Lunes 23 de mayo de 2005
Levítico 16, 2-4
Génesis 32, 25-29
Hoy renunció Juan
Ernesto
El Espíritu Santo me levantó a las 3:30 a.m. a orar. Doblé rodillas enfrente del Señor,
pidiéndole su misericordia con el personal y exigiéndole que me respondiera qué
debo hacer y que me diera señales claras de qué es lo que tengo que hacer con
ellos; si despedirlos o no. Le
dije: “Señor, yo no puedo decidir
sobre esto, Tú me has hecho llegar hasta aquí, Tú nos tienes orando juntos ¿Qué
es lo que quieres que haga ahora?”
Te dejo el problema en tus manos y te suplico que me hagas saber con
acciones claras y evidentes qué es lo que tengo que hacer”. Oré así como dos horas pues el día de
ayer, el Espíritu Santo me había iluminado para poner el banquito de oración al
revés y de esa forma podía sentirme más cómodo para orar. Luego resé el Rosario de La Llama del
Amor y luego el Señor me dijo: 2 Dile a tu hermano
Aarón que no entre en cualquier tiempo en el Santuario que está detrás del
velo, ni se presente ante el lugar del Perdón, que está encima del Arca, no sea
que muera, pues es allí donde yo me manifiesto en medio de la nube, encima del
Lugar del Perdón. 3 Para que pueda entrar en el Santuario, Aarón… 4
se vestirá con la túnica sagrada de lino, se pondrá los calzoncillos de lino,
se ceñirá la faja de lino y se cubrirá con el turbante de lino. Estas son las vestiduras sagradas que
vestirá después de haberse lavado con agua. Luego me dijo:
25 Y
Jacob se quedó solo. Entonces
alguien luchó con él hasta el amanecer. 27 El otro le dijo: «Déjame ir, pues ya está
amaneciendo.» Y él le
contestó: «No te dejaré marchar
hasta que no me des tu bendición.»
28 El otro, pues, le preguntó: ¿Cómo te llamas? El le respondió: «Jacob». 29 Y el otro le dijo: «En adelante ya no te llamarás Jacob,
sino Israel, o sea Fuerza de Dios, porque has luchado con Dios y con los
hombres y has salido vencedor.» Al
principio no comprendí que me quería decir, pero luego vi en la explicación de
la Biblia que dice: Orar no es solamente aceptar la voluntad de Dios como cosa
escrita de antemano en el cielo o pedirle fuerzas para aceptarla; también es
presionar a Dios, confiando en sus promesas y a sabiendas de que nos atiende. En las encrucijadas de la vida, el
creyente apartado entre la posibilidad de estancarse y la de superarse, sabe
que Dios le dará esto último, con tal de que se lo pida con Fe.
Me fui a la oficina y al poco rato
Juan Ernesto vino a decirme que renunciaba, pues le habían ofrecido otro
trabajo y ya no tenía dinero con qué seguir viviendo. Me lo dijo con lágrimas en sus ojos y
deseándome toda clase de bendiciones y asegurándome que él sabía que íbamos a
resurgir, pero que ya no podía seguir sin recibir ningún ingreso. Fue un momento doloroso para mí y de
sentirme impotente, con todas las necesidades del personal. Pero a la vez me sentí tranquilo, por
la Palabra que había recibido en la mañana y la cual me había preparado para
este momento. Se la leí a Juan
Ernesto y ambos nos sentimos mejor.
El me dijo que había ido a consultarle también al Divino Niño ¿qué debía
hacer? Comprendimos los dos que
era la voluntad del Señor, pero a la misma vez, ambos con la Fe de que esto iba
a ser sólo temporal y que El iba a hacer el milagro para que volviéramos a
trabajar juntos.
A mediodía fuimos a felicitar a mi
papá por sus 93 años, fue un momento muy positivo, pero al salir se arruinó la
Discovery y la Previa botaba agua, comprendí que era una maniobra de Satanás y
me calmé. Al rato la Discovery ya
arrancó y la Previa no tenía nada.
Por la tarde llegó Rafael (nuestro anterior gerente) a la oficina.
Fuimos a misa por el cumpleaños de
mi papá y tuvimos cena en la casa de mis papás y la reunión fue bien positiva. Me fui a la cama deseoso de levantarme
a orar al día siguiente, para estar con el Señor.
