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Canonización de Monseñor Romero

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Cronología de un Milagro - Marzo 2003-I


Lunes 3 de Marzo de 2003

Hoy amanecí desconsolado y cansado, una mezcla de gozo, pero a la vez no entendiendo por qué las cosas no se componen de un solo y poderme dedicar a promover La Palabra. Siento que tengo bien clara la voluntad de Dios conmigo, mi “Plan de Dios” y siento que esto es que me vuelva un “Apóstol” de Su Palabra; pero a la vez, siento que para esto las empresas tendrían que andar bien y eso no se compone.  Estoy confundido en qué hacer.
Me reuní con Lorena y le conté de la idea de cerrar Merliot y ella no estuvo de acuerdo; más bien no le entendí, pero lo que era obvio es que no creía que había que cerrarlo y eso me confundió más.  Señor, ilumíname, dame fuerzas, a veces me siento desmayar.
Fui a misa, Sylvia Regina no pudo ir y la dio el Padre Juan José.  Me quedé un largo rato en el Santísimo y después lo pude saludar.  Me dijo que ya casi no pasa en San Salvador. 
En el Santísimo le pedí al Espíritu Santo que me iluminara qué hacer y sentí un mensaje que si antes “mi cruz” era cerrar los almacenes, que ahora “mi cruz” era hacer todo lo necesario para no cerrarlos.  Me reí con Dios y a la vez pensando o pidiéndole que me ilumine para entender si ésta es en realidad su voluntad y si en realidad se está comunicando conmigo.
Por la noche fuimos a la reunión de Encuentros, me sentía agotado!

Martes 4 de Marzo de 2003

Hoy si que fue un día de portazos duros.  Ya no sabía que hacer, mi único refugio era orar y empecé a leer un artículo que bajé de “encuentro.com” sobre “El pecado original”, es lo único que me confortaba. 
Comenzó con que un proveedor de Panamá nos embargó las cuentas de Schwartz y eso significaba que todo el esquema con los proveedores se venía abajo.
Luego yo estaba esperanzado que el Banco nos iba a dejar un poco de las distribuciones de Nejapa Power y me avisaron que no.  Esto significa cerrar ya, pues ya no tenemos dinero como para pagar las planillas.  Hablé con el Banco y me dejaron ver una esperanza de hablar con el presidente, para ver que podían hacer.
Luego, los abogados de Houston nos enviaron una carta de contestación a la nuestra, en que la negociación no prospera y va a ser bien larga.
Fuimos a ver al Padre Fernando y le conté como me sentía, preguntándole si había una razón para que Dios no nos solucionara el problema del todo y sólo nos tenga con “el pan de cada día”.  Me contestó que debía examinarme y pedirle a Dios, para ver si hay algo que tengo que confesar y que no me he dado cuenta.  Me hizo referencia al evangelio de ayer, referente al hombre rico que Jesús le contesta que debe vender todo lo que tiene, darlo a los pobres y seguirlo. Que es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que un rico se salve (Mc. 10, 17-27).  Me sentí triste y a la vez contento, porque se ve que el Espíritu Santo me quiere pulir el máximo y la reflexión es como una exigencia de Dios, a ser santo.  Nos quedamos a misa y fue la ceremonia de “el envío” de las misiones, estuvo muy bonito.

Miércoles 5 de Marzo de 2003

Hoy es Miércoles de Ceniza.
Hicimos ayuno y abstinencia

Hoy amanecí como sin ganas de ir a la oficina, pues no hay nada que hacer y no hemos podido pagar algunas planillas desde hace un mes, esto realmente me mortifica y me desmoraliza más que nada.  Le pido a Dios que me ilumine para saber cuál es su voluntad.
Hicimos ayuno con Sylvia Regina y los niños no vieron televisión y se sintió bien alegre la casa.
Fuimos a ver a mi papá y me sentí triste de verlo en esta situación económica tan deplorable en que estamos todos y le pedía a Dios que me ayudara para poder ayudarle a ellos.
Hoy comenzó La Cuaresma y he pensado bastante en lo que me dijo el Padre Fernando  ayer.  Le pido a Dios que me Ilumine si en algo le he faltado y no he comprendido, que más es lo que tengo que hacer.

