Lunes 23 de Febrero de 2004
1 Corintios 1, 18-19
Gálatas 6, 4-5
1, 18 Porque el lenguaje de la cruz resulta una locura para los que se pierden; pero para los que se salvan, para nosotros, es poder de Dios. 19 Ya lo dijo la Escritura: Destruiré la sabiduría de los sabios y haré fracasar la pericia de los instruidos. 6, 4 Que cada uno examine sus propias obras, si siente algún orgullo por ellas que lo guarde para sí y no lo haga pesar sobre los demás; 5 Para esto si que cada uno cargue con lo suyo.
Siento un peso enorme, pues puedo comprender que el Señor me ha estado preparando para una faena importante, como es el “promover Su palabra”.
Hoy me recuerda que no debo sentirme orgulloso por eso, sino más bien humilde y servidor; precavido en el uso del don que me ha dado. Al mismo tiempo, que eso me traerá más “cruz” y que la “cruz” es una bendición. Así me siento, pues el peso de no poder pagar el salario de los empleados es bastante grande y aún así comprendo que eso es lo que quiere el Señor, para que aprenda a vivir con el dolor.
En la oficina no pasó nada, nada camina, nada se resuelve, más bien retrocede, pues Vidal me habló que McFall, la firma de abogados viendo el caso, ha decidido no darle más recursos y eso pone en peligro que ellos puedan seguir representándonos.
Vidal me pidió un nuevo contrato personal para negociar con Lanier, para ver si su firma se se hace cargo del caso. Me sentí bien deprimido, pues en lugar de que las cosas se nos empiecen a resolver, más bien lo más importante se nos complica.
Me reconforta la frase: “Para los que aman a Dios, todo lo que sucede es para bien” y tengo Fe que esto es para mejor.
Hoy comenzamos las reuniones para servir en el Retiro No. 40 y nos recordaron que los ataques del enemigo se iban a arreciar, pues cuando uno se dispone a servir al Señor es cuando el enemigo más lo quiere a uno desesperar. Me hizo recordar lo que sucedió con Vidal hoy.
Martes 24 de Febrero de 2004
Isaías 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
Hoy se comprometió Sofía, nuestra segunda hija.
Hoy el Señor no me habló. Más bien me habló, pero no le puede entender. No sentía que el Espíritu Santo me estuviera iluminando, pero si lo sentía dentro de mí. La lectura fué de Isaías y no comprendí nada, aunque después en el día me di cuenta que algo debe haber querido decirme el Señor. Los capítulos hablan sobre que vienen tiempos difíciles y me imagino que es por la persona que va a ganar en las elecciones, que no hará un buen papel y todo se va a complicar. Habla de que nos pondrá como gobernante a un “chiquillo y una mujer” o sea que Arena va a ganar, pero los tiempos van a ser difíciles. 3, 11 ¡Oh pueblo mío! Chiquillos lo oprimen y mujeres lo gobiernan. 5, 21 ¡Hay de los que se creen sabios y se consideran inteligentes! 22 Pobres los que son valientes para beber vino y campeones para mezclar bebidas fuertes; 23 pero que perdonan al culpable por dinero, y privan al justo de sus derechos!
Luego viene el llamado de Isaías y el Señor le ordena: 6, 8 Y oí la voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré y quién irá por nosotros? “y respondí: Aquí me tienes, mándame a mí” 9 El me dijo: “Ve y dile a este pueblo: Por más que ustedes escuchen, no entenderán, por más que ustedes miren, nunca ven; 11 Yo dije ¿Hasta cuándo Señor? Y El me respondió: 12 Hasta que las ciudades queden destruidas y sin habitantes … hasta que Yavé haya expulsado a los hombres y la soledad en el país sea grande. 13… De la raíz, sin embargo, brotará una raza santa.
Me sentí perturbado todo el día, pues comprendí que esta era una profecía que yo solo la veo confusa, pero que El Señor algo me quiso decir y si es así, que el don de profecía se me empieza a manifestar con más fuerza y esto me da una sensación de gozo y pesadumbre. Hoy se comprometió Sofia y también la noticia fue mixta de felicidad y tristeza. Felices por ella y Poncho, nuestro futuro yerno, pero tristes porque esto significa que se va a vivir a Navojoa y a partir de entonces siempre va a estar lejos de nosotros; pero Dios los bendecirá y eso es lo más importante. ¡Señor, confiamos en Ti!
