Lunes 13 de Septiembre de 2004
1 Macabeos 13, 3-6
1 Reyes 19, 13-16
Me levanté preocupado y pidiéndole al Señor que me consuele con Su palabra. Me puse a leer el libro de la Pasión del Señor y luego La Biblia, en Macabeos, pero no sentía que me decía nada y me fui poniendo triste de no escuchar Su Palabra; me hace una gran falta. De pronto, el Espíritu Santo me dijo (después de leer bastante). 3 Allí reunió al pueblo y lo animó con este discurso: “Todos conocen lo que yo, mis hermanos y la familia de mi padre hemos hecho por las leyes y el templo, como también las guerras y las angustias que hemos soportado. 4 Por Israel han muerto todos mis hermanos y he quedado yo solo. Líbreme Dios de buscar mi propia seguridad cuando las cosas anden mal, pues mi vida no tiene más valor que la de mis hermanos. 6 Defenderé a mi nación, al lugar santo, a la mujer y a los hijos de todos ustedes.” 19, 13 Elías, al oírlo se tapó la cara con su manto, salió de la cueva y se paró a su entrada. Y nuevamente se le preguntó: “Qué haces aquí, Elías?” 14 El respondió, “Ando de amor celoso por Yavé. Dios de los Ejércitos, porque los Israelitas te han abandonado, derribando tus altares y dando muerte a tus profetas, sólo quedo yo y quieren matarme”. 15 Yavé le dijo: “Vuelve por donde viniste atravesando el desierto y anda hasta Damasco. Tienes que establecer a Jazael como rey de Aram, 16 A Jehú como rey de Israel, y a Eliseo para ser profeta después de ti. ¡Gloria a Dios! no sé como no puedo tener esperanza, después de la forma tan directa que me habla el Señor. Pero aún así, mi poca Fe me domina y me siento apesadumbrado, pero aceptando la voluntad del Señor. Quizás es porque comprendo que El no quiere que las cosas se compongan, todavía, para que me acerque más a El y siento que las fuerzas se me van. No tanto por mí, pues ya pudiera soportar cualquier cosa en nombre del Señor, pero lo que me mata es ver a los demás sufrir y que la familia no se une y que a lo mejor no podemos pagar a los empleados, proveedores y exaccionistas.
Me fui a misa y después un largo rato al Santísimo. Llegó el Padre Jesús y abrió el Sagrario para que oráramos y después nos dio la bendición con el Santísimo.
Martes 14 de Septiembre de 2004
Lucas 7, 13-15
Hoy Nejapa Power y Delasa llegaron a un acuerdo
y se resolvió el juicio en Nueva Orleans.
El Espíritu Santo me dijo que leyera el evangelio de hoy y me dijo: 13 Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo: “no llores.” 14 Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron. Dijo Jesús entonces: “Joven, yo te lo mando, levántate.” 15 Se incorporó el muerto inmediatamente y se puso a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre. Siento que el Señor ya tuvo compasión de mí y de toda la familia y ya nos quiere ver alegres y contentos, dedicados a glorificarlo y promover Su palabra. Sabe que yo soy suyo, dedicado a El, completamente de El. Esto es lo que El quería, esto ha sido la razón de todo nuestro sufrimiento ¿Hasta cuándo Señor, hasta cuándo? Como le preguntó Habacuq 1,2. Que se haga tu voluntad y no la mía, “Que sufra mis penas por Ti” y dame fuerzas para continuar haciendo tu voluntad ¡Alabado seas Señor, bendito seas Señor! “El sabe y El me ama”.
De casualidad le hablé a Fred Bradley, para ver si no habían cancelado el juicio por el huracán y me contestó que en ese mismo momento estaba con los abogados de Delasa y Luis O’Naghten de Greenberg, redactando los papeles, pues ya habían llegado a un acuerdo con Delasa. Después de eso recibí un e-mail de Basil Nichols, abogado interno de Nejapa Power ¡pidiéndonos que autorizáramos la oferta que le iban a hacer a Delasa! Obviamente ya le había hablado Luis O’Naghten para contarle que yo ya me había enterado que habían llegado a un acuerdo. Después de la contradicción comprendí que todo era la voluntad del Señor y que por tanto era para bien nuestro, aunque no entendía exactamente porqué; pero El sabe más que nosotros y por tanto, siempre es para bien.
