Lunes 1 de Noviembre de 2004
Nos levantamos temprano y yo pude orar un rato, pero el Señor no me habló. No hubo tiempo. Nos fuimos a desayunar y después a conocer Novojoa (en realidad es Navojoa, pero me tomó algún tiempo aprenderme el nombre de este pueblo luego tan querido). Quise ir a misa, pero tampoco nos quedó tiempo, pues todos andaban en otra cosa. Conocimos la casa de Sofía y me pareció muy linda y acogedora, aunque la estaban remodelando todavía, pero el Espíritu Santo me dijo que iba a ser muy feliz en ese hogar y con su nueva familia.
Martes 2 de noviembre de 2004
Hoy nos levantamos temprano para ir a Hermosillo. El viaje estuvo muy bonito. Fueron como 3:30 horas de viaje, pero todo fue muy positivo. Regresamos ya tarde y cansados. No pude orar.
Miércoles 3 de noviembre de 2004
Hoy tampoco pude orar, ni ir a misa, pues desde temprano tuve que estar llevando a todas las mujeres de la familia al salón, para que les hicieran el pelo y las pintaran; se fue toda la mañana.
Por la tarde fuimos con Roberto Adriano a conocer el beneficio de “La Macarena”. Anduvimos con los dos Ponchos (papá e hijo) y todo estuvo muy positivo. Luego fuimos al campo a conocer donde hacen todas las siembras. Después llegamos a la casa de los Fernández (nuestros futuros consuegros), donde era el shower para Sofía. Todo estuvo muy bonito y podía sentir la presencia de Dios y su bendición para este nuevo matrimonio. Yo le daba gracias. Gracias Señor por todas tus bendiciones y por escogerle a Sofía una buena familia y una buena ciudad donde vivir. Nos sentíamos como en nuestra casa y todos los de la familia de Poncho nos trataban con mucho amor, como que fuéramos otros miembros mas de la familia.
Jueves 4 de noviembre de 2004
1 Samuel 16, 1-23
Hoy me sentí bastante atormentado, pues en medio de esta gran felicidad de comprender todas las bendiciones que nos ha dado el Señor, me siento triste porque al regresar no sé como vamos a hacer para pagar a los empleados y durante toda la semana. Vidal no me ha dicho nada.
En mis oraciones el Señor, me dijo: 1 Yavé dijo a Samuel “Yo soy el que ha rechazado a Saúl y he decidido que no reinará más sobre Israel. ¿Hasta cuándo pues vas a estar llorando por él? Llena tu cuerno de aceite, pues quiero que vayas a la casa de Jesé, del pueblo de Belén, porque he elegido a uno de sus hijos, para ser mi rey. Como diciéndome a mí, en este momento de tribulación: “Y si esa es mi voluntad, por qué te preocupas?” “Espera en mí”, pues: 7 Pero Yavé dijo a Samuel: No mires su apariencia ni su gran estatura, porque lo he descartado. Pues la mirada de Dios no es la del hombre; el hombre mira las apariencias, pero Yavé mira el corazón. 14 El Espíritu de Yavé se había apartado de Saúl y un espíritu malo, mandado por Yavé lo atormentaba. O sea que el Señor está permitiendo este tormento que siento para algo que yo todavía no comprendo y si es su voluntad, debo sentirme contento y alegre y orar y esperar en El. 23 Cuando el Espíritu de Dios atormentaba a Saúl, David tocaba la cítara y Saúl encontraba calma y bienestar y el espíritu malo se apartaba de él.
Viernes 5 de noviembre de 2004
Nos levantamos temprano para ir a la boda de Sofía en un pueblo que se llama Alamos y en un hotel que se llama Los Santos. Toda la mañana fueron de preparativos y llegamos al hotel como a las 2:30 p.m. El hotel es lindísimo y el cuarto que nos tocó precioso. Le di gracias al Señor por todas sus bendiciones. La boda también estuvo muy linda y Sofía se veía preciosa, feliz y contenta; por tanto, nosotros también. Conocimos a toda la familia e igualmente todos nos trataron muy bien y con mucho amor. El Señor estaba presente, bendiciendo el matrimonio.
Sábado 6 y domingo 7 de Noviembre de 2004
El sábado nos levantamos y dimos unas vueltas para conocer el pueblo. Por la tarde regresamos a Novojoa y nos acostamos temprano. El domingo fuimos al mar a la casa de los consuegros e igualmente pasamos un día muy contentos y en familia en “Las Bocas”. También nos hicieron sentir como en familia. Nos sentimos muy a gusto y contentos por como habían acogido a Sofía, como que fuera una hija más. Gracias Señor, por haber encontrado esta familia para Sofía, te pedimos que la protejas y la bendigas.
Por la noche fuimos a misa, a la misma Catedral de Novojoa, donde habíamos iniciado el viaje hace ocho días. Le dimos gracias a Dios por todas sus bendiciones, pidiéndole que proteja a Sofía y dejándosela en sus manos, pues al día siguiente nos veníamos a San Salvador.
Me pareció que había sido más de una semana lo que habíamos pasado ahí, pues la acogida que habíamos recibido era excelente y Novojoa como que había crecido en nosotros.
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