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Canonización de Monseñor Romero

domingo, 29 de abril de 2012

Cronología de un Milagro - Diciembre 2004-II


Lunes 13 de Diciembre de 2004

 Juan 1, 47-51

Hoy me levanté preocupado y tuve una mala noche, pues me despertaba sintiéndome mal y como que mi mente luchaba entre mantenerse en la presencia del Señor y satanás, que quería dominarla.  Es primera vez que me pasa esto y que dormido, también mi conciencia quiere no perder la presencia del Señor.  Repetía y repetía, “Señor Jesús, ten misericordia de mi”; “Señor Jesús, no me dejes”; “Espíritu Santo no te alejes”.  Me levanté y sentí un alivio, pues tenía un mejor control de mi mente.  Me puse a orar y le pedí al Señor que me diera un consuelo, que me diera a conocer y me dejara sentir que estaba conmigo, me contestó:  47 Cuando Jesús vio venir a Natanael, dijo de él:  “Ahí viene un verdadero israelita, éste no sabría engañar”  48 Natanael le preguntó: ¿Cómo me conoces? Jesús le respondió: “Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas bajo la higuera, yo te vi”  50… tu crees porque te dije que te vi bajo la higuera, pero verás cosas mayores que éstas. 51 En verdad les digo que ustedes verán los cielos abiertos y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre”.  El Señor me dio otro consuelo, pero el dolor que siento es bastante grande y como nunca lo he sentido, pues me duele sobremanera el que no le vaya a poder pagar sus salarios al personal y pasen una Navidad sin dinero. 
En la oficina no pasó nada, sólo espero en el Señor y me entró la duda que si nos van a prestar el dinero.  Me puse a orar, en la “Hora de la Misericordia” me fui a misa, oré frente al Santísimo.  “Señor Jesús, yo confío en Ti”, terminé diciéndole. 
Por la noche fuimos con toda la familia a la cena de Navidad del grupo de oración.  Ya no sentí tristeza por haber perdido la casa (que la vi bien linda), sino alegría por la corrección que nos había hecho el Señor, lo cual nos había hecho encontrarlo y ser tan felices.

Martes 14 de Diciembre de 2004

Génesis  8, 11-12; 15-16; 9, 8-11; 13-15

11 La paloma regresó al atardecer, trayendo en su pico una rama verde de olivo. 12 Todavía esperó otros siete días más y soltó a la paloma, que ya no regresó más al Arca. 15 Entonces Dios habló de esta manera a Noé:  16 “Sal del arca tu y tu esposa, tus hijos y tus nueras. 9, 8 Dios dijo a Noé y a sus hijos: 9 “Miren, voy a hacer una alianza con ustedes y con sus descendientes después de ustedes; 10 y también con los seres vivientes que están con ustedes… 11 El compromiso que contraigo con ustedes es que, en adelante, ningún ser viviente morirá por las aguas de un diluvio, ni habrá nunca más diluvio que destruya la tierra.  13 Pongo mi arco en las nubes para que sea una señal de mi alianza con toda la tierra. 14 Cuando yo cubra de nubes la tierra y aparezca el arco en las nubes, 15 me acordaré de mi alianza con ustedes y con toda criatura que tiene vida y  nunca más habrá aguas diluviales para acabar con toda carne.  Le di gracias al Señor por esta palabra y se la leí a Sylvia Regina.  Ambos le dimos las gracias por ser tan especial con nosotros y por heredarnos el “arco iris”, como símbolo de Su alianza con nuestra familia y para que, a partir de ahora, todas nuestras generaciones, al ver el arco iris nos acordemos de nuestra alianza con el Señor y de cuanto El nos ama. 
Me entró un deseo de estar con El y me fui al Santísimo, a darle las gracias por todas sus bendiciones y por adelantado, por conseguirnos el préstamo para pagar las planillas.  Sin embargo, no pasó nada, lo cual me entristeció pues hubiera querido que fuera hoy, como para que el Señor sellara nuestra alianza con ese hecho concreto, pero el Señor no quiso. 
El dolor me regresó durante el día, yo le repetía, “Señor Jesús, ten misericordia de mi”, pues por alguna razón El todavía no quiere dárnoslo y yo ya no comprendo porqué.  El pensamiento que me consolaba es que:  “El es Todopoderoso” y debo aceptar su voluntad si El, por alguna razón, no nos quiere conseguir el préstamo.  Hay que aceptar su voluntad.  Me dediqué todo el día a preparar la Pastorela que le actuamos a todos los hijos del grupo de “Encuentros”, eso me hacía estar pensando en El y sirviéndole.  La Pastorela nos salió bien bonita, pero mi dolor continuaba.  Yo sólo le decía: ¡Señor, ayúdame con este dolor!

Miércoles 15 de Diciembre de 2004

Salmo 78; 79

Me levanté a orar, algo preocupado y pidiéndole al Señor fortaleza y sabiduría para comprender y aceptar su decisión y voluntad.  Me dijo:  1 Atiende pueblo mío, a mi enseñanza, toma en serio estas palabras de mi boca. 2 En parábolas voy a abrir mi boca, evocaré los enigmas del pasado. 3 Las cosas que escuchamos y sabemos, que nos fueron contando nuestros padres, 4 no deben ignorarlas nuestros hijos.  A la futura generación le contaremos la fama del Señor y su poder, las maravillas que El ha realizado. 20 Es cierto que, cuando él golpeó la roca, corrió el agua y los torrentes desbordaron, pero ¿Será capaz de darnos el pan, o de proporcionar carne a su pueblo? 21 Al oírlo el Señor se encolerizó, un fuego se encendió contra Jacob y la cólera subió contra Israel, 22 porque no habían creído en Dios ni habían confiado en que los salvaría. 65 Pero se despertó el Señor como de un sueño, como un valiente que ha dormido la mona.  66  hirió a sus enemigos por la espalda, los dejó humillados para siempre, 68 más escogió a la tribu de Judá, a ese Monte Sión al que amaba. 69 Construyó su santuario como las alturas, como la tierra firme para siempre. 70 Eligió a David, su servidor, lo sacó del redil de los corderos. 71 Lo llamó cuando cuidaba a las ovejas para pastorear a Jacob, su pueblo. 72 Fue su pastor con un corazón perfecto y con mano prudente los condujo. 79, 5 ¿Hasta cuándo, Señor, durará tu cólera? ¿Tus celos quemarán siempre como fuego? 8 No nos tengas rencor por faltas de nuestros padres, que tu misericordia corra a nuestro encuentro, pues ya no podemos más.  Ayúdanos, oh Dios, Salvador nuestro, en atención a la gloria de tu nombre; líbranos y perdona nuestros pecados en honor a tu nombre. 10 ¿Quieres que digan los paganos: ¿Dónde está su Dios? 11 Que hasta ti llegue la queja del prisionero, con tu potente brazo salva a los condenados a muerte 13 y nosotros, tu pueblo, el rebaño de tu redil te daremos gracias para siempre; de edad en edad diremos tu alabanza.  
Fuimos a ver a Monseñor Fernando y le leí toda mi Agenda desde el 6 de diciembre y lo agobiado que me sentía.  El nos dijo, “ya van a ver, a partir del viernes 17 de diciembre, grandes cosas van a empezar a suceder”.  Yo le pregunté y por qué el viernes y él me dijo: “Es porque el viernes 17 comienza la novena de la venida del Niño Jesús”.

