Portada

Portada
Canonización de Monseñor Romero

viernes, 29 de junio de 2012

Cronología de un Milagro - Junio 2005-III


Lunes 20 de junio de 2005

Jeremías 26, 2-6
Malaquías 3, 12

Me levanté por la mañana temprano, deseoso de escuchar la Palabra del Señor.  De pronto me di cuenta porqué es que me sentía así y es porque tenía varios días de no “escuchar” su Palabra y tener el tiempo de estar con El, recogido en adoración, pues con tanto viaje no he podido.  Me dijo:  2 Yavé me dijo:  “Párate en el patio de la Casa de Yavé para decir mis advertencias a todas las ciudades del país de Judá que vienen aquí a postrarse ante mí.  Tú les dirás cuanto yo te mande, sin suprimir nada. 3 Puede ser que al escucharte se conviertan del mal que están haciendo.  En tal caso, yo también renunciaré al castigo que pensaba darles por sus malas obras. 4 Les dirás:  Escuchen estas palabras de Yavé:  Ustedes no me hacen caso, ni andan según mi Ley, tal como se las enseñé. 5 Hasta ahora no han escuchado las palabras de los profetas que yo les mandé con insistencia.  Si ustedes persisten en no escucharlas, 6 trataré a este templo como traté al Santuario de Silo y pondré a Jerusalén como ejemplo; todas las naciones de la tierra reconocerán que yo la maldije.  3, 12 Pero precisamente por sus maldades Sión va a quedar como un potrero arado, Jerusalén será reducido a escombros y el Cerro del Templo será cubierto por el bosque.  Comprendí la reiteración de su llamado a promover su Palabra, pero en mi interior le dije, “pero Señor, me siento cansado y sin fuerzas, pero aquí estoy.  Hágase en mí según tu Palabra”.  En la oficina no pasó nada y mas bien los comentarios que me vinieron de los abogados fueron como que habíamos retrocedido.

Martes 21 de junio de 2005

2 Corintios 7, 10-16; 9, 10
Salmo 112, 9

Me levanté triste y cansado, agotado.  Me acordé de Elías cuando el Señor le dice:  “Come y toma” e inmediatamente se me vino a la mente la “Eucaristía”, que eso es lo que me da la fuerza, pues de otra manera ya me hubiera desesperado.  Le pedí al Señor que me hablara, para escuchar su voz y reconfortarme. Me dijo: 10 La tristeza que viene de Dios lleva al arrepentimiento y realiza una obra de salvación que no se perderá.  Por el contrario, la tristeza que inspira el mundo provoca muerte. 11 Aquella tristeza era según Dios, y miren lo que ha producido en ustedes:  ¡Qué preocupación tan grande por mí y cuántas disculpas! ¡qué indignación, temor, exigencias, y qué deseo de desagraviarme y hacerme justicia!  En todo han demostrado que eran inocentes en este asunto. 15 El ahora, al recordar la obediencia de todos y el respeto lleno de humildad con que lo recibieron, siente mucho más cariño por ustedes. 16 Me alegro, pues, de poder confiar totalmente en ustedes. 10 Si Dios proporciona la semilla al que siembra y el pan que van a comer, les dará también a ustedes la semilla y la multiplicará y hará crecer los brotes de sus virtudes. 9 Repartió, dio a los que tenían hambre; sus méritos permanecen para siempre. 
Fuimos a traer a Sofía, que venía hoy de Navojoa.  Al verla le di gracias a Dios por todas sus bendiciones; se me olvidaron todos los problemas.  Toda la tarde y en la reunión que le hicimos pasé dándole gracias al Señor por la familia que me ha dado y por mantenernos unidos – ¡Bendito sea Dios!  Me sentí triste por no haber podido ir a misa… ¡Te amo, Señor!  Me hace falta estar contigo. 
Hoy en el almuerzo, Sylvia Regina comentó algo sobre la única nuera que íbamos a tener y que tenía que ser inteligente para tratarla bien.

Miércoles 22 de junio de 2005

Juan 9, 37-38
Salmo 95, 6-7

Me levanté pidiéndole al Señor su misericordia, pues me siento desmayar de la carga que siento.  Me dijo:  37 Jesús le dijo:  «Tú lo has visto, y es el que está hablando contigo.» 38 El entonces dijo: «Creo, Señor.»  Y se arrodilló ante él.  6 ¡Entremos, agachémonos, postrémonos; de rodillas ante el Señor que nos creó! 7 Pues él es nuestro Dios y nosotros el pueblo que él pastorea, el rebaño bajo su mano. Ojalá pudieran hoy oír su voz.  Probablemente, al mismo tiempo que estaba escuchando esta Palabra del Señor, mi mamá se volvía a caer en su casa y se golpeó la cabeza.  No lo supe sino hasta el día siguiente que la fui a ver – ¿Hasta cuándo Señor; hasta cuándo? 
Hoy terminamos de firmar la venta de las máquinas, pero no me sentí contento, no sé porqué.  Sin embargo, al final del día me fui al Santísimo a darle gracias a Dios por todas sus bendiciones.  Realmente así me sentía, que llevaba una gran cruz, pero con Fe que el Señor nos va a sacar adelante y dándole gracias por todo su amor y por todo lo que me ha hecho pasar para encontrarlo.

Jueves 23 de junio de 2005

Salmo 89
Lucas 19, 28-34

Me levanté temprano para ir al juzgado por la demanda de cheques sin fondos que me ha puesto uno de mis mejores amigos.  El Señor, me dijo: 2 El amor del Señor por siempre cantaré, tu fidelidad proclamaré de siglo en siglo; 3 yo digo:  tu favor es eterno, al hacer el cielo, pusiste en él tu fidelidad. 21 Encontré a David mi servidor y lo ungí con óleo santo, 22 lo sostendrá mi mano y mi brazo lo fortalecerá. 23 El enemigo no podrá sorprenderlo ni podrá el malvado oprimirlo. 24 Aplastaré delante de él a sus agresores, les pegaré a los que lo odian. 25 Mi fidelidad y mi amor lo acompañarán, mi Nombre le asegurará la victoria.  Sentí que el Señor me ha estado confirmando su unción, pues ya ha sido probada mi lealtad. Que no importa cuan grande pudiera ser la tribulación, tengo la completa seguridad que El me va a dar la fortaleza para resistirla y siempre va a ser para bien, pues todo viene de El.  Sin embargo, fui al Juzgado y no resolvimos nada a nuestro favor.  Se fijó la vista pública para el 6 de agosto. Le preguntaba al Señor ¿Por qué no me resolviste esto favorablemente?  No encontraba la solución, más que profundizar en mi oración y mientras que esperábamos los escritos, yo rezaba el Rosario pidiéndole al Señor su misericordia. 
Nos reunimos con Alex y la reunión fue deprimente, no negativa, pero no tenemos nada positivo ni esperanzador.  Fui a ver a mi mamá por la tarde y al llegar a la casa la Discovery no volvió a arrancar, aunque hoy la había sacado del taller.  Vi a mi mamá y me di cuenta que se había caído ayer y tenía una gran herida en la cabeza y toda la cara moreteada ¡se me rasgó el corazón! y dije:  ¡Piedad, Señor, Piedad!  Pero después comencé a darle gracias porque el golpe no había pasado a más y no se había vuelto a quebrar.  Salimos de la casa y de pronto el parabrisas (crico) de la Discovery se zafó y comenzó a volar por el cielo, agarrado siempre a la palanca que lo mueve.  Eso ya nos causó risa con Sylvia Regina, pues comprendimos que era “el enemigo” que nos estaba tratando de desesperar. Entonces comprendí que lo que quería el Señor con mi amigo, era que yo le fuera a hablar de “la misericordia”.  Al llegar a la casa me puse a orar, pidiéndole al Señor que me hablara.  Me dijo:  28 Dicho esto, Jesús pasó adelante y emprendió su subida a Jerusalén. 30 Vayan al pueblo de enfrente y al entrar en él encontrarán atado un burrito que no ha sido montado por nadie hasta ahora. Desátenlo y tráiganmelo. 31 Si alguien les pregunta por qué lo desatan, contéstenle que el Señor lo necesita. 33 Mientras soltaban el burrito llegaron los dueños y les preguntaron:  ¿Por qué desatan ese burrito? 34 Contestaron: «El Señor lo necesita».  Comprendí que lo que quería el Señor y el porqué no me había resuelto nada en el Juzgado, era para que fuera a hablar con mi amigo, para que él pudiera iniciar su proceso de acercamiento a Dios, pues: “El Señor lo necesita”.