Martes 24 de mayo de 2005
Lucas 13, 18-19
Daniel 4, 9-34
Me levanté a orar preocupado por
todos los compromisos que tenemos y sobre todo pidiéndole al Señor que me
resuelva el problema con el personal, para que les podamos pagar los
salarios. Además, tengo que pagar
la luz de la casa y cubrir el cheque de “Distribuciones Prósperas”, que nos han
citado para el 30 de mayo. En la
oración fui comprendiendo que el Señor nos va a hacer el milagro y que debo
dejar todo en sus manos. No sé
cómo lo va hacer, pero lo va a hacer.
Me dijo: 18 Jesús continuó
diciendo: ¿A qué puedo comparar el Reino de Dios? ¿Con qué ejemplo podría
ilustrarlo? 19 Es semejante a un grano de mostaza que un hombre tomó
y sembró en su jardín. Creció y se
convirtió en un arbusto y los pájaros del cielo se refugiaron en sus
ramas. 4, 9 Su ramaje era hermoso y su fruto abundante… 10
Yo contemplaba esta visión interior cuando un ángel, un santo, bajó del cielo. 11
Con voz fuerte gritaba: Derriben
el árbol, corten sus ramas, arranquen sus hojas… 12 Pero dejen en
tierra el tronco y las raíces atados con hierro y bronce… 13 Que su
corazón deje de ser humano y se le dé un corazón de bestia y pasen siete
tiempos sobre él. 21 Este es el decreto del Altísimo respecto al rey
mi Señor. 22 Serás echado de entre los hombres y vivirás con las
bestias del campo… siete tiempos pasarán sobre ti hasta que reconozcas que el
Altísimo está más arriba que cualquier autoridad humana; el da el poder al que
lo agrada. 31 Al cabo del tiempo fijado, yo, Nabucodonosor, levanté
los ojos al cielo y la razón volvió a mí; entonces bendije al Altísimo:
¡Alabado y glorificado el que vive eternamente, cuyo imperio es eterno y cuyo
reino durará por todas las generaciones! 33 En ese momento recobré
la razón; recuperé mi trono y empecé nuevamente a gobernar, para gloria de mi
reino. Mis consejeros y mis
notables me reclamaron, me restablecieron mi reino y se me dio un poder mayor todavía.
34 Por eso ahora, yo, Nabucodonosor, alabo, ensalzo y glorifico al
Rey del Cielo, porque todas sus obras son verdaderas y justos todos sus
caminos; él sabe humillar a los que proceden con orgullo.
Miércoles 25 de mayo de 2005
Jeremías 20, 7-13
7 Me has seducido Yavé y me
dejé seducir por Ti. Me tomaste a
la fuerza y saliste ganando. Todo
el día soy el blanco de sus burlas, toda la gente se ríe de mí. 11
Pero Yavé está conmigo, El, mi poderoso defensor; los que me persiguen no me
vencerán. Caerán ellos y tendrán
vergüenza de su fracaso y su humillación no se olvidará jamás. 12
Yavé, Señor, tus ojos están pendientes del hombre justo. Tu conoces las conciencias y los
corazones, haz que vea cuando te desquites de ellos, porque a ti he confiado mi
defensa. 13 Canten y alaben a Yavé, que salvó al desamparado de las
manos de los malvados!
Hoy tuve un día de bastante
sinceración con algunos empleados y me sorprende como su Fe continúa, lo que
unido a la Palabra de hoy me confirma que Dios nos va a hacer el milagro. Me vino el informe de los expertos en
el caso contra Nejapa Power y al terminar de leerlo me sentí contento y
satisfecho. Le di gracias al Señor
por hacerme sentir que esa es su voluntad, pues eso es lo que sentí cuando me
hizo sentir contento después de leerlo.
A las cinco seguimos orando con
todos los empleados y de nuevo, no hay duda que el Señor está con nosotros,
pues la Palabra del Señor se va consumiendo en todos nosotros, como “grupo”,
“volviéndonos uno” en “Cristo Jesús”.
Me fui a la cama contento y seguro
que el Señor nos va a hacer el milagro pronto. Después de misa hubo una hora santa en el Corazón de María y
el Padre habló sobre “El Anillo de la Vida”. Le di gracias al Señor, por habernos llevado ahí.
