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Canonización de Monseñor Romero

jueves, 15 de diciembre de 2011

Cronología de un Milagro - Julio 2003-IV


Lunes 21 de Julio de 2003

Hoy fuimos a la embajada, para sacar la visa de Camila, nuestra hija menor y por la cual estoy preocupado, pues ya se va estudiar fuera y el tiempo se nos ha pasado muy rápido.  En mis oraciones le pedía al Señor que la ayude y guie, en estos momentos tan críticos de su vida, donde ya nosotros no la vamos a poder guiar mucho.
Después tuve que salir corriendo y llevar a mi papá al oculista, le daba gracias a Dios porque Sylvia Regina me ha ayudado en todo.
Estando ahí, me llamaron de la oficina que nos había embargado un proveedor de La Casa Castro.  Me llamó la atención con la tranquilidad, paciencia y seguridad con que recibí la noticia.  Me sentí bien seguro de Dios y me comprobé a mí mismo que ya acepto su voluntad, cualquiera que ésta sea; pues Él sabrá siempre qué es lo mejor y estoy seguro que me ama:  “Dios me ama, Dios me basta”.
Me sentí con un gozo especial, pues me comprobé a mí mismo que estoy abandonado a su voluntad.
No hice nada prácticamente toda la mañana y por la tarde fui a la oficina.  Ya Juan Ernesto había arreglado el problema y lo que hicimos fue ponernos a hablar de la celebración del “Divino Niño Jesús”.  Por la noche fuimos a traer a mi mamá al aeropuerto y en cuanto la vi, el Señor me dijo: “no te preocupes, que ella se va a sanar”.  Tengo Fe que así va a ser.

Martes 22 de Julio de 2003

Hoy comencé por leerle a Sylvia Regina
lo del sábado y domingo (Día del Divino Niño Jesús)
y de casualidad lo que escribí el 5 de marzo pasado (Miércoles de Ceniza).

Le leí a Sylvia Regina, en la mañana, lo de los dos días y cómo el Espíritu Santo me había llevado a este día “Día del Divino Niño Jesús”, para iluminarme con lo de la docilidad, vida de oración y unión con la cruz o ¿será amor con la cruz?  Me sentí lleno del Espíritu Santo y especial del Señor, lleno de gozo.
El día pasó normal, por la tarde fui donde Alex para resumirle lo que había pasado con el Banco, pues mañana deciden si nos dan el dinero o no.  Creo que le sorprendió mi tranquilidad y abandono en la voluntad de Dios, pues al final me dijo:  “¿y qué vamos a hacer si el banco no nos da el dinero?” y yo le contesté: “pues cerramos! si esa es la voluntad de Dios, eso es lo que más nos conviene”.  Se quedó sorprendido de la forma como lo he aceptado y el Espíritu Santo me dijo que había que contarle todo lo que habíamos experimentado con Sylvia Regina en la mañana.  Gracias a Dios, sentí que mi testimonio le ayudó a aceptar la voluntad de Dios.  Solo me contestó: “Amén!”
En mi interior, yo le pedí al Señor que nos bendijera y nos dé fuerza para comprender y aceptar su voluntad, a todos los de la familia.  Le entregué a Alex una copia de la oración a la Santísima Trinidad.

Miércoles 23 de julio de 2003

Comencé el día orando para que el Señor me diere fuerzas de afrontar la decisión del Banco, con respecto al crédito.  Pasé el día sin hacer nada más que pidiéndole a Dios su misericordia.  Terminé el diseño de la pasta de mis cartapacios, donde voy a guardar los artículos de “Encuentros”.  Le mandé a Alex un e-mail que me llegó con el título de “Confía”, que se trata de: “alguien que le pide al Señor una flor y una mariposa y Él le manda un cactus y una oruga. La persona desconcertada, pero aceptando la voluntad del Señor, acepta su voluntad y con sorpresa con el tiempo, después viene a ver que el cactus había dado una bella flor y la oruga se había convertido en una bella mariposa”.  También le mandé un mensaje diciéndole que me siento orgulloso y agradecido de ser su hermano y de llevar esta cruz juntos.  Que Dios nos iluminará para comprender que si el Banco no nos aprobaba el crédito era porque Dios nos tenía preparado algo mejor y le puse la frase de Santa Teresa: “Dios sabe y Él me ama”. 
Al salir de mi oficina, volví a ver el crucifijo en la puerta y le pregunté al Señor ¿será ésta la última vez que te voy a sentir mío, en esta oficina (pensando en que a lo mejor íbamos a tener que cerrar y ya no iba a tener oficina) Casi escuché Su voz que me dijo: “No te preocupes”.  Pero yo aceptando su voluntad, pues siempre es lo mejor. 
Nos fuimos a “Encuentros” y después de leer la Lectura, Alex me habló super contento y confiado en Dios, que le había hablado un director amigo del Banco y que le dijo que nos habían aprobado el préstamo.  Me sentí tan feliz, no tanto porque las empresas se salven, sino por la demostración de amor del Señor hacia nosotros y como una vez más nos lo demostraba.
Sentía tanto gozo, que a los del grupo de “Encuentros” donde estábamos, les di mi testimonio de lo que nos había pasado el domingo y ayer con el Divino Niño Jesús.  Me siento “especial” de Dios.  Le pido que nunca lo pierda o me aleje de Él.