Viernes 24 de junio de 2005

Salmo 54

Me levanté apesadumbrado, sin esperanza.  Al nomás despertar tuve la bendición que estaban conmigo San Miguel, San Gabriel y San Rafael, cuidándome y pendientes de mí y que cada uno de ellos representa a una persona de la Trinidad Santa:  Padre, Hijo y Espíritu Santo; por eso son tres Arcángeles pues tenemos un Dios Trino. 
Ayer en la oración de la oficina, el Espíritu Santo me iluminó y pensé también en La Trinidad y cómo o por qué son tres personas y es que cada uno es una cosa distinta, pero tan poderosa, que és una “persona” distinta. 
El Padre es la voluntad, el Hijo es el que hace que esa voluntad se cumpla y el Espíritu Santo es el amor de ambos, a todo lo creado por ellos mismos.  Todos tan poderosos y tan magnificentes, que constituyen otra persona en sí mismos.  Me levanté a orar y el Señor me dijo:  3 Oh Dios, por tu Nombre sálvame; por tu poder hazme justicia. 4 Oh Dios, escucha mi plegaria, escucha las palabras de mi boca, 5 pues se alzan contra mí los arrogantes y buscan mi muerte los violentos, hombres para los cuales Dios no cuenta. 6 Pero a mí Dios me ayuda, entre los que me apoyan está el Señor. 7 Que el mal recaiga sobre los que me espían; destrúyelos, Señor, pues tu eres fiel. 8 Te ofreceré de buena gana un sacrificio y alabaré tu Nombre, porque es bueno, 9 pues me han sacado de cualquier angustia y he visto humillados a mis enemigos.  El Espíritu Santo me hizo leer además mi agenda del día 22 de febrero, de este mismo año.  Por la noche fuimos a ver a mis papás y cuando salíamos de regreso, la Discovery no me arrancó de nuevo, después de que hoy había pasado en el taller y no le habían encontrado nada.  Entonces comprendí que era satanás y con voz potente le dije:  “Aléjate de mí Satanás, te lo ordeno en el Nombre Poderoso de Jesús”, inmediatamente le di start a la camioneta y arrancó.  Le di gracias al Señor por su ayuda y por darme el discernimiento de donde venía el problema.  Lo tomé bien normal, hasta me sorprendió como el Señor ahora se manifestaba conmigo, de una forma natural y sin mayores formalismos.  Me sentí su preferido y de confianza.

 Sábado 25 y domingo 26 de junio de 2005

Romanos 6, 1-5

Me levanté temprano para preparar el programa, pues teníamos la Primera Comunión de Diego, hijo de Eduardo mi cuñado.  Durante el programa sentía que el Espíritu Santo me guiaba para saber qué decir y conforme a su voluntad sentía su presencia y su bendición.  Pasamos juntos toda la familia, casi todo el día y podía sentir la presencia y bendición de Dios hacia nosotros. 
Por la noche, a la hora de orar con Sylvia Regina, el enemigo se interpuso entre nosotros. Yo no lo logré detectar y nos acostamos enojados y ya no oramos juntos.  El enemigo había triunfado y no me di cuenta sino hasta la mañana siguiente cuando desperté.  Comprendí que el Señor me había dado discernimiento durante la noche y entonces lo comprendí muy claro. 
El domingo íbamos a ir al Flor, pero ya no fuimos, pues nos agarró la tarde.  Dios sabe porque hace las cosas, pero pasamos otro día muy lindo, todos juntos, gozando especialmente a Sofía y Camila, que están con nosotros.  Además, el Espíritu Santo me puso a leer el otro libro de Rebecca Brown “Vasija para honra”, que hoy lo entendí mejor. Luego comprendí que el Espíritu Santo quería que lo leyera y algo me va a servir o más bien me esta preparando. 
Por la noche me puse a orar, después de venir del cine todos juntos, por lo que también le di gracias al Señor.  Me dijo:  1 ¿Qué conclusión sacaremos? ¿Continuaremos pecando para que la gracia venga más abundante? ¡Por supuesto que no! 2 Si hemos muerto al pecado ¿cómo volveremos a vivir en él? 3 Como ustedes saben, todos nosotros, al ser bautizados en Cristo Jesús, hemos sido sumergidos en su muerte. 4 Por este bautismo en su muerte fuimos sepultados con Cristo y así como Cristo fue resucitado de entre los muertos, por la Gloria del Padre, así también nosotros empezamos una vida nueva. 5 Una figura de su muerte nos injertó en El, pero compartiremos también su resurrección.  Soy de El… llevo ahora su sello, Señor.  ¡Hágase en mí, según tu voluntad! ¡Gloria a Dios!

jueves, 28 de junio de 2012

Cronología de un Milagro - Junio 2005-II


Lunes 13 de junio de 2005

Filipenses 2, 1-18

Me dijo:  1 ¿Puedo pedirles algo en nombre de Cristo, hablarles del amor? ¿Han recibido el Espíritu y son capaces de compasión y ternura? 2 Entonces denme esta alegría:  pónganse de acuerdo, estén unidos en el amor, con una misma alma y un mismo proyecto. 3 No hagan nada por rivalidad o vanagloria.  Que cada uno tenga la humildad de creer que los otros son mejores que él mismo. 4 No busque nadie sus propios intereses, sino más bien preocúpese cada uno por los demás. 5 Tengan unos con otros las mismas disposiciones que estuvieron en Cristo Jesús: 12 Por tanto, amadísimos míos, que siempre me han escuchado, sigan procurando su salvación con temor y temblor. 13 Pues Dios es el que produce en ustedes tanto el querer como el actuar para agradarle. 14 Cumplan todo sin quejas ni discusiones; 18 Y también ustedes han de sentirse felices y alegrarse conmigo. 
Me fui a la oficina y de nuevo a encontrarme con todos los problemas que tenemos.  El salario de los empleados, no pudimos hacer el aforo en el Campestre, no hemos podido terminar lo de la Universidad, accionistas llamando, etc., etc.  Solo le dije al Señor: “Señor, yo no puedo con todos estos problemas, te los dejo a Ti”. 
Puse en manos del Señor si debía ir a Houston mañana, para el deposition de Basil y en cuanto hice eso todo lo del viaje se me fue resolviendo, pues no teníamos dinero ni para el pasaje, ni para la estadía; pero todo nos lo resolvió o sea que sí quiere El que vaya.  Eso me dio una gran esperanza, que la solución ya está cerca. 
Sylvia Regina habló con Rosario y le contó que lo que había visto cuando estuvo orando en la casa era como todas nuestras oraciones eran como estrellas que se iban disparadas al cielo y que eran escuchadas.  Además, nos dijo que nos preparáramos, pues el juicio de Dios viene sobre aquellos que nos han hecho mal; que así es la justicia de Dios, se paga por siete veces.

