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Canonización de Monseñor Romero

sábado, 12 de mayo de 2012

Cronología de un Milagro - Enero 2005-V


Lunes 31 de enero de 2005

Jeremías 39, 17-18
Deuteronomio 6, 18-19
Romanos, 12, 12

El Espíritu Santo me despertó a las 3:00 a.m., después de un sueño donde “alguien” (que después comprendí que es Jesús) hacía conmigo un pacto de sangre, poniendo sobre la mía un paño con su sangre, como “haciéndonos uno” en todo; en el dolor que siento y en las esperanzas que debo de tener. 
Me levanté a orar con más Esperanza y con Esperanza que el Señor me iba a hablar, con su voz, pero no fue así.  Sin embargo, me dijo: 17 Pero yo te salvaré, dice Yavé y no caerás en manos de los hombres a los que tu tienes miedo. 18 Sí, ten la seguridad de que entonces yo te pondré a salvo y no morirás a espada; y salvarás por lo menos tu vida, porque confiaste en mí”, dice Yavé.  6, 18 Haz lo que es recto y bueno a los ojos de Yavé, para que seas feliz y llegues a tomar posesión de la espléndida tierra que prometí con juramento a tus padres, 19 pues El destruirá delante de ti, a todos tus enemigos. 
Oré de 3:00 a 6:30 a.m. y no quería parar de estar en la presencia del Señor.  ¡Señor, muéstrame tu rostro! 
Me fui a la oficina y no pasó nada, excepto que llamé a la arrendadora y como llamé me pidieron los flujos de efectivo de La Casa Castro ??? no sé porqué el Señor me lleva todavía a empujones, sin hacernos el milagro.  Sé que El nos lo va a hacer, pero en este momento me siento desconsolado y con un peso enorme encima, pues la responsabilidad que más me pesa es no poder pagarle a los empleados ¿Señor, los debo despedir? Ilumíname y dame el Don de Fortaleza; pero por sobre todo, enséñame el camino. 
Por la tarde, fui a misa y me quedé un largo rato en el Santísimo… ¡Siento un gran dolor!  Pero a la misma vez, siento al Señor que me conforta y me da Esperanza. 
En las oraciones de la noche me dijo:  12,12 Tengan esperanza y sean alegres, sean pacientes en las pruebas y oren sin cesar.

Martes 1 de Febrero de 2005

Juan   2,  3-5; 11

Me levanté sintiéndome mal, con gripe, apesadumbrado y desconsolado.  Me puse a orar y le pedí al Señor que me guiara y me dijera qué debo hacer.  Me dijo:  2,3 … entonces, la madre de Jesús le dijo:  “no tienen vino”. 4 Jesús le respondió:  “Mujer ¿por qué te metes en mis asuntos?  Aún no ha llegado mi hora”. 5 Pero su madre dijo a los sirvientes:  “Hagan lo que El les diga”. 11 Esta señal milagrosa fue la primera y Jesús la hizo en Caná de Galilea.  Así manifestó su Gloria y sus discípulos creyeron en El. 
La Virgen María me hizo recordar o me hizo ver, todo lo que ha estado intercediendo por nosotros, que comprende más nuestras necesidades.  Me hizo recordar como ella siempre ha estado a la par nuestra, desde el inicio y sobre todo en los momentos más críticos; como éste, pues ya el tiempo es bastante corto y yo siento un dolor fuerte. 
Creí que hoy se iba a resolver todo … pero no fue así.  A las 3:00 p.m. fui al Santísimo a rezar el Rosario de la Misericordia y antes de entrar me habló Guadalupe y me dijo que a Vidal le urgía hablar conmigo y creí que era que Nejapa Power le había llamado para comenzar alguna negociación.  Durante el Rosario se me salían las lágrimas de gozo y felicidad, pensando que éste era un regalo de la Virgen.  Pero llegué a la oficina y no era así y sólo era una llamada para un documento que tengo que mandar.  De nuevo pensé, ¡El sabe y El me ama! Y El sabrá cuándo es que más conviene que se arregle todo, yo sólo tengo que obedecer. 
El Espíritu Santo, después de orar en la mañana me hizo leer lo que había escrito en mi agenda el 12 de enero de este año: -A mediodía, viendo televisión, pero buscando su orientación y Palabra, El me llevó mi vista a La Biblia que está en la sala familiar y me dijo:  3, 1 Hijo mío, no te olvides de mis advertencias, que tu corazón sepa guardar mis mandamientos. 2 Ellos prolongarán tus días, te darán la prosperidad, años de vida. 3 ¡Que no te falten ni la bondad ni la fidelidad! Átalas a tu cuello, inscríbelas en las tablillas de tu corazón; 4 así conseguirás benevolencia y estima tanto de Dios como de los hombres. 5 Confía en el Señor con todo el corazón y no te fíes de tu propia sabiduría. 6 En cualquier cosa que hagas, tenlo presente: El aplanará tus caminos.-

