Lunes 14 de Febrero de 2004
Lucas 3, 22-38; 4, 13
Jeremías
31, 31; 33; 32, 27; 33, 3
Me levanté sintiéndome,
especialmente, derrotado y sin Esperanza. Pidiéndole
al Señor que quería escuchar su voz, para que me consuele y me diga qué hacer
con los empleados… con todo, pues siento un gran dolor, me dijo: 22 “… Tú eres mi hijo,
hoy te he dado la vida”. 23 Jesús ya había pasado los treinta años
cuando comenzó. Para todos era el
hijo de José, hijo de Heli … 13 Al ver el diablo que había agotado
todas las formas de tentación, se alejó de Jesús, a la espera de otra
oportunidad. 32 Hijo de David, hijo de José, hijo de Obed, hijo de
Booz, 34 hijo de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abrahán, 36…
Hijo de Sem, hijo de Noé, 32 hijo de Matusalén, 38 hijo
de Set, hijo de Adán, que venía de Dios.
Por la mañana no pasó nada y sólo
pasé esperando en la oficina, pero nadie llamó; nada pasó, ya no tengo a quién
llamar.
Después de almorzar me vine a orar y
a pedirle al Señor su misericordia, para que me ilumine su camino. Aunque ya me lo ha dicho varias veces…
¡se lo pedí con fervor! ¡implorando
su misericordia¡ pues ya no sé qué hacer.
Me dijo: 31 Ya llega el día dice Yavé, en que Yo pactaré con el pueblo
de Israel (y con el de Judá) una nueva alianza. 33 Esta es la
alianza que yo pactaré con Israel en los días que están por llegar, dice Yavé;
pondré mi ley en su interior, la escribiré en sus corazones y Yo seré su Dios y
ellos serán mi pueblo. 27 “Mira, Yo soy Yavé el Dios de todos los
mortales; para Mí nada es imposible. 3 Llámame y te responderé y te
mostraré cosas grandes y secretas que tu ignoras. Por la noche, fuimos a ver al Padre Llamas a casa de
Rosita y fue como que el Señor nos estaba confirmando que la Virgen nos ha
estado cuidando y nos ha ido sacando adelante para que estemos cerca de El y
darnos un “ministerio”, que todavía no sé cuál es. Al final, el Padre me dio una bendición especial, que le
había dado a todos los de los “Cercos de Jericó”.
Por la noche, Sylvia Regina me contó
que “Los Cercos de Jericó” había sido idea del Padre Llamas.
Martes 15 de Febrero de 2005
1 Pedro 2, 12; 20-25
Isaías 28, 16; 22
12 Lleven una vida ejemplar
en medio de los que no conocen a Dios; de este modo, esos mismos que los
calumnian y los tratan de malhechores notarán sus buenas obras y darán gloria a
Dios el día en que los visite. 20 Porque ¿Qué mérito habría en
soportar el castigo cuando se ha faltado?
En cambio, si pueden soportar que los traten mal cuando han actuado
bien, eso es grande ante Dios. 21 Para esto han sido llamados, pues
Cristo también sufrió por ustedes, dejándoles un ejemplo y deben seguir sus
huellas. 22 El no cometió pecado; ni en su boca se encontró engaño. 23
Insultado, no devolvía los insultos y maltratado no amenazaba, sino que se
encomendaba a Dios que juzga justamente. 24 El cargó con nuestros
pecados en el madero de la cruz, para que muertos a nuestros pecados,
empezáramos una vida santa. Y por
su suplicio han sido sanados. 25 Pues eran ovejas descarriadas, pero
han vuelto al pastor y guardián de sus almas. 28, 16 En vista de
todo esto, el Señor Yavé les dice:
Yo mismo voy a colocar una piedra en Sión, una piedra angular escogida,
una piedra angular de gran valor y firme: “El que se apoye en ella, no se
moverá”. 22 Así pues, dejen de burlarse, no sea que se les aprieten
las ataduras; pues, sépanlo: “Destrucción total y para todo el país” esto es lo
que he oído de Yavé de los Ejércitos.
