Lunes 27 de Diciembre de 2004
Jeremías 1, 4-10; 17
Hoy no pude orar temprano, pues nos fuimos a la misa de cuerpo
presente de la mamá de Juani. Me
sentía contento de estar con el Señor, en misa y tan temprano. Me sentía con gozo, a pesar que era una
misa de luto. Al finalizar la misa
fui a saludar al Padre Fernando y él me pidió si lo podíamos llevar al
cementerio. Durante el viaje le
comenté de la Palabra y los eventos con la arrendadora. Me dijo que iba a hablar con la
presidente y que había que perseverar.
Yo tengo Fe que todo se va a componer cuando el Señor lo crea
conveniente. Me fui a la oficina y
hablamos con Juan Ernesto de lo que el Señor me había dicho en los últimos
días. Estando ahí, le hablé al
promotor financiero y me dijo que en ese momento estaba discutiendo el caso con
el posible inversionista. A los
veinte y cinco minutos me volvió a hablar y me dijo que les había parecido
interesante y que mañana se iban a volver a reunir para darle una decisión
definitiva.
Estamos en las manos del Señor y yo estaba seguro que algo iba a
salir. Le comenté a Juan Ernesto
mi idea de cuando salgamos o más bien desde ya, de hacer una “reingeniería” de
la empresa para que ésta esté centrada en Dios y dedicada a Dios y todo lo
demás caiga en segundo plano. Le
comenté de: “Buscad el Reino de Dios y lo demás se les dará por
añadidura”.
Me sentí contento y confiado en Dios. Al mediodía almorcé con mis papás y la reunión fue
positiva. Leímos con mi mamá el
artículo que le había llevado sobre la reencarnación. Le pido al Señor que le incremente su fe y acepte su
palabra. A las 3:00 pm me fui al
Santísimo, para la hora de la misericordia y me puse a leer el libro de “Adoren
a mi Hijo con el Corazón”. Estuve
como una hora y me dijo: “El Señor me habló así:
Antes de formarte en el vientre te conocí; antes que salieras del seno
te consagré, te constituí profeta de las naciones… “Mira pongo mis palabras en tu boca: en este día te doy autoridad sobre
naciones y reinos… ármate de valor, levántate y diles todo lo que yo te
mande. No les tengas miedo no sea
que yo te haga temblar ante ellos.
Martes 28 de Diciembre de 2004
1
Juan 3, 21-23; 5, 14-15; 18; 21
Ezequiel
12, 21-28
Me levanté temprano a orar, quería estar con el Señor y pidiéndole
que, si es su voluntad, que nos solucione el problema económico pronto. El sabrá cuando es que más nos
conviene. Resé el “Rosario de
Liberación” para los empleados, también lo resé ayer enfrente del Santísimo y
lo he rezado todos los días desde que empezamos con Sylvia Regina, hace unos
días. El Señor me dijo: 21 Amadísimos, si nuestra conciencia no nos condena, tenemos
plena confianza en Dios. 22 Entonces, todo lo que pidamos nos lo
concederá, porque guardamos sus mandatos y hacemos lo que le agrada. 23
¿Y cuál es su mandato? Que creamos en el Nombre de su Hijo Jesucristo y nos
amemos unos a otros, tal como El nos ordenó. 5, 14 Con El tenemos la certeza de que, si le
pedimos algo conforme a su voluntad, nos escuchará, 15 y si nos
escucha en todo lo que le pedimos, sabemos que ya tenemos lo que le hemos
pedido. 18 Sabemos que el que ha nacido de Dios no peca, pues lo
protege lo que en él ha nacido de Dios y el maligno no puede tocarlo. 21
Hijitos, guárdense de los ídolos.
Hoy creí que todo se iba a resolver el día de hoy. Sin embargo, como a las 3:05 p.m. me
habló el promotor de financiero que al inversionista no le había parecido el
planteamiento. Me sentí bien
desconsolado, pero con fe en el Señor.
