nos conviene.
Jueves 19 de
octubre de 2006
Fuimos a misa a
St. Michael, siento que el Señor no nos escucha y mi corazón está abatido. Mi
única esperanza es El. ¡SEÑOR
JESUS, YO CONFIO EN TI!
Viernes
20 de octubre de 2006
Ezequiel
22, 1-14
Me levanté y le
di gracias a Dios por todas sus bendiciones. No lo entiendo, pero a pesar que lo que nos ha pasado en la
medición, no parece que es como para que nos desesperemos, pues aunque no se
mira nada bueno, el Espíritu Santo me dice que es para nuestro bien.
Sólo el
Espíritu Santo basta y eso debemos pedir: “DIOS ES Y BASTA”. El Señor me dijo: 1 Se me dirigió esta palabra de Yavé: 2 «Hijo de
hombre, ¿no juzgarás a la ciudad sanguinaria? 3 Dale a conocer todos
sus crímenes. Le comunicarás esta palabra de Yavé: Ay de esta ciudad, pues
adelantó su hora con la sangre derramada en medio de ella, se volvió impura con
los ídolos que se hizo. 4 La sangre derramada te ha convertido en
culpable, te hiciste ídolos y con ello te has ensuciado. Adelantaste tu hora y
el término de tus años: te convertiré en la vergüenza de las naciones, en
motivo de risa para los pueblos. 13 Pero ahora aplaudo por toda esta
corrupción y por la sangre que hay en ti. 14 ¿Conservarás tu
tranquilidad, serás tan atrevida el día en que me lance contra ti? Yo Yavé
hablé y lo haré.
Sábado
21 de octubre de 2006
Samuel
1, 8-11; 2, 1-10
Me levanté con
gripe y a preparar el programa. Pasé toda la tarde preparando el memorándum que
les quiero enviar a los abogados. ¿Será, Señor, éste el documento al que hacía referencia
Edith, cuando me dijo que iba a aparecer un documento que iba a cambiar todo el
rumbo del caso? AYÚDANOS SEÑOR, TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS, que sea éste el
documento a que se refería Edith.
Domingo
22 de octubre de 2006
Me pasé todo el
domingo preparando el memo para los abogados, sentía que el Espíritu Santo me
decía qué poner. Por la tarde
vimos el juego del Real Madrid y después fuimos a almorzar donde Edwin y
Celina. Le daba gracias a Dios por
habernos dado a Roberto Adriano, pues es una bendición cómo nos llevamos tan
bien y nos hacemos compañía. ¡GRACIAS SEÑOR!
Después fuimos
a ver a mis papás y me encontré con que mi papá que no se siente bien, pues ya no
se puede comunicar bien. Me sentí
bien triste, pidiéndole al Señor que nos acelere la resolución del caso, para
que mi papá “crea” en nosotros… sé que así va a ser. Por la noche me puse a
orar solo, pues Sylvia Regina se fue a ayudarle a Ariana con Paolo. El Señor,
me dijo: 8 … Ana, ¿Por qué
lloras? ¿Por qué estás triste y no comes? ¿Acaso no valgo para ti más que diez
hijos? 10 Estaba llena de amargura y lloraba sin consuelo. Suplicó a
Yavé 11 y le hizo el siguiente voto: «¡Oh Yavé de los Ejércitos! Si
es que te dignas mirar la aflicción de tu esclava, te acuerdas de mí y no me
olvidas, dame un hijo varón. Yo te lo entregaré por todos los días de su vida y
la navaja no pasará por su cabeza.» 1 Mi alma se alegra en
Yavé, en Dios me siento llena de fuerza, ahora que puedo responder a mis
enemigos, pues me siento feliz con tu auxilio. ¡BENDITO SEAS SEÑOR!
"Considerar que estas pruebas y otras pérdidas temporales son muchas veces de mano de Dios nuestro Señor, para que más nos conozcamos y más perdamos el amor hacia las cosas creadas y más enteramente pesemos cuán breve es nuestra vida, para adorarnos para la otra que ha de durar para siempre."
San Ignacio de Loyola
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