El votante "libre"

A estas alturas de la campaña presidencial, las encuestas nos están indicando un “empate técnico”, entre los dos candidatos presidenciales de ARENA y el FMLN. ¿Cómo se llaman? Pues se pudieran llamar cualquier nombre y lo lamentable es que las encuestas seguirían diciéndonos igual; un “empate técnico”,  como lo ha sido desde hace varios años.  El anterior fenómeno se puede explicar, en gran parte, debido a que el porcentaje de población que se considera de “izquierda” o de “derecha”, ha permanecido igual durante años, inclusive antes de los Acuerdos de Paz y equivale a, más o menos, un treinta por ciento de la población para cada grupo y por tanto, no debe esperarse que estos van a cambiar su forma de votar, independientemente de quién sea el candidato de su partido preferido.

Sin embargo,  existe un cuarenta por ciento de la población que no se considera ni de “izquierda”, ni de “derecha” y son “libres”, pues no están comprometidos con ningún partido y en la práctica son los que deciden en realidad quién será el Presidente; pues si al porcentaje de treinta por ciento que tiene cada partido asegurado, se le suma el cuarenta por ciento de los que en el futuro se van a decidir a votar, dependiendo del candidato que presente cada partido y la oferta electoral que proponga; esto es lo que asegura el gane para cualquiera partido. 

En las elecciones presidenciales del 2009, el FMLN pudo dar acertada lectura a la realidad de este votante “libre” y esto es la razón principal por la que salió electo el actual presidente Mauricio Funes, pues muchos votantes “libres” creyeron en su oferta personal y electoral y votaron por él; independientemente del partido que representaba.

 Si recordamos, el entonces candidato Mauricio Funes basó toda su campaña en ofrecer un: “cambio para mejorar”.  Luego, existen dos palabras claves que atraen a los votantes “libres” y que son: “cambio” y “mejorar”.

En cuanto a “cambio”, ahora la ventaja la lleva el candidato de ARENA o cualquier otro que surja eventualmente, pues son partidos que no están en el poder y habiéndose aclarado la preocupación sobre: “¿que pasará cuando llegue el FMLN a la presidencia?” lo que debe esperarse es que, a partir de las próximas elecciones, lo que va a prevalecer en el votante “libre” es la “sabiduría natural” de favorecer un “cambio de partido” en cada una de las elecciones presidenciales; como elemento de control de las estructuras de poder y para prevenir lo que está sucediendo en algunos de los países Latinoamericanos; donde ya no existe democracia, sino una “dictadura de partido”.

En cuanto a “mejorar”, solo existe una forma de mejorar constantemente y esta es la de tener un empleo “digno y autosustentable”. 

En un mundo globalizado como el actual, un empleo “digno y autosustentable” solo se puede generar por las empresas privadas y como dice el dicho: “esto es así, aquí y en la China”, pues ya hasta en la misma China, donde por años se pretendió generar empleos por parte del gobierno y sus distintas variantes, ahora se ha comprendido que la única manera de llevar bienestar a la población es a base de generar empleos por parte de empresas privadas; pues es la única forma en que estos pueden sostenerse en el largo plazo.

--> A final, lo que le interesa a la gente no es tanto “cambiar por cambiar”, sino que lo que realmente le interesa es “mejorar”.  Por tanto, para las próximas elecciones, es de esperar que el candidato que tendrá la ventaja es aquel que se manifieste en contra de la confrontación entre los Órganos del Estado y entre el gobierno y los inversionistas y que es la principal razón del porqué se ha detenido la generación de empleos y que además comprenda que, la forma de cambiar las encuestas y ganar, es prometiendo un verdadero y sincero: “cambio para mejorar”; que es lo que el votante “libre” continua esperando.

"Porque ellos - los impíos - no quieren hacerse mejores, hacen a Dios peor."

San Agustín