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Canonización de Monseñor Romero

jueves, 5 de enero de 2012

Cronología de un Milagro - Octubre 2003-II


Lunes 13 de Octubre de 2003

Me levanté optimista, con Fe, que el Señor nos va a sacar adelante.  No se como, pero con Fe que Él lo va a hacer.  Sylvia Regina se fue a su “romería”, con su grupo de oración para pedir por la paz de nuestro país y fueron a orar a Cabañas y San Vicente; sentí que era una bendición más que nos da el Señor. 
Yo me reuní con una de mis hermanas y le conté todo lo que el Señor me había comunicado, a través de Su Palabra, la semana pasada y que había que seguir luchando; gracias a Dios, su reacción fue positiva y de apoyo.  Me dijo que eso que le había contado se lo debía contar como testimonio a todos los empleados, lo cual sentí que era como un llamado de Dios para que lo haga. 
En el resto del día no pasó nada, no se resolvió nada y el centro comercial no quitó al interventor, cosa que me preocupó al final del día y me sentí preocupado; falto de Fe.  Fuimos a misa con Sylvia Regina y después a ver a mi mamá.  Todas las reuniones fueron positivas y no hay duda que la mano de Dios está en ellas; sólo que por alguna razón, Él todavía no quiere que las cosas se resuelvan del todo.  ¿Pre qué será? ¡Dios sabe y Él me ama!

Martes 14 de Octubre de 2003

Hoy me levanté desconsolado y falto de Fe.  Me levanté y le pedí al Señor que me fortaleciera, que me diera fuerzas para seguir luchando.  Abrí La Biblia y me salió el Salmo 109, 26-27:  Señor mi Dios, ayúdame, sálvame, Tu que eres bueno; 27 y que sepan que allí está tu mano, que eres Tú Señor, quien hizo eso.  Esta era la contestación a mi duda de ayer, que ¿por qué o “para qué”? el Señor todavía no quiere que la cosas se compongan todavía y es para que su milagro se vuelva evidente para el mayor número de personas y que mi testimonio, mas bien “nuestro testimonio”, pues también es de Sylvia Regina, se vuelva testimonio de muchas personas; incluyendo todos los empleados de Schwartz y La Casa Castro. 
Pasé un día sólo esperando, los abogados me dijeron que la reunión con los Bancos había sido positiva, pero no voy a saber que pasó hasta mañana.  KPMG decidió quedarse con nosotros y apoyarnos y la reunión fue sumamente positiva. 
Hoy me enteré que los partidos políticos habían aprobado a Cristina Sol como candidata a vicepresidente, yo me dije:  “Señor, que sea Tu voluntad”.
Tuvimos la reunión de “Encuentros” por la noche y les conté a Arturo y Claudia, nuestros animadores de grupo, mi testimonio de las últimas semanas.

Miércoles 15 de octubre de 2003

Me levanté a orar y le pedí al Señor que me iluminara y que me quitara esta tentación de estar dudando de sus promesas, pues se que es tentación del maligno el que tenga todas estas dudas.  La lectura bíblica se abrió en Juan 1,1:  En el principio era La Palabra y La Palabra estaba ante Dios y La Palabra era Dios.  Era como para confirmarme: “Yo te lo  estoy diciendo, a travez de mi Palabra, no te basta con esto?.  Luego me llevó a Éxodo 34, 6: Y Él pasó delante de Moisés diciendo con voz fuerte: “Yavé, Yavé es un Dios misericordioso y clemente, tardo en la cólera y rico en amor y en fidelidad.  ¡Palabra de Dios!
Durante todo el día no pasó nada en la oficina, más que esperar, pero no pasó nada.
Por la noche, rezamos el Rosario y le pedía a Dios que me diera fuerzas, pues me siento desvanecer.

Jueves 16 de Octubre de 2003

Me levanté a orar, pidiéndole a Dios que me ilumine, pues me siento confundido y falto de Fe.  La lectura de La Biblia no me dijo nada y me sentí más desconsolado.  En la oficina no pasó nada, sólo esperar y nada pasa. 
Nos reunimos con Alex y ya no tenemos ni de qué hablar, pues todo está como estancado.  El juicio no camina, los Bancos no contestan, el centro comercial no envía el documento, los proveedores no despachan; Nejapa Power sigue con su actitud de querernos perjudicar y no dice nada… ¡silencio de Dios!.  Sólo me sostiene mi Fe, pero tengo que confesar que a veces la siento débil.  No íbamos a ir a misa, pues Sofía nos había invitado a cenar con su primer sueldo, pero ya de camino a la casa me dieron grandes deseos de ir y pasé a misa y después a una Hora Santa, para orar por los 25 años de Juan Pablo II.  Después fuimos a la asamblea de “Encuentros” y me sentía bastante desconsolado, sin respuesta de Dios.  ¡Señor Jesús, ten misericordia de mi!