Jueves 16 de Diciembre de 2004

2 Timoteo 2, 11-13
Hechos 28, 30-31

Hoy el Señor me enseñó a ponerme la bata
blanca, para orar mejor

Hoy en el Salterio para este día están los Salmos 78 y 79, con los que el señor me habló ayer.  Me levanté con más confianza, por lo que Monseñor nos había dicho ayer.  El Señor me dijo:  11 Una cosa es cierta:  Si hemos muerto con El, también viviremos con El. 12 Si sufrimos pacientemente con El, también reinaremos con El.  Si lo negamos, El también nos negará. 13 Si somos infieles, El permanece fiel, pues no puede desmentirse a sí mismo.  20, 30 Pablo pues, arrendaba esta vivienda privada y permaneció allí dos años enteros.  Recibía a todos los que lo venían a ver, 21 proclamaba el Reino de Dios y les enseñaba con mucha seguridad lo referente a Cristo Jesús, el Señor, y nadie le ponía trabas.  Estaba orando y me dio frío, medio frío, así es que el Espíritu Santo me hizo poner la bata de color blanco que tenemos en el baño y comprendí lo importante que es vestirse de blanco (como hacen los sacerdotes) para orar; pues nos hace recordar que el alma debe de estar blanca, para que nuestra oración sea más escuchada, por el Señor. 
Me reuní con Alex y le leí toda mi agenda.  Lo único que nos sostiene es Su Palabra, pues tanto él como yo, no entendemos que está pasando y comprendemos que estamos en manos del Señor. 
No pasó nada.  Pero nada de nada, pues no tuvimos ninguna noticia, excepto que pude hablar con Freddie o sea que el Señor quiso que hablara con él y quedó de ver si nos podía ayudar y me va a llamar el lunes.  Yo me sentía bien abatido y mal humorado, no podía ocultar mi preocupación y llegué a la casa preocupado. 
Por la noche fuimos a la reunión de “Encuentros” con todos; Sofía, Camila y Rober.  Después fuimos con todos los hermanos a hablar con Doña Sylvia y la reunión fue muy positiva.  Espero en Dios que el Señor regrese a su matrimonio, ese es el deseo de todos.

Viernes 17 de Diciembre de 2004

Salmo 22
Hechos 13, 33; 34; 41; 47

Me levanté preocupado, pues el tiempo ya es bastante corto, para poder pagar los salarios a los empleados y que tengan una navidad feliz.  Ayer, el Espíritu Santo me iluminó para, en las peticiones de la Asamblea pedir sólo porque “se le pueda pagar su salario a todo el personal, antes del 24”; pues es en realidad lo que más me agobia. 
Mi sufrimiento personal lo puedo soportar, por el Señor, pero el de otros se me hace más difícil.  Tengo confianza que El me va a conceder mi petición.  Me dijo:  20 ¡Pero tu Señor, no te quedes lejos; fuerza mía, Corre a socorrerme! 21 Libra de la espada mi alma, de las garras del can, salva mi vida. 23 Yo hablaré de tu nombre a mis hermanos, te alabaré también en la Asamblea. 31 Lo servirán mis hijos, hablarán del Señor a los que vengan, 32 al pueblo futuro que es justo, les dirán: Tal es su obra.  13, 33… tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy. 34… Les daré las cosas santas, las realidades verdaderas que reservaba para David. 41 Atiendan ustedes, gente engreída, asómbrense y desaparezcan. Porque voy a realizar en sus días una obra tal, que si se la contaran no la creerían. 47 El mismo Señor nos dio la orden: Te he puesto como luz de los paganos y llevarás mi salvación hasta los extremos del mundo. 14, 22… “Es necesario que pasemos por muchas pruebas para entrar en el Reino de Dios”.  Esperaba que hoy ocurriera “algo”, aunque fuera sólo una esperanza, pues todo el día me acordaba de las palabras de Monseñor Fernando diciendo que: “ya van a ver, a partir del viernes 17 de diciembre, grandes cosas van a empezar a suceder”. 
Al momento de ir a comulgar, el Espíritu Santo me iluminó para comprender que lo “sorprendente e importante” no necesariamente iba a ser en el plano material, sino también en el espiritual y que lo que había sucedido es que “Jesús había nacido en mi corazón”.  Después de comulgar, en la meditación me vino la imagen del Divino Niño Jesús ¡iluminado y adentro de mi corazón!  Desde hace bastante tiempo le había pedido al Señor que me ayudara a imaginarlo presente, dentro de mí; para “ver su rostro”.  Hoy me lo concedió. Realmente ocurrieron cosas “sorprendentes e importantes”.  Además, comenzamos a rezar la Novena del Divino Niño Jesús, con todos nuestros hijos: “en familia”, exceptuando Ariana y Luigi que no están aquí. 
Al momento de comenzar me entró una llamada de Juan Felipe, diciéndome que mañana me iba a hablar una persona, que nos podría dar el financiamiento.  ¡Gloria a Dios!

Sábado 18 y domingo 19 de Diciembre de 2004

Isaías  61, 1-3; 41, 9-10

Hoy amanecí y me puse a orar, pidiéndole al Señor que me dé sabiduría y fortaleza para comprender su voluntad.  Me puse a orar y después a preparar el programa.  Terminé hasta las 12:40 p.m. 
Después almorzamos en la casa, todos juntos, pues también vino Ariana, Luigi no pudo, pues fue a ver el partido a otro lado.  Después me fui a visitar centros comerciales y comprendí que el Señor nos había hecho un bien al sacarnos de ese negocio, pues los centros comerciales estaban vacíos y viene una época muy dura para todo el comercio.  Le di gracias a Dios porque nos había protegido de esa crisis. 
Fui a ver a mis papás y la reunión fue muy positiva.  Después me fui a misa, quería estar con el Señor.  Después cenamos en casa de mis papás, pues habían venido mis hermanos Ma. Antonieta y Guayo, así es que estábamos todos juntos.  Sin embargo, me sentí vacío, sintiendo que falta más amor entre nosotros. 
Le pedí al Señor que nos ayude a restaurar el amor fraterno entre nosotros y que El esté en medio de nuestra familia, que sea el centro que nos une.  Antes de ir donde mi mamá habíamos rezado la Novena del Divino Niño Jesús, en la casa y con todos nuestros hijos.  El domingo, el Señor me dijo:  1 ¡El Espíritu del Señor está sobre mí!  Sepan que Yavé me ha ungido, me ha enviado con un buen mensaje para los humildes, para sanar corazones heridos, para anunciar a los desterrados su liberación y a los presos su vuelta a la luz. 8 Para publicar un año feliz lleno de los favores de Yavé y el día del desquite de nuestro Dios.  Me envió para consolar a los que lloran y darles una corona en vez de ceniza, el aceite de los días alegres, en lugar de ropa de luto, cantos de felicidad, en vez de pesimismo.  41, 9 Yo te traje de los confines de la tierra, te llamé de una región lejana, dejándote: “tú eres mi servidor, yo me fijé en ti y te elegí”. 10 No temas, pues yo estoy contigo; no mires con desconfianza, pues yo soy tu Dios; yo te he dado fuerzas, he sido tu auxilio y con mi diestra victoriosa te he sostenido, 11 todos los que se lanzan contra ti serán avergonzados y humillados; tus adversarios serán reducidos a la nada y perecerán. 
Hoy fuimos a pasar el día a Coatepeque, a la casa de mis hermanas y la reunión fue positiva.  Le di gracias a Dios por habernos liberado.  Comencé a leer el libro de “El Rosario de Liberación”.

