Lunes 6 de Septiembre de 2004
Marcos 9, 23-29
Me levanté a orar algo a la carrera pues venía Sofía y había que mandarla a recoger. Sylvia Regina preparó el desayuno pues estábamos sin muchacha y ella tenía que salir a la cita de todos los hermanos con el médico de Doña Sylvia. Desde que abrí los ojos dije: “Buenos días Espíritu Santo, dame fuerzas para continuar, pues me siento devastado.” Oré poco e invoqué al Espíritu Santo para que me hablara: me dijo: 23 Jesús le dijo: “Por qué dices “Si puedes?” todo es posible para el que cree. 24 Al instante el padre gritó: “Creo, ¡pero ayuda mi poca fe!” 25 Cuando Jesús vio que se amontonaba la gente, dijo al espíritu malo: “espíritu sordo y mudo, yo te lo ordeno: “Sal del muchacho y no vuelvas a entrar en él”. 26 El espíritu malo gritó y sacudió violentamente al niño; después dando un terrible chillido se fue. 28 Ya dentro de la casa, sus discípulos le preguntaron en privado ¿Por qué no pudimos expulsar nosotros a ese espíritu? 29 y El les respondió: “Esta clase de demonios no puede echarse sino mediante la oración.” El Señor me pide más oración y yo estoy dispuesto. “Señor que lo pierda todo, menos a Ti”.
Me fui a la oficina y no tenía nada que hacer. Alex me habló y me contó que el viernes pasado cerró la oficina. Me cayó como un balde de agua y mi tristeza se multiplicó. ¿Señor, qué quieres que haga? Inmediatamente, el Espíritu Santo me iluminó que esto era para que reforzáramos el reclamo contra Nejapa Power, pues “para los que aman al Señor todo es para bien” y le mandé un e-mail a Mark Lanier, el cual quedó bien bonito y apropiado (iluminación del Espíritu Santo).
Me fui a misa, después al Santísimo. Resé un Rosario para que nos dé fuerzas el Señor.
Martes 7 de Septiembre de 2004
1 Corintios 1, 18
Jeremías 9, 22-23; 10, 24
Igual hoy, al nomás abrir los ojos dije: “Buenos días Espíritu Santo” y sentí su presencia y alegría de estar conmigo… como que me estaba esperando… contemplando!
Me levanté a orar contento y alegre de estar con el Señor: me dijo: 18 Porque el lenguaje de la cruz resulta una locura para los que se pierden, pero para los que se salvan, para nosotros, es poder de Dios. 9, 22 … Así dice Yavé: “Que no se alabe el sabio por su sabiduría, ni el valiente por su valentía, ni el rico por su riqueza. 23 Quien quiera alabarse, que busque su alabanza en esto: en tener inteligencia y conocerme, yo soy Yavé y mi obrar en la tierra no es más que bondad, rectitud y justicia. Estas son las cosas que me gustan, palabra de Yavé. 24 Corrígenos, Yavé; pero con prudencia, sin enojarte, no sea que desaparezcamos.
Nos reunimos con Alex para analizar lo que le íbamos a decir al Banco de él. Le vi destrozado y bien preocupado, casi no podía caminar por el dolor de la espalda. ¿Señor, adónde estas? Que parece que no nos oyes. Le leí toda mi agenda de esta semana, pues el Espíritu Santo me había iluminado para llevarla. El Señor estuvo con nosotros y fue un momento de gran sanación. Sentí como que el Señor nos había llevado por todos estos caminos para ese momento. Ese momento que estuvimos a solas con El, reconociendo su amor, su poder y su fuerza. Era necesario este momento para incrementar nuestra Fe, nuestra esperanza, nuestro amor hacia El. Después oramos juntos, agradeciéndole porque ahora ya esa mesa de trabajo era también una mesa de oración y culto a El.
Por lo demás no pasó nada. La reunión con el Banco fue desconcertante, pues habían retrocedido al punto inicial. No comprendo, pero el Señor me dio la humildad para poder rescatar la negociación. Después tuvimos la despedida de Sofía y el Señor me regaló la oportunidad de traerle mariachis ¡Gracias Señor!