Jueves 26 de mayo de 2005
Génesis 7, 1; 8, 14-22
Me levanté a orar, ansioso de estar
con el Señor. Me dijo: 1 Yavé dijo a Noé:
«Entra en el Arca, tú y tu familia, pues tú eres el único justo que he
encontrado en esa generación.» 14 El día veintisiete del segundo
mes, la tierra estaba ya seca. 15 Entonces Dios habló de esta manera
a Noé: 16 «Sal del arca, tú y tu esposa, tus hijos y tus nueras. 17
Saca también contigo a todos los seres vivientes que tienes dentro de
todas las especies… Que pululen, llenen la tierra y se multipliquen. 20
Noé construyó un altar a Yavé y tomando de todos los animales puros y de todas
las aves puras, los ofreció en sacrificio sobre el altar. 21 Al
aspirar el agradable aroma, Yavé decidió:
«Nunca más maldeciré la tierra por causa del hombre, pues veo que sus
pensamientos están inclinados al mal ya desde la infancia. Nunca más volveré a castigar a todo ser
viviente como acabo de hacerlo. 22 Mientras dure la tierra, habrá
siembra y cosecha, pues nunca cesarán ni el frío ni el calor, ni el verano ni
el invierno ni los días ni las noches.
Hoy escuché al Señor decirme, “Todo ha pasado, ahora se comenzará
a mejorar todo”.
Me reuní con Alex y me contó que
todos sus juicios habían mejorado notablemente y en uno de ellos le habían
notificado que ya iban a embargar al que le debe – ¡Gracias Señor! pues ahora
se ha revertido todo. Ya no es a
nosotros que nos embargan, sino nosotros comenzamos a recibir justicia! ¡La oración con los empleados está
produciendo grandes maravillas!
Viernes 27 de mayo de 2005
Hebreos 9, 19-22
Hoy comencé a orar más rosarios,
tratando de rezar los siete rosarios que nos dijo Rosario y Raquelina. El Señor me dijo: 19 Cuando Moisés terminó
de proclamar ante el pueblo todas las ordenanzas de la Ley, tomó sangre de
terneros y de chivos, la mezcló con agua, lana roja e hisopo y roció el propio
libro del testamento y al pueblo, diciendo: 20 Esta es la sangre del testamento que pactó
Dios con ustedes. 21 Roció asimismo con sangre el santuario y todos
los objetos del culto. 22 Además, según la Ley, la purificación de
casi todo se ha de hacer con sangre, y sin derramamiento de sangre no se quita
el pecado.
“Sin derramamiento de sangre no se
quita el pecado” y eso es lo que hemos hecho con todo este padecimiento, que
comparado con el del Señor no es nada, pero comprendí que era necesario este
“derramamiento” de sangre por el que hemos pasado.
Por la tarde me notificaron que a
las 4:00 p.m. estaban llegando unos ex–accionistas, porque los habían convocado
para tener una reunión conmigo. Al
solo decirme eso calló un aguacero y estoy seguro que fue una bendición de Dios
para que no vinieran los demás.
Luego los empleados me preguntaron si orábamos, pues ahí estaban todavía
unos accionistas y yo les dije que sí.
Al finalizar vino Guadalupe (mi secretaria) a decirme, con una gran
sonrisa, que los accionistas al oír la alabanza se habían ido. Yo le dije ¡Gloria a Dios! pues además
había sentido que en la oración había habido una gran sanación. Cuando regresaba a la casa, más bien
iba a misa, la Discovery se me quedó en pleno tráfico. Comprendí que era una
maniobra de satanás para desesperarme. Sólo me aparté un poco y dejé pasar un rato, pues ya sabía que
iba a volver a arrancar. Al rato
le di “start” y encendíó sin ningún problema ¡Gloria a Dios!
La otra bendición que nos mandó el
Señor hoy es que, cuando Sylvia Regina estaba desayunando vinieron los dos
“chíos” a recoger comida y ella les preguntó: “¿y cuándo me van a venir a
presentar a sus hijitos? Al rato
aparecieron los dos y con la sorpresa que venían con los dos “chiítos”, que
estuvieron tirándose al agua de la piscina, como dos niñitos juguetones y
agradecidos. ¡Gracias Señor!
Sábado 28 y domingo 29 de mayo de
2005
Deuteronomio 8, 11-14
Hoy no pude orar, pues fuimos a recoger
a Camila que venía a las 5:30 a.m.
Nos fuimos rezando el rosario todo el tiempo y sentía un gran gusto de
estarlo rezando; más bien, gusto y bendición. Cuando vi a Camila le di gracias al Señor por podernos dar
el lujo de poder darle esa educación y por verla tan contenta y tan linda. Nos enseñó sus trabajos en el carro y me
sentí muy orgulloso de ella ¡Gracias Señor por todas nuestros hijos y esposos! Me pasé toda la mañana preparando el
programa, más bien no toda, pues me quedó tiempo de ir a la graduación de
Alejandro Balzaretti y la reunión de toda la familia fue muy positiva y
sanadora.