jueves, 26 de abril de 2012

Cronología de un Milagro - Diciembre 2004-I


Lunes 6 de Diciembre de 2004

Job 31, 32, 33, 34, 35, 36

31 Decían las gentes de mi casa: ¿Hay alguien que no se haya saciado en su mesa? 32 Tenía abierta mi puerta al caminante y el forastero pasaba la noche a la intemperie. 33 Acaso disimulo mis culpas como hace cualquiera, ocultando el pecado en mi seno? 35 ¡Quién me diera que se me escuchara! Ahí va mi firma: ¡que me responda el Omnipotente! 32, 2 Entonces Elihú, hijo de Rabakol… se enojó contra Job, porque creía tener razón contra Dios. 4 Elihú había esperado mientas hablaban con Job, porque ellos eran mayores que él. 7 Yo me decía: hablará la edad y de los muchos años brotará la sabiduría. 8 Pero no, ella es en el mortal fruto de una inspiración, un espíritu salido del Omnipotente de la inteligencia. 13 No digan pues: “Hemos alcanzado la sabiduría; es Dios quien nos enseña, no un hombre. 17 Por eso responderé yo y manifestaré también un parecer, 18 porque me siento lleno de palabras y me empuja un fuego interior. 19 Dentro de mí hay como un vino que fermenta. 33, 13 ¿Por qué le haces este reproche de que no contesta tus palabras? 14 Pero mira que Dios habla una vez y no lo repite dos veces. 15 En sueños, en visión nocturna, cuando desciende el sueño sobre los hombres, mientras los humanos duermen en su cama, El les abre el entendimiento y los espanta con apariciones, 17 para retraerlos del mal y apartarlos del orgullo. 15 Dios salva al miserable por su misma pobreza y le enseña por medio del sufrimiento. 16 También a ti te librará de la angustia, una abundancia sin límites la reemplazará y tu mesa rebosará de sabrosos manjares. 17 Entonces enjuiciarás al malvado. Justicia y derecho estarán en tus manos. 18 No te dejes pues llevar por la ira, ni te dejes comprar por los regalos. 21 Guárdate de inclinarte hacia la injusticia, pues ésta fue la causa de tu prueba.  Llegué a la oficina preocupado, pero con esperanza, después de recibir esta palabra del Señor.  No sé cómo va a suceder, pero estoy seguro que El nos va a sacar adelante, para gloria suya y que sirva para la conversión de muchos. 
Al llegar a la oficina encontré un e-mail que me había enviado Lico, sobre una señora pobrecita, que recibió una carta de Jesús que la iba a visitar por la tarde y ella salió con todo lo que tenía a comprarle algo de comer.  En el mercado vio a dos pobres ancianos y ella se compadeció de ellos y les dio todo lo que tenía.  Cuando regresó notó que había una carta en el buzón y era de Jesús diciendo que había gozado mucho viéndola y agradeciéndole porque le había dado de comer.  Se me salieron las lágrimas y lloré como un niño, sintiendo la efusión del Espíritu Santo que me decía: Yo te amo; aguanta un poco más.

Martes 7 de Diciembre de 2004

Apocalipsis 6, 2
Ezequiel 14, 21-23

Me levanté agobiado y apesadumbrado, pues el tiempo ya es bastante corto y me agobia el que no pueda darle al personal su salario y su aguinaldo.  Nunca me había sentido tan agobiado, pues siento un dolor intenso y quizás más porque mi esperanza única es en el Señor y su Palabra y aunque tengo la certeza que El nos va a responder, me da temor el que tenga que despedir al personal; aunque, por el otro lado, acepto con humildad si esta es su voluntad.  Sin embargo, su palabra me ha dicho que esa no es su voluntad ¿Cómo reconciliaría las dos cosas?  Este es mi temor y mi angustia, sólo confío en el Señor.  Oré con fervor y amor eterno.  Me dijo:  2 Apareció un caballo blanco, el que lo montaba tenía un arco, le dieron una corona y partió como vencedor y para vencer. 14, 21 Esto dice el Señor: He enviado en contra de Jerusalén a mis cuatro terribles castigos: la espada, el hombre, las fieras feroces y la peste, porque quiero acabar con hombres y animales. 22 Quedan, sin embargo, supervivientes, los cuales están saliendo y serán traídos hasta aquí, hombres y mujeres, cuando sepan de su conducta y de sus obras. 21 Se consolarán y comprenderán que no sin razón actué así con Jerusalén, palabra de Yavé.  Gracias Señor, por todas tus bendiciones.  Comprendí que El no quiere que todo se componga y ha atrasado todo para que nos acerquemos más a El y su gloria sea mayor; pero que en estos días próximos todo se va a arreglar. 
En la oficina, llamé al Banco.  Por fin pude hablar con ellos y les pedí la autorización para que nos liberen la hipoteca del edificio, para poder conseguir el préstamo.  ¡Milagro! A la media hora me llamó la vicepresidenta de nuevo, diciéndome que: ¡ya estaba autorizado!  Bendito seas Señor !Gracias Señor!  También firmamos hoy el refinanciamiento de todos los créditos con el Banco de Alex; después de 10 meses de negociación.  ¡Bendito y alabado seas Señor!  Fuimos a misa, con Sylvia Regina, para darle gracias al Señor por este día y ¡por todas sus bendiciones!  Señor, yo confío en Ti.

Miércoles 8 de Diciembre de 2004

Lucas 2, 10-14

Día de la Inmaculada Concepción

Me levanté confiado en el Señor, que ya pronto se nos va a dar el crédito para poder pagar las planillas y pensando como hacer, para que todos en la empresa recemos el Rosario en cadena que hay a nivel nacional, para pedir por nuestro país.  Me sentí contento que ésta era mi preocupación o sea: “como hacer para que la empresa sea una empresa que le dé prioridad al Señor”.  El me dijo:  10 Pero el ángel les dijo: “No tengan miedo, pues yo vengo a comunicarles una buena noticia, que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo: 11 hoy, en la ciudad de David, ha nacido para ustedes un salvador, que es el Mesías y el Señor. 12 Miren como lo reconocerán: hallarán a un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un pesebre. 13 De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron junto al Angel y alabaron a Dios con estas palabras: 14 “Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra paz a los hombres, esta es la hora de su gracia.” 
Al llegar a la oficina, entró Juan Ernesto bien contento y creí que me iba a dar la noticia que ya alguien nos había aprobado el financiamiento, pero no, sólo me dijo que todos le habían confirmado que seguían interesados y que ya pronto iban a decidir.  Cerramos la oficina para rezar el Rosario en cadena y abrí la Sala de Juntas para que todos lo pudiéramos seguir, a través de la televisión.  Podía sentir la presencia del Espíritu Santo y le di gracias al Señor que podíamos hacer esto; reunirnos a rezar juntos. 
Por la noche me puse a leer el libro del Cura de Ars y sentí el llamado del Señor para que comprendiera que el sufrimiento es necesario para que nos acerquemos a El y que debemos amar ese sufrimiento, pues nos asemeja a El, en su pasión.

Jueves 9 de Diciembre de 2004

Mateo 5, 3-5
Hechos 26, 16-18
Juan 2, 5

Me levanté triste y preocupado, pues creí que ayer íbamos a recibir una noticia esperanzadora o definitiva de alguna resolución.  Me puse a orar doblando rodillas y pidiéndole perdón al Señor por tener dudas; pidiéndole su misericordia.  Me contestó:  3 Felices los que tienen el espíritu del pobre, porque de ellos es el Reino de los Cielos. 4 Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia. 26, 16 Ahora levántate y ponte en pié: Me he manifestado a ti para hacerte servidor y testigo de lo que has visto de mí y de lo que te mostraré más adelante. 17 Yo te protegeré tanto de tu pueblo como de los paganos a quienes te envío. 18 Tu les abrirás los ojos para que se conviertan de las tinieblas a la luz y del poder de satanás a Dios: creyendo en mí se les perdonarán los pecados y compartirán la herencia de los santos.   Le di gracias a Dios, por todas sus bendiciones, pues me habló tan directo y específico, con tanto amor… y mi amor crece hacia El. 
Llegó a mi oficina Juan Ernesto y lo vi bien contento.  Creí que me iba a decir que ya teníamos el financiamiento.  En vez de eso, me dijo que uno de los que nos iban a prestar el dinero nos había confirmado que no podía y ese era el que yo creí que el Señor había elegido para que nos lo dé.  Me sentí triste, pero a la vez me dijo que los otros dos estaban interesados y le iban a confirmar hoy o mañana.  ¡Había esperanza! pero el tiempo es bastante justo ya. 
Hablé con el abogado de Brazoria y me comentó que el juez había citado a un hearing para el 4 de enero, lo cual atrasa todo hasta el otro año.  Le dije al Señor: ¡Señor Jesús, ten misericordia de nosotros! Pero confiado en El. 
Por la tarde me sentía triste y abatido y me fui al Santísimo y a misa; estando ahí, me dijo que me acordara de Abraham, que no fue sino hasta el último minuto que le detuvo la mano y que tenga confianza en El.  Le dije, haz conmigo según tu voluntad; sólo dame fortaleza para cumplirla.  Ilumina mi entendimiento, inflama mi voluntad, purifica mi corazón y santifica mi alma, le pedí.  Me sentí bendecido. 
Por la noche fuimos a la asamblea de “Encuentros” y el Señor nos bendijo, seleccionándonos para ponerle la estrella al árbol de Navidad.  Entre más o menos 100 parejas, El nos escogió a nosotros.  Yo no me había dado cuenta, hasta que Sylvia Regina me dijo: “Ya le dió gracias al Señor por la bendición que nos ha dado?”  Regresamos a la casa y me puse a leer La Biblia, queriendo que el Señor me consolara y me hablara, aunque ya me ha hablado claro y ya no debía estar dudando… pero soy débil y dudo, me falta Fe.  Me dijo:  Juan 2, 5 Pero su madre dijo a los sirvientes: “Hagan lo que El les diga”.

