Lunes 15 de Septiembre de 2003
Fuimos a traer a Sylvia Regina, que venía de Savannah de dejar a Camila. Todo el día fue de gozo y bendiciones. Le daba gracias a Dios porque estábamos juntos de nuevo. Bendito sea el Señor, por todas las bendiciones.
Martes 16 de Septiembre de 2003
No pude orar por mucho tiempo, pues vinieron los abogados a desayunar, para discutir la carta a enviar a Vidal. En la casa se sentía la presencia del Espíritu Santo, como recordándonos que lo importante es estar cerca de Dios y no nuestros propios esfuerzos. Él nos va a sacar adelante, cuando sea el momento.
La estrategia me pareció excelente y estaba bien optimista y sobre todo para ver si Nejapa Power reacciona para tratar de arreglar y negociar un arreglo en el juicio. Por la tarde me llamó Vidal que detuviéramos todo, pues lo habían analizado y no convenía hacer nada por le momento. Me sentía bastante decepcionado y como pidiéndole a Dios que porqué no nos termina de arreglar todo, sino que nos sigue poniendo obstáculos. Mi pregunta era ¿Señor, qué quieres que haga? ¿Será que ya quieres que cerremos? Dame fuerzas para continuar, pues siento desfallecer. Me fui a la cama y me puse a leer el libro de los Salmos; antes de eso, me puse a orar cantando, pues sólo tenía ganas de orar y alabar al Señor.
Miércoles 17 de Septiembre de 2003
Oré bastante para que Dios me iluminara. La lectura de La Biblia me llevó a Jeremías, en el tiempo de la caída de Jerusalem y el destierro de Babilonia.
Por la mañana recibí la llamada de un político amigo, pidiéndome cita con otro secretario de otro partido político. Su visita era para pedirme si estaría interesado en aceptar una candidatura a vicepresidente de la república. Solo les mencioné que estaba dispuesto a considerarlo y que les confirmaría en unos días. Por la noche, en mis oraciones, le dije al Señor que la decisión la dejaba en sus manos y que nos diera indicios claros, a toda la familia, de si esa era su voluntad, que de ahora en adelante le sirviera en el campo político.
Nos reunimos con los abogados y hablamos con Vidal. Decidimos que con los Bancos no debíamos hacer nada todavía y mejro hay que esperar.
De nuevo me sentí agotado, pues era como otro esfuerzo que no terminaba en nada y ya no nos queda más opción que el de mandar la carta a Nejapa Power, tratando de provocar una negociación y llegar a un acuerdo rápido.
Por la noche fuimos a la reunión de “Encuentros” y la presencia del Espíritu Santo se dejó sentir. Leímos Job 35, 1-8 y sentí que iba dirigido a mí, por parte del Grupo y del Espíritu Santo, como para decirme que no me preocupara y que “Todo lo que nos sucede es porque Dios así lo quiere, y si Él así lo quiere, por muy mal que nos parezca, siempre será lo mejor”. Me sentí bendecido por Dios. Lo sentí muy cerca, como consolándome a la par mía. Sentí Su amor.
Jueves 18 de Septiembre de 2003
Hoy me levanté a orar y al rato vino Sylvia Regina a orar conmigo. Se nos fue el tiempo bien rápido y sentí su compañía y su apoyo. Me sentía como la Virgen y San José, orando juntos.
Después me puse a escribir en mi agenda y comencé a escribir lo de Jeremías 42, 11-12, que dice: No teman al rey de Babilonia, que tanto susto les causa; no le teman, dice Yavé, pues estoy con ustedes para salvarlos y para liberarlos de sus manos. 12Yo pondré en su corazón sentimientos de piedad hacia ustedes y él se compadecerá de ustedes permitiéndoles que vuelvan a su patria. Bendito y alabado sea el Señor. Llamé a Sylvia Regina para contarle y que también sirviera de testimonio, pues comprendí que Dios nos iba a sacar adelante y me estaba diciendo que hay que continuar y salvar todos esos puestos de trabajo, para que también sean testimonio de su misericordia.
Llegué a la oficina y me comunicaron que un proceedor, junto con el centro comercial habían llegado para llevarse la mercadería, por la fuerza. Le hablé al dueño del centro comercial para preguntarle si esa era su respuesta a mi visita de días pasados y no estaba, luego no pude hablar con él. Me sentí tranquilo, acompañado de Dios y comprendiendo que era otra prueba mas y que si Dios la permitía, era por algo.
