Lunes 2 de Agosto de 2004
2 Corintios 7, 10; 8, 14-15
10 La tristeza que viene de Dios lleva al arrepentimiento y realiza una obra de salvación que no se perderá. Por el contrario, la tristeza que inspira el mundo, provoca la muerte. 14 Ustedes darán de su abundancia, ya que a ellos les falta y ellos, a su vez, darán de lo que tienen para que a ustedes no les falte. Así reinará la igualdad. 15 Lo dice la Escritura: Al que tenía mucho no le sobraba y al que tenía poco no le faltaba. Me levanté triste, pero el Señor me recuerda que esta tristeza viene de El y por tanto es para mi salvación y que pronto las cosas se van a arreglar y debo ayudar a los necesitados, por sobre todo.
En el día nos pasamos arreglando para irnos al Flor. Yo tenía una gran ilusión por ir para pasar orando y leyendo La Palabra del Señor. Esta es mi ilusión y le agradezco al Señor, porque tenemos un lugar adonde ir en familia.
Me sentía triste que no iba poder ir a misa, pero habrá que ver como puedo hacer. Preocupado y triste como estaba, hablé con Vidal y me dijo que había hablado con el Juez Werlein y él le había dicho que lo que estaba esperando es la resolución del 5th Circuit; pero Vidal le argumentó de un caso similar al nuestro que acaban de resolver y que por tanto ya no habría porqué seguir esperando; así es que como que el Juez estuvo de acuerdo y va a resolver en cualquier momento. Además me confirmó que el caso en New Orleans se va a detener más y el reclamo contra Greenberg lo vamos a hacer o sea que todo el retraso es obra del Señor, porque es lo que más nos convenía y que en cuanto El lo crea conveniente el caso se va a resolver.
Martes 3 de Agosto de 2004
Salmo 121, 1-2
Salmo 120, 1
Salmo 118, 17-18
1 Dirijo la mirada hacia los montes: ¿De dónde me llegará la ayuda? 2 Mi socorro me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. 1 Al Señor en medio de mi angustia yo clamé y El me respondió. 17 No, no moriré, sino que viviré y contaré las obras del Señor. 18 El Señor me corrigió mucho, pero no me entregó a la muerte. Amanecí dándole gracias al Señor por todas sus bendiciones y porque tenemos este lugar donde venir y pasar todos juntos con la familia. Me levanté temprano para orar y estar con El. Me siento desconsolado porque el caso de Houston no camina, pero confiado en el Señor, pues El me consuela y me da la esperanza que todo se va a arreglar, cuando El lo estime conveniente.
Fuimos a las pozas con Rober. Me pasé leyendo el libro de “Dios te Salve Reina y Madre”, que me está dando una nueva óptica de la Virgen Santísima y su papel de “Madre de Dios” y nuestra madre.
Por la noche vimos una película todos juntos y llegó Doña Sylvia y Eduardo, mi cuñado, de la casa de la par.
Hablamos con Alex de la reunión con Lex y me sentí todavía más triste de lo que estaba el pasado viernes que Lex se levantó de la plática; pues Alex también estaba bastante preocupado del futuro de Lex.
Miércoles 4 de Agosto de 2004
Marcos 10, 29-30
29 Y Jesús contestó: “En verdad les digo: Ninguno que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o campos por mi causa y por el evangelio quedará sin recompensa 30 Pues aún con persecuciones recibirá cien veces más en la presente vida en casas, hermanos, herencias, hijos y campos y en el mundo venidero la vida eterna.” Dios nos bendijo y Lex vino a pasar el día y tuvimos la oportunidad de hablar. Nos reunimos Lex, Alex, Antonietta y yo. La reunión fue muy positiva y terminamos todos más contentos de cómo habíamos empezado. Alex hizo una oración para agradecerle al Señor por la oportunidad que nos daba de volvernos a reunir y para pedirle que nos iluminara a todos para saber aconsejar a Lex; para que encuentre el camino que El le tiene guardado y para que a Lex le dé sabiduría para comprender qué es lo que el Señor quiere que haga. Al final yo le dije: “Que el Señor te bendiga y te proteja” y Lex me contestó: Como diríamos nosotros: “Hare Krishna”. Le pedí al Señor que lo guíe y lo regrese a casa, a lado de nuestro Señor y que me ilumine para ver qué puedo hacer yo para ayudar en esto.