Viernes 10 de Diciembre de 2004

Génesis 12, 1-3
Hebreos 11, 8-13

1 Yavé dijo a Abram: “Deja tu país, a los de tu raza, y a la familia de tu padre y anda a la tierra que yo te mostraré. 2 Haré de ti una gran nación y te bendeciré; voy a engrandecer tu nombre y tu serás una bendición. 3 Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te maldigan,  En ti serán bendecidas todas las razas de la tierra.” 8 Por la fe, Abraham, llamado por Dios, obedeció la orden de salir para un país que recibiría de herencia. 11 Por la fe pudo tener un hijo a pesar de su avanzada edad y de que Sara era también estéril, pues tuvo confianza en el que se lo prometía. 12 Por eso de este hombre únicamente ya casi impotente, nacieron descendientes tan numerosos como las estrellas del cielo e innumerables como los granos de arena de las orillas del mar. 13 Todos murieron como creyentes. No habían conseguido lo prometido, pero lo habían visto de lejos y contemplado con gusto, reconociendo que eran extraños y peregrinos en la tierra.  El Señor me hizo leer después su palabra del día 19 y 20 de marzo de este año. Gracias Señor por todas tus bendiciones! ¡Bendito y alabado sea el Señor! 
En el día no pasó nada, me pasé todo el día preparando la pastorela que vamos a presentar el martes, en la reunión del grupo de “Encuentros”.  Me quedó bien, con la ayuda por supuesto, del Espíritu Santo.  También el Señor nos ayudó y pudimos dar a cada empleado $50.00 de su salario y todos iban más o menos o más bien contentos, lo cual es obra del Señor. 
Al final del día, Vidal me confirmó que la cita con el juez es hasta el 4 de enero.  Yo sólo me consolé diciendo:  Señor, tu sabes lo que haces y acepto tu voluntad.

Sábado 11 y domingo 12 de Diciembre de 2004

1 Tesalonicenses 5, 23-24

Me levanté temprano y sólo tenía ganas de estar con el Señor.  Me puse a preparar el programa a las 8:30 y terminé como a las 10:30, luego seguí leyendo el libro de “Sangre” de Benny Hinn y después tuve un gran deseo de estar con el Señor y me fui al Santísimo a las 11:00.  Estuve ahí hasta las 12:45.  No me quería ir, quería estar con el Señor. 
Por la tarde salimos con Sofía y Rober y satanás se metió entre nosotros, para agriarnos ese momento de familia y Rober se molestó y decidimos mejor venirnos a la casa.  Después fuimos a ver a mis papás y la reunión fue positiva. 
Hoy me pude dar cuenta como satanás irrumpe con mayor fuerza, cuando uno se trata de acercar más al Señor.  Hoy, como yo había estado casi todo el día con el Señor, satanás decidió alterarme por donde estaba más débil, que era a través de que se pelearan Sofía y Rober.  El propósito era alejarme del Señor y que yo me enojara, pero no lo logró; pues hoy ya comprendo sus maniobras.  El domingo igual, no pude orar más que un rato, pues me hacía mucha falta, ya que me sentía preocupado de lo que viene la próxima semana y si no conseguimos el financiamiento.  El me contestó:  23 Que el Dios de la paz los haga santos en toda su persona.  Que se digne guardarlos sin reproche en su espíritu, su alma y su cuerpo hasta la venida de Cristo Jesús, nuestro Señor. 24 El que los llamó es fiel y así lo hará.  Le di gracias al Señor por este consuelo, pues me sentía triste.  Nos fuimos a Coatepeque sólo con Rober.  Pasamos un día lindísimo, regalo del Señor.  Jalamos a Rober en el tubo, jugamos fútbol y pudimos visitar a los Frech, que estaban solos en su casa.  Todo fue un regalo de Dios.  ¡Gracias, Señor!

miércoles, 25 de abril de 2012

Cronología de un Milagro - Noviembre 2004-V


Lunes 29 de Noviembre de 2004

Gálatas  5, 22-26; 6, 9

22 En cambio, el fruto del Espíritu es caridad, alegría, paz, comprensión de los demás, generosidad, bondad, fidelidad, 23 mansedumbre y dominio de sí mismo.  Estas son cosas que no condena ninguna ley. 24 Los que pertenecen a Cristo Jesús han crucificado la carne con sus impulsos y deseos. 25 Si ahora vivimos según el espíritu, dejémonos guiar por el espíritu. 26 Depongamos toda vanagloria, dejemos de querer ser más que los demás y de ser celosos. 9 Así, pues, hagamos el bien sin desanimarnos, que a su debido tiempo cosecharemos si somos constantes.  El Señor me reafirma que hay que ser constantes y confiar en El.  Me fui a la oficina y Juan Ernesto me comunicó que todos los que nos están ofreciendo el financiamiento, habían pospuesto sus decisiones hasta más tarde en la semana ¿Hasta cuándo Señor, hasta cuándo?  Después, German, que tiene más de veinte años de trabajar con nosotros, me llegó a comunicar que le había salido una oportunidad y que si le daba un permiso de tres meses.  En la carta que me llevó había el siguiente párrafo: “Sé que Dios le ha bendecido con la paciencia de Job, al soportar con humildad este calvario, con la Fe de Abraham al no perder de vista el punto al que quiere llegar, pero también le ha dado la sabiduría de Salomón para saber tomar decisiones correctas y aunque a veces un poco duras, han sido las que le han permitido guiar el timón de esta nave por el rumbo correcto; llevando sobre ella una gran cantidad de personas que le agradecen su generosidad, su cariño, su aprecio y sobre todo el inmenso deseo de ayudarnos a todos.”  ¡Gloria a Dios!  Le di gracias al Señor por este “remanso de paz” que me enviaba y que estoy seguro que es un mensaje que me enviaba El, atravez de German, como para decirme: “Sigue adelante, confía en mí”.  Después de orar, el Señor me hizo leer lo que apunté el 17 de agosto de este año y donde el Señor nos había ya aclarado que siempre y cuando vayamos o estemos sirviendo al Señor, no nos preocupemos de nuestros hijos; pues El está con ellos, cuidándolos.