A mediodía nos reunimos con Alex, los dos desconsolados, pero cuando le leí la lectura de hoy en la mañana. El me contestó que hoy en la mañana había escuchado el testimonio de un político de renombre, que ahora está cuestionado y que había leído el siguiente capítulo: Romanos 4, 20-21: No dudó de la promesa de Dios, ni dejó de creer; por el contrario, su Fe le dió fuerzas y dió gloria a Dios, plenamente convencido de que cuando Dios promete algo, tiene poder para cumplirlo. ¡Gloria a Dios!
Viernes 19 de Septiembre de 2003
Hoy me propusieron la
Candidatura a Vicepresidente
Oré bastante por la mañana para que Dios me iluminara y pusiera palabras en mi boca, en caso que en la reunión de hoy me propusieran la Vicepresidencia. El Espíritu Santo me decía que así iba a ser.
Me habló la secretaria del dueño del centro comercial y me dijo que en contestación a mi visita, él había ordenado que los gerentes platicaran conmigo para buscar un arreglo factible; lo cual sentí que era lo que Dios me había prometido de poner en su corazón o sea sentimientos de piedad, que fue la lectura de ayer. Di gracias a Dios por la llamada.
El día pasó tranquilo, ningún proveedor me llamó. Dios calmó las aguas, pues creí que íbamos a recibir una avalancha de retiros de mercadería.
Por la tarde vinieron los secretarios generales de los dos partidos políticos y efectivamente me propusieron la candidatura a la Vicepresidencia. Yo dije que lo iba a pensar, pues sentí que así me decía el Espíritu Santo. Después que se fueron le pedí al Espíritu Santo que me diera “señales claras” de cuál era su voluntad y que si debía aceptar o no.
Por la tarde me llegó un e-mail de otro proveedor, que no había recibido el e-mail mío del martes y que quería retirar la mercadería. Otra prueba del Señor, lo dejé todo en Sus manos, aceptando Su voluntad y depositándome en Él.
Me fui a hablar con mis papás lo de la oferta de la candidatura a vicepresidente y lo recibieron mejor de lo que esperaba. Mi mamá más que mi papá, pero se los mencioné solo para que lo siguieran pensando. Es una decisión complicada y que se mezcla con la situación de la desunión de la familia y la situación de las empresas. Yo me sentía seguro que Dios me iba a orientar, para saber cual es la mejor decisión.
Sábado 20 y domingo 21 de Septiembre de 2003
Fuimos a la Primera Comunión del hijo de una muy buena amiga de Sylvia Regina. Yo me tuve que retirar temprano del desayuno, para ir a recoger las cajas de Sofía que habían llegado a la Aduana.
Al regreso, me contó Sylvia Regina que hablando de política, varias personas habían comentado que iban a votar por Silva, pues ya se necesita un cambio y que a un sacerdote amigo nuestro le había comentado lo de mi posible candidatura y él había contestado que eso era “perfecto”. Cuando me comentó esto Sylvia Regina, le dije: “Bueno, ésta es una señal clara” y que es lo que le había pedido al Espíritu Santo.
Por la tarde fuimos a ver a nuestro director espiritual, para consultarle y él nos dijo: “Acepte, eso es lo que el país necesita” y además, me dijo que el Papa había recomendado que los católicos debían participar en política.
Nos quedamos a misa y seguí pidiéndole a Dios, que me diera fuerzas e iluminara y al final de la misa, la canción que cantaron fue: “El consejo de María, es obedecer a Dios” y sentí que era Ella que me lo estaba diciendo.
El domingo me levanté a orar, pidiendo al Espíritu Santo su orientación y en la lectura de La Biblia me salió Isaías 1, 21-26: ¿Cómo es posible, se ha prostituido Sión, la ciudad fiel, el reino de la justicia en que moraba la rectitud que te conformabas a mis leyes? pero ahora solo es un barrio de asesinos. Tus jefes son unos rebeldes, cómplices de ladrones. Todos esperan recompensa y van detrás de los regalos. No hacen justicia al huérfano ni atienden la causa de la viuda. Por eso dice el Señor Yavé Sabaot, el fuerte de Israel: “Me desquitaré con mis adversarios me vengaré de mis enemigos. Haré a tus gobernantes como eran antes y a tus consejeros como en otros tiempos. Entonces te llamarán Ciudad Fiel, Lugar de Justicia.”. La cual, indudablemente, era una “señal clara” del Espíritu Santo y se lo comenté a Sylvia Regina.
Por la noche nos reunimos todos los hermanos con mis papás y les conté lo de la candidatura, la reunión fue bien positiva. Todos terminaron apoyando lo que yo decidiera. Di gracias a Dios por todas sus bendiciones.
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