Jueves 5 de Agosto de 2004
Romanos 9, 20-21
8, 36-37
20 Pero, amigo, ¿Quién eres tú para pedir cuentas a Dios? ¿Acaso dirá la arcilla al que la modeló: ¿Por qué me hiciste así? 21 ¿No dispone el alfarero de su barro y hace con el mismo barro una vasija preciosa o una para el menaje? Hoy me levanté bien preocupado y ansioso, pues ya es jueves y el juez no resuelve nada y mi angustia continúa. El Señor me contestó con Su Palabra, que debo aceptar su voluntad, pues es su voluntad y que por tanto lo que más nos conviene. Me siento agradecido del Señor de tener todo lo que tengo: Sylvia Regina, nuestros hijos y yernos y futuros yernos y que podemos pasar juntos ahora toda una semana, cuando antes nunca lo habíamos podido hacer. ¡Gracias, Señor! Víctor nos trajo pescado y estaba super rico.
Viernes 6 de Agosto de 2004
Génesis 32, 25-30
25 Y Jacob se quedó solo. Entonces alguien luchó con él hasta el amanecer. 26 Este, viendo que no lo podía vencer, tocó a Jacob en la ingle y se dislocó la cadera de Jacob mientras luchaba con él. 27 El otro le dijo: “Déjame ir, pues ya está amaneciendo” y él le contestó: “No te dejaré marchar hasta que no me des la bendición. 28 El otro, pues, le preguntó: ¿Cómo te llamas? El respondió: “Jacob”. 29 Y el otro le dijo: En adelante ya no te llamarás Jacob, sino Israel, o sea fuerza de Dios, porque has luchado con Dios y con los hombres y has salido vencedor. 30 Entonces Jacob le hizo la pregunta: “Dame a conocer tu nombre” El le contestó: ¿Mi nombre? ¿Para qué esta pregunta? Allí mismo lo bendijo. Como que me dijo el Señor, bueno ya estas listo: “corregido por Dios o fuerza de Dios”, como le dijo a Jacob; para que nada me detenga en salir a promover Su palabra.
Estaba orando y El me mando un regalo, pues de repente apareció Rober y se vino a sentar y platicar conmigo. Se mostró muy interesado por La Biblia. Yo aproveché para contarle como el Señor me hablaba todos los días y le mostré mi agenda con lo que me decía en rojo. Fue un momento lindísimo, regalo del Señor. Platicamos de otras cosas, pero sobre todo del Señor. Después vino Sylvia Regina y me sentía lleno de alegría.
Después el día volvió a su normalidad y yo pensé que el juez iba a dictaminar algo hoy, pero no fue así.
Por la tarde me vino a visitar Mauricio y platicamos de la difícil situación en que se encuentra el país y yo ya me sentía raro de estar hablando de política y economía y no de el Señor. ¡Me di cuenta que ya prefiero hablar del Señor! ¡Bendito seas, Señor!
Sábado 7 y domingo 8 de Agosto de 2004
Salmo 34
2 Bendeciré al Señor en todo tiempo, no cesará mi boca de alabarlo 6 Mírenlo a El y serán iluminados y no tendrán más cara de frustrados 8 El ángel del Señor hace sus rondas junto a los que le temen y los guarda 10 Teme al Señor, pueblo de los santos, pues nada les falta a los que le temen 25 Apártale del mal y haz bien, busca la paz y ponte a perseguirla 20 Aunque el justo padezca muchos males, de todos los librará el Señor. Hoy sábado me vine a San Salvador, para el programa en Radio Paz. Me sentí contento de poderle servir al Señor y venir hasta San Salvador, sólo para el programa. Pero me sentí más contento porque no lo sentí como un sacrificio, sino como un placer. Estaba contento de servir al Señor y la oportunidad que me daba de poderlo servir. No había comulgado, ni ido a misa, ni al Santísimo desde el pasado domingo y me sentía vacío, sin la presencia del Señor dentro de mí, sentía sed de recibirlo en mi corazón, de estar con El. Después pasé al Santísimo y me regresé al Flor.
El domingo nos fuimos a Coatepeque temprano y después a misa y a visitar a mis papás. Me sentí contento de recibir la Comunión después de tantos días; sin embargo, en la noche me molesté con Camila, pues por alguna razón ella venía deshumorada de Coatepeque y no quiso compartir con nosotros que es lo que le pasaba.
En nuestras oraciones, ya en la noche, nos dimos cuenta que ella no tenía la culpa y que era satanás quien nos estaba atacando por ese lado, para desesperarnos. Oramos con más fervor rezando “La Llama del Amor” y pidiéndole al Señor su misericordia. Después entró Sofía y tuvimos una plática bien productiva con ella, la pobre también está sufriendo; pues siente toda la presión de la preparación de su matrimonio, que ya está cerca.
"No puedes levantarte con tus propias fuerzas; coge la mano del que bajó a ti para que seas levantado por el Fuerte."
ResponderEliminarSan Agustín,