Lunes 11 de abril de 2005
2 macabeos 7, 38-41; 8, 5-36
Mateo 21, 21-22
Me levanté pidiéndole al Señor que
me ilumine y me dé fortaleza, pues siento desfallecer. Me dijo: 38 Que en mí y en mis hermanos se detenga la cólera del
Todopoderoso, que justamente descarga sobre toda nuestra raza. 40 Así
murió también éste sin mancha, plenamente confiado en Dios. 41 Después
de todos sus hijos murió también la madre. 8, 5 El Señor cambió su
aversión en misericordia; en cuanto el Macebeo organizó su tropa, se hizo
irresistible a los paganos. 12 Al saber Judas que Nicanor venía con
un gran ejército, lo comunicó a los suyos. 13 Entonces los cobardes
y los que no tenían confianza en la justicia divina se dieron a la fuga. 18
Ellos, les dijo, vienen confiados en sus armas y en su audacia, pero
nosotros tenemos puesta nuestra confianza en Dios Todopoderoso que puede
exterminar con un solo gesto a todos los que nos invaden y aun al mundo entero.
36 El que se había propuesto pagar el tributo debido a los romanos
con la venta de los judíos, afirmaba ahora que éstos eran invencibles e
invulnerables, pues tenían a Alguien que luchaba por ellos siempre que
obedecieran las leyes prescritas por él.
El Señor me confirma que El nos va a sacar adelante y que debemos
tener Fe.
Estaba desayunando, cuando me habló
Guadalupe que habían llegado de un juzgado a embargar a Sodimer Inversiones,
con unos policías. Se cumplía lo
que ayer me había dicho Sylvia Regina, que los ataques iban a arreciar y que
había que orar más. Yo me deposité en la voluntad del Señor y sentí una gran
calma, confiado en el Señor. Le
hablé a Juan Ernesto para que los atendiera, estaba visitando el Santísimo,
pues hoy es su cumpleaños y él los atendió y hasta terminaron en carcajadas ¡lo
cual me confirma que el Señor está con nosotros y nada debemos temer! Celebramos el cumpleaños de Juan
Ernesto con todos los empleados, como en familia.
Le di gracias a Dios por todas sus
bendiciones, pidiéndole su protección para todo este grupo de personas, para
que podamos servirle en el futuro. Por la noche me puse a orar y el Señor me dijo: 21 Jesús les declaró: «En verdad les digo: si tienen tanta fe
como para no vacilar, ustedes harán mucho más que secar una higuera. Ustedes dirán a ese cerro: 22 ¡Quítate
de ahí y échate al mar! y así sucederá.
Todo lo que pidan en oración, con tal de que crean, lo recibirán.»
Martes 12 de abril de 2005
Salmo 86
Anoche, Sylvia Regina fue a cenar
donde Ma. Isabel y nos quedamos solos con Rober. Pasamos bien contentos y platicando. Después de cena me puse a cantar y
orar. Hoy, la lectura de San
Agustín me explicó lo del “Cántico Nuevo”, que me tenía preocupado o curioso
desde hace varios días. Dice San
Agustín: “El
hombre nuevo, conoce el cántico nuevo.
Cantar es expresión de alegría y si nos fijamos más detenidamente,
cantar es expresión de amor. Cantad con vuestra voz, cantad con vuestro
corazón, cantad con vuestra boca, cantad con vuestras costumbres ¿Queréis
rendir alabanzas a Dios? Sed
vosotros mismos el canto que vais a cantar. Vosotros mismos seréis su alabanza
si vivís santamente”.
Me sentí contento y dichoso, pues aunque no sé como vamos a salir
adelante, tengo Fe en el Señor que El nos va a hacer el milagro para que le
sirvamos; como pueblo dedicado a alabarlo y adorarlo, como una empresa ya no
centrada en hacer dinero, sino centrada en “cantar un cántico nuevo a
Dios”: Alabarlo, adorarlo y
promover su palabra. Ser testigos de ese “canto nuevo”. El Señor me dijo: 1 Escúchame, Señor, y respóndeme, pues soy pobre y desamparado;
2 si soy tu fiel, vela por mi vida, salva a tu servidor que en ti
confía. 3 Tú eres mi Dios; piedad de mí, Señor, que a ti clamo todo
el día. 14 Oh Dios, me echan la culpa los soberbios, una banda de
locos busca mi muerte, y son gente que no piensan en ti. 15 Más tú,
Señor, Dios tierno y compasivo, lento para enojarte, lleno de amor y lealtad, 16
vuélvete a mí y ten piedad de mí, otórgale tu fuerza a tu servidor y
salva al hijo de tu sierva, 17 y para mi bien haz un milagro. Humillados verán mis enemigos que tú,
Señor, me has ayudado y consolado.