Miércoles 25 de Febrero de 2004
1 Corintios 16, 13; 15-58
16, 13 Estén alerta, manténganse firmes en la fe, sean hombres, sean fuertes. 14Háganlo todo con amor. 58 Así, pues hermanos míos muy amados, manténganse firmes y no se dejen conmover. Dedíquense a la obra del Señor en todo momento, conscientes de que con El no será estéril su trabajo.
Hoy me sentía devastado, pues me mortifica el no poder pagar las planillas de los empleados y el tiempo pasa y pasa y nada se resuelve; sin embargo, tampoco nada se complica, pero mi dolor aumenta.
Le pedí al Espíritu Santo que me diera discernimiento para comprender la voluntad del Señor en qué hacer y me contestó con la lectura de hoy, que me indica que hay que continuar; que las cosas se van a componer cuando El así lo quiera y que debemos seguir sirviendo al Señor y hacerlo con más amor.
En la oficina no pasó nada. Fuimos a la cena de Agape del “7º Banquete del Amor” y el Padre nos contó de la retirada de Ermida y Rolando y lo cual me entristeció mucho. La cena fue como un suplicio para mí, pues tenía que estar fingiendo estar contento; cuando en realidad estaba bien triste, con un dolor intenso, pero todo se lo dediqué al Señor. Además ayuné y después de misa me vine con Roberto Adriano solo y tuvimos una plática bien amena, que fue un regalo del Señor. También nos regaló el hecho que pudimos cumplir con la cena y todavía llegar a tiempo a la reunión de “Encuentros” para preparación del Retiro.
Jueves 26 de Febrero de 2004
Romanos 6, 7, 8, 9
De nuevo me sentía bien apesadumbrado y le pedí al Espíritu Santo que me iluminara. Me dió esta lectura bien larga de Romanos; como empezándome a catequizar, para fortalecer mis conocimientos de evangelización, para prepararme a llevar La Palabra y su evangelio a los demás. Comprendí su llamado y me dio su paz.
Fuimos a la misa de la mamá de unos amigos de infancia y me confesé y se me salieron las lágrimas en la confesión. Siento, cada vez que me confieso, un regalo especial de Dios y una cercanía que se me salen las lágrimas de sentir Su amor.
Al regresar pude hablar con Vidal y me contó que habían hablado con el Juez y él sentía que iba a dictaminar muy pronto a nuestro favor, pues Nejapa Power no había podido responder a sus preguntas y el juez se había molestado bastante. ¡Dios nos ha escuchado! Además, Alex me habló que su amigo director del Banco le había contado que habían autorizado el crédito ayer. ¡Dios nos ha escuchado!
Me siento bendecido por el Señor. Por la tarde me habló Sylvia Regina y nos tomamos un café con los Pérez y Claudia y después nos fuimos a la “Asamblea de Encuentros”. Me sentía contento de estar sirviendo al Señor y podía sentir sus bendiciones especiales de estarle sirviendo. Es como orar dos veces. Me recordó sus palabras que: “Dando es como se recibe”.
Por la noche, a la hora de la oración, el demonio se quiso introducir entre Sylvia Regina, Sofía y yo, pero hoy ya conozco sus tácticas y estoy aprendiendo a reconocerlas y rechazarlas en el nombre poderoso de Jesús. ¡Apártate de mi Satanás!
Viernes 27 de Febrero de 2004
2 Tesalonicenses 3, 3-5
Oseas 6, 1-2; 6
Lucas 10, 20
Sofía y Poncho fijaron la fecha de su matrimonio para Octubre 23
3, 3 El Señor es fiel: a ustedes los fortalecerá y preservará del maligno, 4 Tenemos absoluta confianza en el Señor de que seguirán haciendo lo que les mandamos, como ya lo hacen. 5 Que el Señor fije sus corazones en la buena dirección para que puedan amar a Dios y soportar cristianamente la adversidad. 6, 1 Vengan volvamos a Yavé; pues si El nos lesionó, El nos sanará; si El nos hirió, El vendará nuestras heridas. 2 Dentro de poco nos dará la vida, al tercer día nos levantará y viviremos en su presencia. 6 Porque me gusta más el amor que los sacrificios y el conocimiento de Dios, más que víctimas consumidas por el fuego. 10, 20 “Sin embargo, alégrense no porque los demonios se someten a ustedes, sino más bien porque sus nombres estén escritos en los cielos”.