Al terminar de leer todos los libros
que tenía sobre el evangelio para el programa, a diferencia de los otros días
donde lo que he sentido es que el Espíritu Santo me va dando idea tras idea de
qué es lo que tengo que decir; esta vez terminé de leer y no tenía
ninguna! Me pregunté ¿Señor y cómo
es esto, que quieres que haga? y entonces comprendí que me dijo: No, no te he
dado ninguna idea, para que hables de “tú testimonio”, pero no sabía que
era… ¡pues el evangelio no se aplicaba!
De pronto, después de un rato en meditación, el Espíritu Santo me empezó
a guiar por donde y qué es lo que tenía que decir y me sorprendía de todo lo
que me iba diciendo. Surgía de mis
experiencias en toda esta crisis, comenzando con el libro de “Una Vida Con
Propósito”. Entonces comprendí
porqué el Señor me había hecho pasar por toda esta experiencia y para que pueda
ser aprovechada por más personas.
El programa resultó muy lindo y especial en cuanto a mensajes. No lo podía creer cuando Arturo me dijo
ya casi al final: “bueno Roberto, me gustaría que nos contaras de tu testimonio
y lo que están haciendo en tu empresa, con todos los empleados”. Fue como que el Señor nos dijo, no se preocupen Yo estoy con ustedes y lo que estoy haciendo
es construyendo con ustedes un testimonio, para que sirva a otras personas. Gracias Señor por todas tus
bendiciones.
Como a las 5:00 p.m. me habló
Claudia, que a ellos les habían encomendado llevar al Padre que iba a dar la
charla de Las Bodas de Caná en el Retiro y que ellos tenían un contratiempo y
que si lo podíamos llevar nosotros.
Inmediatamente comprendí el llamado del Espíritu Santo, que se unía a
todas las bendiciones de este fin de semana pues fue en esa misma charla cuando
nosotros hicimos nuestro retiro, hace ya tres años (2002), que “conocí al
Señor” y sentí como que: “un rayo me partía, haciéndome comprender como había
sido la Virgen Santísima quien nos había protegido durante todo nuestro
matrimonio y durante toda esta crisis y gracias a Sylvia Regina habíamos salido
adelante”. Nos fuimos encantados a
recoger al Padre, además iba a ser
el mismo lugar y en la misma Capilla donde fue la vez pasada (Capilla de
Loyola).
Llegamos con el Padre y habíamos ido
rezando el rosario con Sylvia Regina antes que se subiera el Padre. Al llegar a la Capilla, le dije: “continuemos rezando el Rosario”, en la
misma banca en que yo lo había conocido al Señor y cuando nos sentamos a seguir
orando, el misterio que nos tocaba era el “Segundo Misterio” de nuestro sexto
Rosario de ese día: “La
Autorevelación en la Bodas de Caná”
¡Bendito sea el Señor!
Estuvimos ahí bastante tiempo con el Señor, pues el programa estaba
bastante atrasado. Yo creí que nos
iba a dar un mensaje especial, pero no sentí que me había dicho o pasado nada
especial. En mi corazón, yo sabía
y estaba seguro que habíamos recibido grandes bendiciones con solo haber estado
ahí, con El y Ella.
El domingo nos levantamos a las 3:00
a.m. para rezar un Rosario, por las parejas del Retiro. A las 6:00 a.m. nos fuimos a la
caminata, después me puse a orar toda la mañana y el Señor, me dijo: 11 Por eso, guárdate de olvidar a Yavé, tu Dios, descuidando
los mandamientos, los preceptos y las normas que yo te prescribo hoy. 12
No sea que cuando comas y quedes satisfecho, cuando hayas construido casas
cómodas y vivas en ellas, 13 cuando se multipliquen tus ganados,
cuando tengas plata y oro en abundancia y se acrecienten tus bienes de toda
clase, 14 tu corazón se ponga orgulloso. No olvides a Yavé, tu Dios, que te sacó del país de Egipto,
de la casa de la esclavitud. Después
fuimos a recoger al Padre Francesco para llevarlo al Retiro y ahí nos
encargaron recoger al Padre Darío, nuevamente para llevarlo. Por la tarde pasamos todo el día con
ellos y después asistimos a misa en el Encuentro. Al salir me dijo Sylvia Regina que el Señor le había
manifestado que El había andado con nosotros todo el día (a travez de los
padres) – Bendito sea Dios.
"Nada hay que haga valer tanto el alma cristiana como la misericordia".
ResponderEliminarSan Ambrosio,