Martes 14 de junio de 2005

Esdras 8, 1-29
Nehemías 1, 4-11

Me dijo:  1 Estos son los jefes de familias que subieron conmigo de Babilonia, en el reinado de Artajerjes (y se indican los nombres de sus antepasados). 15 Los reuní cerca del río que corre hacia Ahavá, y acampamos allí tres días y habiendo buscado entre el pueblo, no encontré ninguno de la tribu de Leví. 18 Como la bondadosa mano de Dios estaba con nosotros, nos trajeron a Serebías, hombre muy sensato, de entre los hijos de Majlí, hijo de Leví, hijo de Israel, y con él sus hijos y sus hermanos, en número de dieciocho. 21 Allí, a orillas del río Ahavá, ordené un ayuno para humillarnos ante nuestro Dios, a fin de implorar de él un feliz viaje para nosotros, nuestros hijos y nuestras pertenencias. 22 … La mano de nuestro Dios está, para bien, con todos los que lo buscan; y su poder y su enojo sobre todos los que lo abandonan. 23 Por eso, ayunamos y pedimos a nuestro Dios por esta intención y El nos escuchó. 28 Luego les dije:  «Ustedes están consagrados a Yavé; estos vasos son cosas santas, y esa plata y este oro son ofrendas voluntarias hechas a Yavé, el Dios de nuestros padres. 29 Cuídenlos y guárdenlos hasta que los pesen ante los jefes de los sacerdotes y levitas y de las familias de Israel en Jerusalén, en las habitaciones de la Casa de Yavé» 10 Entonces el sacerdote Esdras se levantó y dijo: “Al casarse con mujeres extranjeras han sido rebeldes, aumentando así el delito de Israel. 11 Ahora reconozcan su pecado ante Yavé, Dios de sus padres y para cumplir su voluntad, sepárense de la gente de esta tierra y de las mujeres extranjeras.”  1, 4 Al escuchar estas palabras me senté y me puse a llorar.  Me puse de duelo algunos días, aguardando y rezando ante el Dios del Cielo. 5 Y dije: “¡Ah, Yavé Dios del Cielo, tú eres grande y temible! Tú guardas tu alianza y tu fidelidad a los que te aman y cumplen tus mandamientos. 6 Estén atentos tus oídos y abiertos tus ojos para escuchar la oración de tu siervo.  Estoy ahora en tu presencia día y noche por tus servidores los hijos de Israel. 7 Te estoy confesando los pecados que los hijos de Israel hemos cometido contra Ti. Yo mismo, y la familia de mi padre, hemos pecado. Nos hemos portado muy mal. No cumplimos tus mandamientos, leyes e instrucciones, que entregaste a tu siervo Moisés. 8 Pero acuérdate también de lo que dijiste a Moisés:  “Si ustedes no me son fieles, los dispersaré por las naciones. 9 Pero si cumplen mis mandamientos y los ponen en práctica, los conduciré de nuevo al lugar donde he escogido vivir.  Los reuniré, aunque estén dispersos hasta los confines del mundo. 11 Escucha mi oración y la de estos que solamente desean honrar tu Nombre.  Te ruego me ayudes ahora.  Haz que sea bien recibido por el rey”!…

Miércoles 15 de junio de 2005

Ayer viajé a Houston, para asistir hoy al deposition de Basil Nichols.  Al solo llegar a Houston me fui un buen rato a la Capilla de Sta. Ann a doblar rodillas, pidiéndole al Señor que el deposition fuera bueno y nos regresara la Esperanza, para soportar lo negativo que nos sentimos y tener o sentir que El está con nosotros.  Durante el avión me fui leyendo el libro de “La Oración de Alabanza”.  Me dijo:  Es fácil alabar a Dios por nuestros triunfos, por nuestros momentos de gozo, de placer. ¡Qué difícil alabar a Dios cuando tenemos algún accidente, cuando se nos muere un ser querido, cuando todo en nuestra vida se complica!  Pero si confiamos en la Palabra de Dios, todo eso, el Señor promete convertirlo en bendición para nosotros, si lo amamos de corazón. 
Ahí frente al Santísimo en esa iglesia tan linda que el Espíritu Santo me había llevado un día, yo le daba gracias al Señor porque a pesar de sentirme tan desconsolado y apesadumbrado, yo lo alababa y lo alababa!  ¡Santo, Santo, Santo es el Señor Rey de los Ejércitos, llenos están el cielo y la tierra, bendito es el que viene en nombre del Señor! 
En la madrugada, como a las 4:00 a.m. llegó el Espíritu Santo a mi cuarto y elevado sobre mi cama, me tiró un luzaso de bendición, que me hizo despertar violentamente.  Entonces comprendí que todo iba a salir bien, que el Señor sabe y está seguro que no importando las circunstancias, yo siempre lo voy a alabar. 
Me levanté y fui a misa de 7:00 a.m.  Durante el deposition pasé orando todo el tiempo, comencé orando:  “Señor Jesús, ten misericordia de mí” y terminé repitiendo y orando sin cesar, “Señor Jesús, ten misericordia de nosotros y del mundo entero”.  Comprendí que había cerrado mi ciclo de alabanza, para pedir no sólo por mí, ni por nosotros, sino por todos los seres humanos del mundo entero –  ¡Bendito sea el Señor!  El deposition terminó y todo salió excelente, no podía haber salido mejor y sentí que el caso había tomado un nuevo giro, donde la llegada provincial de John había sido determinante.  Salí eufórico de alegría, lleno del Espíritu Santo; seguro que el Señor estaba con nosotros y que El nos ama.

Jueves 16 de junio de 2005

Me levanté temprano y no pude orar, pues me tenía que ir temprano al aeropuerto, venía rezando el Rosario, alabando al Señor, por todas sus bendiciones.  Fuimos a la Asamblea y nos tocó cuidar de los parqueos.  Nos pusimos con Sylvia Regina los chalecos fluorescentes y yo me sentía orgulloso y contento de poderle servir al Señor y de tener a Sylvia Regina conmigo a la par, comprendiendo que ella ha sido un regalo de Dios para mí. 
Por la noche fuimos a ver a mis papás pues me contó Lorena que mi papá se sentía mal y había divagado.  La reunión fue positiva y valió la pena, tanto él como mi mamá se quedaron más tranquilos – ¡Bendito sea Dios!

Viernes 17 de junio de 2005

Me levantaron para celebrarme el día del Padre.  La tarjeta de Camila decía, entre otras cosas:  “Quiero que sepa que siempre va a ser una de las personas que más admiro.  Desde la manera que nos trata a nosotros y también como trata a los demás.  Siempre voy a seguir su ejemplo.  Acuérdese que lo quiero mucho”.  La de Roberto Adriano decía:  “Le quiero decir que es el mejor papá que existe y por eso lo quiero mucho”.  Nos fuimos a desayunar todos juntos y llegó Ariana.  Su tarjeta decía:  “Un millón de gracias por todo lo que hace por nosotros, thank you for your example.  With lots of love”.   Sofía me habló por teléfono y hablamos bien contentos, se notaba que hubiera querido estar aquí, con todos.  Sylvia Regina me puso:  Father to my children, inspiration to my world.  Gift to my life…”  Yo sólo bendecía al Señor, por tantas bendiciones, pues comprendía que todo viene por El y de El.

Sábado 18 y domingo 19 de junio de 2005

Romanos 3, 3-5

Me levanté a preparar el programa y pasé en eso toda la mañana en presencia del Señor.  Me dijo:  3… Nos sentimos seguros incluso en las tribulaciones, sabiendo que la prueba ejercita la paciencia. 4 Que la paciencia nos hace madurar y que la madurez aviva la esperanza, 5 la cual no quedará frustrada, pues ya se nos ha dado el Espíritu Santo y por El el amor de Dios se va derramando, en nuestros corazones.  Pasé todo el día apesadumbrado, con el Espíritu Santo entristecido.  No entendí porque aún en el programa sentí que el Espíritu Santo no estaba conmigo y me confundí varias veces, me sentía triste.  Fuimos a misa y me sentía triste.  El domingo le fuimos a celebrar a Ma. Isabel su cumpleaños al Flor y pasé triste todo el día, con una sed del Espíritu Santo; pues no sentía que estaba conmigo.

martes, 26 de junio de 2012

Cronología de un Milagro - Junio 2005-I


Lunes 6 de junio de 2005

Salmo 147
Isaías 40, 1-2

Me levanté temprano a orar, me sentía contento y comprendía que la felicidad me venía de rezar los siete Rosarios diarios.  Podía sentir como el Señor iba haciendo crecer el Niño Jesús en mi corazón y mi gozo y paz iban aumentando.  Me dijo:  1 Alaben al Señor porque El es bueno, canten a nuestro Dios porque es amable, porque a El le conviene la alabanza. 2 Reconstruye el Señor Jerusalén, reúne a los exiliados de Israel, 3 Sana los corazones destrozados y venda sus heridas. 5 Grande es nuestro Señor, todo lo puede, no se puede medir su inteligencia. 6 Reanima el Señor a los humildes, pero humilla hasta el polvo a los malvados. 7 Entonen al Señor la acción de gracias, para nuestro Dios toquen sus arpas. 9 El entrega a las bestias su alimento y a las crías del cuervo cuando graznan. 10 No le atraen los bríos del caballo, ni un hombre por sus músculos le agrada; 11 se complace el Señor en los que le temen, en los que esperan en su amor. 12 ¡Glorifica al Señor, Jerusalén, a tu Dios alaba, oh Sión! 13 El refuerza las trancas de tus puertas y bendice a tus hijos en tu seno; 14 guarda en paz tus fronteras, te da del mejor trigo en abundancia. 19 A Jacob le revela su palabra, sus leyes y sus juicios a Israel. 20 Con ningún otro pueblo ha actuado así, ni les dio a conocer sus decisiones. ¡Aleluya!  Nos reunimos con Gene para preparar los depositions y no sentimos que nos preparó muy bien, pero lo dejamos todo en manos del Señor.  Esa misma tarde, Rosario estaba orando en nuestra casa pues habían quedado de reunirse en nuestra casa los del grupo de oración de Sylvia Regina, pero no vino nadie más que ella.  El Señor le dijo que nos dijera:  1 Consuelen, dice Yavé, tu Dios, consuelen a mi pueblo. 2 Hablen a Jerusalén, hablen a su corazón, y díganle que su jornada ha terminado, que ha sido pagada su culpa, pues ha recibido de manos de Yavé doble castigo por todos sus pecados. Gracias Señor, bendito y alabado seas. 

