Lunes 2 de mayo de 2005
Romanos 3, 21-22; 4, 1-23
Sirácides 11, 21-22
Me levanté pidiéndole al Señor su
misericordia. Me dijo: 21 Ahora se nos ha revelado cómo Dios nos reordena y hace
justos sin hablar de la Ley, pero ya lo daban a entender la Ley y los profetas.
22 Mediante la fe según Jesucristo Dios reordena y hace justos a
todos los que llegan a la fe. 3 En efecto, ¿qué dice la
escritura? Abrahán creyó a Dios,
quien se lo tomó en cuenta para hacerlo justo. 20 No dudó de la
promesa de Dios ni dejó de creer; por el contrario, su fe le dio fuerzas y dio
gloria a Dios, 21 plenamente convencido de que cuando Dios promete
algo, tiene poder para cumplirlo. 22 Y Dios tomó en cuenta esa fe
para hacerlo justo. ¿Señor,
por qué me han entrado dudas? ¿Por
qué siento esta desesperación? ¿Por qué siento que me has abandonado? Quédate conmigo Señor y no me
abandones, sin Ti yo no soy nada.
Pasé un día bien triste, pues me
duele no poder pagar a los empleados.
También me duele ver a Alex sufrir tanto y ver que nada se le resuelve
¿por qué es esto Señor? ¿Por qué tanto dolor? Por la tarde le avisaron a Guadalupe de la muerte de su papá
y me sentí triste por ella.
Fuimos al grupo de Encuentros y el
Señor me consoló diciéndome: 21 No te escandalices
por el éxito de los pecadores; pon tu confianza en el Señor y persevera en tu
labor. Es fácil para el Señor
hacer rico al pobre en un instante. 22 La bendición del Señor
recompensará a sus fieles: de repente, sin hacerse anunciar, trae sus
frutos. Fuimos a darle el
pésame a Guadalupe y después de rezar le daba, después de todo, gracias al
Señor por todas sus bendiciones; pidiéndole su misericordia.
Martes 3 de mayo de 2005
Malaquías
Salmo 43
Me levanté temprano, pues quería
platicar con el Señor, sentirlo cerca y que me diera una Palabra de
consuelo. Me dijo: 6 El hijo honra a su padre; el servidor respeta a su
patrón. Pero si yo soy padre,
¿dónde está la honra que se me debe? O si yo soy su patrón, ¿dónde el respeto a
mi persona? Esto es lo que Yavé de
los Ejércitos quiere saber de ustedes, sacerdotes que desprecian su
Nombre. Ustedes dirán: «¿En qué
hemos menospreciado tu Nombre? 7 Miren, ustedes presentan sobre mi
altar alimentos impuros. Ustedes seguramente replicarán: ¿En qué te hemos profanado?» Lo han hecho cuando han pensado que la
mesa de Yavé no merece respeto. 8 Cuando ustedes traen para
sacrificarla una bestia ciega, o cuando presentan una coja o enferma… 9 Así es
como ustedes piden a Dios sus favores.
Pero, ¿creen ustedes que los atenderá? 13 Ustedes cometen
otra falta: como Yavé se niega a mirar sus ofrendas y no quiere recibírselas,
ustedes se ponen a llorar y a gemir cubriendo con lágrimas el altar. 14
Y luego se preguntan: ¿Por qué será? Porque Yavé ha visto cómo tú traicionas a
la esposa que tomaste cuando joven… 15 ¿No ha hecho Dios, de ambos,
un solo ser que tiene carne y respira? Y este ser único, ¿qué busca sino una
familia dada por Dios? No traiciones, pues, a la mujer de tu juventud. 16
Odio el divorcio, dice Yavé, Dios de Israel, y al que hace el mal sin manifestar
vergüenza. Tengan, pues, mucho
cuidado y no cometan tal traición.
3, 1 Estoy para enviar a mi mensajero, al que despejará el
camino delante de mí; pues pronto entrará en su santuario el Señor que ustedes
piden. 3 Purificará a los hijos de Leví y los refinará como se hace
con la plata. Como el oro y la
plata, volverán a ser auténticos y dignos de ofrecer a Yavé la ofrenda de Judá
y de Jerusalén, como ocurría antiguamente, en épocas pasadas. 24 El
reconciliará a los padres con los hijos y a éstos con sus padres, para que,
cuando yo llegue, no tenga que maldecir a este país.
En el día no pasó nada, sólo fui a
hablar con Alex que estaba bien deprimido y la reunión fue muy positiva. El Señor estuvo con nosotros. A las 5:30 fuimos a recoger al Divino Niño
Jesús que vino a visitar nuestra casa.