Sylvia Regina estaba bastante decepcionada pues cancelamos el viaje a Nueva Orleans para asistir al juicio y yo también, así es que se lo ofrecimos al Señor.
Miércoles 15 de Septiembre de 2004
Gálatas 5, 1; 16; 22; 23; 6,9
1 Cristo nos liberó para ser libres. Manténganse, pues, firmes y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud. 16 Por eso les digo: caminen según el espíritu y así no realizarán los deseos de la carne. 22 En cambio, el fruto del Espíritu es caridad, alegría, paz, comprensión de los demás, generosidad, bondad, fidelidad, 23 mansedumbre y dominio de sí mismo. 9 Así, pues, hagamos el bien sin desanimarnos, que a su debido tiempo cosecharemos si somos constantes. Me levanté temprano para dejar que fuera el Espíritu Santo que decidiera si aún así debía hacer el viaje para darle seguimiento al acuerdo. Le dije: “Señor, si conviene, pues tu me vas a facilitar todo y si no, no”. Efectivamente, la oficina de Continental estaba cerrada y además hablé con Alex y me dijo que él no veía objeto en ir hoy y en todo caso debía ser la semana que viene, que ya tendríamos más información sobre el acuerdo entre Nejapa Power y Delasa ¡Acepté la voluntad del Señor!
Me pasé todo el día alabando al Señor, cantando, escribiendo un popourrí, para cuando nos toque cantar. Fui a almorzar con mis papás y la reunión estuvo algo negativa, pero al final se compuso. Por la tarde me fui al Santísimo, a misa y me confesé. Me confesé de mi tristeza de todos estos días ¿Por qué estoy triste? Esa es la pregunta que me hizo el Padre y contesté que era porque me siento alejado del Señor; pues no me responde como yo quisiera. Acepto su voluntad, pero me cuesta y me duele.
Jueves 16 de Septiembre de 2006
2 Corintios 7, 9-10; 15
Hoy compuse mi primera canción para el Señor
9 Ahora me alegro, no por su tristeza, sino porque esa tristeza les llevó al arrepentimiento. Esta tristeza les vino de Dios, de manera que ningún mal les vino por causa nuestra. 10 La tristeza que viene de Dios lleva al arrepentimiento y realiza una obra de salvación que no se perderá. Por el contrario, la tristeza que inspira al mundo provoca muerte. 15 El ahora, al recordar la obediencia de todos y el respeto lleno de humildad con que lo recibieron, siente mucho más cariño por ustedes. El Señor me recuerda sus bendiciones. Yo sólo callo… lo alabo, le bendigo y le doy gracias; pidiéndole fuerzas. Amanecí con gripe, pero me fui a la oficina esperando oír de Vidal y de que ha pasado con Delasa; pero se pasó todo el día y no pude hablar con él. Me habló hasta ya en la noche, para contarme que no había recibido nada de Fred y que el atraso de Brasoria y el Fith Circuit no deben ser por más de dos semanas… de nuevo, esperar… ¡esperar en el Señor!
Por la mañana me habló una de mis hermanas para invitarme a su casa hoy en la noche y me dio tristeza, pues cada vez siento que somos más y más extraños.
Nos reunimos con Alex y la reunión fue positiva, sorprende ver la mano del Señor en nuestras reuniones, pues a pesar de todos los problemas, hoy trabajamos juntos para resolverlos. Me contó que estaba pensando irse a los Estados Unidos para trabajar allá, lo cual me puso bien triste y le pedí al Señor, más bien “le pido” al Señor que el caso de nosotros se arregle antes que esto suceda y que encontremos la forma de que él siga trabajando aquí ¿o será Señor, que tu voluntad es que él se vaya a los Estados a vivir? ¡Dios dirá! Por la noche no pude ir a la asamblea de “Encuentros”, pues me sentía mal de la gripe y ¡compuse mi primera canción para el Señor! A ver si esto es un carisma que me ha dado, el tiempo lo dirá.