Martes 7 de junio de 2005

Nos levantamos temprano para ir a misa y después nos fuimos a la oficina de Vidal, que iba llegar John para hablar sobre el indemnity.  La reunión resultó muy positiva para el caso y por la tarde Vidal nos planteó que él creía que John debía ser incorporado al equipo de abogados, pues él tenía un conocimiento del caso que nadie más tiene.  Hasta ese entonces, yo no había entendido su motivación para venir desde Nueva Orleans, pues me costaba pensar que sólo era por “buena gente”; sin embargo, cuando Vidal dijo eso me acordé de la profecía de Edith del día 14 de marzo, que nos dijo que: “algo iba a suceder en el caso, que algo que se había como traspapelado iba a salir a luz y que eso iba a voltear el caso en nuestra cuenta”.  Al momento Sylvia Regina me pasó un papel que decía:  “Esto es lo que nos dijo Edith”. 
Comprendí que esa era la confirmación que nos daba el Señor – Bendito sea Dios.  ¡Alabado sea el Señor!  Me sentí contento y con gozo, con ganas de saltar.  Inmediatamente dijimos que sí y me sorprendió como rápidamente todos aceptaron la negociación de sus comisiones para que se incorporara.  ¡Sólo podía venir de Dios!  Pasamos dando gracias al Señor a la iglesia de St. Ann.  La nota de Sylvia Regina decía:  “Siento que esto es lo que Edith nos dijo que iba a aparecer alguna prueba que iba a ser contundente – ¡Gloria a Dios!  ¡El milagro fue la reconciliación de la familia y esto lo prueba!!!”

Miércoles 8 de junio de 2005

Nos levantamos temprano, fuimos a misa y llegamos para el deposition de Alex.  Comenzó el deposition y nos dimos cuenta que no habíamos sido bien preparados por Gene, pues a Alex lo sorprendieron con varias preguntas complicadas.  Salimos preocupados y cabizbajos del deposition, no entendiendo porqué el Señor no nos había ayudado, pues yo pasé orando todo el tiempo; pidiéndole su misericordia y que iluminara a Alex, pero no sentí que fue así. 
Pasamos a St. Ann para agradecerle, pues obviamente El estaba con nosotros y lo que pasaba es que no lo entendíamos.  Noté que ya estaba en otra etapa de mi relación con Dios, pues aunque yo sentía que nos había ido mal, estaba convencido que “siempre era para mejor” y lo que pasaba es que no lo comprendía y el Señor sabía porqué lo había hecho, “El sabe y El me ama”.  En el Santísimo, lo que le pedía era que me iluminara pues me sentía bien devastado y Alex también, lo cual me dolía más.

Jueves 9 de junio de 2005

No pude dormir bien toda la noche, pensando en todo lo que tenía que repetir y decir.  Me sentía nervioso e inseguro, como nunca.  Mi única confianza era en el Señor y que El nos iba a ayudar.  Fuimos a misa a St. Ann, después de misa me postré ante el Señor para que fuera El quien hablara y no yo, que me iluminara para saber que decir.  Al momento del deposition vino Alex y oramos juntos, pidiéndole su bendición e iluminación.  El Deposition estuvo bien, pero me ocurrió algo que no pude entender.  Me pasé preguntando si fue el Espíritu Santo quien puso esas palabras en mi boca, así es que “deposité todo en su voluntad” y cuando regresamos a la iglesia de St. Ann para agradecerle al Señor los resultados del día, le dije:  “Señor, tu sabes cómo me siento de mal, dame fortaleza y aumenta mi confianza en Ti y que se haga tu voluntad, pues aunque no lo entendamos ahora, esto siempre será para mejor”.  Desde el inicio del deposition puse un Rosario en la mesa, enfrente de mi y a la vista de todos y eso me daba una gran seguridad que la Virgen Santísima estuvo con nosotros y que por tanto nada podía haber salido mal, era sólo que nosotros no lo entendíamos. 
Por la noche, fuimos a cenar con Vidal y Debbie y John y su novia, la cena fue muy positiva, el Señor hizo su obra.

Viernes 10 de junio de 2005

Romanos 8, 28
Efesios 5, 20

Hoy viernes no pasó mayor cosa.  Me levanté cabizbajo y preocupado por el deposition de ayer, pero al mismo tiempo confiado en que esa fue la voluntad del Señor y por tanto, eso era lo mejor - ¿Si Dios está con nosotros, quién contra nosotros?  Pero tengo que confesar que mi parte humana me pesaba bastante, para hacerme dudar de si yo había cometido algún error.  Existía un conflicto en mí, diciéndome mi lado humano que era posible que hubiera cometido un error y por el otro mi alma, que confiada en la Palabra del Señor que dice:  Todo resulta para bien, para los que confían en Dios, me decía que todo había salido según la voluntad del Señor y no la mía y que confiara en El; por eso es que me sentía en contradicción.  A la vez podía escuchar la voz del Espíritu Santo que me decía:  Confía en mí, Yo sé porqué hago las cosas y tú no sabes nada, después lo comprenderás.  A pesar de todo sentía el deseo de alabar al Señor por todas sus bendiciones y porque en el fondo de mi corazón estaba seguro que aunque no lo entendía “Todo era para bien”.  Me puse a leer el libro que me había llevado de “La Oración de Alabanza” del Padre Estrada, que lo había comprado hace unos pocos días y en la página 17, el Espíritu Santo me habló diciéndome:  8 Todo resulta para bien de los que aman a Dios y 20 Den gracias a Dios el Padre por todas las cosas, porque ésta es la voluntad de Dios.  Bendito y alabado seas Señor, llenos están el cielo y la tierra de tu gloria, bendito el que viene en nombre del Señor.

Sábado 11 y domingo 12 de junio de 2005

2 Crónicas 7, 1-20

Me levanté bien preocupado y desamparado, pues ya no tenemos nada. Mi ánimo de continuar se ha debilitado.  Hablé con mi mamá y todos se van a sentir más desamparados y de pronto me puse a realizar que lo único que tenemos es la promesa de Dios que El nos va a sacar adelante; todo lo demás pareciera estar en nuestra contra y mi Fe se debilita. 
Tuve un sueño en la mañana, mientras meditaba sobre todo esto y era que un señor muy importante me daba la bienvenida a un gran banquete, donde todo era alegría, felicidad y abundancia.  Me hizo acordarme y reafirmarme que el Señor nos ha hecho su promesa y que mi debilitamiento de la Fe es porque tengo ya muchos días de no orar mucho tiempo y escuchar su Palabra.  Me levanté inmediatamente para escuchar su Palabra, pidiéndole  “Señor, háblame, que necesito escuchar tu voz”.  Me dijo:  1 Cuando Salomón acabó de rezar, bajó fuego del cielo que devoró el holocausto y los sacrificios, mientras la Gloria de Yavé llenó la Casa. 3 Entonces todos los hijos de Israel, viendo descender el fuego y la Gloria de Yavé sobre la Casa, se postraron sobre el pavimento, adoraron y alabaron a Yavé: «Porque es bueno, porque es eterno su amor» 10 El día veintitrés del mes séptimo, Salomón mandó al pueblo a sus tierras alegre y contento por el bien que Yavé había hecho a David, a Salomón y a su pueblo Israel. 12 Entonces Yavé se le apareció a Salomón por la noche y le dijo:  «He oído tu oración y me he elegido este lugar como Casa en que me ofrezcan sacrificios. 14 y mi pueblo, sobre el cual es invocado mi Nombre, se humilla, rezando y buscando mi rostro, y se vuelven de sus malos caminos, yo entonces los oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra. 15 Mis ojos estarán abiertos y mis oídos atentos a la oración que se haga en este lugar. 17 Y en cuanto a ti, si me sirves como me sirvió tu padre David, y haces todo lo que te he mandado guardando mis decretos y mis sentencias, 18 afianzaré tu trono, como prometí a tu padre David: A ninguno de tus descendientes quitaré el mando de Israel. 19 Pero si se apartan, abandonando los decretos y los mandamientos que les he dado, y van a servir a otros dioses, postrándose ante ellos, 20 los arrancaré de mi tierra que les he dado; arrojaré de mi presencia esta Casa que yo he consagrado a mi Nombre y haré que todos los pueblos se burlen de ella.  Estaba leyendo en la noche, cuando Sylvia Regina se me acercó bien contenta y me traía como en un plato o bandeja de plata un email de Rosario del 7 de junio.  El email decía:  “Obviamente el Señor ha fallado en vuestro favor (sobre el “Tribunal de Apelación”), empecemos a alabarle, empecemos a proclamar su victoria, empecemos a darle toda la gloria y la honra y el honor.  Dancemos y cantemos al Señor, toquemos las cítaras y los panderos – Gloria, gloria a El que es el Alfa y la Omega, el único no hay otro.  Alabémoslo porque El está y nunca nos deja solos” – ¡Gracias, gracias, bendito y alabado – Amén!