Pasamos toda la tarde con Alex, hablando con Vidal y los
expertos, explicándoles el caso, que todavía no lo entendían. El Espíritu Santo me fue llevando para
encontrar los puntos que había que recalcar y al final como que ya lo habían
entendido. Me sentí contento de
sentir cómo el Espíritu Santo nos va guiando.
Miércoles 13 de abril de 2005
Salmo 116; 117
¡Aleluya! 1 Amo
al Señor porque escucha el clamor de mi plegaria, 2 inclinó hacia mí
su oído el día que lo llamé. 6 El Señor cuida de los pequeños,
estaba débil y me salvó. 7 Alma mía, vuelve a tu descanso, que el
Señor cuida de ti. 10 Tenía fe, aun cuando me decía: “Realmente yo soy un desdichado”. 11
Pensaba en medio de mi confusión: “Todo hombre decepciona!” 12 ¿Cómo
le devolveré al Señor todo el bien que me ha hecho? 13 Alzaré la
copa por una salvación e invocaré el nombre del Señor. 18 Cumpliré
mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo, 19 en los
atrios de la casa del Señor en medio de ti, Jerusalén. 117, 1 ¡Aleluya!
¡Alaben al Señor en todas las naciones y festéjenlo todos los pueblos! 2 pues
su amor hacia nosotros en muy grande y la lealtad del Señor es para siempre.
Llegué a la oficina y creí que hoy
íbamos a tener buenas noticias, pero fue lo contrario. Marco Tulio me comentó
que le había hablado un ex–accionista para decirle que los ex–accionistas iban
a llegar mañana a las 2:30 p.m. Me
sentí desilusionado. Pasé todo el
día preparando el deposition de Nadeem y de Mark para mañana y pidiéndole al
Señor que me de fortaleza y sabiduría para saber qué hacer.
Jueves 14 de abril de 2005
Efesios 4, 1-5; 17
Me levanté tarde y preocupado, no creí
que me iba a afectar tanto el hecho que los ex–accionistas han dicho que van a
llegar hoy a las 2:30, con cámaras de televisión y todo; para presionar que les
paguemos. Me sentí como Jesús en
el Monte de Getsemaní, cuando la noche antes, pues sabía por lo que tenía que
pasar y diciéndole al Señor: “Si
puedes, quita de mí ese cáliz, pero que no se haga mi voluntad, sino la
tuya”. Resé un “Rosario de Liberación”
por los empleados y un Rosario de “la Llama del Amor”. El Señor me dijo: 1 Como hijos amadísimos de Dios, esfuércense por imitarlo. 2
Sigan el camino del amor, a ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó
por nosotros, como esas ofrendas y víctimas cuyo olor agradable subía a Dios. 5
Sépanlo bien: Ni el corrompido, ni el impuro, ni el que se apega al dinero, que
es servir a un Dios falso, tendrán parte en el reino de Cristo y de Dios. 17
Por tanto, no se dejen estar, sino traten de comprender cual es la voluntad del
Señor. Me fui a la oficina
confiado en el Señor, que El nos iba a sacar adelante. Nos reunimos con Alex a mediodía y la
reunión fue muy positiva. Llegaron los ex–accionistas y no llevaban a los medios;
oramos con Alex antes de bajar a hablar con ellos y encendí La Llama del
Amor. Todo salió excelente. Llamamos, inclusive a todos los
empleados para que oyeran lo que les decíamos. Al regresar le hablé a Sylvia Regina y me contó que había
ido a misa y se juntó con Rosario, que le dijo que orara, pidiéndole al Señor
colocar una cruz ante los ex–accionistas y nosotros, para que todo lo que
habláramos pasara por ese filtro de la cruz y así sentí, pues toda la
comunicación fluyó y nos entendimos muy bien. Por la tarde me fui al Santísimo a darle gracias al Señor,
resé un Rosario de La Llama del Amor, uno de liberación y uno de La
Misericordia; después me fui a misa, me sentía contento y con la presencia del
Espíritu Santo.
Luego fuimos a la Asamblea de
Encuentros y al regresar hablé con Vidal y me dijo que los depositions habían
estado muy difíciles y Nadeem se había mantenido en su posición. Sólo la confianza en el Señor es la que
me sostiene.
