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Canonización de Monseñor Romero

viernes, 28 de diciembre de 2012

Cronología de un Milagro - Octubre 2006-IV

Martes 24 de octubre de 2006

Jeremías 7, 22-23
Marcos 10, 47-49

Me levanté temprano a orar y no pude orar mucho, pues tengo que ir al juzgado para el juicio de un proveedor, para decidir si la deuda con ellos es penal o mercantil.  Me siento tranquilo y confiado en la voluntad del Señor.  En mis oraciones me acordé de cuando Pedro estaba en la cárcel durmiendo, tranquilo, confiado en la voluntad del Señor, así me siento.  El Señor, me dijo:  22 … Cuando yo saqué a sus padres de Egipto, no les hablé ni les ordené nada referente a sacrificios y holocaustos. 23 Lo que les mandé, más bien, fue esto: “Escuchen mi voz, y yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo. Caminen por el camino que les indiqué para que siempre les vaya bien.”  Como no vamos a estar el próximo sábado, hoy vamos a grabar el programa del sábado y sentí el llamado del Espíritu Santo que me quería decir algo en ese evangelio. Me dijo:  47 «¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí! 49 Y llamaron al ciego diciéndole: ¡Animo, levántate porque El te llama!

Miércoles 25 de octubre de 2006

Nos levantamos temprano para ir a Houston.  Llegamos y nos reunimos con los abogados, no estaba Ron y Vidal había tomado el liderazgo.  Llevó a un experto, que me pareció que entendía mejor el caso que nadie; pero supe que, estábamos de nuevo, como en el primer paso con Mark.  Que ya a Ron no le interesaba el caso, lo mismo que a Richard.
Llamé a San Salvador para preguntar qué había decidido la Juez y me sentí desmayar cuando me confirmaron que la Juez había decretado que sí había estafa de parte mía y que me prohibía salir del país y reportarme al juzgado cada treinta días.  ¿Señor, adónde estás? ¡Sálvame, Señor!  Me sentí bien mal, sobre todo porque yo estaba seguro que el Señor me iba a librar de ese peligro y no lo hizo.  Comencé a orar y el Espíritu Santo me comenzó a instruir en que si eso había pasado, pues esa era la voluntad de Dios y por lo tanto es para mejor.  Eso me fue haciendo sentir mejor, pero el sentimiento era bien fuerte, pues no nos estaba yendo bien con los abogados de Houston y por el otro lado, ahora me prohibían salir del país.  Sólo mi Esperanza en el Señor hizo que me pudiera sobreponer y controlar mi depresión.

Jueves 26 de octubre de 2006

Nos levantamos temprano para ir a misa de 7:00 a.m. a St. Ann y hacer toda nuestra rutina. Llegamos temprano a la oficina de John McDowell, no había llegado nadie.  No llegó Ron, sino sólo Greg y comenzamos con lo mismo.  Fue un poco menos frustrante que la semana anterior.  Globeleq llegó y nos dijeron que lo que querían era comprar nuestra participación.  Nosotros les dijimos que no queríamos vender, así es que se fueron.  
Ya por la tarde, cuando John vio que no íbamos a llegar a nada, se le ocurrió la idea que El Paso nos financie la deuda de los bancos y lo de los abogados.  A todo el mundo le pareció una gran idea, pero no a mí.  Sin embargo, aún así autorizamos que se caminara sobre eso y se convocó a los bancos para el martes de la próxima semana. 
Al salir de la mediación, le comenté a Alex que me sentía bien alejado de Dios, sin comprender porqué no nos ayuda.  Nos fuimos a cenar y tuvimos una discusión bastante fuerte, no comprendiendo ambos porqué no nos entendíamos.  De pronto, él me aceptó que no habíamos coordinado bien nuestros planteamientos y entonces volví a empezar a sentir la presencia de Dios entre nosotros.  Comprendí entonces que no debíamos forzar nada en la mediación, pues el Señor se va a encargar que las cosas sucedan a nuestro favor. No nosotros, sino El, depositarnos en su voluntad.  Sin embargo, esto le cuesta a Alex y esto es el conflicto entre los dos.  Comencé a orar por Alex, para que el Señor le aumente su Fe, Esperanza y Caridad. ¡VIRGEN SANTISIMA, SÁLVANOS!

Viernes 27 de octubre de 2006

Fuimos a misa y después a andar en Metro y al “Museum of Fine Arts”.  Me gustó mucho, pues tenían muchos cuadros de paisajes bíblicos, inclusive una de Jesús jugando con Juan Bautista.  Además, había un Rembrandt, muy impresionante. Al volvernos a reunir con los abogados, Vidal sólo nos contó que habían quedado de reunirse con los bancos el próximo martes.

Sábado 28 de octubre de 2006

Fuimos a misa temprano y yo pensaba ir a St. Ann, pero el Espíritu Santo hizo que no me diera cuenta cuándo cruzar y fuimos a St. Michael.  Father John, el sacerdote viudo, habló sobre cómo la iglesia verdadera es la iglesia de los apóstoles y son ellos los que se han venido sucediendo, hasta los días de hoy.  Entonces comprendí que la charla era para que Alex la oyera.  Oré por él, pidiéndole al Espíritu Santo que entre en su corazón y le dé un corazón de “carne”.  Pasamos de shopping todo el día.  Llegamos a San Salvador hasta las 9:30 de la noche.

Domingo 29 de octubre de 2006

Salmo 144

El domingo me lo pasé terminando el nuevo documento que les iba a enviar a los abogados. Por la mañana fuimos a la Caminata del Encuentro No. 50.  Llegaron casi todos los del grupo y pasamos bien contentos.  Por la noche me puse a orar, pidiéndole al Espíritu Santo que me ilumine para saber qué era lo que estaba pasando en la mediación y qué era lo que debíamos esperar en el futuro.  ¿Señor, qué quieres que haga?, le preguntaba.  Me contestó:  1 Bendito sea el Señor, Roca mía, que mis manos adiestra para el combate y mis dedos para la batalla. 2 El es mi refugio y mi baluarte, mi fortaleza y mi libertador, mi escudo en que me amparo, él humilla a los pueblos a mis pies. 7 Desde lo alto tiéndeme tus manos, sálvame sacándome de las aguas profundas y de las manos de los hijos de extranjeros, 8 cuya boca dice falsedades y su diestra es una diestra de perjurio. 12 Aquí están nuestros hijos como plantas que van creciendo desde su niñez; nuestras hijas son columnas angulares esculpidas en el frontis de un palacio. 13 Están nuestros graneros muy cargados, rebosantes de toda clase de cosechas. 14 Nuestras bestias viajan muy cargadas. No hay hoyos en los muros ni rendiciones, ni gritos de lamento en nuestras plazas. 15 Dichoso el pueblo que esta suerte tiene, dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor.


"La pobreza hace percibir mejor, en todas las cosas, la inspiración del Espíritu Santo; hace caminar expeditamente por el camino de la virtud, como caminante libre de peso."

San Ignacio de Loyola

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