domingo, 24 de junio de 2012

Cronología de un Milagro - Mayo 2005-V


Lunes 30 de mayo de 2005

Jeremías 19, 1-7; 13, 12-14

1 Esta fue la Palabra de Yavé:  “Anda a comprarle un jarro de greda.  Que te acompañen algunos ancianos del pueblo y algunos sacerdotes.  2 Parte después en dirección del valle de Ben-Hinón, a la entrada de la Puerta de los Alfareros, y pronuncia allí este discurso, que yo te dictaré. 3 Comenzarás así:  Escuchen la palabra de Yavé, reyes de Judá y habitantes de Jerusalén.  Así dice Yavé de los Ejércitos, el Dios de Israel.  Voy a mandar una calamidad tal sobre este lugar, que le zumbarán los oídos a quien la oiga, 4 por haberme abandonado, profanado este lugar y ofrecido incienso a dioses extranjeros que ni ellos, ni sus padres, ni los reyes de Judá conocían.  Han llenado este lugar de sangre inocente 5 y han construido santuarios altos a Baal para quemar a sus hijos; siendo que yo jamás lo había prescrito u ordenado, ni se me había pasado por la mente. 6 Por esto, se está acercando el día en que este lugar ya no se llamará Tofet ni Valle de Ben-Hinón, sino Valle de la Muerte. 7 Reduciré a nada las esperanzas de Judá y Jerusalén en este lugar; los haré caer bajo la espada de sus enemigos, a manos de los que buscan su muerte… 12 Tu les dirás también estas palabras: “Todo cántaro se llenará de vino”.  Y si te responden: “ ¿Es ésta una novedad? “… 13 Tu les dirás:  Ustedes son los cántaros y a todos los llenará Yavé hasta que queden borrachos.  Y se estrellarán los habitantes de este país, el uno contra el otro y los padres contra sus hijos, tanto los reyes, sucesores de David, como los sacerdotes y profetas… 14 Así dice Yavé:  “No tendré piedad ni misericordia y sin perdón los destruiré.  No comprendí la palabra de hoy, excepto que recordé que ya me la había dado el pasado miércoles 25, pero yo no la quise apuntar, porque me pareció muy dura.  ¿Quién soy yo para comprender al Señor? El sabrá de qué se trata y concuerda con lo que me dijo el jueves 26.  Me hizo recordar también el porqué la Virgen había recomendado rezar 7 Rosarios diarios, que es lo que nos dijo Raquelina y Rosario. 
No pasó nada en la oficina.  Confío en el Señor. 
Fui a ver a mis papás y la reunión no fue positiva, toda la familia está ya como incrédula sobre los resultados del juicio y con razón, pues nada parece caminar y El Paso cada vez se inventa cosas nuevas con la sola idea de retrazar todo.

Martes 31 de mayo de 2005

Hebreos 13, 1-6
Deuteronomio 31, 7

Me levanté pidiéndole al Señor su misericordia, pues el dolor que siento es intenso y siento como llagas el desprecio de toda la gente, pues no he podido cumplir con nadie y eso me hace sentir muy mal.  Además la Palabra de ayer me tiene perturbado.  El Señor, me dijo:  1 Manténgase el amor fraterno. 2 No dejen de practicar la hospitalidad, pues saben que algunos dieron alojamiento a ángeles sin saberlo. 3 Acuérdense de los presos como si estuvieran con ellos en la cárcel y de los que sufren, pues ustedes también tienen cuerpo. 4 Que todos respeten el matrimonio y ninguno manche la unión conyugal.  Dios castigará a los silenciosos y a los que cometen adulterio. 5 No corran tras el dinero, sino más bien confórmense con lo que tienen, pues Dios ha dicho:  Nunca te dejaré ni te abandonaré. 6 Y nosotros debemos de responder confiados:  El Señor es mi socorro, no temeré ¿Qué pueden hacerme los hombres? , 7 Después de esto, Moisés llamó a Josué y le dijo en presencia de todo Israel:  “Sé valiente y firme, tú entrarás con este pueblo en la tierra que Yavé, hablando a sus padres, juró darles; y sortearás la parte que le corresponderá a cada uno”.  Fui a ver a Lorena, para explicarle como iba el juicio y la reunión, gracias a Dios, fue positiva.  Sentí que esto era el mandato del Señor, para el día de hoy, cuando me dice:  “manténgase el amor fraterno”.  Por lo demás, me reuní con un señor que tal vez nos compra las máquinas de perforar, lo cual sería una solución para poder pagarle al personal – Bendito sea Dios.  Hoy fue el último día de trabajo de Juan Ernesto.  Todos estábamos tristes con su partida, pero yo en el fondo, aceptaba la voluntad de Dios, seguro que aunque todavía no lo comprenda, “siempre es para mejor”.  Eso me reconfortaba pues me sentía muy triste, como cerrando una etapa de mi vida ¡¿Para que nazca otra?!  Así se lo dije al personal durante la hora de la oración, que debíamos aceptar esta voluntad de Dios, pues “para que el grano dé fruto, tiene que morir”. 
El Señor nos había querido dar una gran sabiduría y comprendí que eso es lo que significa la ida de Juan Ernesto, al que siempre he sentido como mi ángel protector, que el Señor me ha concedido.  Ahora me lo quita, pero “El sabe y El me ama”…

Miércoles 1 de junio de 2005

Génesis 1, 1-5

Me levanté a orar y me sentía como comenzando otra vida, pues ya Juan Ernesto no iba a estar en la oficina y pidiéndole al Señor su misericordia y su iluminación, para saber que hacer.  Me dijo:  1 En el principio, cuando Dios creó los cielos y la tierra, 2 todo era confusión y no había nada en la tierra.  Las tinieblas cubrían los abismos mientras el Espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas. 3 Dijo Dios:  «Haya luz», y hubo luz. 4 Dios vio que la luz era buena y separó la luz de las tinieblas. 5 Dios llamó a la luz «Día» y a las tinieblas «Noche».  Atardeció y amaneció:  fue el día Primero.  Comprendí que era la voluntad del Señor que Juan Ernesto partiera, no sé porqué y que ahora comenzaban a mejorar las cosas para todo el personal.  La empresa entraba en el Reino de Dios para que El reine en ella, que hagamos su voluntad y que todo se iba a arreglar. 
Me reuní con el señor y cerramos el trato de venderle las máquinas, esto nos soluciona el problema de las planillas de los empleados – ¡Gloria a Dios!  pues mañana nos va a dar un adelanto y vamos a firmar una Promesa de Venta.  Cuando le conté esto a Sylvia Regina, me dijo que si era “siete días, después de haber empezado a rezar los siete Rosarios diarios” y mañana se cumplían los siete días, mañana vamos a firmar – ¡Gloria a Dios!  Nos fuimos a misa para dar gracias a Dios y ahí estaba el Padre Martín Avalos.  Nos quedamos a la hora de la oración con él y comprendí que era un regalo de Dios.  En cuanto comenzó la alabanza levanté mis manos y el Señor me puso sus manos sobre las mías con una gran fuerza y amor.  Durante la oración, el Espíritu Santo me iluminó para comprender algo que tenía ya meses de estarle pidiendo y que es que me ayudara para saber como visualizar al Señor en el Sagrario y en el Santísimo.  Me dijo que la Hostia era su corazón y que El estaba rodeándola como lo visualizamos en el Cuadro del Señor de la Misericordia.  La Hostia es su corazón, de donde salen los rayos rojo y blanco que simbolizan su sangre y el agua que nos purifican y lavan de todo pecado.