Viernes 17 de Octubre de 2003

Igualmente, no sentí que el Señor me habló en mis oraciones.  Le pedí que me iluminara y me diera fuerzas para soportar este dolor.  Igualmente que ayer, en la oficina no pasó nada, sólo pasé esperando que algo pasara… pero nada.  Me sentía desesperar, pues ya no tengo nada que hacer.  Pasé leyendo todo el día la autobiografía de Santa Teresa de Avila. Sentí que me instruía mucho saber como a una santa se le manifestaba nuestro Señor y le hablaba.  Sentí deseos de tener esa dicha, aunque ya varias veces me ha hablado a través de La Biblia. 
Fuimos a misa y después a la obra de teatro escrita por Juan Pablo II: “El Taller del Orfebre”.  Estuvo bien bonita y sentí la presencia del Espíritu Santo.  Además, dimos el servicio de ayudar a vender camisetas del Papa y pasamos un rato bien agradable con Sofía y Roberto Adriano.
En la obra, me llamó la atención como el Papa recibió la inspiración del Espíritu Santo para darnos a entender la resurrección y como nuestra alma sigue viviendo a pesar de que nuestro cuerpo ha muerto y continua acompañando a las personas que queremos; aunque los que todavía estamos en este mundo, no las sintamos.
Todo el día me sentí desconsolado, como preguntandole a Dios: ¿por qué no se nos componen las cosas de un solo?,  ¿Por qué cuesta tanto?.  ¡Alíviame Señor, este dolor!

Sábado 18 y domingo 19 de Octubre de 2003

Hoy me levanté a orar, pidiéndole a Dios que me hablara y me diera una luz, pidiéndole que incremente mi Fe.  La lectura me llevó a Filipenses 3, 10-11: Quiero conocerlo, quiero probar el poder de su resurrección y tener parte en sus sufrimientos y siendo semejante a Él en su muerte, 11alcanzaré, Dios lo quiera, la resurrección de los muertos”.  Luego me llevó a Lucas 18, 1-8, El 1 dice:  Jesús les mostró con un ejemplo que debían orar siempre, sin desanimarse jamás y el 7 dice: ¿Pero acaso Dios no hará justicia a sus elegidos si claman a Él día y noche, mientras Él deja que esperen?  8Yo les aseguro que les hará justicia y lo hará pronto.  Luego me llevó a 2-Corintios 1, 3-5, el 5 dice: Pues en la misma medida en que los sufrimientos de Cristo recaen abundantemente sobre nosotros, el consuelo de Cristo también nos llega con mayor abundancia.  El 3 dice:  Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús, nuestro Señor, Padre lleno de ternura, Dios del que viene todo consuelo. 
Luego empecé a alabar y bendecir al Señor y sentí que la nube del Espíritu Santo me envolvía, dándome una paz y tranquilidad como nunca la había sentido y las manos del Señor las sentía sobre las mías y yo empecé a repetir en voz alta “Envuélveme Espíritu Santo”, “Envuélveme Espíritu Santo”; “Alabado y bendecido sea el Señor”.  Sentí una paz y tranquilidad especial y como que la nube me elevaba hacia Jesús, representado por una luz en lo alto.  Le di gracias a Dios por ser tan especial conmigo y le pedí que no se aparte de mí, por nada del mundo. “Señor, que lo pierda todo, pero que no te pierda a Tí”.
El domingo fuimos a la misa de celebración de los 25 años del Papado de Juan Pablo II, en el Estadio Cuscatlán y por la tarde fuimos, de nuevo, a misa para confesarnos.

1 comentario:

  1. "Es necesario tener siempre en cuenta la doble venida de Cristo: una, cuando el venga y nosotros debamos rendirle cuentas de todo lo que hayamos hecho; otra, la cotidiana, cuando visita nuestra conciencia y viene a nosotros, a fin de prepararnos para el momento de su venida,"

    San Pascasio Radberto

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