Viernes 15 de abril de 2005
Esdras 8, 15–18; 21–23
Me levanté temprano y no pude orar,
pues fui a la oficina de Alex que tenía un evento de oración con todos los
empleados y los de su grupo de oración del “Movimiento de Hombres de Negocio
del Evangelio Completo”. Estuvo excelente y sentí la presencia del Señor. Hubo un testimonio de conversión y
luego una oración. Hombres de
Dios, del evangelio de Cristo. ¿Me
preguntaba en que fallaba la iglesia católica para no atraer a estos hombres de
Dios y porqué ellos no sienten la necesidad de La Eucaristía? ¿En qué fallamos Señor? Me sirvió de ejemplo para empezar algo
en la empresa, de forma sistemática y programada, para que la empresa se
dedique a Dios. Me fui a preparar
mis comentarios sobre el deposition de Nadeem, el cual no había estado muy a
favor nuestro. Oré un rato y el
Señor me dijo: 15 Los reuní cerca del
río que corre hacia Ahavá y acampamos allí tres días, y habiendo buscado entre
el pueblo, no encontré ninguno de la tribu de Leví. 16 Entonces
llamé a los jefes … 17 y les di órdenes respecto a Idó… les di el
recado que debían transmitir a Idó…, para que nos mandaran servidores para la
Casa de nuestro Dios. 18 Como la bondadosa mano de Dios estaba con
nosotros, nos trajeron a Serebías, hombre muy sensato, de entre los hijos de
Majlí, hijo de Leví, hijo de Israel, y con él sus hijos y sus hermanos, en
número de dieciocho. 21 Allí, a orillas del río Ahavá, ordené un
ayuno para humillarnos ante nuestro Dios, a fin de implorar de él un feliz
viaje para nosotros, nuestros hijos y nuestras pertenencias. 22 …
«La mano de nuestro Dios está, para bien, con todos los que lo buscan y su
poder y su enojo sobre todos los que lo abandonan». 23 Por eso,
ayunamos y pedimos a nuestro Dios por esta atención, y él nos escuchó.
Al principio no entendí que me
quería decir el Señor, pero ya estando en la reunión en la oficina de Alex, me
iluminó el Espíritu Santo que debió haber sido algo sobre esa reunión y
efectivamente lo que nos confirma el Señor es que El está con nosotros siempre
que lo clamemos, como en esta reunión y que El nos ha escuchado. ¡Bendito sea Dios!
Sábado 16 y domingo 17 de abril de
2005
Lucas 14, 15-24
Ayer me acosté como hasta la 1:00 a.m.,
pues no paraba de escribir un memorándum para Vidal con todo lo que sentía que
el Espíritu Santo me estaba iluminando para escribir con relación al caso y que
todo me quedaba bien claro, después que Alex había interpretado la carta de Bob
Hart, de forma que clarificaba totalmente la intención de El Paso, desde el inicio. Le conté a Alex sobre lo que me había
dicho Edith el 14 de marzo y que era que alguien iba a encontrar una carta o
algo, que iba a poner las cosas en claro e iba a hacer que el abogado dijera:
“Así fue, así sucedió” e iba a cambiar todo el rumbo del caso a nuestro favor –
¡Bendito sea Dios! Me levanté a
orar y el Señor me dijo: 15 Al oír estas
palabras, uno de los invitados le dijo: «Feliz el que tome parte en el banquete
del Reino de Dios.» 16 Jesús respondió: «Un hombre dio un gran
banquete e invitó a mucha gente. 17 A la hora de la comida envió a
un sirviente a decir a los invitados: «Vengan, que ya está todo listo» 18 Pero
todos por igual comenzaron a disculparse… 24 En cuanto a esos
señores que había invitado, yo les aseguro que ninguno de ellos probará mi
banquete. El sábado fuimos por
la tarde a una Asamblea de Sanación con el Padre Fernando. Era de sanación transgeneracional y yo
no supe hasta estar ahí, pues si no le hubiera insistido que mi mamá fuera,
pues ella no quiso ir (ahora entiendo que satanás nos ganó la batalla y no debí
haber cedido, cuando me dijo que no podía por tener un juego programado). Sentí mucha sanación, de parte del lado
de mi abuelita Chela, sobre todo cuando Monseñor se paró enfrente de mí con el
Santísimo, pude sentir su poder de sanación.
El domingo fuimos al servicio de capilla
para el Retiro de Evangelización y después a Coatepeque con mis papás, hermanas
y Guayo. Sólo faltó Alex, que
Antonietta se había enfermado. La
reunión fue positiva, pero a mí me hizo falta estar pensando en el Señor.
"Jesucristo nos acoge en el seno de su misericordia, como una madre acoge a su hijo."
ResponderEliminarSan Antonio de Padua,