Jueves 2 de junio de 2005

Marcos 2, 4-5; Isaías 43, 25-28; 44, 1-5

Reflexionamos, por primera vez, en la Asamblea de Encuentros

Me levanté temprano para estar con el Señor, pues además tenía que preparar la reflexión de la Palabra para la Asamblea de Encuentros de hoy, que es primera vez que nos toca.  Me dijo:  4 Como no podían acercarlo a Jesús, a causa de la multitud, levantaron el techo donde El estaba y por el boquete bajaron al enfermo en su camilla. 5 Al ver la fe de aquella gente, Jesús dijo al paralítico:  “Hijo se te personan tus pecados”. 25 Soy yo quien tenía que borrar tus faltas y no acordarme de tus pecados. 26 Hazme recordar, entremos en juicio juntamente, habla tú para justificarte. 27 Ya pecó tu primer padre y después se han revelado tus portavoces; 28 por eso, dejé botados a los jefes de mi Santuario, exterminé a los hijos de Jacob y quise que mi pueblo fuera despreciado.  1 Pero ahora escucha Jacob, siervo mío, hijos de Israel a quienes yo elegí: 2 Así habla Yavé, el que te hizo, tu socorro, el que te formó desde el seno materno:  No teman hijos de Jacob, mi servidor, Israel a quien yo elegí. 3 Derramaré agua sobre el suelo sediento y los riachuelos correrán en la tierra seca.  Derramaré mi espíritu sobre tu raza y mi bendición cubrirá tus descendientes. 4 Crecerán como hierba regada, como sauces a orillas de los ríos. 5 Uno dirá: Yo soy de Yavé, otro llevará el nombre de Jacob, un tercero escribirá en su mano: «De Yavé», y tendrá como apellido el nombre de Israel. 
Hoy hablé con Vidal y lo encontré entusiasmado con el caso, como yo lo esperaba desde el inicio.  Me hizo comprender que la gracia del Señor ha llegado y que todo se iba a empezar a componer desde ahora, pues la Palabra de hoy y de los días anteriores las voy entendiendo como conclusivas, como cuando El se dirige a Job, antes de darle todas sus gracias, cuando Job le dice: “Te conocía de oídos, pero hoy te he visto cara a cara” – ¡Alabado sea el Señor! 
Por la tarde nos hizo el milagro para los empleados, en respuesta a sus oraciones, pues hoy vendimos las máquinas a Javier, una persona que también está cerca de Dios y que estoy seguro que El nos envió para que él también se beneficiara.  Estoy seguro que por ambos lados estábamos suplicando su misericordia, para que el negocio se diera y nos hizo el milagro.  Gracias Señor, Gracias Virgen Santísima por tú intercesión.

Viernes 3 de junio de 2005

Me levanté, con sed de la Palabra, a orar.  Me sentía con un gozo en el corazón, sentía al Señor y la Virgen Santísima a la par mía, como un nuevo amanecer ¡del resto de mi vida!  Me dijo: 16 Acérquense a mí y oigamos desde el principio nunca hablé en secreto y desde que sucedieron estas cosas me tenían aquí:  Sepan entonces que el Señor Yavé me ha enviado, junto con su Espíritu. 17 Así dice Yavé, el que te rescata, el Santo de Israel, Yo soy tu Dios y te enseño lo que es provechoso, indicándote el camino que debes seguir. 18 Si hubieras estado atento a mis leyes, la dicha te habría inundado como un río. Habrías sido fuerte como las olas del mar 19 y tus hijos, numerosos como los granos de arena, y tu nombre no sería nunca arrancado o borrado de mi vista. 20 ¡Salgan de Babilonia! ¡Huyan del país de los Caldeos! Griten esto alegremente; anúncienlo y transmítanlo hasta el último rincón del mundo.  Digan:  “Yavé ha salvado a su servidor Jacob. 21 No pasaron sed en los desiertos por los que los guió; para ellos sacó agua de la roca”. 22 Pero ni hay paz para los malvados, dice Yavé. 49, 1 Escúchenme islas lejanas, pongan atención, pueblos, Yavé me llamó desde el vientre de mi madre, conoció mi nombre desde antes que naciera.  2 Hizo de mi boca una espada cortante y me guardó debajo de su mano.  Hizo de mí flecha puntiaguda que tenía escondida entre las otras. 3 El me dijo:  “Tú eres mi servidor Israel y por ti me daré a conocer” 4 Mientras que yo pensaba:  “He trabajado en balde, en vano he gastado mis fuerzas, para nada”: Yavé, sin embargo, protegía mis derechos, mi Dios guardaba mi salario, pues soy importante para Yavé y mi Dios se hizo mi fuerza. 5 Y ahora ha hablado Yavé, que me formó desde el seno materno para que fuera su servidor, para que te traiga a Jacob y le junte a Israel. 6 No vale la pena que seas mi servidor únicamente para restablecer a las tribus de Jacob o traer sus sobrevivientes a su patria.  Tú serás, además, una luz para las naciones, para que mi salvación llegue hasta el último extremo de la tierra”.  Hoy el Divino Niño nos hizo el milagro y me dieron un anticipo de la venta de  las máquinas, para poder pagarle algo al personal.  Con esto espero en el Señor que vamos a poder pagar los salarios a tiempo, hasta que se resuelva lo del juicio.  A la hora de la oración se lo notifiqué al personal y le dimos un aplauso al Niño Jesús – ¡Gloria a Dios!

Sábado 4 y domingo 5 de junio de 2005

Zacarías 11, 4-7

Me levanté temprano, pero no pude orar pues tenía que preparar el programa.  Me sentí dichoso, pues el Espíritu Santo fluía sobre mí y me iluminaba sobre el Evangelio de cuando el Señor llamó a Mateo.  Mateo 9, 9-13.  En el programa también sentí la efusión del Espíritu Santo y sus bendiciones y sanación.  Todo el día no he querido parar de orar.  Resé como diez Rosarios y no quería parar, pues siento un gozo tremendo al invocar a la Virgen Santísima; como que Jesús se encarna en mi corazón mientras más le rezo, que es lo que nos dijo Raquelina que le había dicho la Virgen cuando visitó el lugar de la Anunciación, en Tierra Santa y sentía un gran deseo de estar con el Señor.  Por la noche me dijo:  4 Así me habló Yavé, mi Dios:  “Encárgate de esas ovejas, que van al matadero. 5 Sus compradores las matan sin ser castigados y los que las venden dicen:  “Gracias a Yavé, ahora soy rico” y sus pastores no se preocupan por ellas. 7 Entonces me hice pastor de las ovejas a las que mataban los comerciantes de ganado.  Me conseguí un par de bastones de ganado; a uno le puse el nombre de Bondad y al otro de Unión. Y desde entonces me hice cargo de las ovejas. 
Nos levantamos temprano para irnos a Houston:  Alex, Sylvia Regina y yo.  Yo iba bien preocupado por el deposition que iba a dar, pero confiado en el Señor.  Llegamos y Sylvia Regina se fue a un mercado de pulgas y nosotros fuimos a ver un desarrollos de casas.  El Señor nos llevó ahí.  Después nos fuimos a misa de 6:00 p.m. a St. Michael´s y el sacerdote fue un chinito que no le entendí mucho.