Martes 30 de Noviembre de 2004

2 Macabeos 8, 2-5; 18
Salmo 12

2 Rogaban al Señor que mirara por aquel pueblo que todos pisoteaban, que tuviera piedad del santuario profanado por hombres impíos, 3 que se compadeciera de la ciudad destruida y a punto de ser arrasada y que escuchara las voces de la sangre que clamaba hacia El. 5 El Señor cambió su aversión en misericordia, en cuanto el macabeo organizó su tropa, se hizo irresistible a los paganos. 18 “Ellos, les dijo, vienen confiados en sus armas y en su audacia, pero nosotros tenemos puesta nuestra confianza en Dios Todopoderoso, que puede exterminar con un solo gesto a todos los que nos invaden y aún al mundo entero.  12, 1 ¿Hasta cuándo, Señor, seguirás olvidándome? ¿Hasta cuándo me esconderás tu rostro? ¿Hasta cuándo he de estar preocupado, con el corazón apenado todo el día? ¿Hasta cuándo va a triunfar mi enemigo?  Atiéndeme y respóndeme, Señor Dios mío, da luz a mis ojos para que no me duerma en la muerte… porque yo confío en tu misericordia, alegra mi corazón con tu auxilio y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.  Me siento devastado y desesperado, pero confiado en el Señor, que El nos va a sacar adelante. 
Hoy tampoco pasó nada y se venció otra planilla.  Sólo le rogaba a Dios que apresure su paso para salvarnos.  Me fui a misa y al Santísimo y el Espíritu Santo me iluminó para comprender que si El quisiera, ya hubiera hecho que todo se solucionara, pero por alguna razón todavía El no quiere.  Comprendí lo de las palabras:  “Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado” del mismo Jesús, pues así me siento, abandonado por Dios.  Pero a la vez me viene a la mente la seguridad que El está conmigo, igual que en la cruz que tengo en mi mesa de oraciones; abrazándome y sufriendo por mí y conmigo para darme fortaleza, hasta que sea el momento de arreglar todo.  Comprendí como se sintió Jesús cuando dijo esas palabras, pero también comprendiendo que el Padre estaba ahí con El, en la cruz, como en el crucifijo de mi mesa de oración. 
Fuimos a la reunión del grupo de “Encuentros” y le pedí fortaleza.  Tengo Fe que El nos va a sacar adelante.

Miércoles 1 de Diciembre de 2004

Job 33, 13-30
Romanos 6, 3-5

Antes de acostarme, el Espíritu Santo (ya era la una de la mañana) me hizo leer Job:  13 ¿Por qué le haces este reproche de que no contesta tus palabras? 14 Pero mira que Dios habla una vez y no lo repite dos veces. 15 En sueños, en visión nocturna, cuando desciende el sueño sobre los hombres, mientras los humanos duermen en su cama, El les abre el entendimiento y los espanta con apariciones, 17 para retenerlos del mal y apartarlos del orgullo. 18 Así le ahorra la tumba de su alma y salva su vida de la muerte. 19 Ve como Dios instruye al hombre en su cama por medio del dolor y de la fiebre, 20 cuando está hastiado del pan y rechaza los manjares apetitosos. 23 Si hay junto a él en ese momento un ángel de Dios, un intercesor que le indique su deber, que tenga piedad de él y diga: “Líbralo ¡Oh Dios! de bajar al sepulcro, aquí tengo lo que él debía pagar.” 25 Entonces su carne rejuvenece como en los días de su adolescencia, 26 se vuelve a Dios que le hace caso, lo va a visitar y estalla de alegría. 27 Luego publica lo sucedido y dice entre los hombres: “Había yo pecado y torcido el derecho, pero Dios me ha tratado según mi culpa. 28 Liberó mi alma del sepulcro y vivo ahora gozando la luz” 29 Esto es lo que hace Dios dos y tres veces con el hombre, 30 para sacar su alma del sepulcro e iluminarla con la luz de los vivos.  No pude dormir muy bien, sentía muy cercana la presencia del Señor y no tenía sueño.  Me dormía y volvía a despertar, me dormía y volvía a despertar.  ¡El Espíritu Santo me estaba limpiando!  Me levanté temprano a orar y con ilusión, tratando de precisar lo leído anoche y lo experimentado en toda la noche.  Me dijo:  3 Como ustedes saben, todos nosotros, al ser bautizados en Cristo Jesús, hemos sido sumergidos en su muerte. 4 Por este bautismo en su muerte fuimos sepultados con Cristo y así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la Gloria del Padre, así también nosotros empezamos una vida nueva, 5 una figura de su muerte nos injertó en él, pero compartiremos también su resurrección.

Jueves 2 de Noviembre de 2004

Isaías 22, 9-23
Romanos 5, 5
Apocalipsis 7, 9-15

9 Ustedes se fijaron en que las murallas de la ciudad de David estaban mal, muy mal. 13 Pero prefirieron reír y divertirse, mataron bueyes y degollaron ovejas, comieron carne y bebieron vino:  “Comamos y bebamos, que mañana moriremos.” 15 Así habla el Señor Yavé de los Ejércitos:  Anda a ver a ese funcionario, llamado Sobna, que es administrador del palacio 16 y que se está haciendo un sepulcro en el cerro, una bóveda tallada en roca viva: ¿Qué tienes tu aquí o quién eres tu aquí para que te mandes a hacer un sepulcro así? 17 Pues bien, Yavé te va a arrojar, hombre, te agarrará y te apresará. 19 “Te destruiré de tu puesto y te quitaré tu cargo: Aquel día llamaré a mi servidor, 20
a Eliaquim, hijo de Helcías, le pasaré tu traje, 21 le colocaré tu cinturón y le confiaré tu cargo y será un padre para los habitantes de Jerusalén y para la familia de Judá. 23 Lo meteré como un clavo en un muro resistente y su puesto le dará fama a la familia de su padre.”  5, 5 La esperanza no defrauda.  El mensaje no lo comprendí bien, pero entendí que era una profecía. 
En la oficina no pasó nada, excepto que con Alex hablamos de todo lo que está ocurriendo en el país y su creciente pobreza y crecimiento de maras.  Me sentí muy preocupado durante todo el día. 
Me fui a ver a mi mamá.  El Espíritu Santo nos hizo leer el Salmo 90, para reconfortarnos y comprender todas las tribulaciones que hemos tenido, pero que pronto habrá paz.  Con esto comprendí que si el Señor nos retrasa su voluntad, es por algo que yo no logro comprender y por tanto no me debo sentir apesadumbrado, sino alegre y confiado en El. 
Por la noche fuimos a la asamblea de “Encuentros” y vimos un video de la Madre Angélica Nojcova, que nos dijo que la vida del cristiano es incertidumbre, para que confiemos en Dios.  Por la noche, antes de rezar, sentí el llamado del Espíritu Santo y me hizo leer:  4 Después de esto vi un gentío inmenso, imposible de contar, de toda nación y raza… 10 y gritaban con voz poderosa ¿Quién salva fuera de nuestro Dios, que se sienta en el trono y del Cordero?  11 y adoraban a Dios, 12 diciendo: ¡Amén! Alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor, poder y fuerza a nuestro Dios por los siglos. Amén. 14… el anciano me replicó: estos son los que vienen de la gran persecución: han lavado y blanqueado sus vestiduras con la sangre del Cordero. 15 Por eso están ante el trono de Dios y le sirven, día y noche en su templo.  Después el Señor me hizo leer el 20 de mayo de este año y 8 de enero.

El 20 de Mayo dice: 2 Pedro 3: 8-15 8 No olviden, hermanos, que ante el Señor un día es como mil años y mil años son como un día. 9 El Señor no se demora en cumplir su promesa, como algunos dicen, sino que es generoso con ustedes y no quiere que se pierda nadie, sino que todos lleguen a la conversión. 15 Consideren que las demoras de nuestro Señor son para nuestra salvación, como lo escribió nuestro querido hermano Pablo con la sabiduría que le fue dada.  Hoy me levanté pidiéndole al Señor que me dé fuerzas, pues siento un peso enorme y que mis oraciones, aunque sé que las escucha, por alguna razón El todavía no me las resuelve.  Me contestó con esta Palabra y se la leí a Sylvia Regina y ella lo que me dijo es que lo que nos manda a decir el Señor es que nada se va a arreglar hasta que las cosas de la familia no se compongan.  Yo comprendí esto, pero a la misma vez le dije al Señor: “Señor, lo entiendo, pero yo ya no sé que hacer, ayúdame pues yo solo no puedo, necesitamos tu participación para abrir los corazones de todos”.