No pasó nada y el tiempo sigue
apremiando. Por la noche fuimos a
una plática de sanación del Padre Llamas y cuando llevaba el “El Santísmo” se
paró frente a mí. Sentí la
presencia de Dios y me decía: “Yo estoy contigo, Yo te
amo, no temas, todo se va a arreglar, ten Fe”. Las lágrimas se me salieron de los ojos, sentí una gran
paz. Fuimos a cenar con todos los
del grupo de “Encuentros”. Por la
mañana tuve una cita en el Juzgado y mientras estábamos en la audiencia, el
Señor me iluminó para complementar la oración jaculatoria y me dijo: Rézala así:
“Señor, Jesús, ten misericordia de mí; Virgen Santísima, intercede por
mí”. El abogado hizo una buena exposición del caso.
Miércoles 16 de febrero de 2005
Salmo 43
Hoy no pude orar, pues nos tuvimos
que ir temprano a ver un trabajo de Rober y después a la asamblea de la comunidad
de Sylvia Regina, para otra plática del Padre Llamas. No me pude quedar mucho tiempo, pues tenía una cita en el
juzgado y se me dió un “sobreseimiento provisional”… es obra de Dios.
La arrendadora no me
correspondió. Por la noche fuimos
a otra conferencia del Padre Llamas y sentí más sanación. Al mediodía me puse a orar, pidiéndole
al Señor su misericordia y me dijo: 1 Hazme justicia, oh Dios y defiende mi causa del hombre sin
piedad; de la gente tramposa y depravada líbrame tu, Señor. 2 Si tú
eres el Dios de mi refugio ¿Por qué me desamparas? ¿Por qué tengo que andar tan
afligido bajo la presión del enemigo? 3 Envíame tu luz y tu verdad:
que ellas sean mi guía y a tu santa montaña me conduzcan, al lugar donde
habitas. 4 Al altar de Dios me acercaré, al Dios de mi alegría,
jubiloso con arpa cantaré al Señor mi Dios. 5 ¿Qué tienes alma mía,
qué te abate, por qué gimes en mí?
Confía en Dios, que aún le cantaré a mi Dios salvador.
Por la noche fuimos al Colegio
Betania, a escuchar una plática del Padre Llamas y ahí nos encontramos con la
presidente y la gerente de la arrendadora. El Señor nos hizo sentar enfrente de ellas, a Sylvia Regina
la guió para que escogiera ese lugar.
Antes de eso, saludamos al Padre Fernando Cortez y se acordó de nosotros
y nos dijo: “¿Vilanova verdad?” Nos sorprendió mucho que se acordara de
nosotros. Para algo quiere el
Señor que nos mantengamos cerca de él.
Jueves 17 de Febrero de 2005
2 Corintios 7, 8-10
8 Si les causé tristeza con
mi carta, no lo siento… 10 La tristeza que viene de Dios lleva al
arrepentimiento y realiza una obra de salvación que no se perderá. Por el contrario, la tristeza que
inspira al mundo provoca muerte.
Me levanté confiado en el Señor que
hoy iba a ocurrir algo positivo. A
mediodía me habló el ejecutivo de la arrendadora, para hacerme algunas
preguntas, pues iban a llevar nuestro caso a la Junta Directiva. Le di gracias al Señor por sus
bendiciones, pues pude sentir que todo era obra de El, pues fue El quien nos
llevó ayer a sentarnos enfrente la presidenta, en la conferencia del Padre
Llamas. Estoy seguro que eso sirvió
para que ella se apiade de nosotros.
Por la noche fuimos a la asamblea de “Encuentros” y sentí el calor del
Señor bien cerca, tenía deseos de estar con El. A las tres de la tarde me fui a darle las gracias al
Santísimo y a rezar el Rosario de la Misericordia. Me hinqué de rodillas en el suelo durante todo el
Rosario. Cuando le conté a Sylvia Regina
de la llamada de la arrendadora, ella le dio gracias al Señor y le dijo que era
porque “ella sabía que era El quien la había guiado para sentarse cabal enfrente
de la presidenta y que eso lo había hecho para que ella sintiera misericordia
hacia nosotros” – Amén.