Miércoles 2 de Febrero de 2005

3 Juan 1-4; 11-14

Hoy me levanté sintiéndome bien mal de la gripe y pensé no levantarme, pero Sylvia Regina me dijo que en su Asamblea iban a bendecir las candelas e iba a haber misa, así que comprendí el llamado del Espíritu Santo y me fui para allá; sin desayunar, pues le ofrecí el ayuno al Señor.  No pude orar. 
En la oficina no pasó nada, le decía al Señor:  “Señor, aquí estoy, qué quieres que haga?”  pues no se mira ninguna solución por ningún lado.  Por la noche, me vine a orar y le pedí al Señor que quería oírlo, que me guiara, que me consolara, me dijo:  1 El anciano, al queridísimo Gayo, a quien amó de verdad. 4 Nada me causa mayor alegría que el saber que mis hijos viven en la verdad. 5 Hermano, obras muy bien al preocuparte por los hermanos y más aún cuando lleguen de otro lugar. 11 Hermano muy querido, no imites lo malo, sino lo bueno, el que hace el bien es de Dios.  El que hace el mal no ha visto a Dios. 13 Tendría muchas más cosas que decirte, pero no quiero hacerlo por escrito, con tinta y pluma. 14 Espero verte pronto y hablaremos cara a cara. 15 La paz sea contigo.  Te saludan tus amigos.  Saluda a los nuestros, a cada uno en particular. 
En la oficina no pasó nada y lejos de eso, hoy tuve que ir a un juzgado a declarar y el tema se puede complicar a corto plazo; pero no hay nada que podamos hacer, pues no tenemos dinero… no hay más que confiar en Dios.

Jueves 3 de Febrero de 2005

Sermones de San Agustín No. 32;  Liturgia de las Horas. Pag. 1190
Marcos 11, 22-26

Hoy me sentía bien mal, pero con ganas de estar con el Señor y consciente que tengo que ir a la oficina, por todos los empleados que no han recibido su salario y están esperando.  Me dijo:  Por esto el Apóstol Juan nos exhorta a imitar su ejemplo, con estas palabras:  “Cristo dio su vida por nosotros; también nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos.  El Señor, pues, va más allá de lo que había dicho:  Apacienta mis ovejas, ya que añade equivalentemente: “Sufre por mis ovejas”. 22 Jesús respondió “tengan fe en Dios”. 23 Yo les aseguro que el que diga a ese cerro: ¡Levántate de ahí y arrójate al mar!, si no duda en su corazón y cree que sucederá como dice, se lo concederá. 24 Por eso les dijo:  Todo lo que pidan en la oración, crean que ya lo han recibido y lo obtendrán. 25 Y cuando se pongan de pié a orar, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, 26 para que su Padre del cielo les perdone también a ustedes sus faltas. 
Por la Palabra de hoy, creí que hoy se iba a componer todo. Lejos de eso, otra de las posibilidades de financiamento nos dijo que “no” ¿cómo no sentirnos desconsolados?  El Señor nos ayudó con Su Palabra, pues al mismo tiempo platicamos con Juan Ernesto de lo que el Señor nos había dicho a cada uno en nuestras oraciones de la mañana y al leerle la mía de este día, el me dijo que a él le había salido: ¡la misma! Sólo que en el Evangelio de Mateo.  Eso nos dio Esperanza que todo se iba a arreglar y regresó el gozo de nuevo en nosotros y la Fe en el Señor que El nos va a hacer el milagro. 
Nos reunimos con Alex y la reunión fue positiva, aparentemente ya le va a pagar el FISDL o sea que todo comienza a cambiar rápidamente y por la acción del Espíritu Santo. 
Me regresé a la casa temprano, pues me sentía bien mal. ¡Me puse a orar.  Solo quería estar con el Señor!