El 8 de Enero dice:  Lucas 14, 27, 15, 11-32; 16, 1-18; Jeremías 1, 5; Isaías 54, 1-9 Hoy amanecí bien preocupado pensando que, si no nos aprueban el crédito, no vamos a tener como pagarle a los empleados, pues ya no tenemos de donde. 
Me levanté a orar, pidiéndole al Señor que me diera Fe en su Palabra y en sus promesas. Me dijo:  14, 27 El que no carga con su propia cruz, para seguirme luego, no puede ser discípulo mío. y luego me hizo leer la parábola del Hijo Pródigo y me sentí como el hijo mayor.  15, 28 El hijo mayor se enojó y no quiso entrar, su padre salió a suplicarle y luego lo del “administrador astuto”.  16, 9 Por eso les dijo:  Utilicen el sucio dinero para hacerse amigos, para que cuando les llegue a faltar, los reciban a ustedes en las viviendas eternas.         1, 5 Antes de formarte en el seno de tu madre ya te conocía, antes de que tu nacieras, yo te consentí y te destiné a ser profeta de las naciones.  54.1 Grita de júbilo, oh tu que estabas estéril y que no dabas a luz; grita de júbilo y alegría tu que no esperabas!  Pues mira en los hijos de la abandonada, más numerosos que los de la casada, dice Yavé.  3 Porque te extenderás de derecha y a izquierda tu descendencia conquistará las naciones y repoblará las ciudades desiertas.  Te había abandonado un momento, pero con inmensa piedad yo te vengo a reunir.  8 En unos momentos de ira te oculté mi rostro, pero con amor que no tiene fin me apiado de ti, dice Yavé, que te viene a rescatar.  9 Voy a hacer como en el diluvio de Noé, cuando juré que las aguas no pasarían más sobre la tierra.  Así juré yo no enojarme más contigo, ni amenazarte nunca más

Viernes 3 de Diciembre de 2004

Isaías  11, 1-2; 12, 1-2

Me levanté a orar, para pedirle al Señor su misericordia.  Tuve un sueño, lo cual es muy raro en mí y fue primera vez que, aún en sueños, el Señor me protegió y me libró de una tentación.  Leyendo la “Liturgia de Las Horas” en la biografía de San Francisco Javier, me llamó la atención de la pregunta: “Señor, aquí me tienes, ¿Qué quieres que haga? Envíame donde tu quieras, aunque sea hasta la India” ¡Soy todo tuyo Señor, dime qué hacer!  Me contestó: 1 Una rama saldrá del trono de Jesé, un brote surgirá de sus raíces. 2 Sobre él reposará el Espíritu de Yavé, espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de prudencia y valentía, espíritu para conocer a Yavé y respetarlo, y para gobernar según sus preceptos. 12, 1 Y dirás aquel día: “Te doy gracias Yavé, porque estabas enojado conmigo, pero se te pasó el enojo y me levantaste. 3 ¡Vean como es El, el Dios que me salva! En el confío y no tengo más miedo, pues Yavé es mi fuerza y mi canción, El ha sido mi salvación.  Tuve la impresión, después de leer esta Palabra, que hoy íbamos a recibir la noticia que todo se iba a solucionar.  No sé de donde, ni por donde… pero no pasó nada. 
Me fui a misa y después al Santísimo en San José.  El Espíritu Santo me iluminó para comprender que lo que pasa es que el Señor no quiere que se solucione todo todavía, para que mi Fe, mi Esperanza y mi amor hacia El crezcan más todavía.  Me hizo ver que El lo puede todo y todo se va a solucionar cuando El quiera.  Fui a ver a mis papás y la reunión fue muy positiva.  El Señor está con nosotros, pero el dolor que siento es enorme.  ¡Señor Jesús, ten misericordia de mí!

Sábado 4 y domingo 5 de Diciembre de 2004

Me levanté a preparar el programa, pues hoy no iba a llegar Arturo y me iba a tocar a mí dirigirlo e invité a Arturo Castillo para que me acompañara.  Por la tarde, después del programa me fui al "turno" de La Escuela Americana con Sofía y Camila.  Me sentía bien rico y bendecido de andar con ellas y que ellas quisieran andar conmigo sin protestar, sino porque querían.  Pasé bien contento y alegre, a pesar del dolor de que no sé cómo vamos a salir adelante. 
Después de almuerzo fuimos a conocer Multiplaza e igualmente me sentía bien orgulloso de andar con ellas dos y gozando juntos.  Le daba gracias a Dios por esa bendición.  Por la tarde fui a ver a mis papás y ahí estaba Carmen Elena y Gerardo y la reunión fue muy positiva.  Miramos los fuegos artificiales del Pollo Campero y leímos La Biblia con mi mamá.  También le di gracias al Señor por esa bendición. 
Por la mañana del domingo terminé de leer el libro de “El Silencio de María”.  Otra bendición, que me da el Señor, de conocer la verdadera razón del porqué nos la dejó como madre; que es para que tengamos un Padre y una Madre y con estos “símbolos” podamos comprender el amor que Dios nos tiene; que es similar no solo al de un Padre, sino también al de una Madre.
También fuimos con todos a Multiplaza e igualmente le di gracias a Dios por esos momentos de familia, pues pasamos todos felices y contentos. 
Por la noche vinieron Ariana y Luigi a cenar e hicimos la oración para encender la segunda vela de “La Corona de Adviento”.  Podía sentir la presencia del Señor con nosotros, colmándonos de bendiciones. 
Al momento de rezar, en la noche, ambos Sylvia Regina y yo le dimos gracias al Señor por este momento de familia y que El estuvo con nosotros.  Se me había olvidado mencionar que, en la mañana, Sylvia Regina me dijo que había soñado que alguien nos había dado el préstamo y que todo se había solucionado y que fuimos a dar gracias al Señor. 
Yo no quería dormirme, pues quería seguir estando con el Señor y darle gracias por todos estos momentos y todas sus bendiciones.  Tampoco me daba sueño, pues quería… y quería estar con El.  Le pedía su misericordia y que si es su voluntad, que nos componga ya la situación económica y podamos pagar las planillas y los aguinaldos.  Me contestó:  1 Corintios 15, 58  Así pues, hermanos míos muy amados, manténganse firmes y no se dejen conmover.  Dedíquense a la obra del Señor en todo momento, conscientes de que con El no será estéril su trabajo. 14 Háganlo todo con amor.

domingo, 22 de abril de 2012

AL FIN EL "DIEGO DE HOLGUIN"


A todos los salvadoreños nos da satisfacción el ver trabajando a los obreros, ingenieros y maquinaria, terminando el último trecho del por varios años abandonado, “Bulevar Diego de Holguín”.  Bastante le cuesta el atraso de esta obra a muchos salvadoreños que transitan frecuentemente por allí en tiempo perdido, gasolina, gastos de mantenimiento de vehículos, etc.  La escena como que nos recuerda lo que desgraciadamente es cada vez menos común y que es el ver a personas honestas y laboriosas trabajando en obras públicas de gran envergadura y relevancia, para el desarrollo económico y social de nuestro querido país.

Desgraciadamente, esto no se repite en el todavía inoperante “Puerto de La Unión” y el cual representa muchas oportunidades de trabajo para grandes cantidades de salvadoreños, esperanzados en que esta importante y futurística obra comience a operar.  Igualmente está ocurriendo a muchos niveles de la mayoría de dependencias públicas, en campos tan importantes como el de la salud y la educación.  De todos es conocido la falta de medicamentos en los hospitales, la falta de instalaciones adecuadas en las escuelas y cárceles y hasta la falta de entrega oportuna y pobre calidad de los “paquetes escolares”.