Jueves 6 de Marzo de 2003

Hoy comencé una Novena para El Niño Jesús,
para que el Banco nos ayude. 
Me comprometí a “diezmar”

Hoy me fui a la oficina sumamente preocupado, pues estamos al borde del cierre y no hay nada que hacer, excepto esperar que los bancos nos ayuden y nos liberen las distribuciones de Nejapa Power o que Nejapa Power nos pague lo que nos corresponde. Si no, no podemos pagar las planillas y los proveedores y todo el sistema de consignación, que ya estaba dando sus frutos, se viene abajo.  El Banco ni me recibió mis llamadas durante todo el día, lo mismo que el otro Banco.  Solo uno me mandó a decir con su secretaria que se iba a reunir conmigo mañana, pero no sabía la hora.
Nos reunimos en Junta Directiva y la reunión no podía ser más desconsoladora, pues no hay nada que hacer, más que esperar a ver si los bancos nos ayudan, sin embargo fue muy positiva.
Después, Alex y yo nos quedamos solos y me dijo que el día martes en su reunión de estudio de Biblia, habían hablado sobre el “Diezmo” y me sugirió que a lo mejor eso era lo que nos estaba faltando y que lo deberíamos hacer; pues así dice en La Biblia.  Sentí un mensaje directo de Dios, pues dentro de los versículos que me leyó, que habían leído estaba (Marcos10-27), que era el mismo que me había sugerido el Padre Fernando el mismo martes anterior.
Me impactó que los dos estuviéramos recibiendo el mensaje sobre el mismo versículo, el mismo día y a la misma hora! pues las reuniones fueron a la misma hora.  Sentí que ese era el mensaje de Dios sobre lo que me falta por hacer y que fue lo que me dijo el Padre Fernando.  ¡Bendito sea Dios, por ser tan bueno con nosotros! Y nos comprometimos a “Diezmar”, a partir de ahora en adelante.

Viernes 7 de Marzo de 2003

Hoy pasé en la oficina, desconsolado, pero centrado en Dios.  Ya seguro de que no vamos a salir adelante, pero seguro también que Dios me va a indicar el camino que quiere que sigamos.
Uno de los Banos me llamó en la tarde y me dijo que no había podido hablar con el presidente y que me iba a llamar el lunes.  Me sentí desesperar, pero Dios me iluminó y le hablé a uno se los directores.  Al rato pude hablar con el ejecutivo y me dijo que nos iban a dar la mitad del dinero.  Me sentí contento, pero triste.  Contento porque con eso por lo menos podemos seguir adelante, pero triste porque no sentí en el presidente del Banco ningún cambio y estaba esperanzado que Dios lo hubiera liberado; para que empezara a cambiar el modo de pensar de la banca, pero esto me indica que sigue igual y esto me confundió más.
Hoy era el bingo y me sentí triste porque no iba a poder ir, pero gracias a Dios al final sí pude ir; aunque lamenté que no me pude quedar al Vía Crucis.
Me sentía bien derrotado y pidiéndole a Dios que me hablara y me comunicara si debemos seguir o no  ¿Señor qué quieres que haga?

Sábado 8 y domingo 9 de Marzo de 2003

El sábado fui a la Librería Salesiana y después me fui a la oficina.  Dios quiso que me fuera por el centro y sentí compasión por toda la gente que trabaja ahí y el centro no prospera, pues lo comparaba con cuando iba a trabajar al edificio del Banco Salvadoreño, a mediados de los setentas.  Ahora el centro ya parece un campo de guerra, destruido y sucio; pero mi compasión era mayor por la gente, pues además no “conocen” al Espíritu Santo.
Después fui a misa, al mediodía y cuando iba entrando, venía saliendo de la oficina parroquial el presidente de un Banco, de confesarse.  Pudimos hablar un poco y le deseé que siguiera mejor.  Después me arrepentí de no decirle que habíamos estado rezando por él, después lo vi en misa comulgando y me comencé a preguntar por qué Dios había querido que nos juntáramos, después que él venía de comulgar.  Dios tiene sus caminos y estoy seguro que fue por algo, espero que Dios lo ayude; para que él le pueda ayudar a la gente.
En la noche fuimos a la despedida de Ariel en casa de Florence y Bobby y pasamos muy alegres.  Al final, yo sugerí que rezáramos una oración y así lo hicimos, le dimos gracias Dios por esos momentos.
El domingo no hicimos nada, pues estábamos bien cansados.  Yo me pasé leyendo La Biblia y el libro de “Padre, Hijo y Espíritu Santo” y otro sobre las “Siete últimas palabras de Jesús”.  Me llamó la atención que no entendí nada del libro de las últimas palabras, pues leí la parte de:  “Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado”.  Lo voy a leer de nuevo, pues nuestro Señor no quiso que entendiera en esta ocasión.

1 comentario:

  1. "Tú no puedes ser luz para tí; no puedes, no puedes. Reconoce que tú no eres luz para tí; a lo sumo eres ojo, no eres luz."

    San Agustín.

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