Lo fuimos a recoger con Roberto Adriano y fuimos a que visitara la casa
de mis papás y oramos con Rober, pues mi mamá no estaba. Al mediodía entré al baño a orar y me
encontré con la Biblia de Sylvia Regina abierta en el Salmo
43 y sentí la llamada del Espíritu Santo, pues era el mismo Salmo en que
había sentido su llamado al leerlo por la mañana en la Liturgia de las Horas;
pero además, el Espíritu Santo me llevó a leer la Biblia que está enfrente de
la televisión y cual no va siendo mi sorpresa, más bien bendición, que estaba
abierta en la misma página del Salmo 43. El Señor, me dijo: 1 Hazme justicia, oh Dios, y defiende mi causa del hombre sin
piedad; de la gente tramposa y depravada líbrame, tú, Señor. 2 Si tú
eres el Dios de mi refugio: ¿Por
qué me desamparas? ¿Por qué tengo que andar tan afligido bajo la presión del
enemigo? 5 ¿Qué tienes alma mía, qué te abate, por qué gimes en
mí? Confía en Dios, que aún le
cantaré a mi Dios salvador.
Miércoles 4 de mayo de 2005
2 Crónicas 34, 27-28; 31-33
1 Crónicas 15, 29; 16, 1-36
Hoy vino Rosario a la
casa
Hoy comenzamos la
Novena con los empleados
27 Tu corazón se ha conmovido
y te has humillado delante de Dios al oír mis palabras contra este lugar y sus
habitantes; te has humillado ante mí, has rasgado tus vestidos y has llorado
ante mí; por eso yo, a mi vez, he oído, palabra de Yavé. 28 Voy a
reunirte con tus padres y serás recibido en paz en tu sepulcro; y no verán tus
ojos ninguno de los males que voy a traer a este lugar y sus habitantes. 31
El rey se mantuvo de pie sobre su estrado y celebró la Alianza en presencia de
Yavé, tomando el compromiso de caminar tras Yavé y guardar sus mandamientos,
sus testimonios y sus preceptos con todo su corazón y con toda su alma,
cumpliendo las palabras de la Alianza escritas en aquel libro. 32
Hizo que se adhirieran a la Alianza cuantos se hallaban en Jerusalén y en
Benjamín, y los habitantes de Jerusalén tuvieron que actuar de acuerdo con la
alianza de Dios, el Dios de su padres.
Hoy vino Rosario
y el Señor nos dijo: 16, 1 Trajeron el Arca de Yavé y la colocaron en
medio de la tienda que David había hecho levantar para ella; y ofrecieron ante
Dios víctimas quemadas y sacrificios de comuniones. 2 Cuando David
hubo acabado de ofrecer las víctimas consumidas por el fuego y los sacrificios
de comunión, bendijo al pueblo en nombre de Yavé, 3 y repartió a
todo el pueblo de Israel, hombres y mujeres, a cada uno, una torta de pan, una
porción de carne asada y un pastel de pasas. 4 David estableció
delante del Arca de Yavé a los levitas, cuyo servicio sería celebrar,
glorificar y alabar a Yavé, Dios de Israel. 7 Aquel día David
estableció por primera vez que Yavé sería alabado por medio de Asaf y sus
hermanos en la forma siguiente … 8 Celebren al Señor, alaben su
Nombre, proclamen sus maravillas a todo el mundo. 9 Entónenle cantos
y que todos mediten sus prodigios. 10 Que su santo Nombre sea
nuestro orgullo. Que se llenen de
alegría los que buscan al Señor. 11 Piensen en el Señor y en su
poder, busquen siempre su mirada. 12 Recuerden cuántas maravillas ha
obrado, sus prodigios y sus decisiones. 36 Bendito sea el Señor,
Dios de Israel, desde siempre y hasta siempre: Que todo el pueblo diga: Amén. Aleluya. Todo el pueblo contestó «Amén» y alabó
a Yavé. Hoy comenzamos a
orar en la empresa y esto es lo que el Señor me mandaba a hacer con esta
lectura. Que dediquemos la empresa
a Dios, de manera que su prioridad sea “hacer su voluntad” y que exista un
grupo de personas y un área específica, para que todos los empleados puedan
orar. Esto es lo que el Señor nos
manda con esta Palabra. A Rosario
le conté mis preocupaciones con relación a cualquier maldición que abarque la
familia, pero ella me dijo que me preocupara por mí y no por toda la familia;
pues el Señor ha dicho que: “Ten fe en el Señor y te
salvarás tu y tu familia”. ¡Amén! Comprendí
además que debíamos dedicar el 10% de las utilidades de la empresa, a obras de
evangelización ¡Amén!
En la mañana, el Espíritu Santo me
hizo leer el mismo 3 de mayo del año pasado y que es el día de ayer, o sea el
día en que el Divino Niño Jesús, la imagen peregrina, nos vino a visitar y la
Palabra de ese día había sido el mismo Malaquías. También me hizo leer el 5 de mayo del año pasado, para que no
pierda mi esperanza y aumente mi Fe y mi confianza en El.