Me fui a misa y al Santísimo con Sylvia Regina y le decía: “Señor, no sé
cómo lo vas a hacer, pero yo confío en Ti. Ya no hay nada que me pueda hacer renegar de Ti. Si al final Tú no quieres arreglarnos
las cosas, tu sabrás porqué y yo no sé nada y no soy nadie para cuestionar tus
decisiones”.
Por la noche, antes de acostarme me sentí intranquilo, pues todas las
alternativas no caminan y aunque comprendo que es porque esa es la voluntad del
Señor. Me puse a orarle al Señor,
pidiéndole que me ayudara a comprender su voluntad y me dé fortaleza para
aceptarla, me dijo: 21 Se me dirigió esta
palabra de Dios: 22
“Hijo de hombre, ¿Qué se oye repetir ante ustedes en tierra de Israel?: “Se alarga el plazo, la visión no vale”
23 Pues bien, tu les dirás esta palabra de Yavé: Haré que lo que dicen quede en
falso que no lo repitan más en
Israel. Y tu añadirás: Han llegado
los días en que se cumplirá toda visión. 25 Porque Yo Yavé digo lo
que tengo que decir y mis palabras se cumplirán. Ya no habrá más plazo porque
lo que voy a hablar y a hacer se refiere a sus días … 26 Me fue dirigida
esa palabra de Yavé: “Hijo de
hombre, la gente de Israel comenta: las visiones de Ezequiel se refieren a
tiempos futuros, profetiza para un porvenir lejano. 28 Pero tu les
dirás esta palabra de Yavé:
Ninguna de mis palabras tardará en
cumplirse, lo que digo se hará – Palabra de Yavé”. Le di gracias al Señor por todas sus
bendiciones, pidiéndole que incremente mi Fe, que me ayude a esperar con más
confianza y a amarlo más ardientemente.
¡Bendito y alabado seas Señor!
Miércoles 29 de diciembre de 2004
Efesios
4; 5; 6
Me levanté temprano a orar y en cuanto abrí los ojos le dije: “Buenos
días Espíritu Santo”, “hazme sentir tu amor el día de hoy”. Me dijo: 1 Yo, “el
prisionero de Cristo”, los exhorto, pues, a que se muestren dignos de la
vocación que han recibido. 2 Sean humildes y amables, sean
comprensivos y sopórtense unos a otros con amor. 3 Mantengan entre
ustedes, lazos de paz y permanezcan unidos en el mismo espíritu. 7
Cada uno de nosotros ha recibido su talento y Cristo es quien fijó la medida de
sus dones para cada uno. 8 Pues se dijo: Subió a las alturas, llevó cautivos y dio sus dones a los
hombres. 11 ¿y dónde están sus dones? Unos son apóstoles, otros profetas, otros evangelistas,
otros pastores y maestros. 14 Entonces no serenos ya niños a los que
mueve cualquier oleaje o viento de doctrina o cualquier invento de personas
astutas, expertas en el arte de engañar. 24 Revísteme, pues, del
hombre nuevo, el hombre según Dios que él crea en la verdadera justicia y
santidad. 26 Enójense, pero sin pecar, que el enojo no les dure
hasta la puesta del sol. 27 pues de otra manera se daría lugar al
demonio. 30 No entristezcan al Espíritu Santo de Dios, éste es el
sello con que ustedes fueron marcados y por el que serán reconocidos en el día
de la salvación. 5, 1
Como hijos amadísimos de Dios, esfuércense por imitarlo. 2 Sigan el
camino del amor, a ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros,
como esas ofrendas y víctimas cuyo olor agradable subía a Dios. 6, 13 Por eso, pónganse la
armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la
fila valiéndose de todas sus armas. 14 Tomen la verdad como cinturón
y la justicia como coraza; 15 tengan buen calzado, estando listos
para propagar el evangelio de la paz, 16 tengan siempre en la mano
el escudo de la fe y así podrán atajar las flechas incendiarias del demonio. 17
Por último, usen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, o sea, la
palabra de Dios 24 y que la gracia esté con todos aquellos que aman
a Cristo Jesús, nuestro Señor, con amor auténtico. Luego me hizo leer para consolarme más
o incrementar mi Esperanza, lo que había escrito el 30 y 29 de septiembre y
después el 28 del mismo mes.