Viernes 17 de Septiembre de 2004
1 Pedro 4, 12-19
12 Queridos hermanos, no se sorprendan por el fuego que ha prendido en medio de ustedes para ponerlos a prueba. No es algo insólito lo que les sucede. 13 Más bien alégrense de participar en los sufrimientos de Cristo, pues también se les concederán las alegrías más grandes el día en que se nos descubra su gloria. 19 Así, pues, si sufren porque ésta es la voluntad de Dios, confíen sus almas al Creador, que es fiel, y continúen haciendo el bien. Con la palabra de hoy me sentí reconfortado, pues comprendo que satanás está haciendo lo posible por desesperarnos, pues mi amor al Señor es cada vez más fuerte, incondicional e irreversible o sea que cada vez El me da más fuerzas para soportar las pruebas y tentaciones.
En la oficina no pasó nada, no pude hablar con Vidal, sólo espero… con paciencia, confiado en el Señor, confiado que lo que está es fortaleciéndome para que me acerque más a El. Alguna misión importante me quiere dar y por eso me ha ido fortaleciendo.
Por la noche me puse a ver la película de La Pasión, que tenía días de quererla ver despacio. Comprendí que sólo el hecho de haber podido sufrir ese maltrato, nos debe hacer comprender que Jesús era el Hijo de Dios, pues ninguna persona normal lo podría haber soportado. Me confirmó que la fuerza viene del Espíritu Santo y que para irnos preparando, el Señor nos va poniendo pruebas y va permitiendo las tentaciones de satanás, para fortalecernos.
Sábado 18 y domingo 19 de Septiembre de 2004
Lucas 3, 10-11
Isaías 1, 23-24
Hoy me levanté más tranquilo, la palabra del Señor, de toda la semana, me tiene más confiado ¡Señor, yo confío en Ti!
He notado que tengo más fuerzas. Ayer en misa, el Espíritu Santo me dijo: “La paciencia ejercita la esperanza, la esperanza fortalece la fe y la fe nos lleva al amor”. Después me sentí más tranquilo, pues comprendí que eso era lo que estaba haciendo el Señor conmigo. Hoy me dijo: 10 La gente le preguntaba: ¿Qué debemos hacer? 11 El les contestaba: “El que tenga dos capas, que dé una al que no tiene y el que tenga de comer, haga lo mismo” 23 Tus jefes son unos rebeldes, cómplices de ladrones. Todos esperan recompensa y van detrás de los regalos. No hacen justicia al huérfano, ni atienden la causa de la viuda. 24 Por eso dice el Señor Yavé Sabaot, el Fuerte de Israel: “Me desquitaré con mis adversarios, me vengaré de mis enemigos.” Fui al programa y después a almorzar con Ariana y Luigi, Sofía y Rober. Pasamos bien contentos y positivos. Me hacía falta Sylvia Regina y Camila, pero procuraba disimular.
El domingo fuimos a misa de 12:00 p.m. y después me puse a ver una película de la vida de Winston Churchill, antes de la guerra y su relación con su esposa. Lloré de alegría, por sentirme tan bendecido, que el Señor me haya dado una esposa como Sylvia Regina. En una escena, él le dice que le da gracias por haber estado a su lado y haber creído en él y haberlo amado como él creía que nadie lo pudiera haber amado. Comprendí todas las bendiciones que el Señor nos ha dado en nuestro matrimonio y nuestra familia. Por la noche oré, le daba gracias a Dios por todo lo que me ha dado.
"Si el mundo que busca a Dios, supiera...
ResponderEliminarSi supieran esos sabios que buscan a Dios en la ciencia y en las eternas discusiones...
Si supieran los hombres donde se encuentra Dios...
cuantas guerras se impedirían, cuanta paz habría en el mundo, cuantas almas se salvarían."
San Rafael Arnaiz (Hermano Rafael)