Viernes 4 de Febrero de 2005

Juan   5, 6-9; 14
Lucas 9, 22

Me levanté algo tarde, pero me puse a orar igual y al final me sentí mejor.  El Señor me dijo:  6 Jesús lo vio tendido y cuando se enteró del mucho tiempo que estaba allí, le dijo: ¿Quieres sanar? 7 El enfermo le contestó:  “Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua y mientras yo trato de ir, ya se ha metido otro”. 8 Jesús le dijo: “Levántate, toma tu camilla y anda”. 9 al instante el hombre quedó sano, tomó su camilla y empezó a caminar. 14 Más tarde, Jesús se encontró con él en el templo y le dijo: “Ahora estas sano, pero no vuelvas a pecar, no sea que te suceda algo peor”. 
Hoy creí que todo se iba a solucionar, después de escuchar esta Palabra del Señor, pero no fue así.  Me sentí confundido todo el día y por la tarde me fui a misa, aunque no me sentía muy bien.  Enfrente del Santísimo, el Espíritu Santo me hizo comprender que no se arreglaban las cosas porque algo más quiere el Señor, que yo no comprendo y por tanto, -es lo que más me conviene-, aunque yo no lo comprendo. 
Me siento como dijo San Pablo: “No soy yo quién vive en mí, sino es Cristo quien vive en mí”. 
No hay retorno, si es que quisiera ser el de antes y molestarme porque Dios no me escucha; acepto su voluntad, aunque no la comprenda y comprendo mejor, cuando el Señor dijo en el huerto de Getsemaní:  “Quita de mí este cáliz, si puedes, pero que no se haga mi voluntad sino la tuya” y es que si El no quiere arreglar las cosas todavía, es por alguna razón que yo desconozco y por tanto, “eso será lo mejor”. 
Por la noche, en mis oraciones, le pregunté que me explicara a qué se debía todo esto.  Me contestó:  22 Y les decía:  “El Hijo del Hombre tiene que sufrir mucho y ser rechazado por las autoridades judías, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley.  Lo condenarán a muerte, pero tres días después resucitará.

Sábado 5 y domingo 6 de Febrero de 2005

Nehemías   5, 18-19; 8, 1-3

Hoy me levanté temprano y no pude orar, pues llevé a mi papá al Banco para pagar la planilla de la finca.  Terminamos temprano y yo ya había preparado el programa, pues creí que nos íbamos a tardar más.  Me fui al Santísimo y estuve ahí de las 10:00 a.m. a las 12:30 p.m. con el Señor.  Oré especialmente por nuestros empleados, para que en la próxima semana les podamos pagar.  El Espíritu Santo me hizo leer a Nehemías, al cual lo eligieron “Gobernador de Judá” y me dijo: 18… jamás pidió el pan del Gobernador” porque los trabajos pesaban ya bastante sobre el pueblo. 19 ¡Acuérdate Dios mío, para mi bien, de todo lo que hice por este pueblo!  8, 1 En el séptimo mes todo el pueblo se reunió como un solo hombre en la plaza… 2 Esdras trajo la ley ante la asamblea … era el primer día, del séptimo mes … 3 Esdras leyó el libro, ante todos ellos, desde la mañana, hasta el mediodía … y todos los oídos estaban pendientes de la ley. 
Comprendí que el Señor me decía que las cosas no se componen, porque a todo el grupo de empleados nos estaba forjando para nuestra misión evangelizadora de las empresas y que yo no debía olvidar mi promesa de hacer una empresa “centrada en Dios” y que se lea la Palabra, todos los días, como requisito para trabajar en ella. 
Almorzamos con Luigi y Ariana y por la tarde me picó un alacrán en la mano. Me dolió algo, pero no pasó a nada ¡Bendición del Señor! 
Por la noche, después de orar con Sylvia Regina le pedí al Señor que me incrementara mi Fe; como pidiéndole que me reafirmara que le vamos a poder pagar al personal pronto.  Me dijo:  23 Jesús le dijo:  Por qué dices “si puedes”?  Todo es posible para el que cree”. 24 Al instante el padre gritó:  “¡Creo pero ayuda mi poca fe!”.

1 comentario:

  1. "Hace ochenta y seis años que le sirvo a Dios y no me ha defraudado."

    San Policarpio de Esmirna,

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