Septiembre 29: Hoy me
levanté temprano con deseos de orar, pidiéndole al Señor que me dé fuerzas para
continuar y sabiduría para comprender su voluntad. Me dijo: 9 El nos ha salvado y
nos ha llamado para una vocación santa, no como premio a nuestros méritos, sino
gratuitamente y por iniciativa propia.
Esta llamada, que nos concedió en Cristo Jesús desde la eternidad … 11
Este es el mensaje para el que fui hecho predicador, apóstol y maestro. 12
y por el que ahora padezco esta nueva prueba. 2, 3 soporta las dificultades como un buen
soldado de Cristo Jesús. Comprendí que “para vivir, hay que morir” y que tengo que
aprender a confiar en Dios, pues siempre será lo mejor y que lo único que tengo
que pedir es “su fuerza” para poder cumplir con su voluntad. Pero luego me entró la duda de que
hacer con el personal, si lo debo desmedir o nó ¿Señor, cuál es su voluntad? Me dijo: 21 Nada teman, pues: Yo
los mantendré a ustedes y a sus hijos”.
Luego los consoló con palabras cariñosas.
Septiembre 30: 14 Entonces agregó: “El Dios de nuestros padres te ha elegido para que conozcas
su voluntad, veas al justo y oigas su propia voz. 15 Con todo lo que
has visto y oído serás en adelante su testigo ante las personas más diversas.
Septiembre 28: 6 El Señor Dios todo lo
ve y en realidad tiene compasión de nosotros, tal como lo anunció Moisés en su
canto. En él dice claramente: “el
Señor tendrá piedad de sus servidores”. 11 Tuvo además el valor de
declarar: “De Dios he recibido
estos miembros, pero por amor a sus leyes los desprecio y de Dios espero
recobrarlos”. 18 … No te equivoques. En verdad es por causa de nosotros mismos que sufrimos todo
esto, porque pecamos contra nuestro propio Dios; por eso nos han pasado cosas
asombrosas. 32 Sepas que nosotros padecemos por nuestros pecados; 33
es verdad que nuestro Señor, que vive, está por breve tiempo enojado para
castigarnos y corregirnos, pero de nuevo se reconciliarán con sus siervos. 36
Ahora mis hermanos han terminado de sufrir un breve tormento por una vida que
no se agotará; están ahora en la amistad de Dios …
Jueves 30 de Diciembre de 2004
2
Pedro 3, 14-18
Números
23, 18-24
Hoy me levanté temprano para ver si podía ir a misa. Me fui a Acajutla a las 7:00 a.m. El
Espíritu Santo me despertó y yo comprendí que quería que fuera a la
iglesia. Llegué y no había nadie y
me puse a rezar el Rosario. Resé
uno de Liberación y el Rosario normal.
A las ocho abrieron la iglesia y me puse a orar, me sentía contento de
estar con el Señor. Sólo estábamos
un viejito y yo. Le pedí que me
iluminara para comprender su voluntad y que incrementara mi Esperanza. Me dijo: 14 Con una esperanza así, queridos hermanos, esfuércense para
que Dios los encuentre en su paz, sin mancha ni culpa. 15 Consideren
que las demoras de nuestro Señor son para nuestra salvación, como lo escribió
nuestro querido hermano Pablo, con la sabiduría que le fue dada, 16
e insiste sobre esto en todas sus cartas. 18 Crezcan en la gracia y
en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Así la gloria ahora y hasta el día de
la eternidad. Amén. 23, 18
y Balaam proclamó su poema: “¡Levántate Balac, escucha! ¡Pon atención, hijo de
Sipor! 19 Dios no es un hombre para que mienta, ni es un hijo de
hombre para volver atrás ¿Dice El algo sin que lo haga? ¿O habla sin que actúe?