Viernes 18 de Febrero de 2005
Lucas 6, 27-30
Me levanté algo tarde y pidiéndole
al Señor su misericordia, pues hoy comienzan los “depositions” en Houston. ¡Señor Jesús, ten misericordia de
nosotros! Ayer al venir de la
oficina me puse a escuchar la plática de los “Ejercicios Espirituales de San
Ignacio de Loyola” y hablaron sobre el tratar de comprender porqué el Señor nos
ha traído al mundo y hablaban sobre que la razón era “para glorificarlo” y que
eso se aplicaba a todos; pero que en lo particular, deberíamos saber para cada
uno de nosotros, que “cómo lo íbamos a glorificar” y que es lo que yo le he
estado pidiendo al Señor, que me ilumine para comprender qué es lo que El
quiere que yo haga con mi vida para glorificarlo ¿cuál es mi “ministerio”?
¿cuál es mi misión? ¿Aquí estoy
Señor, qué quieres que haga? Hoy
me dijo: 27
Yo les digo a ustedes que me escuchen: amen a sus enemigos, hagan el bien a los
que odian, 28 bendigan a los que maldicen, rueguen por los que
maltratan. 29 Al que te golpea en una mejilla, preséntale también la
otra. Al que te arrebate el manto,
entrégale también el vestido. 30 Da al que te pide y al que te quita
lo tuyo, no se lo reclames. El
día pasó … y nada, sólo fuimos al entierro de Don Ramsey Moore y después a la
casa de mis papás. Rober se había
ido a un Retiro con los Legionarios de Cristo. La casa se sentía sola, por
primera vez me sentí solo, en mucho tiempo; pero luego vino el Señor a
acompañarme. ¡El sabe como me
siento, Señor, en Ti confío!
Sábado 19 y domingo 20 de Febrero de
2005
Salmo
Mateo 12, 6
Me levanté algo tarde, me puse a
orar y le pedí al Señor que me diera una palabra de consuelo y esperanza, pues
me siento así, sin consuelo y sin Esperanza. Me dijo: 4 Juró el Señor y no ha
de retractarse: “Tú eres para siempre sacerdote a la manera de
Melquisedec”. 111, 10 El principio del saber es temor al Señor, es
sabio de verdad el que así vive, su alabanza perdura para siempre.
Me pasé toda la mañana preparando el
programa y después tuvimos toda la tarde el convivio de animadores de “Encuentros”. Estando ahí nos llamaron que había
muerto doña Alicia de Arbizú y nos fuimos a acompañar a Ana Alicia. Estuvimos ahí hasta media noche. Rober se había ido a un Retiro con el
“Eagles” o sea que el Señor nos facilitó que fuéramos al convivio. Durante el día fuimos de nuevo al
velorio y por la tarde Sylvia Regina se fue a donde la Chochy, para acompañarla
en el hospital; que su papá está grave desde hace unos días. Yo me puse a orar y el Señor me
dijo: 6 Yo se lo digo; ustedes tienen aquí
algo más que el templo 7 y si ustedes entendieran estas palabras:
Quiero misericordia no sacrificios, ustedes no condenarían a quienes están sin
culpa. Confirmándome el
Señor, que El está con nosotros y que no debemos de temer. Sentí un gran amor y
efusión del Espíritu Santo. Al
mediodía, habíamos ido a recoger a Roberto Adriano al “Eagles” y fuimos a
almorzar donde él quiso y ahí nos encontramos con el Padre Mucci y todos sus
hermanos.
Roberto Adriano estuvo bien positivo
y desde que lo vi en el bus, cuando nos cruzamos la vista a lo lejos, pude
notar que algo trascendental le había pasado en el Retiro. En mi mente pensé que un encuentro con
el Señor o la Virgen Santísima, no nos dijo nada. En la noche, en mis oraciones le pedí al Señor que lo
protegiera y siempre lo mantuviera así de bueno y responsable.
"¿Quieres abrazar la grandeza de Dios? Abraza primero la humildad de Dios. Abraza la humildad de Cristo, aprende a ser humilde, no se te suban los humos a la cabeza."
ResponderEliminarSan Agustín,