jueves, 21 de junio de 2012

Cronología de un Milagro - Mayo 2005-IV


Lunes 23 de mayo de 2005

Levítico 16, 2-4
Génesis 32, 25-29

Hoy renunció Juan Ernesto

El Espíritu Santo  me levantó a las 3:30 a.m. a orar.  Doblé rodillas enfrente del Señor, pidiéndole su misericordia con el personal y exigiéndole que me respondiera qué debo hacer y que me diera señales claras de qué es lo que tengo que hacer con ellos; si despedirlos o no.  Le dije:  “Señor, yo no puedo decidir sobre esto, Tú me has hecho llegar hasta aquí, Tú nos tienes orando juntos ¿Qué es lo que quieres que haga ahora?”  Te dejo el problema en tus manos y te suplico que me hagas saber con acciones claras y evidentes qué es lo que tengo que hacer”.  Oré así como dos horas pues el día de ayer, el Espíritu Santo me había iluminado para poner el banquito de oración al revés y de esa forma podía sentirme más cómodo para orar.  Luego resé el Rosario de La Llama del Amor y luego el Señor me dijo:  2 Dile a tu hermano Aarón que no entre en cualquier tiempo en el Santuario que está detrás del velo, ni se presente ante el lugar del Perdón, que está encima del Arca, no sea que muera, pues es allí donde yo me manifiesto en medio de la nube, encima del Lugar del Perdón. 3 Para que pueda entrar en el Santuario, Aarón… 4 se vestirá con la túnica sagrada de lino, se pondrá los calzoncillos de lino, se ceñirá la faja de lino y se cubrirá con el turbante de lino.  Estas son las vestiduras sagradas que vestirá después de haberse lavado con agua.  Luego me dijo:  25 Y Jacob se quedó solo.  Entonces alguien luchó con él hasta el amanecer. 27 El otro le dijo:  «Déjame ir, pues ya está amaneciendo.»  Y él le contestó:  «No te dejaré marchar hasta que no me des tu bendición.»  28 El otro, pues, le preguntó:  ¿Cómo te llamas? El le respondió:  «Jacob». 29 Y el otro le dijo:  «En adelante ya no te llamarás Jacob, sino Israel, o sea Fuerza de Dios, porque has luchado con Dios y con los hombres y has salido vencedor.»  Al principio no comprendí que me quería decir, pero luego vi en la explicación de la Biblia que dice:  Orar no es solamente aceptar la voluntad de Dios como cosa escrita de antemano en el cielo o pedirle fuerzas para aceptarla; también es presionar a Dios, confiando en sus promesas y a sabiendas de que nos atiende.  En las encrucijadas de la vida, el creyente apartado entre la posibilidad de estancarse y la de superarse, sabe que Dios le dará esto último, con tal de que se lo pida con Fe
Me fui a la oficina y al poco rato Juan Ernesto vino a decirme que renunciaba, pues le habían ofrecido otro trabajo y ya no tenía dinero con qué seguir viviendo.  Me lo dijo con lágrimas en sus ojos y deseándome toda clase de bendiciones y asegurándome que él sabía que íbamos a resurgir, pero que ya no podía seguir sin recibir ningún ingreso.  Fue un momento doloroso para mí y de sentirme impotente, con todas las necesidades del personal.  Pero a la vez me sentí tranquilo, por la Palabra que había recibido en la mañana y la cual me había preparado para este momento.  Se la leí a Juan Ernesto y ambos nos sentimos mejor.  El me dijo que había ido a consultarle también al Divino Niño ¿qué debía hacer?  Comprendimos los dos que era la voluntad del Señor, pero a la misma vez, ambos con la Fe de que esto iba a ser sólo temporal y que El iba a hacer el milagro para que volviéramos a trabajar juntos. 
A mediodía fuimos a felicitar a mi papá por sus 93 años, fue un momento muy positivo, pero al salir se arruinó la Discovery y la Previa botaba agua, comprendí que era una maniobra de Satanás y me calmé.  Al rato la Discovery ya arrancó y la Previa no tenía nada.  Por la tarde llegó Rafael (nuestro anterior gerente) a la oficina. 
Fuimos a misa por el cumpleaños de mi papá y tuvimos cena en la casa de mis papás y la reunión fue bien positiva.  Me fui a la cama deseoso de levantarme a orar al día siguiente, para estar con el Señor.

Martes 24 de mayo de 2005

Lucas 13, 18-19
Daniel 4, 9-34

Me levanté a orar preocupado por todos los compromisos que tenemos y sobre todo pidiéndole al Señor que me resuelva el problema con el personal, para que les podamos pagar los salarios.  Además, tengo que pagar la luz de la casa y cubrir el cheque de “Distribuciones Prósperas”, que nos han citado para el 30 de mayo.  En la oración fui comprendiendo que el Señor nos va a hacer el milagro y que debo dejar todo en sus manos.  No sé cómo lo va hacer, pero lo va a hacer.  Me dijo:  18 Jesús continuó diciendo: ¿A qué puedo comparar el Reino de Dios? ¿Con qué ejemplo podría ilustrarlo? 19 Es semejante a un grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su jardín.  Creció y se convirtió en un arbusto y los pájaros del cielo se refugiaron en sus ramas.  4, 9 Su ramaje era hermoso y su fruto abundante… 10 Yo contemplaba esta visión interior cuando un ángel, un santo, bajó del cielo. 11 Con voz fuerte gritaba:  Derriben el árbol, corten sus ramas, arranquen sus hojas… 12 Pero dejen en tierra el tronco y las raíces atados con hierro y bronce… 13 Que su corazón deje de ser humano y se le dé un corazón de bestia y pasen siete tiempos sobre él. 21 Este es el decreto del Altísimo respecto al rey mi Señor. 22 Serás echado de entre los hombres y vivirás con las bestias del campo… siete tiempos pasarán sobre ti hasta que reconozcas que el Altísimo está más arriba que cualquier autoridad humana; el da el poder al que lo agrada. 31 Al cabo del tiempo fijado, yo, Nabucodonosor, levanté los ojos al cielo y la razón volvió a mí; entonces bendije al Altísimo: ¡Alabado y glorificado el que vive eternamente, cuyo imperio es eterno y cuyo reino durará por todas las generaciones! 33 En ese momento recobré la razón; recuperé mi trono y empecé nuevamente a gobernar, para gloria de mi reino.  Mis consejeros y mis notables me reclamaron, me restablecieron mi reino y se me dio un poder mayor todavía. 34 Por eso ahora, yo, Nabucodonosor, alabo, ensalzo y glorifico al Rey del Cielo, porque todas sus obras son verdaderas y justos todos sus caminos; él sabe humillar a los que proceden con orgullo.

Miércoles 25 de mayo de 2005

Jeremías 20, 7-13

7 Me has seducido Yavé y me dejé seducir por Ti.  Me tomaste a la fuerza y saliste ganando.  Todo el día soy el blanco de sus burlas, toda la gente se ríe de mí. 11 Pero Yavé está conmigo, El, mi poderoso defensor; los que me persiguen no me vencerán.  Caerán ellos y tendrán vergüenza de su fracaso y su humillación no se olvidará jamás. 12 Yavé, Señor, tus ojos están pendientes del hombre justo.  Tu conoces las conciencias y los corazones, haz que vea cuando te desquites de ellos, porque a ti he confiado mi defensa. 13 Canten y alaben a Yavé, que salvó al desamparado de las manos de los malvados! 
Hoy tuve un día de bastante sinceración con algunos empleados y me sorprende como su Fe continúa, lo que unido a la Palabra de hoy me confirma que Dios nos va a hacer el milagro.  Me vino el informe de los expertos en el caso contra Nejapa Power y al terminar de leerlo me sentí contento y satisfecho.  Le di gracias al Señor por hacerme sentir que esa es su voluntad, pues eso es lo que sentí cuando me hizo sentir contento después de leerlo. 
A las cinco seguimos orando con todos los empleados y de nuevo, no hay duda que el Señor está con nosotros, pues la Palabra del Señor se va consumiendo en todos nosotros, como “grupo”, “volviéndonos uno” en “Cristo Jesús”. 
Me fui a la cama contento y seguro que el Señor nos va a hacer el milagro pronto.  Después de misa hubo una hora santa en el Corazón de María y el Padre habló sobre “El Anillo de la Vida”.  Le di gracias al Señor, por habernos llevado ahí.