20 ¡Mira! Me trajo para
bendecir; si él bendice, ¿Cómo voy a decir otra cosa? 21 El no vio
culpa alguna en Jacob ni percibió mal alguno en Israel, Yavé, su Dios está con
él, en su campamento se oye que aclaman a su Rey. 24 Ese pueblo se alza como una leona, se yergue
como un león. No volverá sin que
haya devorado su presa, sin que haya bebido la sangre de sus víctimas. Me sentí bendecido por el Señor, no me
quería venir. Vi con ojos de
cariño el poder vivir en un pueblo y tener una vida tranquila, dedicada al
Señor; sin las complicaciones de la vida moderna. ¡Señor, que bien se está aquí! ¡No me dejes nunca!
Viernes 31 de Diciembre de 2004
Isaías
54, 1-7
Exodo
40, 34, 37-38
Lucas
9, 33
Me levanté de nuevo, para ir a misa. Hoy decidí ir a Sonsonate, para ver si en alguna iglesia
había misa. Llegué a Agape y no
había. Me fui a Catedral y tampoco
había, así es que me arrodillé para orar.
Me dijo: 54, 1 ¡Grita de júbilo, oh tu, que estabas estéril
y que no dabas a luz, grita de júbilo y alegría, tu que no esperabas! Pues mira a los hijos de la abandonada,
más numerosos que los de la
casada, dice Yavé. 2 Ensancha el espacio de tu tienda, sin demora
despliega tus toldos, alarga tus cuerdas, refuerza las estacas; 3
porque te extenderás a derecha y a izquierda. Tu descendencia conquistará las naciones y repoblará las
ciudades desiertas. 4 No temas, pues no vas a ser defraudada, no
tengas vergüenza, pues no tendrás que ponerte colorada. Te olvidarás de las vergüenzas de tu
juventud y de los desprecios que te hicieron cuando viuda. 5 Pues
ahora te desposa tu Creador, Yavé de los Ejércitos es su nombre. El que te rescata es el Santo de
Israel, quien se llama Dios de toda la tierra. 7 Te había abandonado
un momento, pero con inmensa piedad yo te vengo a reunir. 40, 34 Entonces la nube vino
a cubrir la Tienda de las Citas y la gloria de Yavé llenó la morada. 37
Pero mientras la nube no se elevaba, ellos no se movían y esperaban el día en
que de nuevo se elevara. 38…
Así sucedió a lo largo de su trayecto.
9, 33 Como estos estaban para irse, Pedro dijo a Jesús: “Maestro, ¡Qué bueno que estamos
aquí! Levantemos tres chozas, una
para ti, otra para Moisés y otra para Elías”, pero no sabía lo que decía. Ya me iba de la iglesia triste, pues no
había podido comulgar, pero el Sacristán me vio y me salió a decir que el Padre
me había dicho que lo esperara. Sentí
el llamado del Espíritu Santo y me quedé un rato más. A las 10:00 hubo misa de cuerpo presente para alguien y pude
comulgar, le di gracias al Señor.
Regresé a la casa y después de desayuno seguí orando y se me acercó
Antonietta a platicar conmigo y pedirme Palabra del Señor. Nos habló a los dos
y nos dijo que toda esta prueba había sido necesaria para la salvación de la
familia y que todos lo encontremos.
Que ahora todo se iba a empezar a solucionar. Ella me dijo que todo se había logrado porque yo había sido
dócil al Espíritu Santo y había hecho lo que El me había dicho. Yo le leí la palabra que me había dicho
en la mañana, cuando la nube guiaba al pueblo en el desierto. ¡Gloria a Dios!
"Unidad. -unidad y sujeción. ¿Para qué quiero yo las piezas sueltas de un reloj, aunque sean primorosas, si no me dan la hora?"
ResponderEliminarSan JoséMaría Escriva de Balaguer - Camino 962