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Canonización de Monseñor Romero

viernes, 2 de septiembre de 2011

Cronología de un Milagro - Mayo 2002-I


Martes 30 de Abril de 2002

Hoy comenzamos la Novena a San Miguel Arcángel, para terminarla el 8 de mayo, tal y como debe ser, pues el 8 es el día de su aparición.  Sylvia Regina, me pidió rezarla también, así es que la estamos rezando juntos.
Todavía nos falta que nos ayude el presidente del Banco, pero la petición es más amplia, pues Él sabrá, que es lo que más nos conviene.
Empieza el mes de mayo y siento que el tiempo se nos está acabando, pues hoy avisó CEL, que el pago del arbitraje lo va a hacer el 30 de junio.  Señor ayúdanos!
Hoy comencé la Novena a San Miguel Arcángel, para terminarla el día de su aparición –8 de mayo-

Miércoles 1 de Mayo de 2002

Hoy fue primero de mayo y fuimos al Flor con toda la familia.  Me cuesta divertirme, pero fuimos a bucear con Roberto Adriano y le daba gracias a Dios por todo lo que nos da y las bendiciones que nos ha dado.
Le pedía que nos diera más Fe!  Gracias Señor por todo lo que nos das.

Jueves 2 de Mayo de 2002

Hoy tuvimos la Junta Directiva y todo fue bastante positivo, aunque no sé por donde vamos a salir adelante.
Ya no sé ni cómo orientar las Juntas, para que no haya una crisis.  Ya sacamos toda la mercadería y todavía las ventas no se incrementan; sin embargo, sorprendentemente, tengo una gran paz y una gran calma en Dios.

Viernes 3 de Mayo de 2002

Hoy casi ni sentía ganas de ir a la oficina, pues no hay nada que hacer y además tenía una gran gripe.
Mandé a comprar el Misal del Mes con Miguel Angel y me sentí muy contento que sé donde lo puedo comprar.

 Sábado 4 y domingo 5 de Mayo de 2002

Hoy me he sentido perezoso para rezar mis oraciones, aún para rezar la Novena de San Miguel Arcángel con Sylvia Regina, pero le pido a Dios que aumente mi Fe y nos guíe por donde tenemos que ir.  Señor ayúdanos y fortaléceme la Fe, pues estoy pasando por un momento de duda.
Ayúdanos Señor, pues la carga que siento es mucha!

1 comentario:

  1. El puro de corazón sabe muy bien que posee los bienes antes para sus hermanos que para sí mismo; es más fuerte que sus riquezas y no se hace esclavo de ellas, no las encierra en su alma y si un día el dinero desaparece, acepta su ruina con un corazón lleno del mismo gozo que poseía en los días buenos.

    A este hombre, digo, Dios lo declara dichoso y lo llama pobre del espíritu, heredero seguro del Reino de los Cielos, que será cerrado a los que no han sabido vivir sin su opulencia.

    Clemente de Alejandría

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