Jueves 26 de mayo de 2005

Génesis 7,  1; 8, 14-22

Me levanté a orar, ansioso de estar con el Señor.  Me dijo: 1 Yavé dijo a Noé: «Entra en el Arca, tú y tu familia, pues tú eres el único justo que he encontrado en esa generación.» 14 El día veintisiete del segundo mes, la tierra estaba ya seca. 15 Entonces Dios habló de esta manera a Noé: 16 «Sal del arca, tú y tu esposa, tus hijos y tus nueras. 17 Saca también contigo a todos los seres vivientes que tienes dentro de todas las especies… Que pululen, llenen la tierra y se multipliquen. 20 Noé construyó un altar a Yavé y tomando de todos los animales puros y de todas las aves puras, los ofreció en sacrificio sobre el altar. 21 Al aspirar el agradable aroma, Yavé decidió:  «Nunca más maldeciré la tierra por causa del hombre, pues veo que sus pensamientos están inclinados al mal ya desde la infancia.  Nunca más volveré a castigar a todo ser viviente como acabo de hacerlo. 22 Mientras dure la tierra, habrá siembra y cosecha, pues nunca cesarán ni el frío ni el calor, ni el verano ni el invierno ni los días ni las noches.  Hoy escuché al Señor decirme, “Todo ha pasado, ahora se comenzará a mejorar todo”. 
Me reuní con Alex y me contó que todos sus juicios habían mejorado notablemente y en uno de ellos le habían notificado que ya iban a embargar al que le debe – ¡Gracias Señor! pues ahora se ha revertido todo.  Ya no es a nosotros que nos embargan, sino nosotros comenzamos a recibir justicia!  ¡La oración con los empleados está produciendo grandes maravillas!

Viernes 27 de mayo de 2005

Hebreos 9, 19-22

Hoy comencé a orar más rosarios, tratando de rezar los siete rosarios que nos dijo Rosario y Raquelina.  El Señor me dijo: 19 Cuando Moisés terminó de proclamar ante el pueblo todas las ordenanzas de la Ley, tomó sangre de terneros y de chivos, la mezcló con agua, lana roja e hisopo y roció el propio libro del testamento y al pueblo, diciendo:  20 Esta es la sangre del testamento que pactó Dios con ustedes. 21 Roció asimismo con sangre el santuario y todos los objetos del culto. 22 Además, según la Ley, la purificación de casi todo se ha de hacer con sangre, y sin derramamiento de sangre no se quita el pecado.
“Sin derramamiento de sangre no se quita el pecado” y eso es lo que hemos hecho con todo este padecimiento, que comparado con el del Señor no es nada, pero comprendí que era necesario este “derramamiento” de sangre por el que hemos pasado. 
Por la tarde me notificaron que a las 4:00 p.m. estaban llegando unos ex–accionistas, porque los habían convocado para tener una reunión conmigo.  Al solo decirme eso calló un aguacero y estoy seguro que fue una bendición de Dios para que no vinieran los demás.  Luego los empleados me preguntaron si orábamos, pues ahí estaban todavía unos accionistas y yo les dije que sí.  Al finalizar vino Guadalupe (mi secretaria) a decirme, con una gran sonrisa, que los accionistas al oír la alabanza se habían ido.  Yo le dije ¡Gloria a Dios! pues además había sentido que en la oración había habido una gran sanación.  Cuando regresaba a la casa, más bien iba a misa, la Discovery se me quedó en pleno tráfico. Comprendí que era una maniobra de satanás para desesperarme. Sólo me aparté un poco y  dejé pasar un rato, pues ya sabía que iba a volver a arrancar.  Al rato le di “start” y encendíó sin ningún problema ¡Gloria a Dios! 
La otra bendición que nos mandó el Señor hoy es que, cuando Sylvia Regina estaba desayunando vinieron los dos “chíos” a recoger comida y ella les preguntó: “¿y cuándo me van a venir a presentar a sus hijitos?  Al rato aparecieron los dos y con la sorpresa que venían con los dos “chiítos”, que estuvieron tirándose al agua de la piscina, como dos niñitos juguetones y agradecidos.  ¡Gracias Señor!

 Sábado 28 y domingo 29 de mayo de 2005

Deuteronomio 8, 11-14

Hoy no pude orar, pues fuimos a recoger a Camila que venía a las 5:30 a.m.  Nos fuimos rezando el rosario todo el tiempo y sentía un gran gusto de estarlo rezando; más bien, gusto y bendición.  Cuando vi a Camila le di gracias al Señor por podernos dar el lujo de poder darle esa educación y por verla tan contenta y tan linda.  Nos enseñó sus trabajos en el carro y me sentí muy orgulloso de ella ¡Gracias Señor por todas nuestros hijos y esposos!  Me pasé toda la mañana preparando el programa, más bien no toda, pues me quedó tiempo de ir a la graduación de Alejandro Balzaretti y la reunión de toda la familia fue muy positiva y sanadora. 
Al terminar de leer todos los libros que tenía sobre el evangelio para el programa, a diferencia de los otros días donde lo que he sentido es que el Espíritu Santo me va dando idea tras idea de qué es lo que tengo que decir; esta vez terminé de leer y no tenía ninguna!  Me pregunté ¿Señor y cómo es esto, que quieres que haga? y entonces comprendí que me dijo:  No, no te he dado ninguna idea, para que hables de “tú testimonio”, pero no sabía que era… ¡pues el evangelio no se aplicaba!  De pronto, después de un rato en meditación, el Espíritu Santo me empezó a guiar por donde y qué es lo que tenía que decir y me sorprendía de todo lo que me iba diciendo.  Surgía de mis experiencias en toda esta crisis, comenzando con el libro de “Una Vida Con Propósito”.  Entonces comprendí porqué el Señor me había hecho pasar por toda esta experiencia y para que pueda ser aprovechada por más personas.  El programa resultó muy lindo y especial en cuanto a mensajes.  No lo podía creer cuando Arturo me dijo ya casi al final: “bueno Roberto, me gustaría que nos contaras de tu testimonio y lo que están haciendo en tu empresa, con todos los empleados”.  Fue como que el Señor nos dijo, no se preocupen Yo estoy con ustedes y lo que estoy haciendo es construyendo con ustedes un testimonio, para que sirva a otras personas.  Gracias Señor por todas tus bendiciones. 
Como a las 5:00 p.m. me habló Claudia, que a ellos les habían encomendado llevar al Padre que iba a dar la charla de Las Bodas de Caná en el Retiro y que ellos tenían un contratiempo y que si lo podíamos llevar nosotros.  Inmediatamente comprendí el llamado del Espíritu Santo, que se unía a todas las bendiciones de este fin de semana pues fue en esa misma charla cuando nosotros hicimos nuestro retiro, hace ya tres años (2002), que “conocí al Señor” y sentí como que: “un rayo me partía, haciéndome comprender como había sido la Virgen Santísima quien nos había protegido durante todo nuestro matrimonio y durante toda esta crisis y gracias a Sylvia Regina habíamos salido adelante”.  Nos fuimos encantados a recoger al Padre,  además iba a ser el mismo lugar y en la misma Capilla donde fue la vez pasada (Capilla de Loyola). 
Llegamos con el Padre y habíamos ido rezando el rosario con Sylvia Regina antes que se subiera el Padre.  Al llegar a la Capilla, le dije:  “continuemos rezando el Rosario”, en la misma banca en que yo lo había conocido al Señor y cuando nos sentamos a seguir orando, el misterio que nos tocaba era el “Segundo Misterio” de nuestro sexto Rosario de ese día:  “La Autorevelación en la Bodas de Caná”  ¡Bendito sea el Señor!  Estuvimos ahí bastante tiempo con el Señor, pues el programa estaba bastante atrasado.  Yo creí que nos iba a dar un mensaje especial, pero no sentí que me había dicho o pasado nada especial.  En mi corazón, yo sabía y estaba seguro que habíamos recibido grandes bendiciones con solo haber estado ahí, con El y Ella. 
El domingo nos levantamos a las 3:00 a.m. para rezar un Rosario, por las parejas del Retiro.  A las 6:00 a.m. nos fuimos a la caminata, después me puse a orar toda la mañana y el Señor, me dijo:  11 Por eso, guárdate de olvidar a Yavé, tu Dios, descuidando los mandamientos, los preceptos y las normas que yo te prescribo hoy. 12 No sea que cuando comas y quedes satisfecho, cuando hayas construido casas cómodas y vivas en ellas, 13 cuando se multipliquen tus ganados, cuando tengas plata y oro en abundancia y se acrecienten tus bienes de toda clase, 14 tu corazón se ponga orgulloso.  No olvides a Yavé, tu Dios, que te sacó del país de Egipto, de la casa de la esclavitud.  Después fuimos a recoger al Padre Francesco para llevarlo al Retiro y ahí nos encargaron recoger al Padre Darío, nuevamente para llevarlo.  Por la tarde pasamos todo el día con ellos y después asistimos a misa en el Encuentro.  Al salir me dijo Sylvia Regina que el Señor le había manifestado que El había andado con nosotros todo el día (a travez de los padres) – Bendito sea Dios.