Miércoles 8 de Septiembre de 2004
1 Samuel 1, 11; 22; 2, 1; 21
11 Y le hizo el siguiente voto: “Oh Yavé de los Ejércitos! Si es que te dignas mirar la aflicción de tu esclava, te acuerdas de mí y no me olvidas, dame un hijo varón. Yo te lo entregaré por todos los días de su vida y la navaja no pasará por su cabeza. 20 Luego Ana quedó embarazada y dio a luz un niño a quien llamó Samuel, “porque dijo, se lo he pedido a Yavé.” 2, 1 Entonces Ana oró y dijo: Mi alma se alegra en Yavé, en Dios me siento llena de fuerza, ahora puedo responder a mis enemigos, pues me siento feliz con tu auxilio. 21 Yavé permitió que Ana tuviese tres hijos y dos hijas más. Mientras tanto, el niño Samuel seguía creciendo en presencia de Yavé. El Señor me pide todo mi ser y yo se lo entrego, para que se consagre en El, según su voluntad. Me siento bendecido por el Señor, pues mirando para atrás, mirando el camino recorrido, todo se justifica como para este momento. No soy yo el propósito, sino toda nuestra familia, para que tengamos una vida dedicada a la voluntad del Señor.
Hoy comprendí que todas las pruebas son para que mi apostolado cambie a toda mi familia, que toda se dedique a hacer la voluntad del Señor. Ese es el propósito del Señor y ¡hasta que eso no ocurra, lo económico no va a mejorar! Me fui con Roberto Adriano al estadio a ver el juego El Salvador-Jamaica… ¡perdimos! Pero le daba gracias al Señor por esos momentos con él y tener ese lugar a donde ir, ¡mas bien por todo! Cuando regresamos, recibí la noticia en el internet que el Juez Hardin no va a hacer el juicio sino hasta ¡marzo o mayo del otro año! Me sentí desilusionado y desesperanzado con el Señor, pues yo creí que esto se iba a resolver este año, pero se ve que no. ¿Señor?! Me puse a orar, pidiéndole su misericordia.
Jueves 9 de Septiembre de 2004
1 Corintios 9, 13-14; 25,26; 10, 13-22
Me levanté preocupado y desconsolado. Me puse a orar y a pedirle al Señor su misericordia y que me dé fuerzas y entendimiento para aceptar su voluntad. Le pedí al Espíritu –Don de Consejo– al momento de leer La Palabra, me dijo: 13 ¿No saben que los que trabajan en el servicio sagrado son mantenidos por el templo y los que sirven al altar reciben su parte de lo que ha sido ofrecido por el altar? 14 El Señor ha ordenado de igual manera, que los que anuncian el evangelio vivan del evangelio. 25 En cualquier competición los atletas se someten a una preparación muy rigurosa y todo para lograr una corona que se marchita, mientras que la nuestra no se marchita. 26 Así que no quiero correr sin preparación, ni boxear dando golpes de aire. 13 De hecho, ustedes no han sufrido más que pruebas muy ordinarias. Pero Dios es fiel y no permitirá que sean tentados por encima de sus fuerzas. En el momento de la tentación, les dará fuerza para superarla. 21 No pueden beber al mismo tiempo de la copa del Señor y de la copa de los demonios… 22 ¿Queremos provocar acaso los celos del Señor? ¿Seremos acaso más fuertes que El? 14 Por lo tanto, hermanos muy queridos, huyan del culto a los ídolos.
Nos reunimos con Alex y el pobre está devastado. Casi no puede caminar. Su mirada es lejana, pero gracias a Dios lo noto esperanzado en el Señor. A mí me duele sobremanera verlo así y sólo le pido al Señor: “Señor Jesús, ten misericordia de nosotros”. La Jaculatoria dice “de mí”, pero yo encuentro esa frase egoísta y me gusta más decir “de nosotros” ¿Será correcto Señor?, Tú dirás.
La reunión fue positiva y sólo revisamos los dos juicios, que parece que ninguno va para ningún lado y que todo se ha retrasado. Digo “parece”, pues yo sé que el Señor nos va a sacar adelante, no sé cómo, pero mi esperanza es El.