En adición, recientemente se acaba de declarar desierta una licitación para la contratación de una importante cantidad de energía y la cual daría como resultado la construcción de una planta que todos sabemos que es necesaria y que si no se construye, dentro de unos años vamos a estar regresando a los racionamientos de energía durante ciertas horas del día.  No obstante, cuando esto suceda al actual gobierno ya no se le va a poder hacer responsable de sus acciones de omisión como esta, pues muy poco nos vamos a acordar de la verdadera causa del problema; tal y como ha ocurrido con el “Bulevar Diego de Holguín”.

Pareciera que lo expresado hasta el momento es una crítica al actual gobierno.  Sin embargo, si analizamos la razón del porque la construcción del “Bulevar Diego de Holguín” y otros muchos proyectos se encuentran atrasados, nos vamos a encontrar que la mayoría son obras que vienen con problemas de ejecución desde gobiernos anteriores y por causas que tienen que ver, sobretodo, con la “pérdida de valores morales” imperante en nuestra sociedad.  Conviene reconocer que esta pérdida de valores no solamente existe en el sector público, manifestándose a través de actos de corrupción en general, sino también en el sector privado; ya que para que exista corrupción se necesita “pérdida de valores” tanto del contratante, como del contratado.

Luego, por hoy, debido a que gracias a Dios la democracia se sigue imponiendo y los actos de corrupción comienzan a tener consecuencias para las personas e instituciones que los cometen, la mas importante causa de la  paralización en la ejecución de proyectos públicos tiene que ver con el temor a  la toma de decisiones de los funcionarios y empleados públicos prudentes y honestos (los cuales afortunadamente son todavía la mayoría); por temor a verse envueltos en algún escándalo de corrupción.  Es esta paralización lo que ha vuelto imposible el que varios de los proyectos y productos necesarios para nuestro país se implementen y en algunos casos hasta se hayan perdido importantes créditos ya aprobados y contratados, por falta de capacidad de ejecución de los organismos encargados.  Las consecuencias de esto las pagamos todos los salvadoreños en mayores costos de producción y por ende, menos oportunidades de trabajo por falta de competitividad con otros países.

Ante esta realidad, una de las medidas que pudieran recomendarse para solventar este problema es el que este y los futuros gobiernos pudieran instaurar, a nivel presidencial, un “Comité de Auditoría de Licitaciones” del gobierno, formado por tres personas de alta y reconocida honestidad y el cual con el personal operativo necesario pudiera ser el auditor “a posteriore” (con el objeto de no retrazar la toma de decisiones), de todas las licitaciones y “órdenes de cambio” adjudicadas en la distintas dependencias gubernamentales. 

La formación de este comité permitiría que el presidente de la República esté perfectamente informado sobre cualquier anomalía en la adjudicación de las licitaciones efectuadas en las distintas dependencias del gobierno, lo que contribuiría a ahuyentar las tentaciones de corrupción en las dependencias ejecutoras; además de facilitar la toma de decisiones en las mismas e inclusive permitir que se premie la calidad de los productos ofertados, que es a veces la razón del porqué ciertas obras o productos se retrazan o fracasan.

sábado, 21 de abril de 2012

Cronología de un Milagro - Noviembre 2004-IV


Lunes 22 de Noviembre de 2004

Mateo 11, 6
Romanos 12, 12
Hechos 22. 21
Jeremías 1, 4-5

Me levanté preocupado, pues comienza una semana decisiva (es increíble como todo ha cambiado tremendamente y el Señor siempre nos ha sacado adelante).  Comencé a orar y de pronto el Espíritu Santo me dijo: ¿Y por qué estas preocupado?  Lo único que tienes que hacer es preguntarle al Señor qué tienes que hacer.  Oré bastante y con gozo en el corazón. Me dijo:  6 ¡Dichoso el que no se siente defraudado por mí!  12, 12 Estad firmes en la tribulación, sed asiduos en la oración. 7 Y precisamente para que no me pusiera orgulloso, después de tan extraordinarias revelaciones, me fue clavado en la carne un aguijón, verdadero delegado de satanás, cuyas bofetadas me guardan de todo orgullo. 10 Por eso acepto con gusto lo que me toca sufrir por Cristo: enfermedades, humillaciones, necesidades, persecuciones y angustias.  Pues si me siento débil, entonces es cuando soy fuerte. 21 Pero el Señor me dijo:  “Anda; ahora te voy a enviar lejos, a las naciones paganas”.  1, 4 Me llegó una palabra de Yavé: 5 “Antes de formarte en el seno de tu madre, ya te conocía; antes de que nacieras, yo te consagré y te destiné a ser profeta de las naciones.  Mi confianza está en el Señor. 
No pasó nada en todo el día, excepto que mañana le van a contestar a Juan Ernesto sobre uno de los financiamientos posibles.  Todo está en manos del Señor y ¡Señor, yo confío en ti! 
Fuimos a la reunión de “Encuentros” y los Pérez nos contaron que no era correcto lo que les habían dicho y que iban a tener un varón.  O sea que se cumplió lo que yo les había dicho, antes que les dijeran que iba a ser una niña y que iba a ser un varón.

Martes 23 de Noviembre de 2004

Levítico 27, 30
Jeremías 33, 3; 12

30 El diezmo entero de la tierra, tanto de las semillas como de los frutos de los árboles, es de Yavé, es cosa sagrada para El.  33, 3 Llámame y te responderé: te mostraré cosas grandes y secretas que tu ignoras. 12 Así dice Yavé Sabaot: En este lugar sin habitantes ni ganados y en todas las ciudades, habrá pastos y pastores que hagan acostarse a las ovejas 13 en las ciudades de la montaña y en las de la tierra baja, en las de Nequeb y en la tierra de Benjamín.  En los alrededores de Jerusalén y en las ciudades de Judá volverán a pasar las ovejas bajo la mano del que las cuente, dice Yavé.  Me levanté preocupado porque ya no tenemos ni para el gasto de la casa.  Le pedí al Señor que me iluminara para saber qué hacer y El me contesta con que hay que diezmar; que lo llame y El me responderá y que habrá ganado y pastores que cuiden las ovejas, donde ahora no hay.  Al principio del día no lo comprendí y pasé el día desesperanzado y pidiéndole al Señor su ayuda, su misericordia y su iluminación, para que nos resuelva el problema esta misma semana. 
No pasó nada, excepto que hablé con Vidal y me confirmó que ya el caso estaba en Brazoria, pues el viernes había salido el “Mandate” y que la idea era que hubiera una audiencia con el Juez Hardin en los primeros quince días de diciembre.  ¡Gracias Señor!  Por la tarde le pedí al Señor su iluminación y me contestó con Camino 266 No tomes una decisión sin detenerte a considerar el asunto delante de Dios.  267 Es preciso convencerse de que Dios está junto a nosotros de continuo… y está como un padre amoroso…  Comprendí que eso es lo que tengo que hacer y no tomar la decisión de si despedir al personal yo, sino pedirle que me ilumine para saber cuál es el camino que debo seguir.  Me fui a misa y después al Santísimo, pidiéndole al Señor su misericordia y su iluminación y específicamente que me diga qué hacer.

Miércoles 24 de Noviembre de 2004

Habacuq 2, 2-4
Hechos 13, 12
Hechos 13, 40-41; 47

Me levanté a orar para pedirle al Señor su iluminación y saber qué hacer; aunque ya ayer y los días anteriores me ha hablado bien claro.  Me contestó:  2 Entonces Yavé me respondió diciendo: “Escribe la visión, anótala con tablillas para que pueda leerse de corrido. 3 Esta visión espera su debido tiempo, pero se cumplirá al fin y no fallará; si se demora en llegar, espérala, pues vendrá ciertamente y sin retraso. 4 Aquí la tienes:  EL QUE VACILA NUNCA CONTARÁ CON MI FAVOR, EL JUSTO SÍ VIVIRÁ POR SU FIDELIDAD. 12 Al ver lo acontecido, el gobernador abrazó la fe, pues quedó muy impresionado por la doctrina del Señor.  40 Tengan pues cuidado de que no les ocurra lo que dijeron los profetas: 41 Atiendan ustedes gente engreída; asómbrense y desaparezcan.  Porque voy a realizar en sus días una obra tal, que si se la contaran no la creerían.” 47 El mismo Señor nos dio la orden: Te he puesto como luz de los paganos y llevarán mi salvación hasta los extremos del mundo.  Es clara la voluntad del Señor y debemos seguir esperando su misericordia.  Fui al Santísimo para darle gracias por hablarme tan claro y directo, me sentía muy especial y bendecido. 
A Juan Ernesto le hablaron dos de las personas que nos pueden prestar el dinero y se reunió con una, pero no me habló para contarme que había pasado.  Tuvimos la reunión de la “Secretaría de Asambleas” en la casa y yo no me sentía yo mismo, sino como que todo lo estaba viendo a través de un cristal y yo desdoblado.  Dos yo, como que quien hablaba no era yo, sino el Espíritu Santo.  Le pedía al Señor que me guiara y me ayudara a comprender que quería de mí.  ¡Habla Señor, tu siervo escucha!