Jueves 5 de mayo de 2005
Hechos 16, 9-10; 30-31
Hoy fuimos a ver a
Monseñor Fernando
9 Por la noche Pablo tuvo
una visión. Ante él estaba de pie
un macedonio que le suplicaba:
«Ven a Macedonia y ayúdanos.»
10 Al despertar nos contó la visión y comprendimos que el
Señor nos llamaba para evangelizar a Macedonia. 30 Después los sacó
fuera y les preguntó: «Señores,
¿qué debo hacer para salvarme?» 31 Le respondieron: «Ten fe en el Señor Jesús y te salvarás
tú y tu familia.»
Lo mismo que me había dicho Rosario
el día de ayer sobre la familia, me lo dijo la Palabra de hoy. Pasé todo el día con una gran paz. Nos reunimos con Alex y la reunión fue
Positiva; pero no pasa nada, ni en el juicio, ni en la oficina. Monseñor Fernando se limitó a oírnos,
le leí todas estas diocidencias de ayer y hoy y sólo nos dijo que había que
tener Fe; nos impuso las manos y nos dió su bendición. Además nos dijo que teníamos que orar la Coronilla a la
Virgen Santísima, todos juntos en familia e hincados.
Viernes 6 de mayo de 2005
Zacarías 10, 12
Isaías 26, 1-5; 12
12 Yavé los hará poderosos y
avanzarán confiados en su Nombre. 1 En ese día cantarán de esta
manera en el país de Judá: Tenemos
ahora una ciudad amurallada; El ha construido para defendernos no una, sino dos
murallas. 4 No duden nunca de Yavé, pues Yavé es la Roca para
siempre. 5 El doblegó a los que vivían en las alturas, en la
ciudadela de la cual nadie podía apoderarse; la derribó, la demolió y la redujo
a escombros. 12 Yavé,
dígnate darnos la paz, pues, sólo tú llevas a feliz término lo que hacemos
nosotros. El Señor nos concedió el milagro de poder darle
a todos los empleados parte de su salario y todos estaban contentos y agradecidos
con el Señor, pero más que todo yo.
Hoy terminamos de orar el tercer día
de la Novena al Divino Niño Jesús con los empleados y les pedí que todos lo
rezaran el día sábado y domingo en sus casas y con sus familias; pues El nos va
a hacer el milagro.
Sábado 7 y domingo 8 de mayo de 2005
Salmo 42
Me levanté y no pude orar, pues pasé
toda la mañana preparando el programa.
Sentí una efusión especial del Espíritu Santo en todo el programa y como
me iluminaba para saber que decir.
Antes del programa, platicamos con Arturo sobre mi viaje y me comprometí
a ayudarle, cuando el Señor nos haya hecho el milagro a nosotros. Para eso es que el Señor nos ha unido y
eso es lo que El me iluminó en la plática.
Por la tarde me fui a la oficina
todo el día. Gene me escribió un
e-mail bastante desconcertante, pero también el Espíritu santo me iluminó para
contestarlo y todo salió bien. Siento como el Espíritu Santo me guía.
El domingo fuimos a orar a la
Capilla del Retiro de Fe y Conversión, como servicio de 8:00 a 9:00 a.m. A las nueve tenían que llegar los
Castillo, pero no los vimos y nos sentimos incómodos de dejar al Santísimo
solo, pero teníamos que venir por Rober.
Fuimos a Coatepeque y la camioneta se me calentó y tuvimos que regresar,
pero pude ver la bendición del Señor para que no nos quedáramos varados y las
dos veces que se nos calentó fue cerca de una gasolinera y pudimos llegar a la
casa sin problemas.
Por la noche vino Claudia Castillo y
sus hijas a rezar el Rosario, por el mes de mayo. Arturo no pudo venir, pues se había enfermado del
estómago. Nos contó que sí habían
ido al Servicio de Capilla y a la misma hora que nosotros, pero que habían estado
en otra Capilla o más bien salón, con los Reyes. Nos contó que después de rezar el Rosario leyeron un Salmo y
que al estarlo leyendo, tanto a ella como Arturo se le salieron las lágrimas y
comprendieron que era una palabra para nosotros y que era el Salmo 42, que es el mismo que Sylvia Regina me había
puesto en mi escritorio el pasado 3 de mayo, día en que vino el Niño Jesús a la
casa. ¡Gloria a Dios!
No lo podíamos creer, pero era
cierto como el Señor nos manifestó que está con nosotros y tengamos Fe en El;
que El nos va a sacar adelante. ¡Bendito
sea Dios!
"Todo el que obra mal deshonra a Cristo."
ResponderEliminarSan Cesáreo de Arlés