Fui a la asamblea de “Encuentros” solo y Sylvia Regina me hacía una gran falta. El vacío lo llenaba el Señor.
Viernes 10 de Septiembre de 2004
Salmo 11, 7; Salmo 12; Salmo 13; Salmo 118
7 Porque el Señor es justo y ama la justicia, los que son rectos contemplarán su rostro. 12, 2 Interviene Señor, porque ya no hay hombres buenos ni se encuentran ya hombres leales. 3 Cada cual engaña a su prójimo, se dicen buenas palabras, pero con doblez. 6 Los pobres son despojados, gimen los humildes, ahora me levantaré dice el Señor, y prestaré socorro al que es despreciado. 8 Tu, Señor, cuidarás de nosotros, protégenos por siempre de esta generación. 13, 2 ¿Hasta cuándo Señor seguirás olvidándome? ¿Hasta cuándo me ocultarás tu rostro? 4 ¡Señor, Dios mío, mírame y respóndeme! Ilumina mis ojos para que no me duerma con los muertos. 5 y no diga mi enemigo que acabó conmigo, ni mis adversarios se alegren al verme vacilar. 118, 1 Den gracias al Señor, pues El es bueno, pues Su bondad perdura para siempre. 2 Que lo diga Israel, su bondad es para siempre! 7 Cuento al Señor entre los que me ayudan y veré a mis enemigos a mis pies. 8 Más vale refugiarse en el Señor que contar en los poderosos. 13 Me empujaron con fuerza para botarme, pero acudió el Señor a socorrerme. 14 El Señor es mi fuerza, el motivo de mi canto, ha sido para mí la salvación. 17 No, no moriré, sino que viviré y contaré las obras del Señor. 18 El Señor me corrigió mucho, pero no me entregó a la muerte. Es el Señor quien me mantiene.
Hoy hablé con Kevin Parker y él no se explica porqué, de nuevo, la carta de apelación ha regresado el caso a Corte Federal. ¡Inexplicable! y esto retrasa todo el proceso o sea que ya no estamos en Brazoria y tampoco nadie se explica porqué la “Corte de Apelación” dictaminó tan rápido. Parece que todo el mundo actúa rápido cuando es contra nosotros y lento cuando es a favor de nosotros. Señor, estamos en tus manos, ayúdanos. ¡Confiamos en Ti!
Sábado 11 y domingo 12 de Septiembre de 2004
1 Samuel 2, 1-10; Romanos 5, 3-5
Me levanté bastante deprimido, preocupado y solo, pues Sylvia Regina no está conmigo. No oré, pues me puse a preparar el programa. Me sentía preocupado y desesperanzado. Por la tarde me vine a orar y el Señor me dijo: 1 Entonces Ana oró y dijo: Mi alma se alegra en Yavé, en Dios me siento llena de fuerza, ahora puedo responder a mis enemigos, pues me siento feliz con tu auxilio. 6 Yavé es quien da muerte y vida, Yavé da y quita riquezas, humilla y ensalza. 5,3 Al mismo tiempo, nos sentimos seguros incluso en las tribulaciones, sabiendo que la prueba ejercita la paciencia. 4 Que la paciencia nos hace madurar y que la madurez aviva la esperanza, 5 la cual no quedará frustrada, pues ya se nos ha dado el Espíritu Santo y por El, el amor de Dios se va derramando en nuestros corazones. Bendito y alabado seas Señor, pues me demuestras tu amor tan directamente, que me siento indigno de la forma como dudo de tu voluntad. Acompáñame Señor en mi debilidad y dame fuerzas. Nos pusimos a ver una película con Roberto Adriano. A mediodía fuimos a almorzar con Ariana y Luigi, me sentía bendecido.
En la tarde fuimos a misa y me topé con unos hermanos de “Encuentros”, que habían perdido un botón de la blusa de ella. El Señor me dijo, búscalo y le hice caso y lo encontré inmediatamente; el Señor quería mi humildad en creerle y buscarlo.
El domingo pasamos todo el día con Roberto Adriano. Fuimos a comprar sus tacos de fútbol. Después fuimos a almorzar con Sofía. Después jugamos “Connect Four” y “laberinto”. La pasamos bien y contentos ¡Bendición del Señor!