Jueves 24 de Julio de 2003

Hoy fue un día bastante complicado, lleno de tristeza, dolor, amor, esperanza; comenzó cuando iba a la oficina y me percaté que no había pensado pasar por el Santísimo, para agradecerle el milagro que nos había hecho con el Banco.  Me acordé que estaba actuando como aquellos leprosos que Jesús los curó y sólo uno regresó a darle las gracias.  Me sentí tan triste, pero inmediatamente di la vuelta y pasé al Santísimo a darle las gracias y pedirle que no me deje nunca.
En la oficina tuvimos una reunión con los gerentes para contarles lo del crédito y ésta fue negativa, pues salió a relucir lo del problema con uno de los centros comerciales.  Me llamó la atención el ambiente “negativo”.  Lo mismo sucedió en la Junta Directiva, tanto que Alex se fue molesto, porque en el flujo no se había incluido “un” rubro.  Todo parecía como ambiente de derrota, cuando debería haber sido de victoria.  Me sentí triste, pidiéndole al Espíritu Santo que me ayudara y no nos dejara.  La reunión de Junta Directiva la empecé con una oración y la misma oración fue deslucida, esto me puso triste y desesperanzado. 
Después fuimos a misa de aniversario del fallecimiento de mi hermano José Adriano (hoy se cumplen 28 años de su fallecimiento) y solo llegamos Alex, Antonietta, Sylvia Regina y yo. Además no nos pudimos sentar juntos con Alex y Antonietta.  Después nos reunimos los hermanos para ver lo de mi mamá y papá y la reunión fue positiva, pero triste.  Nos fuimos a la Asamblea de “Encuentros” y había un coro de americanos.  Ibamos llegando cuando nos dijeron que íbamos a orar y que uno de los cantantes se iba a acercar a nosotros.  El nos preguntó por quien quería que oráramos y nosotros le dijimos que por mi mamá, por los negocios y por Camila.  El se puso a orar y en cuanto pronunció “Espíritu Santo”, yo comencé a llorar y sentir su presencia y misericordia.

Viernes 25 de julio de 2003

Hoy pude hablar con el ejecutivo del Banco que nos había aprobado el préstamo y me dijo que me iban a hablar del otro Banco, para reunirnos el próximo martes y discutir las condiciones del préstamo. Me sentí confundido, pidiéndole a Dios que me iluminara, para comprender esta acción y porqué si Él ya había hecho el milagro, porqué surgía ahora esta complicación de tener que lidiar con dos Bancos juntos.  Me sentí perturbado, pero después corregí esto y sólo me puse a pedirle a Dios que me iluminara.
Fuimos a misa y me sentía triste, le pedí al Santísimo que me iluminara, qué debíamos hacer y si debíamos asistir a la reunión con los dos Bancos juntos, pues esto no podía ser para bien.
Después fui donde mis papás y la reunión fue bastante positiva, le llevé a mi mamá el artículo sobre el “Santo Abandono” y que espero en Dios que le ayude a botar sus barreras y aceptar que la llene el Espíritu Santo.
Con el centro comercial seguimos sin resolver nada y tengo Fe que en su momento oportuno, Dios nos va a hacer otro milagro, para que esto se componga.

Sábado 26 y domingo 27 de Julio de 2003

Hoy amanecimos temprano con Roberto Adriano, nuestro hijo menor y fuimos a jugar tennis.  Me sentía bendecido por Dios, por poder tener estos momentos con él y que gozáramos de estar juntos, como dos amigos.
Después me fui al almacén del problema con el centro comercial y platiqué con Mélida, la subgerente del almacén, sobre la situación.  Me confirmó con su Fe en Dios, que debíamos seguir luchando para que el almacén no se cierre.
Por la noche tuvimos la despedida de Celina y Edwin en la casa y también le daba gracias a Dios, porque podíamos hacerla; todo salió muy lindo y en todo podía ver Su ayuda y bendición.
El domingo fuimos al convivio de “Encuentros” y fue un día muy especial que sentía a Dios muy cerca y pude meditar todas las bendiciones que nos da: nuestra salud, Sylvia Regina, nuestros hijos y también todos nuestros problemas, que al final son bendiciones; pues nos ayudan a incrementar nuestra Fe, etc.  Me llamó la atención la charla de Monseñor Urioste sobre la oración y me sentía “especial” de Dios, que gran parte de las cosas que él decía, a mí ya el Espíritu Santo me las había revelado y las practicaba. 
Realicé cómo Dios ha sido tan bueno, que me ha ido llevando junto con Sylvia Regina, por el camino que Él quiere, para cercarnos a Él por medio de la oración.  Fue un día lindo en compañía del Señor.  En nuestras oraciones de la noche, le dimos gracias por sus bendiciones y el Espíritu Santo me comunicó que no debíamos ir a la reunión con los dos Bancos, así es que eso voy a hacer.  Ayúdanos, Señor!

1 comentario:

  1. "Qué aprovecha y qué vale delante de Dios lo que no es amor de Dios?

    San Juan de La Cruz

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