Jueves 25 de Noviembre de 2004

Lucas 2, 48-49; 50-52
1 Samuel 2, 26; 3, 10-11

Me levanté preocupado y desesperanzado, pues supongo que si Juan Ernesto no me llamó es porque no le fue muy bien.  De pronto sentí temor, temor de tener que despedir a todo el personal y temor de que la Palabra no la haya comprendido bien y todavía tenga que soportar esta prueba adicional, que sinceramente siento que me faltan fuerzas para afrontarla.  Me levanté a orar de rodillas, suplicándole al Señor su misericordia y que me dé fuerzas para aceptar su voluntad, que me duele.  Me dijo:  48 Sus padres se emocionaron mucho al verlo, su madre le decía: "Hijo, ¿Por qué nos has hecho esto?  Tu padre y yo hemos estado muy angustiados mientras te buscábamos.” 49 El les contestó: ¿Y por qué me buscaban? ¿No saben que Yo debo estar donde mi Padre? 50 Pero ellos no comprendieron esta respuesta. 52 Mientras tanto, Jesús crecía en sabiduría, en edad y en gracia, ante Dios y ante los hombres.  2, 26 Entre tanto, el niño Samuel iba creciendo tanto ante Yavé, como ante los hombres. 3, 10 Yavé entró y se paró y llamó como las otras veces:  “Samuel, Samuel”.  Este respodió: “Habla, Yavé, que tu siervo escucha”. 11 Y dijo Yavé a Samuel: “Voy hacer en Israel una cosa tan tremenda que a todo el que la oiga le zumbarán los oídos.” 
Me reuní con Juan Ernesto y no hubo nada con el señor que se reunió, pero tampoco dijo que no, sólo que quería otra información.  Buscando esa información, el Señor nos iluminó con otra alternativa más favorable de financiamiento; vamos a ver que sale. 
No pasó nada en todo el día y el tiempo pasa.  Me sentí triste y casi, aunque sin hacerlo por pura Fe y resentidos con el Señor, fuimos a la “Asamblea de Encuentros” y nos confesamos y comulgamos; después oramos con Sylvia Regina.  Siento un gran dolor, pero confío en el Señor y le pido que me dé fuerzas.

Viernes 26 de Noviembre de 2004

Génesis 50, 24
Hebreos 11, 22
Isaías 40, 31

Me levanté temprano a orar, pues el Señor es mi único refugio y mi salvación.  Me dijo:  24… tengan la plena seguridad de que Dios los visitará y los hará subir de este país a la tierra que juró dar a Abraham, Isaac y Jacob.  11, 22 Por la fe, José, próximo a su fin recordó que los hijos de Israel saldrían de Egipto.  40, 31 Los que esperan en el Señor, tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas. 
Le di gracias al Señor por todas sus bendiciones.  Nos reunimos con Alex y la reunión fue positiva.  Le leí toda mi agenda, desde el lunes pasado.  Sentí la bendición del Señor hacia los dos, como para darnos fuerzas.  Como que nos decía: “Coman y beban”, como le dijo a Elías. 
Por la tarde me reuní con Francisco, que es el mismo comisionista con quien me reuní para ver si conseguía el financiamiento para comprar la casa y después, para ver si nos daban un financiamiento para los terrenos de Lourdes.  Hoy me reuní para pedirle el financiamiento para pagar las planillas y liberar los edificios de Villa Galicia.  Hablamos primero de La Palabra y me dio a leer:  Juan 3, 16; Juan 1, 11-12; Romanos 10, 9-10; Apocalipsis 3, 10, y por último me dijo que le pidiera al Señor con fervor y de “rodillas” que “doble rodillas” y que el Señor me iba a bendecir.  Me dijo que le pidiera que se vendiera el edificio y que le pidiera también la cantidad en que yo quería que se vendiera.  Me dijo, “ya lo estoy sintiendo, el Señor lo va a bendecir”.

Sábado 27 y domingo 28 de Noviembre de 2004

Apocalipsis 19, 11-13
1 Timoteo  1, 2; 12; 2, 1-3
Isaías 16, 13
Exodo 34, 10-11

Me levanté y no pude orar, pues me puse a preparar el programa.  Sentía como el Espíritu Santo me iba iluminando para comprender mejor su mensaje y me puse a leer los versículos que me había dado Francisco ayer.  Con esto caí en la cuenta que: “el Señor nos crea para premiarnos y llevarnos al cielo”; algo que si no nos “creara”, no nos lo puede dar o sea que: “El nos ha creado porque nos ama y quiere que todos nos salvemos, lo que pasa es que entorpecemos ese plan con nuestros pecados, pero que aún así El es tan misericordioso, que nos da nuevas oportunidades; cuando nos arrepentimos y confesamos. 
Me fui al programa bien contento y sintiéndome bendecido.  Por la tarde me volví a sentir triste porque la verdad es que no sé cómo es que vamos a salir adelante.  El me contestó:  11 Vi el cielo abierto y apareció un caballo blanco.  El que lo monta se llama “Fiel” y “Veraz”. 13 Viste un manto empapado de sangre y su nombre es: LA PALABRA DE DIOS!  Señor yo confío en Ti. 
El domingo me levanté bien motivado, para empezar a leer la “Liturgia de Las Horas”, pues comienza la época de adviento.  Me leí todo y también El Salterio, sentía como que estaba recibiendo una lluvia de sabiduría.  Después el Señor me dijo:  2… Recibe gracia, misericordia y paz de Dios Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor. 12 Doy gracias al que me da la fuerza, a Cristo Jesús, nuestro Señor, por la confianza que tuvo al hacer de mí su encargado. 18 Al darle estas recomendaciones, Timoteo, hijo mío, pienso en las profecías que fueron pronunciadas sobre ti, que ellas te guíen en el buen combate que debes realizar. 2,1 Ante todo, recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, sin distinción de personas. 3 Esto es bueno y agrada a Dios nuestro Salvador, 4 pues El quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. 13 Y ahora Yavé declara: “Dentro de tres años, los mismos que dura el contrato de un soldado, el famoso poder de Moab, con su gran población, se vendrá abajo y sólo quedará una minoría sin importancia.  34, 10 Yavé dijo: Ahora mismo quiero firmar una alianza: Voy a realizar, delante de todo este pueblo, prodigios como no los hubo jamás en ningún país y para ningún pueblo y todo este pueblo que te rodea verá las obras de Yavé, pues serán cosas asombrosas las que haré contigo. 
El domingo tuvimos una cena con todos nuestros hijos y rezamos y bendecimos la Corona de Adviento y pasamos una noche llena del Señor.  Durante la cena, Roberto Adriano se quejó que ya no nos veía con tanta reunión de Encuentros.  Sylvia Regina les contestó que debíamos confiar en el Señor y que después íbamos a ver los beneficios.  Yo no supe qué contestar y por la noche Sylvia Regina me preguntó porqué no había contestado nada.  La verdad es porque ella contestó muy sabiamente, iluminada por el Espíritu Santo.