Hoy ayuné por ser Viernes de Cuaresma. Me he propuesto hacerlo todos los viernes de Cuaresma, me sentí más cerca del Señor.
En la oficina no pasó nada, excepto que llegamos a un acuerdo con un centro comercial amistoso, lo cual me comprobó que en todos nuestros sufrimientos está la mano de Dios y que El sabrá cuando quiere que todas las cosas se compongan.
Hoy tuve oportunidad de hablar con Poncho sobre sus planes y gracias a Dios, lo encuentro una buena persona, que sabrá amar y respetar a Sofía. Me siento triste porque va a estar lejos de nosotros, pero acepto la voluntad de Dios y El sabe porqué lo ha hecho, tenemos que confiar en El. Sofia me dijo que ya habían fijado la fecha para octubre; el sábado 23 de octubre, no queda mucho tiempo.
Sábado 28 y domingo 29 de Febrero de 2004
Siracides 30, 31
2 Corintios 7, 8-10
Hoy amanecí preocupado porque ayer había tenido que castigar a Roberto Adriano, pues tuvo un ataque de malcriadez, poco usual en él.
Me levanté a orar y le pedí al Señor que me diera Su palabra para él y me dijo: 30, 1 El que ama a su hijo no le escatima los azotes, más tarde ese hijo será su consuelo. 2 El que educa bien a su hijo, tendrá sus satisfacciones; se sentirá orgulloso de él delante de sus parientes. 3 El que instruye a su hijo será envidiado por su enemigo y se alegrará de él delante de sus amigos. 4 Cuando su padre desaparezca, será como si no hubiera muerto, porque dejará tras de sí a otro como él.
Se lo leí a Roberto Adriano y se le salieron las lágrimas, yo me sentí muy contento, pues era la primera vez que el Señor nos permitía compartir La Palabra juntos. Además, seguía preocupado por Sylvia Regina, pues ella se seguía sintiendo bien preocupada porque no tenemos ya dinero para los gastos y siento que no hago nada, por eso La Palabra me dijo: 21 No te dejes llevar por la tristeza, ni dominar por tus preocupaciones; 22 un corazón alegre mantiene al hombre con vida, la alegría prolonga su existencia. 23 ¡Ea vamos! Diviértete y alegra tu corazón, echa lejos de ti la tristeza, porque la tristeza pierde a muchos y no sirve para nada.
El Señor nos contestó con su misericordia, sin embargo mi corazón se siente triste por ella y porque no hemos podido pagar los salarios de los empleados. El domingo fuimos a dejar a Poncho y al regreso no hablamos nada (yo hubiera querido, pero no me salió nada). Después fuimos a Coatepeque y pasamos un lindo día, el cual agradecí al Señor. Después pasamos viendo a María Isabel, que gracias a Dios ya se sentía mejor. Sentí que el Espíritu Santo me dijo: “Oren por ella ahorita, en comunidad”, pero me dió pena con los demás y sólo oré solo, porque el Señor la sane.
Por la noche le leí a Sylvia Regina parte del libro que terminé de: “Rezar no es nada fácil” del Padre Estrada; el capítulo de “Una fe profunda”, pág. 142 y 143, cuyas citas son: Dar gracias en todo, porque esa era la voluntad de Dios (1 Ts 5, 16-18) y Todo resulta para bien de los que aman a Dios (Rm. 8, 28) y que dice que la oración de alabanza nace de una profunda Fe, que confía en que la providencia de Dios está en todos los acontecimientos: en los buenos y en los malos. A pesar de esto no reaccioné positivamente, lo cual me confirmó que satanás nos está tratando de tentar donde más nos duele y que esto es porque estamos sirviendo en el equipo del Encuentro No. 40.
Me quedé callado y me puse a orar, para que el Señor nos bendiga y nos proteja.
"¡Ay, como quisiera hacerte comprender lo que yo siento...! La confianza y nada más que la cofianza, puede conducirnos al amor."
ResponderEliminarSanta Teresa del Niño Jesús,