Lunes 19 de Julio de 2004
Isaías 54, 1-17
1 Grita de júbilo, oh tu que estabas estéril y que no dabas a luz; grita de júbilo y alegría, tu que no esperabas! 3 Porque te extenderás a derecha e izquierda. Tu descendencia conquistará las naciones y repoblará las ciudades desiertas 4 No temas, pues no vas a ser defraudada, no tengas vergüenza, pues no tendrás de qué ponerte colorada. Te olvidarás de las vergüenzas de tu juventud y de los desprecios que te hicieron cuando viuda; 5 pues ahora te desposa tu Creador, Yavé de los Ejércitos, es su nombre. El que te rescata es el Santo de Israel, quien se llama Dios de toda la tierra, 8 En unos momentos de ira te oculté mi rostro, pero con amor que no tiene fin me apiado de ti – dice Yavé que te viene a rescatar. 9 Voy a hacer como en el diluvio de Noé, cuando juré que las aguas no pasarían más sobre la tierra, así juro yo no enojarme contigo ni amenazarte nunca más.
Me reuní temprano con el Banco y la reunión fue muy positiva, podía sentir al Espíritu Santo obrando en ella y en mi, para que todo se resolviera y facilitara y así fue. Quedó de hablarme hoy o mañana, después de hablar con el presidente, pero tengo Fe y confianza en el Señor, que todo se va a componer. Fui al Santísimo a dar gracias a Dios.
El Juez no resolvió nada. Me reuní con un accionista y todo salió bien positivo. Además, en la tarde me contó el Ing. Rodríguez que había resuelto un problema viejo y serio con un cliente que le habíamos hecho un pozo hace años y tenía un reclamo bien serio contra nosotros. Bendito sea el Señor.
Martes 20 de Julio de 2004
Hechos 16, 25-40
30 Después los sacó fuera y les preguntó: “Señores, ¿Qué debo hacer para salvarme? 31 Le respondieron: “Ten fe en el Señor Jesús y te salvarás tu y tu familia” 32 Le anunciaron La Palabra del Señor a él y a todos los de su casa 40 Apenas dejaron la cárcel fueron a casa de Lidia. Allí se encontraron con los hermanos, a los que dieron ánimo antes de marcharse. Hoy me levanté sin ánimo, cansado y pidiéndole al Señor que me dé fuerzas para continuar, pues nada pasa, sólo el tiempo y los fondos que tenemos para subsistir se nos están terminando. La Palabra de hoy es como decirme “come y bebe” como le dijo a Elías, uno de sus queridos profetas. Siento un peso enorme, pero no debo perder la esperanza, pues el premio es la salvación “mía y de toda mi familia”.
Vimos el flujo de caja en la oficina y sólo nos alcanza hasta el mes de noviembre, lo cual me preocupó, pero al final del día, frente al Santísimo, el Espíritu Santo me devolvió la confianza en el Señor y que El sabrá. Si al fin El no quiere que se resuelva nada, pues eso tiene que ser lo mejor: “El sabe y El me ama”. Sólo le pedí que me diera fuerzas.
Miércoles 21 de Julio de 2004
Jeremías 1, 4-10
Lucas 1, 38
Hoy me levanté igualmente preocupado que ayer y cansado como que satanás se está encargando de tratar de distraerme en mis horas de oración, pues ayer puede notar que me distrajo para que no pudiera llegar a misa a tiempo, pero lo logré. Hoy desde que me levanté me dijo: “lee La Palabra de hoy en “La Palabra”, que es el librito que tiene Sylvia Regina en el baño, me dijo: 4 Me llegó una Palabra de Yavé: 5 Antes de formarte en el seno de tu madre, ya te conocía; antes de que tu nacieras, yo te consagré y te destiné a ser profeta de las naciones 6 Yo exclamé: “Ay Señor Yavé, ¡Cómo podría hablar yo, que soy un muchacho!” 7 Y Yavé me contestó: “No me digas que eres un muchacho. Irás adondequiera que te envíe y proclamarás todo lo que yo te mande 8 No les tengas miedo, porque estaré contigo para protegerte, Palabra de Yavé. 9 Entonces Yavé extendió su mano y me tocó la boca, diciéndome: “En este momento pongo mis palabras en tu boca. 10 En este día te encargo los pueblos y las naciones “Arrancarás y derribarás; perderás y destruirás; edificarás y plantarás” 1, 38 Dijo María: “Yo soy la servidora del Señor, hágase en mi tal como has dicho… Esta es la misma Palabra que me leyó Edith hace ya unos dos años, pues fue antes del “Retiro de Encuentros” o sea a principios del 2002. Hoy comprendo que toda esta prueba y sufrimiento ha sido necesario y el Señor lo ha permitido para que me acerque más a El y lo ame más y más y comprenda también que su amor hacia mi es infinito e inimaginable. ¡Señor, yo te amo, pero ayúdame a amarte más ardientemente! ¡Espero en Ti, pero ayúdame a esperar con más confianza!
En la oficina no pasó nada y la mayor parte del tiempo la pasé preparando las hojas de visita para el servicio del Mercado de Pulgas, ¡sirviendo al Señor!
Jueves 22 de Julio de 2004
Lucas 23, 42-43
42 Pero éste no ha hecho nada malo y añadió: “Jesús, acuérdate de mí cuando entres a tu Reino” 43 Jesús le respondió: “En verdad te digo que hoy mismo estarás conmigo en el paraíso”. Esto me dio la esperanza que hoy iba a resolver el Juez, pero no fue así. El Señor sabrá porque no o a lo mejor hoy resolvió y tal vez no lo sabemos todavía.
Por la mañana me fui a visitar a mi mamá y la reunión fue bien positiva, pues me quedó tiempo de hablarle de La Palabra de Dios y que vamos adelantando en su conversión, hacia verlo como un Dios de amor. Recibimos una carta de Fred Bradley renunciando a ser nuestro abogado. El Señor sabe lo que hace y El me ama. Por la noche tuvimos una reunión para preparar las visitas a los grupos y me sentía contento de haber conseguido que en cada visita leyéramos la Oración al Espíritu Santo. El quiere que esto se haga, como para hacer una nueva infusión del Espíritu Santo al movimiento.
Viernes 23 de Julio de 2004
2 Pedro 3, 8-15
Hoy me levanté pidiéndole al Señor que me dé fuerzas para seguir adelante, pues me siento con un peso enorme, pues nada camina (siento que nada camina). El me contestó: 8 No olviden hermanos, que ante el Señor un día es como mil años y mil años son como un día. 15 Consideren que las demoras de nuestro Señor son para nuestra salvación, como lo escribió nuestro querido hermano Pablo con la sabiduría que le fue dada.
Hoy fuimos hablar con Monseñor Fernando y la verdad es que no supe ni que explicarle, ni contarle, pues sentía una interrogante tan grande, pero a la vez tenía la respuesta, que es Jesús. Inmenso vacío, pero lleno fácilmente por el Señor. Monseñor tampoco me dijo nada específico, sólo que hay que seguir adelante, pero con una gran satisfacción que el camino que estamos recorriendo nos lleva al Señor y por tanto no debemos temer nada.
En la oficina no pasó nada, excepto que llegaron un grupo de accionistas y nos amenazaron con poner pancartas y cacerolas y llamar a los medios. Yo me refugiaba en el Señor y le pedía calma y serenidad; me la dio. Mi mente estaba puesta sólo en que nada me debía detener de ir al Retiro de mañana del “Reencuentro”; tenía una gran ilusión de volver a estar con el Señor, dedicado a El; contemplándolo solo a El.
Sábado 24 y domingo 25 de Julio de 2004
Hoy hicimos nuestro Retiro de Reencuentro No. 10
Hoy no pude orar, pues nos fuimos al Retiro de Reencuentro No. 10. Comenzamos con una misa y luego vino la parte del Retiro en sí y yo empecé a llorar como un niño; desde como las 11 de la mañana y no paré hasta como el domingo a las 2:00 de la tarde. Me sentía bendecido por el Señor en todo lo que me ha dado y cómo me ha cuidado y protegido. En la noche del sábado, en la Capílla -en la oración de sanación- tuve la iluminación del Espíritu Santo que por mi medio iba a ocurrir una “gran sanación”; pero algo realmente “grande” y no sabía de qué, pero presentí que era generacional o sea que incluía la sanación para varias generaciones de nuestra familia y que mi mamá era el símbolo de esta sanación. Sin embargo no sentí nada, excepto que Bertita dijo que antes de dormir le pidiéramos al Señor que nos siguiera sanando y entonces comprendí que la sanación iba a ocurrir cuando estuviera dormido.
Cuando estábamos orando con Sylvia Regina y ya para dormirnos, me entró una llamada de mi cuñada, bien preocupada. El teléfono lo había dejado encendido por cualquier emergencia con mi mamá, pero en “silencio” y sin embargo sonó, lo cual es bien extraño. Después de colgar, nos pusimos a orar pues comprendimos que esto era el demonio tratando de perturbarnos y desesperarnos, para desconcentrarnos del Retiro. Sylvia Regina tuvo la idea de ponernos el Escapulario y cuando me lo estaba poniendo explotó la lámpara del cuarto y comprendimos que esto era satanás enojado porque no le habíamos hecho caso y la sanación iba a ocurrir al cerrar los ojos y dormirnos. Le dije al Señor: “Señor, termina de sanarme mientras estoy dormido”.
"Porque, amigo mío, cuando se ayuna, la abstinencia de la maldad es siempre la mejor. Mejor que la abstinencia de pan y de vino, mejor que humillarse a sí mismo; mejor que acostarse sobre junco y ceniza, como dice Isaías."
ResponderEliminarSan Afraates